Foto: John Marshall Mantel/AP
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Oakland/Bill Berkowitz*
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Iglesia de la Unificación, del multimillonario coreano y reverendo Sun Myung Moon, mantiene desde hace décadas vínculos privilegiados con Washington.
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Iglesia de la Unificación, del multimillonario coreano y reverendo Sun Myung Moon, mantiene desde hace décadas vínculos privilegiados con Washington.
Cuando el ex presidente George Bush brindó en mayo su discurso en honor al 25 aniversario del periódico ultraconservador The Washington Times, no fue la primera vez que habló en apoyo de una de las empresas del reverendo coreano Sun Myung Moon. Esto es sólo un aspecto de la “cercana” relación de Moon con la familia Bush, como la califica el escritor Kevin Phillips.Mientras que el ex presidente Bush padre (1989-1993) y otros miembros de la familia se han beneficiado tanto financiera como políticamente de su relación con Moon, el jefe de la Iglesia de la Unificación tiene en mente una agenda más variada, que incluye un perdón del actual mandatario estadunidense, George W. En los años de 1980, Moon cumplió una sentencia de prisión durante 13 meses en Estados Unidos por evasión impositiva, pero no quiere ser considerado como un delincuente convicto.La relación entre la familia Bush y Moon data de cuando el padre del actual presidente fue director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), de 1976 a 1977, que coincidió con la llegada del empresario y líder religioso nacido en la hoy Corea del Norte.Su Iglesia de la Unificación “fue ampliamente reportada como un grupo fachada para la Agencia Central de Inteligencia surcoreana (KCIA)”, escribió Phillips en su libro American Dynasty. Aristocracy, Fortune and the Politics of Deceit in the House of Bush (Dinastía estadunidense. Aristocracia, fortuna y política del engaño en el linaje Bush).Durante una época en que las actividades de la KCIA estuvieron sujetas a investigación por parte del Congreso de Estados Unidos, en lo que se llamó “Koreagate”, Phillips señaló que “dentro de los consejos de Washington, Bush fue una voz poderosa contra cualquier campaña innecesaria sobre las actividades estadunidenses de servicios de inteligencia aliados”.“Una de las primeras tareas de George Bush como director de la CIA fue manejar el escándalo ‘Koreagate’, en el que el gobierno de Corea del Sur y sus agentes de inteligencia habían espiado a Washington”, declaró a la prensa Fred Clarkson, autor de Eternal Hostility: The Struggle Between Theocracy and Democracy (Hostilidad eterna: La lucha entre la teocracia y la democracia), que incluye un capítulo sobre la organización de Moon.“Algunos de esos agentes eran importantes miembros de la Iglesia de la Unificación de Moon. Algunos de ellos se las arreglaron para infiltrarse entre el personal del Congreso (de Estados Unidos), principalmente los demócratas”, indicó.En los años 80, The Washington Times apoyó al presidente Ronald Reagan (1981-1989) y a George Bush, entonces vicepresidente de Estados Unidos, respecto del escándalo Irán-Contras, la triangulación de armas y drogas que involucró a la Casa Blanca, al país del Medio Oriente y a la insurgencia ultraderechista contra el gobierno izquierdista de entonces de Nicaragua.Según Clarkson, “la organización de Moon fue parte de las líneas de suministro privadas a los contrarrevolucionarios nicaragüenses, así como The Washington Times tuvo especial acceso y proporcionó una cobertura consistentemente favorable al grupo armado ilegal y, además, estableció un fondo especial para su financiamiento privado”.En 1996, la relación se volvió decididamente financiera cuando el ex presidente viajó aAmérica Latina a ayudar a Moon a lanzar el periódico Tiempos del Mundo en varios países.En esa época, Bush padre calificó al The Washington Times, publicación estadunidense insignia de Moon, como “una voz independiente” y aseguró que “Tiempos del Mundo (sería) igual”. Según informes publicados, Bush recibió por lo menos 100 mil dólares por su participación en esa campaña.
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Un “monstruo de probeta”
Últimamente, la Fundación Washington Times, también de Moon, canalizó un millón de dólares hacia la biblioteca presidencial de Bush padre a través de la Greater Houston Community Foundation, con sede en Houston, en el meridional estado de Texas.Moon también contribuyó con el bienestar financiero de otros miembros de la familia Bush. En 2005, Neil Bush, otro hijo del ex presidente, acompañó a Moon en una gira, apareciendo a su lado en Filipinas y Taiwán.A fines del año pasado, la publicación Business Week informó que Ignite! Inc, una empresa de programas informáticos educativos de Neil Bush, recibió un millón de dólares de “la fundación vinculada al controvertido reverendo Moon para un proyecto de investigación en escuelas del área de Washington”.Pero tal vez el aspecto más tangible de la cercana relación entre la familia Bush y el reverendo Moon es el férreo apoyo que el Washington Times dio al actual mandatario desde que anunció que se postulaba para emular a su padre. Y en los últimos años, las páginas editoriales del periódico apoyaron consistentemente la “guerra contra el terrorismo” del presidente y la invasión a Irak.“El reverendo Moon es un monstruo en el laboratorio de la política conservadora; nadie quiere pensar en él, aunque para asegurar su apoyo continuo deben alimentar periódicamente su apetito de homenajes”, dice John Gorenfeld, periodista de investigación y desde hace tiempo cronista de las actividades de Moon.“Una de las retribuciones de Moon a los acontecimientos patrocinados por el (Washington) Times es que le saquen una fotografía y codearse con personas políticamente poderosas y con buenos contactos”, agregó.“Además del obsequio del Times, Bush y su hijo presidente han aceptado grandes sumas de dinero de la Iglesia de Moon”, aseguró Gorenfeld, autor de un libro sobre el reverendo surcoreano y la política estadunidense.“En los años de (gobierno del ex presidente Bill) Clinton (1993-2001), George y Barbara Bush hicieron con Moon una gira por Japón, así como por Argentina. Se cree que (el matrimonio) se hizo de un millón de dólares”, indicó.Las empresas de Moon se extienden mucho más allá de la Iglesia de la Unificación, afirma Steve Hassan, experto en cultos y asesor en materia de salud mental autorizado que antes fue líder en la organización religiosa del reverendo coreano.“Hay varios frentes empresariales y políticos; es un conglomerado internacional multimillonario presidido por un demagogo que alega ser el hombre más grande de la historia, que quiere abolir la democracia, poner fin o destruir a la ONU y establecer una teocracia en la que gobiernen sus herederos”, aseguró Hassan a la prensa.“Me enfurece, como alguien que estuvo en la organización y a menudo oyó a Moon decir que quería destruir la democracia y dominar el mundo, que los medios dominantes no hayan comprendido bien esta historia. Mientras ellos hablaron sobre presión corporativa, se negaron a discutir la influencia política de los cultos”, dijo.Hassan también observó que la operación de Moon en Estados Unidos, que comenzó con el “reclutamiento callejero” de miembros —especialmente en ciudades universitarias— cambió a fastuosas cenas y ceremonias de premiación donde el líder religioso coreano puede codearse con poderosas figuras políticas y luego pedir su lealtad.Que Bush padre hable en la ceremonia del periódico “no podría ser más apropiado, dado que los destinos entre ambos han estado estrechamente entrelazados durante décadas”, concluyó.
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*Bill Berkowitz es un conocido observador del movimiento conservador estadunidense. Publica periódicamente la columna “Conservative Watch” en la revista electrónica WorkingForChange.org.
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Milenio - México/17/09/2007
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