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JAMES WATSON
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- 'Las políticas están basadas en la creencia errónea de que nuestra inteligencia es igual'
- 'Existe un deseo de igualdad, pero quienes tienen empleados negros saben que no es así'
- 'Existe un deseo de igualdad, pero quienes tienen empleados negros saben que no es así'
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MADRID.- La llegada de James Watson al Reino Unido para promocionar su último libro no ha dejado indiferente a nadie. Una larga entrevista en el diario 'The Sunday Times' en la que el eminente científico estadounidense, codescubridor de la doble hélice de ADN, asegura que la inteligencia de las personas negras no es igual a la de los blancos, ya ha hecho saltar las primeras críticas entre sus colegas de profesión.
El polémico genetista de 79 años asegura en una conversación con una antigua discípula que es pesimista respecto al futuro de África, "porque todas nuestras políticas sociales están basadas en el hecho de que su inteligencia es la misma que la nuestra, cuando todas las pruebas demuestran que no es así". Y remata su intervención añadiendo que existe un deseo natural de que todos los seres humanos deben ser iguales, "pero la gente que tiene que tratar con empleados negros sabe que eso no es así".
Las palabras de Watson, galardonado con el premio Nobel por sus trabajos sobre el ADN mano a mano con Francis Crick y director de una de las instituciones científicas más prestigiosas de EEUU (el Laboratorio Cold Spring), ya han provocado la reacción de sus colegas al otro lado del Atlántico. "Es triste ver a un científico que ha conseguido tanto hacer estos comentarios infundados, sin base científica y extremadamente ofensivos", ha señalado por ejemplo Keith Vaz, presidente del comité laborista de asuntos sociales. "Estoy seguro de que toda la comunidad científica rechazará rotundamente lo que parecen ser prejuicios personales del señor Watson", ha declarado al diario 'The Independent'.
En la entrevista original, el veterano investigador asegura además que en tan sólo una década podrían conocerse los genes responsables de las diferencias en los niveles de inteligencia humana. Al mismo tiempo, le comenta a su antigua colaboradora que ha abierto un centro para enseñar los secretos del ADN en el barrio neoyorquino de Harlem, y que ha aceptado a una investigadora negra.
En la charla con su ex colaboradora, Watson defiende que no se debe discriminar a la gente por su color de piel; aunque matiza: "Hay mucha gente negra con mucho talento, pero no les promocionemos si no han tenido éxito en los niveles más bajos".
No aburrir a la gente
Watson ha pisado suelo británico para dar una serie de conferencias en el marco de la promoción su nuevo libro, que sale a la venta el próximo 22 de octubre: 'Evite aburrir a la gente: lecciones de una vida en la ciencia'. "No hay una razón firme para anticipar que las capacidades intelectuales de personas geográficamente separadas en su evolución se hayan desarrollado de manera idéntica", asegura en el texto.
No es la primera vez que la polémica sobre la genética y las diferencias raciales salta a la arena pública. En 1990, el libro 'The Bell Curve' ('La Campana de Gauss', en español) ya sugería que las diferencias en los índices de cociente intelectual entre razas tenían origen genético. La obra, firmada por Charles Murray y Richard Hermstein, aseguraba incluso que las políticas sociales estarían diluyendo la inteligencia de la población al fomentar que las mujeres con un bajo índice intelectual tuviesen hijos.
El propio Watson también es conocido por sus exabruptos sobre política, sexualidad y raza. En 1997 llegó a asegurar a un periódico británico que una mujer debería tener derecho a abortar si un test le demostrase que su futuro hijo sería homosexual. Más tarde aclaró que se trataba únicamente de un razonamiento "hipotético" y lo justificó explicando que la mayoría de las mujeres desea tener nietos. También es conocida su afirmación sobre la relación entre la raza negra y un mayor deseo sexual.
Sobre política ha dicho: "Bush es un desastre y los Clinton me preocupan. Ellos obtienen sus verdades de los científicos sociales, de los científicos. Me dan un poco de miedo sus amigos".
El polémico genetista de 79 años asegura en una conversación con una antigua discípula que es pesimista respecto al futuro de África, "porque todas nuestras políticas sociales están basadas en el hecho de que su inteligencia es la misma que la nuestra, cuando todas las pruebas demuestran que no es así". Y remata su intervención añadiendo que existe un deseo natural de que todos los seres humanos deben ser iguales, "pero la gente que tiene que tratar con empleados negros sabe que eso no es así".
Las palabras de Watson, galardonado con el premio Nobel por sus trabajos sobre el ADN mano a mano con Francis Crick y director de una de las instituciones científicas más prestigiosas de EEUU (el Laboratorio Cold Spring), ya han provocado la reacción de sus colegas al otro lado del Atlántico. "Es triste ver a un científico que ha conseguido tanto hacer estos comentarios infundados, sin base científica y extremadamente ofensivos", ha señalado por ejemplo Keith Vaz, presidente del comité laborista de asuntos sociales. "Estoy seguro de que toda la comunidad científica rechazará rotundamente lo que parecen ser prejuicios personales del señor Watson", ha declarado al diario 'The Independent'.
En la entrevista original, el veterano investigador asegura además que en tan sólo una década podrían conocerse los genes responsables de las diferencias en los niveles de inteligencia humana. Al mismo tiempo, le comenta a su antigua colaboradora que ha abierto un centro para enseñar los secretos del ADN en el barrio neoyorquino de Harlem, y que ha aceptado a una investigadora negra.
En la charla con su ex colaboradora, Watson defiende que no se debe discriminar a la gente por su color de piel; aunque matiza: "Hay mucha gente negra con mucho talento, pero no les promocionemos si no han tenido éxito en los niveles más bajos".
No aburrir a la gente
Watson ha pisado suelo británico para dar una serie de conferencias en el marco de la promoción su nuevo libro, que sale a la venta el próximo 22 de octubre: 'Evite aburrir a la gente: lecciones de una vida en la ciencia'. "No hay una razón firme para anticipar que las capacidades intelectuales de personas geográficamente separadas en su evolución se hayan desarrollado de manera idéntica", asegura en el texto.
No es la primera vez que la polémica sobre la genética y las diferencias raciales salta a la arena pública. En 1990, el libro 'The Bell Curve' ('La Campana de Gauss', en español) ya sugería que las diferencias en los índices de cociente intelectual entre razas tenían origen genético. La obra, firmada por Charles Murray y Richard Hermstein, aseguraba incluso que las políticas sociales estarían diluyendo la inteligencia de la población al fomentar que las mujeres con un bajo índice intelectual tuviesen hijos.
El propio Watson también es conocido por sus exabruptos sobre política, sexualidad y raza. En 1997 llegó a asegurar a un periódico británico que una mujer debería tener derecho a abortar si un test le demostrase que su futuro hijo sería homosexual. Más tarde aclaró que se trataba únicamente de un razonamiento "hipotético" y lo justificó explicando que la mayoría de las mujeres desea tener nietos. También es conocida su afirmación sobre la relación entre la raza negra y un mayor deseo sexual.
Sobre política ha dicho: "Bush es un desastre y los Clinton me preocupan. Ellos obtienen sus verdades de los científicos sociales, de los científicos. Me dan un poco de miedo sus amigos".
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elmundo.es - España/17/10/2007
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