SYDNEY, Australia - Australia efectuará el sábado unos comicios que enfrentan a un primer ministro con cuatro períodos en el cargo con un candidato opositor cuya prioridad es combatir el calentamiento global.
El líder laborista Kevin Rudd tiene una clara ventaja en los sondeos de opinión sobre el primer ministro conservador John Howard, aunque el resultado de los comicios pudiera ser más apretado que lo que indican los sondeos, los cuales señalan un gran cambio en la opinión pública en contra el gobierno.
Una derrota de Howard significaría un humillante final para la carrera del segundo premier con más tiempo en el cargo en Australia y traería cambios profundos a la política del país hacia la guerra en Iraq y el calentamiento global.
Howard, uno de los aliados más cercanos del presidente George W. Bush en la guerra contra el terrorismo, enfrenta además la potencial humillación de perder su escaño en el parlamento.
El distrito de Howard en los suburbios de Sidney es uno de más de una decena en el país en los que el gobierno tiene una ventaja de menos de 4%, lo que los pone al alcance del Partido Laborista.
Sin importar el resultado, serán las últimas elecciones de Howard.
El líder conservador, que modificó la imagen exterior de Australia con su apoyo inmutable a las guerras de Bush en Irak y Afganistán y que lanzó una serie de reformas económicas y laborales en el país, dice que se va a retirar en dos años incluso si gana.
La campaña de seis semanas versó principalmente en torno a los temas de administración económica, las impopulares reformas de Howard que muchos dicen privan a trabajadores de sus derechos, y la salud y la educación.
Pero un importante factor subyacente fue la posibilidad de un cambio generacional.
Este país está pidiendo a gritos un nuevo liderazgo, dijo Rudd, un ex diplomático de 50 años que habla mandarín con fluidez y ha prometido una revolución de la educación, así como conexiones de alta velocidad a la internet para todos los australianos.
Howard ha apostado su futuro político al pasado, adjudicándose el crédito por 17 años ininterrumpidos de crecimiento económico y advirtiendo que no se puede confiar en que el equipo de Rudd mantendrá la prosperidad.
El líder laborista Kevin Rudd tiene una clara ventaja en los sondeos de opinión sobre el primer ministro conservador John Howard, aunque el resultado de los comicios pudiera ser más apretado que lo que indican los sondeos, los cuales señalan un gran cambio en la opinión pública en contra el gobierno.
Una derrota de Howard significaría un humillante final para la carrera del segundo premier con más tiempo en el cargo en Australia y traería cambios profundos a la política del país hacia la guerra en Iraq y el calentamiento global.
Howard, uno de los aliados más cercanos del presidente George W. Bush en la guerra contra el terrorismo, enfrenta además la potencial humillación de perder su escaño en el parlamento.
El distrito de Howard en los suburbios de Sidney es uno de más de una decena en el país en los que el gobierno tiene una ventaja de menos de 4%, lo que los pone al alcance del Partido Laborista.
Sin importar el resultado, serán las últimas elecciones de Howard.
El líder conservador, que modificó la imagen exterior de Australia con su apoyo inmutable a las guerras de Bush en Irak y Afganistán y que lanzó una serie de reformas económicas y laborales en el país, dice que se va a retirar en dos años incluso si gana.
La campaña de seis semanas versó principalmente en torno a los temas de administración económica, las impopulares reformas de Howard que muchos dicen privan a trabajadores de sus derechos, y la salud y la educación.
Pero un importante factor subyacente fue la posibilidad de un cambio generacional.
Este país está pidiendo a gritos un nuevo liderazgo, dijo Rudd, un ex diplomático de 50 años que habla mandarín con fluidez y ha prometido una revolución de la educación, así como conexiones de alta velocidad a la internet para todos los australianos.
Howard ha apostado su futuro político al pasado, adjudicándose el crédito por 17 años ininterrumpidos de crecimiento económico y advirtiendo que no se puede confiar en que el equipo de Rudd mantendrá la prosperidad.
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El Universo - Ecuador/24/11/2007
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