Odalys Buscarón
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Moscú (PL) La publicación hoy del decreto presidencial sobre la celebración de los comicios legislativos del próximo 2 de diciembre por canales oficiales dio la señal de arrancada para la campaña electoral en Rusia.
Para esa fecha serán renovados por voto directo en las urnas los 450 escaños de diputados en la Duma estatal (cámara baja) del quinto período legislativo.
A diferencia de la contienda de 2003, el proceso actual tiene varias características novedosas a tenor de la reforma política impulsada por el presidente, Vladimir Putin, en 2005.
La oposición asocia el conjunto de enmiendas introducidas al Código Electoral con la situación interna del país, luego de una serie de atentados terroristas de 2004, en particular el asalto armado a la escuela Número Uno de Beslán, en Osetia del Norte.
Tras la investidura para un segundo mandato en mayo de ese año, Putin emprendió la reforma política que tomaría cuerpo al año siguiente no con pocas críticas de grupos contestatarios y de Occidente, que ve en tales pasos una restauración del autoritarismo.
Tan fresca en la memoria como la tragedia de Beslán se evoca por estos días el entonces discurso del mandatario, quien apostó por una mayor centralización del poder para enfrentar el terrorismo, desde una reestructuración política de toda la sociedad rusa.
Las modificaciones llegaron también hasta el mismo recinto de la Duma (cámara baja) en Ojotni Riat, pues para los comicios de 2007, según el calendario electoral, los diputados se elegirán solo por la lista de partidos.
Hasta julio de 2005 la legislación estipulaba la elección de la mitad de las curules (225 de 450) por las listas partidistas y el resto por las circunscripciones.
Para Vladimir Zhirinovski, líder del partido Liberal Democrático, tercera fuerza dentro del parlamento actual, las reformas del sistema electoral en nada menoscaban la democracia en Rusia.
Contrariamente, entidades de derechos humanos y estudios de opinión advierten que tras las consultas de diciembre una minoría de ciudadanos estará representada en la Duma del quinto período legislativo.
En la actual temporada la progubernamental Rusia Unida pretende reeditar el rotundo triunfo alcanzado en diciembre de 2003 al instalarse en el plenario del cuarto período con una mayoría de escaños, equivalente a más de un tercio del total.
Sin embargo, la recién creada Rusia Justa, del titular del senado, Serguei Mirónov, prometió enfrentar el monopolio partidista con una potente alianza de fuerzas izquierdistas, incluso de las filas del Partido Comunista, de Guennadi Ziuganov.
Aunque el disparo oficial resonó este miércoles, la carrera comenzó de hecho en el verano, temporada que aprovecharon sin tapujos los líderes políticos en sus periplos por el interior de la Federación y con encendidos pronunciamientos en la prensa.
Ninguna de las agrupaciones rehúsa la retórica electoral ante los votantes, mientras que cada una por separado asegura que se impondrá como favorita en diciembre, lo que adelanta una enconada lucha en estos tres meses antes de la recta final.
Como premisa ineludible para conquistar la permanencia en la Duma por cuatro años más los partidos deberán vencer la barrera del siete por ciento de los votos.
Solo cuatro formaciones están en condiciones de obtener mandatos legislativos: Rusia Unida, Comunistas de la Federación rusa, Rusia Justa y Liberal Democrático, en ese orden, según recientes sondeos de opinión.
Las organizaciones conservadoras, ultranacionalistas y las tildadas de radicales corren el riesgo, tras las venideras consultas en las urnas, de quedar fuera del tablero político, debido a que el electorado ruso se muestra cada vez más reticente a respaldarlas.
Moscú (PL) La publicación hoy del decreto presidencial sobre la celebración de los comicios legislativos del próximo 2 de diciembre por canales oficiales dio la señal de arrancada para la campaña electoral en Rusia.
Para esa fecha serán renovados por voto directo en las urnas los 450 escaños de diputados en la Duma estatal (cámara baja) del quinto período legislativo.
A diferencia de la contienda de 2003, el proceso actual tiene varias características novedosas a tenor de la reforma política impulsada por el presidente, Vladimir Putin, en 2005.
La oposición asocia el conjunto de enmiendas introducidas al Código Electoral con la situación interna del país, luego de una serie de atentados terroristas de 2004, en particular el asalto armado a la escuela Número Uno de Beslán, en Osetia del Norte.
Tras la investidura para un segundo mandato en mayo de ese año, Putin emprendió la reforma política que tomaría cuerpo al año siguiente no con pocas críticas de grupos contestatarios y de Occidente, que ve en tales pasos una restauración del autoritarismo.
Tan fresca en la memoria como la tragedia de Beslán se evoca por estos días el entonces discurso del mandatario, quien apostó por una mayor centralización del poder para enfrentar el terrorismo, desde una reestructuración política de toda la sociedad rusa.
Las modificaciones llegaron también hasta el mismo recinto de la Duma (cámara baja) en Ojotni Riat, pues para los comicios de 2007, según el calendario electoral, los diputados se elegirán solo por la lista de partidos.
Hasta julio de 2005 la legislación estipulaba la elección de la mitad de las curules (225 de 450) por las listas partidistas y el resto por las circunscripciones.
Para Vladimir Zhirinovski, líder del partido Liberal Democrático, tercera fuerza dentro del parlamento actual, las reformas del sistema electoral en nada menoscaban la democracia en Rusia.
Contrariamente, entidades de derechos humanos y estudios de opinión advierten que tras las consultas de diciembre una minoría de ciudadanos estará representada en la Duma del quinto período legislativo.
En la actual temporada la progubernamental Rusia Unida pretende reeditar el rotundo triunfo alcanzado en diciembre de 2003 al instalarse en el plenario del cuarto período con una mayoría de escaños, equivalente a más de un tercio del total.
Sin embargo, la recién creada Rusia Justa, del titular del senado, Serguei Mirónov, prometió enfrentar el monopolio partidista con una potente alianza de fuerzas izquierdistas, incluso de las filas del Partido Comunista, de Guennadi Ziuganov.
Aunque el disparo oficial resonó este miércoles, la carrera comenzó de hecho en el verano, temporada que aprovecharon sin tapujos los líderes políticos en sus periplos por el interior de la Federación y con encendidos pronunciamientos en la prensa.
Ninguna de las agrupaciones rehúsa la retórica electoral ante los votantes, mientras que cada una por separado asegura que se impondrá como favorita en diciembre, lo que adelanta una enconada lucha en estos tres meses antes de la recta final.
Como premisa ineludible para conquistar la permanencia en la Duma por cuatro años más los partidos deberán vencer la barrera del siete por ciento de los votos.
Solo cuatro formaciones están en condiciones de obtener mandatos legislativos: Rusia Unida, Comunistas de la Federación rusa, Rusia Justa y Liberal Democrático, en ese orden, según recientes sondeos de opinión.
Las organizaciones conservadoras, ultranacionalistas y las tildadas de radicales corren el riesgo, tras las venideras consultas en las urnas, de quedar fuera del tablero político, debido a que el electorado ruso se muestra cada vez más reticente a respaldarlas.
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Prensa Latina - Cuba/06/09/2007
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