Buenas relaciones entre los dos colosos sudamericanos. El pasado mes de febrero, Lula y Cristina Kirchner firmaron acuerdos para ampliar la cooperación energética, mirando hacia un futuro proyecto nuclear. El comercio también sigue aumentando. Sin embargo, Buenos Aires podría sufrir en breve una dependencia energéticaque frenaría, susintenciones de ser líder regional.
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Davide Tentori
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Las relaciones entre Argentina y Brasil continúan siendo de amistad y cooperación, con una especial atención a a la colaboración en sectores clave como el energético. Tres años después de la importante cumbre de Puerto Iguazú,entre el entonces presidente argentino Nestor Kirchner y el líder brasileño Iñacio Lula da Sila quien confirmó la voluntad de colaborar en diversos campos, sobre todo en el de la economía (se proponía dar más fuerza al Mercosur en contraposición al diseño estadounidense del ALCA ), la actual presidenta Cristina Fernández de Kirchner ha recibido su primera visita oficial por parte de su homólogo brasileño, en el pasado mes de febrero. Discutieron nuevos acuerdos entre los que se encuentra, de nuevo, la cuestión energética.
Davide Tentori
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Las relaciones entre Argentina y Brasil continúan siendo de amistad y cooperación, con una especial atención a a la colaboración en sectores clave como el energético. Tres años después de la importante cumbre de Puerto Iguazú,entre el entonces presidente argentino Nestor Kirchner y el líder brasileño Iñacio Lula da Sila quien confirmó la voluntad de colaborar en diversos campos, sobre todo en el de la economía (se proponía dar más fuerza al Mercosur en contraposición al diseño estadounidense del ALCA ), la actual presidenta Cristina Fernández de Kirchner ha recibido su primera visita oficial por parte de su homólogo brasileño, en el pasado mes de febrero. Discutieron nuevos acuerdos entre los que se encuentra, de nuevo, la cuestión energética.
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La integración energética entre el sector petrolífero, hidroeléctrico y nuclear
La satisfacción de las necesidades energéticas es clave para el desarrollo de Argentina, cuyo fuerte crecimiento económico, madurado en estos últimos años, exige cada vez más energía. Hasta hoy, el país ha gozado de autosuficiencia energética, una condición que tiene que mantenerse para que pueda seguir desarrollándose a esos mismos niveles.En Argentina, además de los riquísimos yacimientos económicos de la Patagonia, existen otras reservas de oro negro y gas natural en la provincia de Salta, en el Noroeste del país. En esta zona, Petrobras, la multinacional energética de Brasil, ha estipulado un “acuerdo a tres” con la española Repsol y la argentina Refinor, que en 1992 abrió una refinería en Campo Durán. El yacimiento en cuestión, tan rico que sitúa a la provincia de Salta en el segundo puesto por actividad extractora, se ha explotado a un ritmo muy elevado, lo que ha hecho que las previsiones indiquen el agotamiento de los recursos dentro de siete u ocho años.Por estos motivos, Argentina está buscando otros modos de obtener energía. Brasil es un socio fundamental para alcanzar este objetivo, ya que controla el 50% de los recursos de Bolivia, país que delimita con ambos. El 18 de febrero, durante el viaje de Lula a Buenos Aires, se firmó un tratado para conectar los sistemas energéticos argentino y brasileño. En el acuerdo también se encuentra la Bolivia de Evo Morales, ya que Cristina Kirchner pidió a Lula que aumentase las inversiones de Petrobras en Bolivia por valor de 1.000 millones de dólares, de forma que la producción de gas pasase de 36 a 55 millones de metros cúbicos al día. Además, la Presidenta pidió que parte de esta producción se cediese a Argentina, para prevenir la escasez energética que podría tener lugar ya en el próximo invierno. Por el momento, Lula ha rechazado la propuesta.Otro proyecto de integración energética entre los dos países es la construcción de una nueva central hidroeléctrica en Garabi de 2,8 millones de megavatios. Argentina ha prometido el aumento en diez metros sobre el nivel del mar del río Paraná, próximo a la central Corpus. De esta forma, se aumentará la producción en dicho punto, pero disminuirá en las cercanías de la central paraguaya de Itaipú, que contribuye actualmente con el 23% del consumo brasileño y el 14% del argentino. Por ello, las autoridades de Asunción no ven bien el acuerdo entre los dos “gigantes” sudamericanos, que podrían dejar de adquirir la energía producida por el pequeño Paraguay. El único desacuerdo tiene que ver con el proyecto del “Gran Gaseoducto del Sur”, muy esperado por Argentina ya que consentiría una conexión directa con el petróleo de Venezuela, pero Petrobras se opone.Durante la misma cumbre entre los dos líderes también se firmó un acuerdo sobre la cooperación nuclear. El proyecto prevé la constitución de una nueva empresa con participación de ambas naciones para enriquecer uranio y desarrollar un modelo de reactor nuclear que permita una mayor colaboración energética entre los dos países. Ya tiene fecha de caducidad: antes del próximo mes de junio Buenos Aires y Brasilia comenzarán las negociaciones para crear la empresa.
La integración energética entre el sector petrolífero, hidroeléctrico y nuclear
La satisfacción de las necesidades energéticas es clave para el desarrollo de Argentina, cuyo fuerte crecimiento económico, madurado en estos últimos años, exige cada vez más energía. Hasta hoy, el país ha gozado de autosuficiencia energética, una condición que tiene que mantenerse para que pueda seguir desarrollándose a esos mismos niveles.En Argentina, además de los riquísimos yacimientos económicos de la Patagonia, existen otras reservas de oro negro y gas natural en la provincia de Salta, en el Noroeste del país. En esta zona, Petrobras, la multinacional energética de Brasil, ha estipulado un “acuerdo a tres” con la española Repsol y la argentina Refinor, que en 1992 abrió una refinería en Campo Durán. El yacimiento en cuestión, tan rico que sitúa a la provincia de Salta en el segundo puesto por actividad extractora, se ha explotado a un ritmo muy elevado, lo que ha hecho que las previsiones indiquen el agotamiento de los recursos dentro de siete u ocho años.Por estos motivos, Argentina está buscando otros modos de obtener energía. Brasil es un socio fundamental para alcanzar este objetivo, ya que controla el 50% de los recursos de Bolivia, país que delimita con ambos. El 18 de febrero, durante el viaje de Lula a Buenos Aires, se firmó un tratado para conectar los sistemas energéticos argentino y brasileño. En el acuerdo también se encuentra la Bolivia de Evo Morales, ya que Cristina Kirchner pidió a Lula que aumentase las inversiones de Petrobras en Bolivia por valor de 1.000 millones de dólares, de forma que la producción de gas pasase de 36 a 55 millones de metros cúbicos al día. Además, la Presidenta pidió que parte de esta producción se cediese a Argentina, para prevenir la escasez energética que podría tener lugar ya en el próximo invierno. Por el momento, Lula ha rechazado la propuesta.Otro proyecto de integración energética entre los dos países es la construcción de una nueva central hidroeléctrica en Garabi de 2,8 millones de megavatios. Argentina ha prometido el aumento en diez metros sobre el nivel del mar del río Paraná, próximo a la central Corpus. De esta forma, se aumentará la producción en dicho punto, pero disminuirá en las cercanías de la central paraguaya de Itaipú, que contribuye actualmente con el 23% del consumo brasileño y el 14% del argentino. Por ello, las autoridades de Asunción no ven bien el acuerdo entre los dos “gigantes” sudamericanos, que podrían dejar de adquirir la energía producida por el pequeño Paraguay. El único desacuerdo tiene que ver con el proyecto del “Gran Gaseoducto del Sur”, muy esperado por Argentina ya que consentiría una conexión directa con el petróleo de Venezuela, pero Petrobras se opone.Durante la misma cumbre entre los dos líderes también se firmó un acuerdo sobre la cooperación nuclear. El proyecto prevé la constitución de una nueva empresa con participación de ambas naciones para enriquecer uranio y desarrollar un modelo de reactor nuclear que permita una mayor colaboración energética entre los dos países. Ya tiene fecha de caducidad: antes del próximo mes de junio Buenos Aires y Brasilia comenzarán las negociaciones para crear la empresa.
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Relaciones comerciales: el objetivo de los 30.000 millones de dólares está cerca
Por lo que respecta al comercio exterior, las relaciones entre los dos colosos sudamericanos siguen siendo fuertes y en permanente crecimiento. Los intercambios realizados este año podrían alcanzar los 30.000 millones de dólares, con un aumento de casi 5.000 millones respectoa 2007. Las previsiones efectuadas por los Ministerios de Comercio argentino y brasileño son optimistas, a pesar de que probablemente la estimaciones sufrirán una rebaja a causa de la huelga de los productores agrícolas argentinos que ha bloqueado, durante tres semanas, el transporte de la mercancía alimentaria procedente de la Pampa.
Relaciones comerciales: el objetivo de los 30.000 millones de dólares está cerca
Por lo que respecta al comercio exterior, las relaciones entre los dos colosos sudamericanos siguen siendo fuertes y en permanente crecimiento. Los intercambios realizados este año podrían alcanzar los 30.000 millones de dólares, con un aumento de casi 5.000 millones respectoa 2007. Las previsiones efectuadas por los Ministerios de Comercio argentino y brasileño son optimistas, a pesar de que probablemente la estimaciones sufrirán una rebaja a causa de la huelga de los productores agrícolas argentinos que ha bloqueado, durante tres semanas, el transporte de la mercancía alimentaria procedente de la Pampa.
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La amistad continúa con Chávez en medio, socio “incómodo”
Desde un punto de vista estrictamente político, existe un acuerdo general entre los dos países, que se confirmó durante el encuentro de los Ministros de Exteriores de toda América Latina con los Ministros de los estados árabes, celebrado en Buenos Aires el 20 y 21 de febrero. La reunión culminó con la “Declaración de Buenos Aires”, que prevé una cooperación general, además de reconocer a los palestinos el derecho a tener su propio estado independiente. Un punto de fricción entre Argentina y Brasil podría estar determinado por las relaciones con Venezuela. Como ya se ha dicho, en lo que se refiere a la producción energética, ambos países mantienen posturas diferentes hacia la administración Chávez. Brasilia se opone al ingreso de Venezuela en el Mercosur, mientras que Buenos Aires está, al menos de palabra, más cercana a Caracas (Véase: Mercosur: el papel de Brasil y las dificultades políticas internas). Otro posible punto de desacuerdo podría derivarse de la revitalización de Argentina después de la crisis de 2001/2002, que puede hacer que las dos naciones compitan por el liderazgo sub-continental.
La amistad continúa con Chávez en medio, socio “incómodo”
Desde un punto de vista estrictamente político, existe un acuerdo general entre los dos países, que se confirmó durante el encuentro de los Ministros de Exteriores de toda América Latina con los Ministros de los estados árabes, celebrado en Buenos Aires el 20 y 21 de febrero. La reunión culminó con la “Declaración de Buenos Aires”, que prevé una cooperación general, además de reconocer a los palestinos el derecho a tener su propio estado independiente. Un punto de fricción entre Argentina y Brasil podría estar determinado por las relaciones con Venezuela. Como ya se ha dicho, en lo que se refiere a la producción energética, ambos países mantienen posturas diferentes hacia la administración Chávez. Brasilia se opone al ingreso de Venezuela en el Mercosur, mientras que Buenos Aires está, al menos de palabra, más cercana a Caracas (Véase: Mercosur: el papel de Brasil y las dificultades políticas internas). Otro posible punto de desacuerdo podría derivarse de la revitalización de Argentina después de la crisis de 2001/2002, que puede hacer que las dos naciones compitan por el liderazgo sub-continental.
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Conclusiones
Las relaciones entre Argentina y Brasil son estrechas y se basan en una amistad recíproca y una voluntad de cooperación. Las perspectivas indican que Buenos Aires podría tener problemas a medio plazo, ya que, para mantener los niveles de crecimiento de los últimos años, tendría que convertirse completamente en importador de su socio. Esta dependencia podría frenar su intención de convertirse en protagonista, frente a Brasil, de las filas latinoamericanas.
Conclusiones
Las relaciones entre Argentina y Brasil son estrechas y se basan en una amistad recíproca y una voluntad de cooperación. Las perspectivas indican que Buenos Aires podría tener problemas a medio plazo, ya que, para mantener los niveles de crecimiento de los últimos años, tendría que convertirse completamente en importador de su socio. Esta dependencia podría frenar su intención de convertirse en protagonista, frente a Brasil, de las filas latinoamericanas.
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Traducción de Marisa González Moreno
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Equilibri.net - Italy/08/04/2008
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