El gran holocausto de la lucha contra la violencia
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Dejar de mirar, ensordecer, enmudecer, no exime de responsabilidad a aquellos que tienen en sus manos y acciones la capacidad para detener atrocidades y violencias descomunales, contra los que carecen de la misma capacidad de respuesta. En el lenguaje audiovisual seria no estar en el mismo plano.Después de la segunda guerra mundial y la gran declaración de intenciones de 1948, Declaración Universal de los Derechos Humanos, los estados y estadistas, se bañaron del perdón de haber guerreado y permitido que un Hitler ideara los grandes campos de exterminio de judíos, gitanos y todo aquel que fuera mirado ferozmente por el imperio nazi. El mundo giro en guerras frías, guerras focalizadas, experimentos de guerras y economías de guerra.
Duchados de culpas, nos encontramos en el siglo XXI permitiendo grandes campos de concentración, grandes campos de refugiados, grandes holocaustos y grandes diferencias. Distorsionando medidas, justicias, cambiando piedras por misiles y vidas por dinero.Grandes instituciones, grandes decisiones, grandes comisionados, grandes declaraciones y grandes jefes que año tras año se reúnen para vaciar de contenido las palabras que emiten, después de parapetarse en mansiones valladas y venderse al mayor postor de ganancias que no pueden airearse.
Sin el sentido ético de la vida, alejados de humanidad, luchamos contra la violencia con grandes holocaustos, acostumbrados a comer con pantallas que estallan cuerpos humanos y a jugar a tirar bombas a muñecos que manan sangre.
Nos educan para no mover musculo mientras vemos morir y sufrir a los otros. Promueven el olvido de los que lucharon por nuestros derechos, con días internacionales de nadas. Nada es gratuito, recordar puede activar el gen de la lucha por la vida, la solidaridad que reagrupa maltratos, crímenes e injusticias de los poderes de los hombres en la opulencia. Del ejercicio del poder en la indiferencia ante los ataques a los no enfocados en el mismo plano.Un hoy de Marzo de 2008, día internacional de cualquier lucha contra la injusticia más violenta, tratamos de resumir en los términos que nos dejan los que nos median y reeducan uniformados en bipolaridades que se reflejan.
Un hoy del tiempo que nos desenvuelve, después de ir sumisos a votar para seguir con el mercadeo, niños, mujeres y hombres siguen muriendo y trabajando en condiciones extremas en los grandes campos de concentración y exterminio moderno: El pueblo palestino en Gaza, Irak, Afganistán, Pakistán, Uganda, Chechenia, Ruanda, Somalia, Sudan, Beirut, Sahara… y tantos otros… y los que están por venir…En actualidad nuestros hijos, son capaces de grabar con sus teléfonos móviles peleas, violaciones y masacres que colgaran en internet mientras nos echamos las manos a la cabeza, espantados, desolados. Sin apenas recordar cómo empezó todo. Toda esta inmolación de la lucha contra la violencia.
Dejar de mirar, ensordecer, enmudecer, no exime de responsabilidad a aquellos que tienen en sus manos y acciones la capacidad para detener atrocidades y violencias descomunales, contra los que carecen de la misma capacidad de respuesta. En el lenguaje audiovisual seria no estar en el mismo plano.Después de la segunda guerra mundial y la gran declaración de intenciones de 1948, Declaración Universal de los Derechos Humanos, los estados y estadistas, se bañaron del perdón de haber guerreado y permitido que un Hitler ideara los grandes campos de exterminio de judíos, gitanos y todo aquel que fuera mirado ferozmente por el imperio nazi. El mundo giro en guerras frías, guerras focalizadas, experimentos de guerras y economías de guerra.
Duchados de culpas, nos encontramos en el siglo XXI permitiendo grandes campos de concentración, grandes campos de refugiados, grandes holocaustos y grandes diferencias. Distorsionando medidas, justicias, cambiando piedras por misiles y vidas por dinero.Grandes instituciones, grandes decisiones, grandes comisionados, grandes declaraciones y grandes jefes que año tras año se reúnen para vaciar de contenido las palabras que emiten, después de parapetarse en mansiones valladas y venderse al mayor postor de ganancias que no pueden airearse.
Sin el sentido ético de la vida, alejados de humanidad, luchamos contra la violencia con grandes holocaustos, acostumbrados a comer con pantallas que estallan cuerpos humanos y a jugar a tirar bombas a muñecos que manan sangre.
Nos educan para no mover musculo mientras vemos morir y sufrir a los otros. Promueven el olvido de los que lucharon por nuestros derechos, con días internacionales de nadas. Nada es gratuito, recordar puede activar el gen de la lucha por la vida, la solidaridad que reagrupa maltratos, crímenes e injusticias de los poderes de los hombres en la opulencia. Del ejercicio del poder en la indiferencia ante los ataques a los no enfocados en el mismo plano.Un hoy de Marzo de 2008, día internacional de cualquier lucha contra la injusticia más violenta, tratamos de resumir en los términos que nos dejan los que nos median y reeducan uniformados en bipolaridades que se reflejan.
Un hoy del tiempo que nos desenvuelve, después de ir sumisos a votar para seguir con el mercadeo, niños, mujeres y hombres siguen muriendo y trabajando en condiciones extremas en los grandes campos de concentración y exterminio moderno: El pueblo palestino en Gaza, Irak, Afganistán, Pakistán, Uganda, Chechenia, Ruanda, Somalia, Sudan, Beirut, Sahara… y tantos otros… y los que están por venir…En actualidad nuestros hijos, son capaces de grabar con sus teléfonos móviles peleas, violaciones y masacres que colgaran en internet mientras nos echamos las manos a la cabeza, espantados, desolados. Sin apenas recordar cómo empezó todo. Toda esta inmolación de la lucha contra la violencia.
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LQSomos. Turón Valle. Marzo 2008
LQSomos. Turón Valle. Marzo 2008
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LQSomos/14/03/2008
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