SAO PAULO - La Conferencia Internacional sobre Biocombustibles comenzó este lunes en Sao Paulo para considerar el papel de esos carburantes en el desarrollo, y tratar entre otros aspectos la seguridad energética y alimentaria, el cambio climático y el comercio mundial.
La jefa de gabinete del gobierno brasileño, Dilma Roussef, quien a última hora sustituyó en la ceremonia inaugural al presidente Luiz Inacio Lula da Silva, llamó a "construir el necesario diálogo y una proficua colaboración sobre bioenergía para el futuro bienestar de nuestras naciones".
La reunión, que cuenta con la presencia de 92 delegaciones extranjeras y más de 2.000 participantes, fue convocada por Brasil para promover el etanol, que el país fabrica a partir de la caña de azúcar.
"Los recursos fósiles, además de ser comprobadamente responsables por la contaminación del planeta, son finitos, y cada vez se hace más difícil su extracción", recordó Roussef.
En consecuencia, afirmó, "es necesario que hagamos una transición entre la economía del carbón, basada principalmente en el petróleo, y la economía post carbono, que nos lleve probablemente hasta la utilización del hidrógeno".
En ese sentido destacó el papel de combustibles renovables, y rechazó las críticas que se les han formulado, porque éstas "han perdido de vista lo principal: las oportunidades que crean los biocombustibles para mejorar la vida de innumerables personas en todo el planeta".
Los biocombustibles, en su opinión, se dirigen "a la construcción de alternativas para los grandes desafíos que el mundo enfrenta, como la seguridad energética, los cambios climáticos, y la sustentabilidad ambiental y alimentaria".
La conferencia, que contará con representantes oficiales de unos 40 países, tendrá tres días de discusiones técnicas, desde el lunes al miércoles, y dos jornadas de debate a nivel ministerial.
Los representantes gubernamentales debatirán los informes producidos en los paneles técnicos, sin adoptar resoluciones. "No habrá votaciones, es una cuestión de conocimiento", dijo André Amado, secretario de Energía de la cancillería brasileña.
Brasil será representado por seis ministros, encabezados por el canciller Celso Amorim.
Paralelamente a las reuniones técnicas e intergubernamentales, se realizan debates interparlamentarios, científicos y empresariales, así como dos ferias temáticas.
Tiempo atrás "el etanol era considerado un verdugo, responsable de problemas como el hambre mundial y los cambios climáticos", pero la conferencia mostrará que "el biocombustible es la fuente alternativa de energía más limpia del mundo", subrayó Amado.
"Debemos discutir el etanol como una nueva palanca para el desarrollo: hay un país africano (que no mencionó) que consume en un año la misma cantidad de energía que un shopping (centro comercial) de Sao Paulo, imaginen la revolución que sería para ese país la instalación de una usina de etanol", argumentó Amado.
Brasil, segundo fabricante mundial de etanol detrás de Estados Unidos (que lo produce a partir del maíz), produjo 18.000 millones de litros de este biocombustible y exportó 3.530 millones de litros en 2007.
Un estudio del Ministerio de Agricultura pronosticó semanas atrás que Brasil aumentará 73% sus exportaciones de etanol hasta 2011 y el consumo interno en 50%. Las ventas externas brasileñas de etanol deben alcanzar 6.100 millones de litros en 2011, según el estudio.
La exportación de 2007 fue de 3.530 millones de litros y en 2008 debe aumentar 18% a 4.170 millones litros. El consumo interno de etanol año debe ser de 18.760 millones de litros, señaló el Ministerio de Agricultura.
Brasil, que fabrica el etanol en base a caña de azúcar, y Estados Unidos, que lo extrae del maíz, son los principales productores mundiales de etanol, considerado un biocombustible de alternativa a los derivados del petróleo.
La jefa de gabinete del gobierno brasileño, Dilma Roussef, quien a última hora sustituyó en la ceremonia inaugural al presidente Luiz Inacio Lula da Silva, llamó a "construir el necesario diálogo y una proficua colaboración sobre bioenergía para el futuro bienestar de nuestras naciones".
La reunión, que cuenta con la presencia de 92 delegaciones extranjeras y más de 2.000 participantes, fue convocada por Brasil para promover el etanol, que el país fabrica a partir de la caña de azúcar.
"Los recursos fósiles, además de ser comprobadamente responsables por la contaminación del planeta, son finitos, y cada vez se hace más difícil su extracción", recordó Roussef.
En consecuencia, afirmó, "es necesario que hagamos una transición entre la economía del carbón, basada principalmente en el petróleo, y la economía post carbono, que nos lleve probablemente hasta la utilización del hidrógeno".
En ese sentido destacó el papel de combustibles renovables, y rechazó las críticas que se les han formulado, porque éstas "han perdido de vista lo principal: las oportunidades que crean los biocombustibles para mejorar la vida de innumerables personas en todo el planeta".
Los biocombustibles, en su opinión, se dirigen "a la construcción de alternativas para los grandes desafíos que el mundo enfrenta, como la seguridad energética, los cambios climáticos, y la sustentabilidad ambiental y alimentaria".
La conferencia, que contará con representantes oficiales de unos 40 países, tendrá tres días de discusiones técnicas, desde el lunes al miércoles, y dos jornadas de debate a nivel ministerial.
Los representantes gubernamentales debatirán los informes producidos en los paneles técnicos, sin adoptar resoluciones. "No habrá votaciones, es una cuestión de conocimiento", dijo André Amado, secretario de Energía de la cancillería brasileña.
Brasil será representado por seis ministros, encabezados por el canciller Celso Amorim.
Paralelamente a las reuniones técnicas e intergubernamentales, se realizan debates interparlamentarios, científicos y empresariales, así como dos ferias temáticas.
Tiempo atrás "el etanol era considerado un verdugo, responsable de problemas como el hambre mundial y los cambios climáticos", pero la conferencia mostrará que "el biocombustible es la fuente alternativa de energía más limpia del mundo", subrayó Amado.
"Debemos discutir el etanol como una nueva palanca para el desarrollo: hay un país africano (que no mencionó) que consume en un año la misma cantidad de energía que un shopping (centro comercial) de Sao Paulo, imaginen la revolución que sería para ese país la instalación de una usina de etanol", argumentó Amado.
Brasil, segundo fabricante mundial de etanol detrás de Estados Unidos (que lo produce a partir del maíz), produjo 18.000 millones de litros de este biocombustible y exportó 3.530 millones de litros en 2007.
Un estudio del Ministerio de Agricultura pronosticó semanas atrás que Brasil aumentará 73% sus exportaciones de etanol hasta 2011 y el consumo interno en 50%. Las ventas externas brasileñas de etanol deben alcanzar 6.100 millones de litros en 2011, según el estudio.
La exportación de 2007 fue de 3.530 millones de litros y en 2008 debe aumentar 18% a 4.170 millones litros. El consumo interno de etanol año debe ser de 18.760 millones de litros, señaló el Ministerio de Agricultura.
Brasil, que fabrica el etanol en base a caña de azúcar, y Estados Unidos, que lo extrae del maíz, son los principales productores mundiales de etanol, considerado un biocombustible de alternativa a los derivados del petróleo.
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AFP/18/11/2008