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La victoria en las elecciones parlamentarias del ex guerrillero independentista kosovar Hashim Thaci acelera el paso para la separación de Serbia y promete más tensiones en los Balcanes.
Las demandas por la independencia de Kosovo no son nuevas. Esa región autónoma de Serbia, poblada por una mayoría de habitantes de etnia albanesa, permanece bajo supervisión de la ONU desde 1999, cuando sus luchadores, junto con el bombardeo aéreo de Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan), lograron expulsar al Ejército de lo que entonces todavía se llamaba Yugoslavia. Desde entonces el tema de su separación entró a hibernar, pero la semana pasada, la victoria del ex líder de la guerrilla albano-kosovar, Hashim Thaci, en las elecciones parlamentarias celebradas el 17 de noviembre, volverá a poner en el foco de las noticias la tan anhelada independencia, rechazada por Belgrado.
Thaci no logró obtener la mayoría suficiente para gobernar en solitario. Por eso, tendrá que hacerlo en coalición con otro partido, y todo parece indicar que será Liga Democrática de Kosovo (LDK), el segundo partido más votado en las elecciones y que ha dirigido Kosovo desde finales de la guerra. El ex guerrillero siempre ha sido un rebelde y uno de los personajes más importantes de la política kosovar. Hizo parte del Movimiento Popular de Kosovo, que luego evolucionó en el Ejército de Liberación de Kosovo (ELK), donde era conocido como 'Serpiente'. Fue condenado por Belgrado a 10 años como terrorista en 1997, por lo que pasó a la clandestinidad. Y luego de lograr el liderazgo del ELK y participar en varias negociaciones fracasadas, vino la campaña de bombardeos aliados que forzó a las tropas serbias a retirarse y marcó el inicio de la administración internacional de la provincia.
Desde entonces, Kosovo sigue aspirando a convertirse en una nación independiente de Serbia por sus evidentes diferencias étnicas (más del 90 por ciento de la población es albano-kosovar) y religiosas (los kosovares son musulmanes). Sin embargo, para Belgrado, Kosovo es una provincia sagrada: es la cuna del Estado serbio y el lugar donde, en 1389, los serbios dejaron de ser un imperio a manos de los turcos. Así que Kosovo sigue, como un fantasma, gravitando sobre las ruinas que dejaron las sangrientas guerras de los años 90, con la amenaza de partir aun más lo que queda de la desaparecida Yugoslavia.
Ahora, con el triunfo de Thaci, la posibilidad de autogobierno para la mayoría albanesa será perseguida con más ahínco. Tras conocer su victoria, Thaci anunció que si las negociaciones de la troika, compuesta por Estados Unidos, Rusia y la Unión Europea, continúa sin ningún avance, como hasta ahora, el 10 de diciembre, fecha límite para cesar los diálogos, declarará por sí y ante sí la independencia de Kosovo, así Serbia se pare en la cabeza.
Ahora, con el triunfo de Thaci, la posibilidad de autogobierno para la mayoría albanesa será perseguida con más ahínco. Tras conocer su victoria, Thaci anunció que si las negociaciones de la troika, compuesta por Estados Unidos, Rusia y la Unión Europea, continúa sin ningún avance, como hasta ahora, el 10 de diciembre, fecha límite para cesar los diálogos, declarará por sí y ante sí la independencia de Kosovo, así Serbia se pare en la cabeza.
Esa decisión puede desencadenar hechos imprevisibles. Mientras 20 países, entre ellos Estados Unidos y Bélgica, apoyan la independencia, Rusia, miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU y aliado histórico y estratégico de Serbia, insiste en vetar la iniciativa de reconocer a Kosovo en el Consejo de Seguridad de la ONU. Serbia insiste en darle más autonomía de la que ya tiene, pero no la independencia, por las razones expuestas. De declararse la separación, "es posible que Serbia imponga sanciones a Kosovo y corte con las relaciones diplomáticas con los países que lo reconozcan como país", aseguró a SEMANA Nebojsa Vladisavljevic, experto en Kosovo de la London School of Economics. Y, lo que es peor, sería un mensaje de aliento para otros grupos nacionalistas de la región, por no decir del resto de Europa.
Los kosovares esperan que en las negociaciones de la troika se llegue a algún acuerdo, aunque parecen ver a la independencia unilateral como la única salida. Sin embargo, Thaci aseguró que actuará en coordinación con Bruselas y Washington, que le han pedido no declarar la separación antes de terminar las negociaciones, que continuarán esta semana. En todo caso, su triunfo electoral hace avizorar nuevas nubes en el horizonte de Serbia. más tensiones en los Balcanes.
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Semana - Colombia/25/11/2007
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