LOS DIRIGENTES MAS IMPORTANTES DE LA POLITICA ARGENTINA Y MILES DE SIMPATIZANTES PASARON POR EL CONGRESO
El día que desfilaron
El día que desfilaron
Miles de personas desfilaron por el Congreso para despedir a Raúl Alfonsín. Entre ellos, funcionarios nacionales, internacionales y provinciales y los dirigentes de casi todos los partidos
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Opinan: J. M. Pasquini Durán, Osvaldo Bayer, Chacho Alvarez, Martín Granovsky, Lula, Felipe Calderón, Ricardo Lagos, Alan García, James Carter, José Luis Rodríguez Zapatero, Bernard Kouchner, José Miguel Insulza, Hermes Binner, Daniel Scioli, Agustín Rossi, Justo Laguna, Leopoldo Moreau, Carlos Heller, Luis D’Elía, Juan Schiaretti, Hugo Biolcati, Jorge Cassaretto, Julio Strassera
El día que desfilaron veinticinco años de historia
Estuvieron los ex presidentes desde el retorno democrático y los representantes más importantes de todos los partidos políticos. También viajó Tabaré Vázquez y hubo dos ex mandatarios de Brasil. Hoy lo despiden con una ceremonia.
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Estuvieron los ex presidentes desde el retorno democrático y los representantes más importantes de todos los partidos políticos. También viajó Tabaré Vázquez y hubo dos ex mandatarios de Brasil. Hoy lo despiden con una ceremonia.
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Por Miguel Jorquera
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El Salón Azul del Senado fue centro ayer de un desfile incesante de dirigentes políticos y simpatizantes.
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Podría decirse que en pocas horas desfilaron ante su féretro 25 años de historia. Los personajes más notorios de la política argentina desde el regreso de la democracia pasaron por el Congreso para despedir a Raúl Alfonsín. Prevaleció un sentimiento de congoja ante la muerte del primer presidente democrático tras la retirada de la dictadura que instaló en el país el terrorismo de Estado. Por el Salón Azul del Senado pasaron los ex presidentes Néstor Kirchner, Fernando de la Rúa, Carlos Menem y hasta el interino Eduardo Duhalde. También ministros y funcionarios del gobierno de Cristina Fernández y de todos los que la precedieron desde 1983; actuales y ex gobernadores; legisladores nacionales, miembros de la Corte Suprema y de quienes conformaron la Cámara Federal que juzgó a las tres primeras juntas militares. Tampoco faltaron el presidente uruguayo Tabaré Vázquez y su antecesor Julio María Sanguinetti, y los ex presidentes brasileños Fernando Henrique Cardoso y José Sarney.
Poco antes de las diez, cuando se abrieron al público las puertas del Congreso, el vicepresidente Julio Cobos y el titular de la Cámara de Diputados, Eduardo Fellner, encabezaban la fila de granaderos que trasladaron el féretro de Alfonsín hasta la capilla ardiente montada en el Salón Azul del Senado. El hijo del ex presidente y dirigente radical Ricardo Alfonsín recibió las condolencias: allí lo esperaban el titular de la UCR, Gerardo Morales, el senador Ernesto Sanz y otros legisladores radicales, además del socialista Rubén Giustiniani y el kirchnerista Miguel Pichetto. Ricardo Alfonsín saludó a todos y hasta se estrechó en un abrazo con el jefe de la bancada de diputados K, Agustín Rossi.
Ya estaba allí Duhalde, que conversó con Cobos y un largo rato con su ex ministro de Economía Roberto Lavagna. El jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, fue uno de los pocos que trabaron conversación con un solitario De la Rúa, a quien acompañó como funcionario del PAMI durante su corto gobierno. Mauricio Macri y Gabriela Michetti llegaron en tándem junto a los más tempraneros. Detrás de las pocas coronas que se instalaron en el Salón Azul, Macri charló amistosamente con el dirigente radical Enrique “Coti” Nosiglia, ex ministro del Interior de Alfonsín.
Durante la mañana también desfilaron varios ministros del gabinete nacional: el jefe de Gabinete, Sergio Massa, y los ministros Aníbal Fernández, Carlos Tomada, Graciela Ocaña y Nilda Garré. Todos rescataron su “trayectoria militante”, la “tozudez” para defender sus principios y su valentía para ser “políticamente incorrecto”. Una frase que repitió luego Kirchner cuando –junto a otros ministros y funcionarios– visitó por la tarde la capilla ardiente (ver página 5).
Uno a uno también llegaron, con más canas y menos pelos, los fundadores e integrantes de la Junta Coordinadora radical que acompañaron el proceso que llevó a Alfonsín al gobierno, que formaron parte de él y que por un tiempo amagaron transformarse en sus herederos dentro de la UCR: Luis “Changui” Cáceres, Federico Storani, Marcelo Stubrin, Leopoldo Moreau, Jesús Rodríguez y Nosiglia. Moreau –que durante gran parte de la mañana reemplazó a la familia de Alfonsín junto al féretro– tenía asignada junto a Storani la compleja tarea de armar la lista de oradores en el homenaje que se le hará hoy al ex presidente.
El ex canciller Dante Caputo no pudo contener el llanto frente al cuerpo inerte de Alfonsín con la banda y el bastón presidenciales. Rodolfo Terragno tampoco retuvo su emoción. Entre otros funcionarios que integraron la gestión del ex presidente estuvieron Juan Sourrouille, Carlos Becerra y Raúl Alconada Sempé.
Carlos Menem y su hermano Eduardo llegaron pasado el mediodía con poca compañía. El ex presidente abrazó a Ricardo Alfonsín, pero otros radicales evitaron extenderle la mano. Menem se persignó y besó la frente de Alfonsín. Otras figuras del menemismo eligieron distintos horarios: Miguel Angel Toma y Carlos Corach pasaron durante la mañana. El ahora empresario José Luis Manzano, jefe del bloque de diputados opositores durante el alfonsinismo, lo hizo avanzada la noche.
Cada tanto, un aplauso retumbaba bajo la cúpula del Congreso, al que también se plegaban los visitantes especiales. En distintos momentos estuvieron presentes gobernadores peronistas como Daniel Scioli –quien pasó junto a su esposa Karina Rabolini y parte de su gabinete–, el salteño Juan Manuel Urtubey, el mendocino Celso Jaque y el sanjuanino José Luis Gioja; el radical K santiagueño Gerardo Zamora y el radical correntino, ahora cobista, Arturo Colombi. También ex gobernadores como Eduardo Angeloz –frustrado candidato radical a suceder a Alfonsín en la presidencia– y Antonio Cafiero, de estrecha relación con el ex presidente. Dirigentes y personalidades de todos los partidos políticos rindieron su homenaje a Raúl Alfonsín. Elisa Carrió llegó al Salón Azul acompañada por el candidato a diputado Alfonso Prat Gay y el jefe del bloque de diputados de la Coalición Cívica, Adrián Pérez. Carrió le tomó la mano a Alfonsín, mientras Prat Gay se mantenía un par de pasos atrás. Luego, Lilita habló largamente con los familiares de Alfonsín en el Salón Arturo Illia del Senado y se retiró sin hacer declaraciones.
Legisladores del SI –entre quienes se veía al emocionado ex dirigente de la juventud radical Carlos Raimundi–, del socialismo y el macrismo llegaron hasta la capilla ardiente. Lo mismo que el ex jefe de Gobierno de la Ciudad Aníbal Ibarra y su hermana y diputada Vilma Ibarra, la ex ministra de la Alianza Graciela Fernández Meijide, el ex jefe de Gabinete Alberto Fernández, los socialistas K Ariel Basteiro y Oscar González y la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.
Tabaré Vázquez llegó a media tarde desde Montevideo (ver página 5). Sanguinetti, Cardoso y Sarney estuvieron durante la mañana. Lo mismo que los miembros de la Corte Elena Highton de Nolasco, Carmen Argibay y Juan Carlos Maqueda. Dos de los camaristas que juzgaron a las juntas militares, Carlos Arslanian y Ricardo Gil Lavedra, permanecieron largo tiempo juntos frente al féretro del ex presidente.
Los dirigentes de la Mesa de Enlace agropecuaria también pasaron por el Congreso. El titular de la Sociedad Rural, Hugo Biolcati, derramó palabras elogiosas hacia Alfonsín, evitando cualquier mención a aquella estruendosa silbatina que recibiera el ex presidente en una recordada ceremonia inaugural de la Rural.
El desfile no se detuvo durante toda la jornada y el relajamiento de los controles obligó a media tarde a cerrar las puertas del Congreso para descongestionar. Por esas horas, Tula, el famoso bombista de los actos peronistas, tomaba un café junto a dirigentes de distintos partidos. Por la noche, los salones seguían abarrotados y empezaban a llegar viejos militantes de los comités radicales de todo el país, que buscaban desesperados a algún legislador conocido para conseguir el salvoconducto que les permitiera despedir a Alfonsín.
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Homenaje en las escuelas
El Ministerio de Educación convocó a las escuelas de todo el país a recordar mañana a Raúl Alfonsín. “Su figura fue ejemplo y garantía de los principios democráticos y la defensa de los derechos humanos”, destacó el ministro del área, Juan Carlos Tedesco. Su par porteño, Mariano Narodowsky, tuvo una iniciativa similar y resolvió que el lunes se hagan jornadas de “reafirmación del compromiso ciudadano con la democracia en todas las escuelas de la Capital Federal”. El Correo Argentino, por su parte, emitirá un sello postal en homenaje a Alfonsín, que circulará dentro y fuera del país, con el propósito de destacar su figura “comprometida con los valores de la democracia”. “Será un homenaje a quien fuera el primer mandatario electo por voto popular del actual proceso democrático argentino”, explicó el Correo Argentino en un comunicado firmado por su titular, Eduardo Di Cola. Consignó también que el homenaje es “una más de las diversas formas en que quedará expresada la dedicación permanente que Alfonsín entregó a favor de las instituciones democráticas de la Nación”.
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El Salón Azul del Senado fue centro ayer de un desfile incesante de dirigentes políticos y simpatizantes.
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Podría decirse que en pocas horas desfilaron ante su féretro 25 años de historia. Los personajes más notorios de la política argentina desde el regreso de la democracia pasaron por el Congreso para despedir a Raúl Alfonsín. Prevaleció un sentimiento de congoja ante la muerte del primer presidente democrático tras la retirada de la dictadura que instaló en el país el terrorismo de Estado. Por el Salón Azul del Senado pasaron los ex presidentes Néstor Kirchner, Fernando de la Rúa, Carlos Menem y hasta el interino Eduardo Duhalde. También ministros y funcionarios del gobierno de Cristina Fernández y de todos los que la precedieron desde 1983; actuales y ex gobernadores; legisladores nacionales, miembros de la Corte Suprema y de quienes conformaron la Cámara Federal que juzgó a las tres primeras juntas militares. Tampoco faltaron el presidente uruguayo Tabaré Vázquez y su antecesor Julio María Sanguinetti, y los ex presidentes brasileños Fernando Henrique Cardoso y José Sarney.
Poco antes de las diez, cuando se abrieron al público las puertas del Congreso, el vicepresidente Julio Cobos y el titular de la Cámara de Diputados, Eduardo Fellner, encabezaban la fila de granaderos que trasladaron el féretro de Alfonsín hasta la capilla ardiente montada en el Salón Azul del Senado. El hijo del ex presidente y dirigente radical Ricardo Alfonsín recibió las condolencias: allí lo esperaban el titular de la UCR, Gerardo Morales, el senador Ernesto Sanz y otros legisladores radicales, además del socialista Rubén Giustiniani y el kirchnerista Miguel Pichetto. Ricardo Alfonsín saludó a todos y hasta se estrechó en un abrazo con el jefe de la bancada de diputados K, Agustín Rossi.
Ya estaba allí Duhalde, que conversó con Cobos y un largo rato con su ex ministro de Economía Roberto Lavagna. El jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, fue uno de los pocos que trabaron conversación con un solitario De la Rúa, a quien acompañó como funcionario del PAMI durante su corto gobierno. Mauricio Macri y Gabriela Michetti llegaron en tándem junto a los más tempraneros. Detrás de las pocas coronas que se instalaron en el Salón Azul, Macri charló amistosamente con el dirigente radical Enrique “Coti” Nosiglia, ex ministro del Interior de Alfonsín.
Durante la mañana también desfilaron varios ministros del gabinete nacional: el jefe de Gabinete, Sergio Massa, y los ministros Aníbal Fernández, Carlos Tomada, Graciela Ocaña y Nilda Garré. Todos rescataron su “trayectoria militante”, la “tozudez” para defender sus principios y su valentía para ser “políticamente incorrecto”. Una frase que repitió luego Kirchner cuando –junto a otros ministros y funcionarios– visitó por la tarde la capilla ardiente (ver página 5).
Uno a uno también llegaron, con más canas y menos pelos, los fundadores e integrantes de la Junta Coordinadora radical que acompañaron el proceso que llevó a Alfonsín al gobierno, que formaron parte de él y que por un tiempo amagaron transformarse en sus herederos dentro de la UCR: Luis “Changui” Cáceres, Federico Storani, Marcelo Stubrin, Leopoldo Moreau, Jesús Rodríguez y Nosiglia. Moreau –que durante gran parte de la mañana reemplazó a la familia de Alfonsín junto al féretro– tenía asignada junto a Storani la compleja tarea de armar la lista de oradores en el homenaje que se le hará hoy al ex presidente.
El ex canciller Dante Caputo no pudo contener el llanto frente al cuerpo inerte de Alfonsín con la banda y el bastón presidenciales. Rodolfo Terragno tampoco retuvo su emoción. Entre otros funcionarios que integraron la gestión del ex presidente estuvieron Juan Sourrouille, Carlos Becerra y Raúl Alconada Sempé.
Carlos Menem y su hermano Eduardo llegaron pasado el mediodía con poca compañía. El ex presidente abrazó a Ricardo Alfonsín, pero otros radicales evitaron extenderle la mano. Menem se persignó y besó la frente de Alfonsín. Otras figuras del menemismo eligieron distintos horarios: Miguel Angel Toma y Carlos Corach pasaron durante la mañana. El ahora empresario José Luis Manzano, jefe del bloque de diputados opositores durante el alfonsinismo, lo hizo avanzada la noche.
Cada tanto, un aplauso retumbaba bajo la cúpula del Congreso, al que también se plegaban los visitantes especiales. En distintos momentos estuvieron presentes gobernadores peronistas como Daniel Scioli –quien pasó junto a su esposa Karina Rabolini y parte de su gabinete–, el salteño Juan Manuel Urtubey, el mendocino Celso Jaque y el sanjuanino José Luis Gioja; el radical K santiagueño Gerardo Zamora y el radical correntino, ahora cobista, Arturo Colombi. También ex gobernadores como Eduardo Angeloz –frustrado candidato radical a suceder a Alfonsín en la presidencia– y Antonio Cafiero, de estrecha relación con el ex presidente. Dirigentes y personalidades de todos los partidos políticos rindieron su homenaje a Raúl Alfonsín. Elisa Carrió llegó al Salón Azul acompañada por el candidato a diputado Alfonso Prat Gay y el jefe del bloque de diputados de la Coalición Cívica, Adrián Pérez. Carrió le tomó la mano a Alfonsín, mientras Prat Gay se mantenía un par de pasos atrás. Luego, Lilita habló largamente con los familiares de Alfonsín en el Salón Arturo Illia del Senado y se retiró sin hacer declaraciones.
Legisladores del SI –entre quienes se veía al emocionado ex dirigente de la juventud radical Carlos Raimundi–, del socialismo y el macrismo llegaron hasta la capilla ardiente. Lo mismo que el ex jefe de Gobierno de la Ciudad Aníbal Ibarra y su hermana y diputada Vilma Ibarra, la ex ministra de la Alianza Graciela Fernández Meijide, el ex jefe de Gabinete Alberto Fernández, los socialistas K Ariel Basteiro y Oscar González y la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.
Tabaré Vázquez llegó a media tarde desde Montevideo (ver página 5). Sanguinetti, Cardoso y Sarney estuvieron durante la mañana. Lo mismo que los miembros de la Corte Elena Highton de Nolasco, Carmen Argibay y Juan Carlos Maqueda. Dos de los camaristas que juzgaron a las juntas militares, Carlos Arslanian y Ricardo Gil Lavedra, permanecieron largo tiempo juntos frente al féretro del ex presidente.
Los dirigentes de la Mesa de Enlace agropecuaria también pasaron por el Congreso. El titular de la Sociedad Rural, Hugo Biolcati, derramó palabras elogiosas hacia Alfonsín, evitando cualquier mención a aquella estruendosa silbatina que recibiera el ex presidente en una recordada ceremonia inaugural de la Rural.
El desfile no se detuvo durante toda la jornada y el relajamiento de los controles obligó a media tarde a cerrar las puertas del Congreso para descongestionar. Por esas horas, Tula, el famoso bombista de los actos peronistas, tomaba un café junto a dirigentes de distintos partidos. Por la noche, los salones seguían abarrotados y empezaban a llegar viejos militantes de los comités radicales de todo el país, que buscaban desesperados a algún legislador conocido para conseguir el salvoconducto que les permitiera despedir a Alfonsín.
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Homenaje en las escuelas
El Ministerio de Educación convocó a las escuelas de todo el país a recordar mañana a Raúl Alfonsín. “Su figura fue ejemplo y garantía de los principios democráticos y la defensa de los derechos humanos”, destacó el ministro del área, Juan Carlos Tedesco. Su par porteño, Mariano Narodowsky, tuvo una iniciativa similar y resolvió que el lunes se hagan jornadas de “reafirmación del compromiso ciudadano con la democracia en todas las escuelas de la Capital Federal”. El Correo Argentino, por su parte, emitirá un sello postal en homenaje a Alfonsín, que circulará dentro y fuera del país, con el propósito de destacar su figura “comprometida con los valores de la democracia”. “Será un homenaje a quien fuera el primer mandatario electo por voto popular del actual proceso democrático argentino”, explicó el Correo Argentino en un comunicado firmado por su titular, Eduardo Di Cola. Consignó también que el homenaje es “una más de las diversas formas en que quedará expresada la dedicación permanente que Alfonsín entregó a favor de las instituciones democráticas de la Nación”.
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Página/12 Web - Argentina/02/04/2009