El cambio climático puede plantear, más que cualquier otro fenómeno, "uno de los mayores retos para la política exterior y la seguridad nacional" de Estados Unidos, según dos influyentes grupos de estudio de este país.
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"La era de las consecuencias: implicaciones del cambio climático para la política exterior y la seguridad nacional" es el título de un informe de 119 páginas publicado por el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales y el Centro para una Nueva Seguridad Estadounidense (CNAS). Entre las consecuencias del cambio climático, lo peor que puede suceder, aunque "verosímil" dadas las últimas estimaciones, es que se registre un "desequilibrio virtual en todos los aspectos de la vida moderna", según concluyeron ambas instituciones. "La única experiencia comparable para muchos de los investigadores sería considerar las consecuencias que hubiera tenido una guerra nuclear entre Estados Unidos y la Unión Soviética en plena Guerra Fría", según el estudio, publicado esta semana. El aumento de la temperatura y del nivel del mar ocasionado por el cambio climático probablemente determine "migraciones humanas a gran escala, tanto dentro de los países como de una nación a otra", aun en los mejores contextos. Las consecuencias de la sequía y el derretimiento de los hielos en algunas partes probablemente también causen grandes desplazamientos poblacionales. "Las situaciones más graves plantean la posibilidad de que quizá miles de millones de personas tengan que ser reubicadas en el mediano o largo plazo", según el informe, divulgado el lunes. Toda migración masiva desencadenaría casi con seguridad grandes tensiones regionales y requeriría esfuerzos cada vez más draconianos de los países ricos para evitar el ingreso de inmigrantes a sus territorios. "El recalentamiento planetario puede desestabilizar el mundo", señaló el presidente del CNAS, Kurt Campbell, quien fue subsecretario de Defensa en el gobierno del ex presidente estadounidense Bill Clinton (1993-2001). "Considero que esto se convertirá rápido en un asunto determinante de nuestra época", afirmó. La publicación del informe coincide con la presentación ante el Congreso legislativo, controlado por el opositor Partido Demócrata, de proyectos para reducir las emisiones de los gases invernadero en centrales de energía, fábricas y automóviles en hasta 60 por ciento, respecto de las cantidades actuales, para 2050. El estudio se propuso cubrir lo que Campbell considera una falta "sorprendente y alarmante" de conocimiento acerca de las consecuencias geopolíticas del cambio climático en la comunidad de la seguridad nacional de este país. La divulgación del documento siguió al anuncio de que el ex vicepresidente Al Gore (1993-2001) y el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) recibirán el premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos en crear conciencia acerca de ese fenómeno y sus posibles consecuencias. El IPCC fue creado en 1988 por las Organización de las Naciones Unidas (ONU) para evaluar la información científica, técnica y socioeconómica relevante en la comprensión del cambio climático, sus efectos potenciales y las opciones de adaptación y mitigación. Las últimas investigaciones divulgadas en febrero por el IPCC acerca de la relación entre la actividad humana y el recalentamiento planetario concluyeron, con 90 por ciento de certeza, que desde 1950 las emisiones de gases invernadero han sido la principal causa del aumento de la temperatura de la atmósfera terrestre. En un voluminoso documento publicado dos meses después por el IPCC se ofrece información detallada de las consecuencias del cambio climático en regiones específicas del mundo en el próximo siglo. El segundo informe del IPCC coincidió con la publicación de otro estudio elaborado por un equipo de oficiales retirados del ejército de Estados Unidos. En él se advierte, entre otras cosas, que el aumento del nivel del mar y la escasez de agua dulce, en especial en África, Asia meridional y sudoriental y Medio Oriente, "promovería condiciones para fomentar conflictos internos, extremismo y movimientos con ideologías cada vez más autoritarias y radicales". Para la elaboración de ese último estudio fueron consultados unos 50 científicos y expertos en política exterior. Entre los consultados figuran el ex asesor de seguridad nacional de Al Gore, Leon Fuerth, el jefe del equipo de la Casa Blanca del gobierno de Clinton, John Podesta, el premio Nobel de Economía Thomas Schelling, el presidente de la Academia Nacional de Ciencias, Ralph Cicerone, y el ex director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y conocido neoconservador James Woolsey. El informe plantea tres situaciones "verosímiles" basadas en gran parte en el trabajo del IPCC: casos climáticos "esperados", "graves" y "catastróficos". También reseña los principales desafíos que deberán afrontar los responsables de seguridad nacional en cada uno de ellos, en capítulos separados. La situación "esperada" prevé un aumento de temperatura global de 1,3 grados y del nivel del mar de 0,23 metros en los próximos 30 años. El contexto "grave" pronostica un aumento de temperatura de 2,6 grados y del nivel del mar de 0,52 metros en el mismo periodo. Por último, la situación "catastrófica" proyecta una temperatura de 5,6 grados superior a la actual y un aumento del nivel del mar de dos metros para 2100. En cualquiera de los tres casos, las migraciones masivas constituyen "quizá los problemas más preocupantes" que deberán afrontar los responsables de la seguridad nacional. "Ninguna región corre tanto peligro directo de padecer emigraciones como Asia meridional", pues zonas de tierras bajas como Bangladesh se volverán cada vez más inhóspitas para vivir, según el caso "esperado". India tendrá que hacer frente a un aumento de inmigrantes, desplazados de su vecino oriental. En ese contexto, Nigeria, el país más poblado de África y el mayor productor de petróleo, y África oriental también pueden padecer situaciones de estrés. El declive previsto en la producción de alimentos y de agua dulce, además de las mayores posibilidades de conflictos internos y entre países, fomentará la emigración de más africanos y asiáticos. Eso puede llevar a un aumento de la cantidad de inmigrantes musulmanes en Europa, según el informe, según el cual esos procesos pueden causar tanto reacciones violentas de los europeos como la radicalización de la población islámica del continente. De darse el caso "grave", el continente americano también padecerá inmigraciones masivas de habitantes de tierras bajas del Caribe, América Central, México y los países costeros del norte de América del Sur en busca de terrenos más altos dentro de sus países o en el extranjero, incluido Estados Unidos. "La tensión acumulada a causa del cambio climático grave puede llevar a un colapso económico y político sistemático en América Latina y Central", según el informe, que señala que casi con seguridad haya que lidiar con "el duro golpe que recibirán los gobiernos democráticos" de la región. Las consecuencias del contexto "catastrófico" serían más funestas, según ese documento, en el que se cita a uno de los participantes que las comparó con la apocalíptica situación que pinta la película "Mad Max", sólo que más calurosa, sin playas y quizá con más caos. El estudio subraya que hay que desengañar a los dirigentes políticos de dos "mitos": que el cambio climático será "suave y gradual" y que tendrá un impacto relativamente moderado en las naciones industrializadas. "El cambio climático puede ser uno de los mayores desafíos que tengan que afrontar ésta o las próximas generaciones de políticos en materia de seguridad nacional", subraya el informe. IPS
"La era de las consecuencias: implicaciones del cambio climático para la política exterior y la seguridad nacional" es el título de un informe de 119 páginas publicado por el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales y el Centro para una Nueva Seguridad Estadounidense (CNAS). Entre las consecuencias del cambio climático, lo peor que puede suceder, aunque "verosímil" dadas las últimas estimaciones, es que se registre un "desequilibrio virtual en todos los aspectos de la vida moderna", según concluyeron ambas instituciones. "La única experiencia comparable para muchos de los investigadores sería considerar las consecuencias que hubiera tenido una guerra nuclear entre Estados Unidos y la Unión Soviética en plena Guerra Fría", según el estudio, publicado esta semana. El aumento de la temperatura y del nivel del mar ocasionado por el cambio climático probablemente determine "migraciones humanas a gran escala, tanto dentro de los países como de una nación a otra", aun en los mejores contextos. Las consecuencias de la sequía y el derretimiento de los hielos en algunas partes probablemente también causen grandes desplazamientos poblacionales. "Las situaciones más graves plantean la posibilidad de que quizá miles de millones de personas tengan que ser reubicadas en el mediano o largo plazo", según el informe, divulgado el lunes. Toda migración masiva desencadenaría casi con seguridad grandes tensiones regionales y requeriría esfuerzos cada vez más draconianos de los países ricos para evitar el ingreso de inmigrantes a sus territorios. "El recalentamiento planetario puede desestabilizar el mundo", señaló el presidente del CNAS, Kurt Campbell, quien fue subsecretario de Defensa en el gobierno del ex presidente estadounidense Bill Clinton (1993-2001). "Considero que esto se convertirá rápido en un asunto determinante de nuestra época", afirmó. La publicación del informe coincide con la presentación ante el Congreso legislativo, controlado por el opositor Partido Demócrata, de proyectos para reducir las emisiones de los gases invernadero en centrales de energía, fábricas y automóviles en hasta 60 por ciento, respecto de las cantidades actuales, para 2050. El estudio se propuso cubrir lo que Campbell considera una falta "sorprendente y alarmante" de conocimiento acerca de las consecuencias geopolíticas del cambio climático en la comunidad de la seguridad nacional de este país. La divulgación del documento siguió al anuncio de que el ex vicepresidente Al Gore (1993-2001) y el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) recibirán el premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos en crear conciencia acerca de ese fenómeno y sus posibles consecuencias. El IPCC fue creado en 1988 por las Organización de las Naciones Unidas (ONU) para evaluar la información científica, técnica y socioeconómica relevante en la comprensión del cambio climático, sus efectos potenciales y las opciones de adaptación y mitigación. Las últimas investigaciones divulgadas en febrero por el IPCC acerca de la relación entre la actividad humana y el recalentamiento planetario concluyeron, con 90 por ciento de certeza, que desde 1950 las emisiones de gases invernadero han sido la principal causa del aumento de la temperatura de la atmósfera terrestre. En un voluminoso documento publicado dos meses después por el IPCC se ofrece información detallada de las consecuencias del cambio climático en regiones específicas del mundo en el próximo siglo. El segundo informe del IPCC coincidió con la publicación de otro estudio elaborado por un equipo de oficiales retirados del ejército de Estados Unidos. En él se advierte, entre otras cosas, que el aumento del nivel del mar y la escasez de agua dulce, en especial en África, Asia meridional y sudoriental y Medio Oriente, "promovería condiciones para fomentar conflictos internos, extremismo y movimientos con ideologías cada vez más autoritarias y radicales". Para la elaboración de ese último estudio fueron consultados unos 50 científicos y expertos en política exterior. Entre los consultados figuran el ex asesor de seguridad nacional de Al Gore, Leon Fuerth, el jefe del equipo de la Casa Blanca del gobierno de Clinton, John Podesta, el premio Nobel de Economía Thomas Schelling, el presidente de la Academia Nacional de Ciencias, Ralph Cicerone, y el ex director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y conocido neoconservador James Woolsey. El informe plantea tres situaciones "verosímiles" basadas en gran parte en el trabajo del IPCC: casos climáticos "esperados", "graves" y "catastróficos". También reseña los principales desafíos que deberán afrontar los responsables de seguridad nacional en cada uno de ellos, en capítulos separados. La situación "esperada" prevé un aumento de temperatura global de 1,3 grados y del nivel del mar de 0,23 metros en los próximos 30 años. El contexto "grave" pronostica un aumento de temperatura de 2,6 grados y del nivel del mar de 0,52 metros en el mismo periodo. Por último, la situación "catastrófica" proyecta una temperatura de 5,6 grados superior a la actual y un aumento del nivel del mar de dos metros para 2100. En cualquiera de los tres casos, las migraciones masivas constituyen "quizá los problemas más preocupantes" que deberán afrontar los responsables de la seguridad nacional. "Ninguna región corre tanto peligro directo de padecer emigraciones como Asia meridional", pues zonas de tierras bajas como Bangladesh se volverán cada vez más inhóspitas para vivir, según el caso "esperado". India tendrá que hacer frente a un aumento de inmigrantes, desplazados de su vecino oriental. En ese contexto, Nigeria, el país más poblado de África y el mayor productor de petróleo, y África oriental también pueden padecer situaciones de estrés. El declive previsto en la producción de alimentos y de agua dulce, además de las mayores posibilidades de conflictos internos y entre países, fomentará la emigración de más africanos y asiáticos. Eso puede llevar a un aumento de la cantidad de inmigrantes musulmanes en Europa, según el informe, según el cual esos procesos pueden causar tanto reacciones violentas de los europeos como la radicalización de la población islámica del continente. De darse el caso "grave", el continente americano también padecerá inmigraciones masivas de habitantes de tierras bajas del Caribe, América Central, México y los países costeros del norte de América del Sur en busca de terrenos más altos dentro de sus países o en el extranjero, incluido Estados Unidos. "La tensión acumulada a causa del cambio climático grave puede llevar a un colapso económico y político sistemático en América Latina y Central", según el informe, que señala que casi con seguridad haya que lidiar con "el duro golpe que recibirán los gobiernos democráticos" de la región. Las consecuencias del contexto "catastrófico" serían más funestas, según ese documento, en el que se cita a uno de los participantes que las comparó con la apocalíptica situación que pinta la película "Mad Max", sólo que más calurosa, sin playas y quizá con más caos. El estudio subraya que hay que desengañar a los dirigentes políticos de dos "mitos": que el cambio climático será "suave y gradual" y que tendrá un impacto relativamente moderado en las naciones industrializadas. "El cambio climático puede ser uno de los mayores desafíos que tengan que afrontar ésta o las próximas generaciones de políticos en materia de seguridad nacional", subraya el informe. IPS
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AgroInformación - España/07/11/2007
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