La visita del mandatario brasileño sirvió para acercar posiciones tras la tensión que generaron las diferencias surgidas hace una semana en Ginebra.
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Buenos Aires, 4 agosto (NA) - La presidenta Cristina Kirchner y su par brasileño, Luiz Inácio Lula Da Silva, buscaron hoy relanzar la relación bilateral sobre la base de una alianza productiva equitativa luego de un desacuerdo en las negociaciones encaradas a través de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
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Lula dijo que "es la primera vez que existe tanta cercanía"
Ambos mandatarios compartieron la apertura del mayor encuentro empresarial de la historia bilateral, con la presencia de unos 360 empresarios brasileños, y se reunieron poco después por más de dos horas en la Casa Rosada para discutir las potencialidades de la alianza comercial entre la Argentina y Brasil.
La visita del mandatario brasileño sirvió para acercar posiciones tras la tensión que generaron en el vínculo las diferencias surgidas hace una semana en Ginebra, en las negociaciones de la Ronda de Doha de la OMC, donde Brasil aceptó una propuesta de apertura de mercados que Argentina rechazaba.
Por directivas de Lula, Brasil apoyó allí la iniciativa de liberalización de barreras arancelarias industriales en la región sin revisión de los subsidios agrícolas propuesta por Estados Unidos y la Unión Europea, pese a las posiciones en contra de la Argentina, la India y China.
Al inaugurar el seminario empresarial en un hotel porteño, Kirchner celebró la "comunión inédita" entre Argentina y Brasil llamó a "profundizar el modelo y la alianza para poder captar e ir a otros mercados", pero defendió la necesidad de afianzar el desarrollo industrial en su país.
"Argentina y Brasil deben profundizar esta alianza y este modelo productivo, ya no solamente en un intercambio comercial entre ambos países, sino en una alianza para también captar otros mercados", dijo Cristina Kirchner, al remarcar "la modificación de los términos del intercambio comercial internacional que favorece a los países emergentes".
Por ello, la jefa de Estado pidió también tener la "certeza" de que cuando ambos países aborden "negociaciones de carácter multilateral" se sepa "qué es lo que nos proponen del otro lado y qué es lo que tenemos que dar nosotros".
"Nuestros países atraviesan una etapa de crecimiento y comunión inédita. Tenemos una visión común acerca de la necesidad de una alianza productiva para profundizar el crecimiento que ambos países están experimentando y aprovechar una oportunidad única que se nos presenta, como alianza bilateral y como Mercosur, frente a un mundo que está cambiando de manera acelerada", comenzó Cristina Kirchner ante un auditorio de alrededor de 1.000 empresarios.
De su lado, Lula instó a profundizar "la alianza estratégica" entre ambos países que es la espina dorsal" de América del Sur, al recordar que unidas significan un "mercado potencial de 230 millones de habitantes".
Si bien Lula evitó referirse directamente a las diferencias en las negociaciones ante la OMC, sí habló de "la frustración de Doha" y aseguró que lo ocurrido en Ginebra "obliga a redoblar esfuerzos para superar las distorsiones comerciales".
"Las soberanías de los países son intocables, pero nosotros podremos construir muchas cosas juntos, podremos hacer la diferencia en las negociaciones internacionales. Juntos seremos más soberanos. Vamos a juntar fuerzas para garantizar nuestra integración soberana en la economía mundial", insistió Lula.
La visita de Lula a la Argentina, que se encuentra en plena salida del prolongado conflicto con el campo, tuvo un fuerte objetivo comercial y persiguió el impulso de proyectos para estrechar la integración productiva y potenciar el ingreso conjunto en el mercado internacional.
En este marco, durante la jornada se desarrollaron en la Cancillería reuniones sectoriales con la participación de centenares de empresarios brasileños alentados por la posibilidad de invertir en Argentina y aumentar el intercambio comercial.
Ambos mandatarios compartieron la apertura del mayor encuentro empresarial de la historia bilateral, con la presencia de unos 360 empresarios brasileños, y se reunieron poco después por más de dos horas en la Casa Rosada para discutir las potencialidades de la alianza comercial entre la Argentina y Brasil.
La visita del mandatario brasileño sirvió para acercar posiciones tras la tensión que generaron en el vínculo las diferencias surgidas hace una semana en Ginebra, en las negociaciones de la Ronda de Doha de la OMC, donde Brasil aceptó una propuesta de apertura de mercados que Argentina rechazaba.
Por directivas de Lula, Brasil apoyó allí la iniciativa de liberalización de barreras arancelarias industriales en la región sin revisión de los subsidios agrícolas propuesta por Estados Unidos y la Unión Europea, pese a las posiciones en contra de la Argentina, la India y China.
Al inaugurar el seminario empresarial en un hotel porteño, Kirchner celebró la "comunión inédita" entre Argentina y Brasil llamó a "profundizar el modelo y la alianza para poder captar e ir a otros mercados", pero defendió la necesidad de afianzar el desarrollo industrial en su país.
"Argentina y Brasil deben profundizar esta alianza y este modelo productivo, ya no solamente en un intercambio comercial entre ambos países, sino en una alianza para también captar otros mercados", dijo Cristina Kirchner, al remarcar "la modificación de los términos del intercambio comercial internacional que favorece a los países emergentes".
Por ello, la jefa de Estado pidió también tener la "certeza" de que cuando ambos países aborden "negociaciones de carácter multilateral" se sepa "qué es lo que nos proponen del otro lado y qué es lo que tenemos que dar nosotros".
"Nuestros países atraviesan una etapa de crecimiento y comunión inédita. Tenemos una visión común acerca de la necesidad de una alianza productiva para profundizar el crecimiento que ambos países están experimentando y aprovechar una oportunidad única que se nos presenta, como alianza bilateral y como Mercosur, frente a un mundo que está cambiando de manera acelerada", comenzó Cristina Kirchner ante un auditorio de alrededor de 1.000 empresarios.
De su lado, Lula instó a profundizar "la alianza estratégica" entre ambos países que es la espina dorsal" de América del Sur, al recordar que unidas significan un "mercado potencial de 230 millones de habitantes".
Si bien Lula evitó referirse directamente a las diferencias en las negociaciones ante la OMC, sí habló de "la frustración de Doha" y aseguró que lo ocurrido en Ginebra "obliga a redoblar esfuerzos para superar las distorsiones comerciales".
"Las soberanías de los países son intocables, pero nosotros podremos construir muchas cosas juntos, podremos hacer la diferencia en las negociaciones internacionales. Juntos seremos más soberanos. Vamos a juntar fuerzas para garantizar nuestra integración soberana en la economía mundial", insistió Lula.
La visita de Lula a la Argentina, que se encuentra en plena salida del prolongado conflicto con el campo, tuvo un fuerte objetivo comercial y persiguió el impulso de proyectos para estrechar la integración productiva y potenciar el ingreso conjunto en el mercado internacional.
En este marco, durante la jornada se desarrollaron en la Cancillería reuniones sectoriales con la participación de centenares de empresarios brasileños alentados por la posibilidad de invertir en Argentina y aumentar el intercambio comercial.
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Diario Uno - Argentina/05/08/2008
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