4/11/07

Mientras la venta de agua mineral embotellada se multiplica en el mundo, diversas campañas en EE. UU. y Europa defienden la del grifo.

Mientras la venta de agua mineral embotellada se multiplica en el mundo, diversas campañas en EE. UU. y Europa defienden la del grifo
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PAULA FIGOLS.
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Zaragoza - Mientras un cuarto de la población mundial no tiene acceso a agua potable de calidad, en los países ricos cada vez gastamos más dinero en agua embotellada. El consumo de agua mineral envasada crece a un ritmo frenético: la producción mundial se duplicó entre 1997 y 2005, según un estudio reciente del Worldwatch Institute (una entidad privada independiente que publica informes anuales sobre política, sociología, medio ambiente). El agua embotellada es la bebida comercial que más crece en todo el mundo, en un fenómeno que conjuga la preocupación por la salud, la moda y el márquetin."Prácticamente tres cuartas partes del volumen de agua embotellada en el mundo se consumen en una decena de países donde no hay problemas de suministro de agua potable de calidad", señala el informe. En los países más desarrollados (y España está a la cabeza de esta tendencia) ya se consume más agua embotellada que de grifo. Según explican los productores de agua envasada, este crecimiento se debe a que el consumidor cada vez se preocupa más por cuidar su salud y su alimentación. El agua mineral -afirman- tiene mejor sabor y calidad. Aunque numerosos estudios cuestionan sus supuestos beneficios para la salud, advierten de que la calidad no es siempre mejor que la del agua de grifo y, además, la producción tiene altos costes medioambientales. Sin contar el precio: un litro de agua envasada cuesta, como mínimo, 200 o 300 veces más que un litro de agua del grifo.España es el quinto país del mundo en consumo de agua embotellada per capita (con 129 litros por persona al año), por detrás de Italia (192 litros), Emiratos Árabes (180), México (179) y Bélgica (160). El año pasado, los españoles consumieron 5.765 millones de litros, lo que supone un incremento del 5% respeto a 2005, según la Asociación Nacional de Empresas de Aguas de Bebidas Envasadas (ANEABE). El 95% de la producción corresponde a las aguas minerales naturales; el resto son de manantial o aguas potables preparadas. Por otro lado, el agua con gas no es muy popular en nuestro país: solo un 3% del total de las envasadas.El crecimiento del consumo es exponencial. Las ventas han aumentado un 80% en España en la última (1996-2006), según ANEABE. Las dudas -en la mayoría de los casos, infundadas- de los ciudadanos sobre la calidad del agua de grifo, el prestigio que rodea el agua mineral y el incremento del consumo en bares y restaurantes (casi un tercio del agua embotellada va a la hostelería) tienen mucho que ver con esta tendencia.Es difícil concretar qué porcentaje del consumo doméstico de agua se destina para beber y qué para otros usos en el hogar (cocina, baño, lavadora, jardines, etc.). Pero varios estudios subrayan que ya se bebe más agua envasada que de grifo. Como un informe reciente de la Agència Catalana de l'Aigua en 23 municipios barceloneses, que constata que el 58% del agua que se bebe es envasada, 36,5% del grifo y el 5,5% filtrada mediante jarras u otros dispositivos. Un informe de la Fundación Economía Aragonesa (Fundear) del año pasado revelaba que el 53% de las familias zaragozanas compra agua embotellada y el 12% utiliza filtros o la hierve.
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De Nueva York a San Sebastián
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Frente a los datos del consumo creciente, surgen voces discordantes. En los últimos meses, varias ciudades -como Nueva York, San Francisco, Chicago, Roma y, más cerca y reciente, San Sebastián- están lanzando campañas para promocionar el agua del grifo. El objetivo es reducir la contaminación que generan los envases (tanto su producción, como su comercialización) y concienciar a los consumidores de que es más barato e igualmente sano tomar agua natural del grifo.Nueva York y Roma fueron las primeras grandes ciudades que defendieron estas iniciativas, el pasado verano. La alcaldía de la Gran Manzana inició una campaña -apoyada por varias asociaciones ecologistas- para alentar a los restaurantes a que sirvieran agua de grifo y a los ciudadanos a que dejaran de comprar tanta agua embotellada. La idea se extendió por otras ciudades estadounidenses, como San Francisco, Salt Lake City, Minneapolis o Chicago, donde incluso han aprobado una tasa sobre cada botella de agua que se vende.En España, el Ayuntamiento de San Sebastián -con el apoyo de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Guipúzcoa- ha sido el primero en defender abiertamente el consumo de agua de grifo. El pasado mes de octubre inició una campaña, bajo el lema "¿El agua? En jarra, ¡naturalmente!", dirigida al sector hostelero. El Consistorio regala jarras de cristal a bares y restaurantes para que ofrezcan agua del grifo en lugar de embotellada en sus menús del día. De momento, la iniciativa ha generado mucho debate en la ciudad y entre los propios hosteleros. En los primeros días, una treintena de bares se sumarán a la iniciativa.
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Heraldo de Aragón- España/04/11/2007

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