Hungría es un mercado emergente. La política económica del discutido primer ministro Ferenc Gyurcsany está en línea con las expectativas. Budapest jugará un papel de suma importancia como estado de tránsito de reservas fósiles entre Rusia y el Mar Caspio. Hungría ha decidido explotar su rol geopolítico de modo equilibrado, entre las exigencias europeas y los proyectos comunes con Moscú que, en cualquier caso, no perjudican la construcción del gasoducto Nabucco.
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Salvatore Lanzilotti
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2006 hasido un año intenso para Hungría: las elecciones legislativas de abril, que han confirmado en el poder al partido socialista del MSZP; el escándalo de las escuchas telefónicas que afectó en septiembre al joven líder Ferenc Gyurcsany; o la situación económica (en particular de la balanza de pagos, que presentaba un déficit incompatible con los parámetros de adhesión al Euro y que ha provocado un periodo de austeridad económica y fiscal determinante para el futuro del país). En los primeros cuatro meses del 2007, el PIB experimentó un crecimiento del 2,9%, a pesar de que las previsiones del Gobierno eran del 2 al 2,5% y las de los analistas del OTP, del 2,4%. Este resultado, sin embargo, no basta para alcanzar el objetivo primario del partido socialista: la adhesión a la moneda única europea prevista para 2011. Según los criterios de adhesión de la Unión Europea, la relación Déficit/PIB de un Estado no debe superar el 3%, mientras que Hungría ha cerrado el año con un déficit sobre el PIB del 9,2%. Son muchos los problemas económicos que afectan a Hungría y a los que su presidente tendrá que hacer frente: reducción de la tasa de desempleo; desarrollo de una política de privatizaciones; compensar las necesidades de gasto público; las reformas de los sistemas sanitario, educativo y de pensiones; y, sobre todo, reducir la deuda externa, que aumenta sistemáticamente.
Salvatore Lanzilotti
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2006 hasido un año intenso para Hungría: las elecciones legislativas de abril, que han confirmado en el poder al partido socialista del MSZP; el escándalo de las escuchas telefónicas que afectó en septiembre al joven líder Ferenc Gyurcsany; o la situación económica (en particular de la balanza de pagos, que presentaba un déficit incompatible con los parámetros de adhesión al Euro y que ha provocado un periodo de austeridad económica y fiscal determinante para el futuro del país). En los primeros cuatro meses del 2007, el PIB experimentó un crecimiento del 2,9%, a pesar de que las previsiones del Gobierno eran del 2 al 2,5% y las de los analistas del OTP, del 2,4%. Este resultado, sin embargo, no basta para alcanzar el objetivo primario del partido socialista: la adhesión a la moneda única europea prevista para 2011. Según los criterios de adhesión de la Unión Europea, la relación Déficit/PIB de un Estado no debe superar el 3%, mientras que Hungría ha cerrado el año con un déficit sobre el PIB del 9,2%. Son muchos los problemas económicos que afectan a Hungría y a los que su presidente tendrá que hacer frente: reducción de la tasa de desempleo; desarrollo de una política de privatizaciones; compensar las necesidades de gasto público; las reformas de los sistemas sanitario, educativo y de pensiones; y, sobre todo, reducir la deuda externa, que aumenta sistemáticamente.
La nueva política económica del primer ministro Ferenc Gyurcsany
El primer paso del Gobierno húngaro ha sido la redacción del documento denominado de los “23 puntos”, en el que el primer ministro socialista Ferenc Gyurcsany analiza los errores cometidos y establece las directrices a seguir para reformar Hungría y hacer de ella un país moderno y competitivo a nivel europeo. En el “Plan de desarrollo de la Nueva Hungría”, se recoge el programa del Gobierno previsto para el periodo 2006-2010, año en el que se podrían alcanzar los objetivos de Maastricht para el ingreso en la zona euro. El plan está dividido en tres partes: la primera hace referencia al saneamiento de la balanza de pagos, a través de una política que favorezca los ingresos y corte los gastos ministeriales y administrativos. La segunda, afecta a la reforma de los sistemas sanitario, de pensiones, educativo y laboral; mientras que la tercera establece acciones concretas para el desarrollo de Hungría.Hace unos días, el primer ministro húngaro Ferenc Gyurcsany, prometió iniciar nuevas reformas, después de recibir duras críticas por parte del presidente László Sólyom, que ha afirmado que “sin el consenso de la sociedad, hasta las reformas más necesarias podrían no ser aceptadas”. Entre las 48 medidas anunciadas, las prioridades -según el primer ministro húngaro- deben ser el crecimiento económico, la creación de nuevos puestos de trabajo, la reforma del sistema sanitario y la bajada de los impuestos.Entre las otras medidas también se habla de acabar con el trabajo en negro, redactar nuevas leyes para la financiación de los partidos y agilizar las prácticas burocráticas.
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Las inversiones extranjeras
El crecimiento económico se sostiene en la producción industrial, con un particular impulso proveniente de la demanda exterior y de las inversiones. El principal socio económico de Hungría es actualmente la Unión Europea. En el último periodo, el líder socialista ha iniciado una nueva política económica, abriendo Hungría a nuevos inversores y estrechando las relaciones económicas con varias naciones, la última de las cuales ha sido China. Con ocasión de la visita de Estado húngara a China, el pasado 2 de septiembre, el primer ministro Ferenc Gyurcsany, junto con el ministro de Economía y el ministro de Finanzas, firmó un importante acuerdo con el gobierno chino, para la construcción en Budapest del China Brand Trade Center (CBTC). El complejo, similar al de Dubai, contará con un centro logístico e informático y un área dónde se expondrán productos chinos, dará trabajo a más de mil personas, y constituirá un puente para la economía china en Europa.
Según el Budapest Business Journal, también el fabricante de hardware alemán Roto Frank AG ha decidido ampliar su capacidad productiva en Lovo, en la zona occidental de Hungría. Según el diario húngaro, el presidente del grupo Roto Frank, Eckhard Keill, ha afirmado que la inversión sería de más de 23 millones de dólares, que terminaría a finales de 2008 y que hará de las nuevas instalaciones la unidad productiva de mayor capacidad de Europa.Entre las recientes inversiones en Hungría, también es importante la de la empresa Genesis, que empezará la construcción de una nueva fábrica de células solares en el parque industrial de Tatabánya. El valor de la inversión según el ICE (Instituto Nacional para el Comercio Exterior) será de unos 100 millones de euros y estará completado para 2009. Siempre según el Budapest Business Journal, también un representante del gobierno surcoreano desplazado a Hungría ha empezado a estudiar nuevas posibilidades de inversión en Hungría.
En el campo de las inversiones internas no es menos importante el anuncio hecho a primeros de agosto por el ministro de Desarrollo Regional húngaro, Gordon Bajnai, de que el gobierno ha aprobado 191 proyectos prioritarios de desarrollo de un total de 684 presentados, que recibirían una parte de los cerca de 1.500 millones de euros de subvención comunitaria relativa al Plan Nacional de Desarrollo. La mayor parte de los proyectos aprobados estarán relacionados con la construcción de carreteras secundarias, fundamentales para la mejora de las vías de comunicación del país. La financiación aprobada para proyectos prioritarios es una parte del total de los aproximadamente 11.200 millones de euros de fondos estructurales concedidos por la Comunidad Europea a Hungría para desarrollo de los próximos diez años.
El crecimiento económico se sostiene en la producción industrial, con un particular impulso proveniente de la demanda exterior y de las inversiones. El principal socio económico de Hungría es actualmente la Unión Europea. En el último periodo, el líder socialista ha iniciado una nueva política económica, abriendo Hungría a nuevos inversores y estrechando las relaciones económicas con varias naciones, la última de las cuales ha sido China. Con ocasión de la visita de Estado húngara a China, el pasado 2 de septiembre, el primer ministro Ferenc Gyurcsany, junto con el ministro de Economía y el ministro de Finanzas, firmó un importante acuerdo con el gobierno chino, para la construcción en Budapest del China Brand Trade Center (CBTC). El complejo, similar al de Dubai, contará con un centro logístico e informático y un área dónde se expondrán productos chinos, dará trabajo a más de mil personas, y constituirá un puente para la economía china en Europa.
Según el Budapest Business Journal, también el fabricante de hardware alemán Roto Frank AG ha decidido ampliar su capacidad productiva en Lovo, en la zona occidental de Hungría. Según el diario húngaro, el presidente del grupo Roto Frank, Eckhard Keill, ha afirmado que la inversión sería de más de 23 millones de dólares, que terminaría a finales de 2008 y que hará de las nuevas instalaciones la unidad productiva de mayor capacidad de Europa.Entre las recientes inversiones en Hungría, también es importante la de la empresa Genesis, que empezará la construcción de una nueva fábrica de células solares en el parque industrial de Tatabánya. El valor de la inversión según el ICE (Instituto Nacional para el Comercio Exterior) será de unos 100 millones de euros y estará completado para 2009. Siempre según el Budapest Business Journal, también un representante del gobierno surcoreano desplazado a Hungría ha empezado a estudiar nuevas posibilidades de inversión en Hungría.
En el campo de las inversiones internas no es menos importante el anuncio hecho a primeros de agosto por el ministro de Desarrollo Regional húngaro, Gordon Bajnai, de que el gobierno ha aprobado 191 proyectos prioritarios de desarrollo de un total de 684 presentados, que recibirían una parte de los cerca de 1.500 millones de euros de subvención comunitaria relativa al Plan Nacional de Desarrollo. La mayor parte de los proyectos aprobados estarán relacionados con la construcción de carreteras secundarias, fundamentales para la mejora de las vías de comunicación del país. La financiación aprobada para proyectos prioritarios es una parte del total de los aproximadamente 11.200 millones de euros de fondos estructurales concedidos por la Comunidad Europea a Hungría para desarrollo de los próximos diez años.
La política energética húngara
Hungría está desempeñando en este momento un papel de importancia capital en el panorama de la distribución energética en Europa, convirtiéndose en lo que el propio ministro de Economía ha calificado de “un importante centro regional de distribución de gas”. El ministro de Economía Jónas Kóka ha declarado también al informativo “Hungary around the clock” que Hungría continuaría apoyando el proyecto Nabucco de la Unión Europea, que llevará el gas iraní a Europa a pesar de que el primer ministro lo haya definido como “un gran sueño”.Durante su encuentro del pasado 23 de marzo en Moscú, Ferenc Gyurcsany y Vladimir Putin discutieron el nuevo proyecto Blue Stream de Gazprom. Con la ampliación de una vieja línea de gasoductos, el gigante ruso quiere monopolizar la ruta de transporte energético de Europa meridional, ya planificada en el proyecto Nabucco. Éste, propuesto por Bruselas, pretende disminuir la dependencia energética europea de Rusia y nace con el objetivo de transportar gas proveniente de Asia central, desde Azerbaiyán a Austria pasando por Turquía, Bulgaria, Rumanía y Hungría.
Mientras que hace unos pocos días el ICE (Instituto Nacional para el Comercio Exterior) había anunciado el acuerdo al que llegaron la empresa petrolera húngara MOL y la rusa Gazprom para la construcción de una nueva sociedad con el objetivo de supervisar los trabajos de extensión del gasoducto Blue Stream, que llevará el gas desde Rusia a Hungría atravesando el Mar Negro y que servirá para cubrir las necesidades europeas, ahora nuevas filtraciones hablan de un cambio en las intenciones del gobierno húngaro.De hecho, según The Prague Post, el gigante energético CEZ de la República Checa habría firmado importantes acuerdos económicos con la compañía petrolera húngara MOL. Ambas empresas tendrían intenciones de fortalecer una alianza que implicaría la compra por parte de CEZ del 10% de la húngara MOL. Este acuerdo, siempre según The Prague Post, se establecería para reducir las influencias externas, sobre todo por parte de Rusia y de la compañía petrolera austriaca OMV, estrechamente ligada al coloso ruso Gazprom.Además, en palabras del ministro de Economía húngaro Jónas Kóka, publicadas por la agencia Reuters, Hungría querría abrir “una nueva vía para el gas”, declarándose a favor del proyecto Nabucco y en contra del proyecto Blue Stream de Gazprom, afirmando que no representa una verdadera oportunidad de distribución del gas en Hungría. El ministro de Economía húngaro se ha manifestado también en contra del proyecto South Stream, afirmando que reduciría los riesgos tecnológicos, pero aumentaría los riesgos políticos y geográficos.
Conclusiones
Hungría está en un período de fuerte crecimiento económico, debido sobre todo a la nueva política económica del gobierno, que se ha centrado en la modernización, la competitividad y las inversiones extranjeras. Además, ha asumido un papel protagonista en la política energética mundial. A pesar de que la política energética húngara haya sido inconstante en los últimos tiempos, se puede esperar que Hungría acabará apoyando el proyecto Nabucco, con lo que seguiría siendo un excelente socio para Europa.
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Equilibri.net - Italy/15/09/2007
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