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Caracas (PL) El embajador estadounidense en Venezuela, Patrick Duddy, presentó cartas credenciales, tras lo cual expresó el interés de intentar recomponer unas relaciones hoy complicadas por la hostilidad de Washington hacia el presidente Hugo Chávez.
Después del acto protocolar ayer que oficializa su misión, Duddy, ex funcionario de la sección Latinoamérica del Departamento de Estado, indicó que buscará "fortalecer una relación que creo que nuestros dos países consideran muy importante".
Fuentes diplomáticas consultadas por Prensa Latina descartan un mejoramiento ostensible de los vínculos durante el actual gobierno estadounidense, pero piensan que Duddy puede distender algo la tensión si disminuye la retórica agresiva de su antecesor.
William Brownfield, el anterior embajador de Estados Unidos en Venezuela, ocupó su cargo desde 2004 y provocó situaciones muy complicadas con acciones que varias veces las autoridades calificaron de provocadoras e injerencia en los asuntos internos.
Los vínculos están signados por acusaciones estadounidenses contra la política de rescate de la soberanía venezolana ocultas en imputaciones de alianza con el terrorismo, intento dictatorial y escaso apoyo a la lucha contra el narcotráfico, entre otras.
Para el presidente Chávez, el origen de las presiones es el rescate de la principal fuente de riquezas del país, el petróleo, cuando las reservas de fuentes renovables de energía apuntan a su extinción.
El presidente venezolano atribuye a esta motivación la participación del gobierno del presidente George W. Bush en el golpe de estado en su contra de abril de 2002, además de dirigir y apoyar financieramente a los sectores radicales de la oposición.
El enfrentamiento político, sin embargo, contrasta con un elevado intercambio comercial que según la Cámara Venezolano-Americana de Comercio e Industria alcanzó 47 mil 200 millones de dólares en 2006.
La explicación de esta paradoja aparente, está para muchos en la dependencia del petróleo venezolano, que representa más de un millón de barriles diarios.
Este contexto explica asimismo por qué Washington no ha repetido acciones como el bloqueo económico aplicado a Cuba, aunque ha habido medidas de esa orientación como la suspensión de envíos de piezas para los aviones de combate.
La historia, marcada por intentos estadounidenses de dominar las fuentes de petróleo -incluso acudiendo a guerras como demuestran los acontecimientos recientes-, dejan poco margen de maniobras a Duddy para cumplir su deseo de "fortalecer" las relaciones.
Sin embargo, la actuación de su predecesor Brownfield, caracterizada por la agresividad, le entrega la posibilidad de una relativa distensión a los vínculos con sólo limitarse a la práctica diplomática usual, con respeto de las normas internacionales.
Caracas (PL) El embajador estadounidense en Venezuela, Patrick Duddy, presentó cartas credenciales, tras lo cual expresó el interés de intentar recomponer unas relaciones hoy complicadas por la hostilidad de Washington hacia el presidente Hugo Chávez.
Después del acto protocolar ayer que oficializa su misión, Duddy, ex funcionario de la sección Latinoamérica del Departamento de Estado, indicó que buscará "fortalecer una relación que creo que nuestros dos países consideran muy importante".
Fuentes diplomáticas consultadas por Prensa Latina descartan un mejoramiento ostensible de los vínculos durante el actual gobierno estadounidense, pero piensan que Duddy puede distender algo la tensión si disminuye la retórica agresiva de su antecesor.
William Brownfield, el anterior embajador de Estados Unidos en Venezuela, ocupó su cargo desde 2004 y provocó situaciones muy complicadas con acciones que varias veces las autoridades calificaron de provocadoras e injerencia en los asuntos internos.
Los vínculos están signados por acusaciones estadounidenses contra la política de rescate de la soberanía venezolana ocultas en imputaciones de alianza con el terrorismo, intento dictatorial y escaso apoyo a la lucha contra el narcotráfico, entre otras.
Para el presidente Chávez, el origen de las presiones es el rescate de la principal fuente de riquezas del país, el petróleo, cuando las reservas de fuentes renovables de energía apuntan a su extinción.
El presidente venezolano atribuye a esta motivación la participación del gobierno del presidente George W. Bush en el golpe de estado en su contra de abril de 2002, además de dirigir y apoyar financieramente a los sectores radicales de la oposición.
El enfrentamiento político, sin embargo, contrasta con un elevado intercambio comercial que según la Cámara Venezolano-Americana de Comercio e Industria alcanzó 47 mil 200 millones de dólares en 2006.
La explicación de esta paradoja aparente, está para muchos en la dependencia del petróleo venezolano, que representa más de un millón de barriles diarios.
Este contexto explica asimismo por qué Washington no ha repetido acciones como el bloqueo económico aplicado a Cuba, aunque ha habido medidas de esa orientación como la suspensión de envíos de piezas para los aviones de combate.
La historia, marcada por intentos estadounidenses de dominar las fuentes de petróleo -incluso acudiendo a guerras como demuestran los acontecimientos recientes-, dejan poco margen de maniobras a Duddy para cumplir su deseo de "fortalecer" las relaciones.
Sin embargo, la actuación de su predecesor Brownfield, caracterizada por la agresividad, le entrega la posibilidad de una relativa distensión a los vínculos con sólo limitarse a la práctica diplomática usual, con respeto de las normas internacionales.
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Prensa Latina - Cuba/07/10/2007
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