04/11/2007
Opinión
Por: Sergio J. González M.
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Con el triunfo electoral de Cristina Fernández de Kirchner en Argentina, debemos sumar su nombre a la lista histórica de mandatarias mujeres: Golda Meyer en Israel, Indira Ghandi en La India; Gloria Macapagal en Filipinas, Margaret Thatcher en el Reino Unido; Michelle Bachellet en Chile, Benazir Bhutto en Pakistán; Tarja K. Halonen, ganadora virtual en Finlandia; Angela Merkel en la República Federal de Alemania; Khaleda Zia en Bangladesh; Sirimavo Bandaranaike en Sri Lanka.El tema y la lista obligan a comentar las cuotas de género en la política. El mecanismo es la más clara y evidente expresión del avance en la equidad de género en las elecciones y en el ejercicio de la función pública, sobre todo en la labor legislativa. Funciona de la siguiente manera: la ley y/o las reglas internas de los partidos los obligan a incorporar a las listas respectivas determinado porcentaje de candidatas (cuotas de partido) y/o a reservar en los cuerpos legislativos cierto número de asientos para mujeres (cuotas parlamentarias). Del mismo modo, para forzar su cumplimiento, las reglas de género le dan a la autoridad electoral el poder de no registrar o de eliminar listas o candidaturas que no cumplan con las cuotas establecidas.De las cuotas se ha dicho que violan el principio de igualdad, que derriban la obligada neutralidad del Estado, que son paternalistas y que no respetan los criterios de mérito. La verdad es que, como afirma Ruiz Miguel en PARIDAD ELECTORAL Y CUOTAS FEMENINAS: “…las cuotas pretenden una sociedad más igualitaria en la que la pertenencia a la categoría de los hombres o de las mujeres sea irrelevante para el reparto de los papeles públicos y privados… ; …facilitar el acceso a puestos socialmente importantes puede ser un instrumento eficaz para lograr ese fin, si no de manera directa y completa, sí al menos como forma de simbolización de la posibilidad de romper el techo de cristal que obstruye a las mujeres formar parte de la inmensa mayoría de los centros de decisión...”.Estamos frente a una tendencia global y al parecer inmarcesible. Según una excelente base de datos construida por el Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA) y la Universidad de Estocolmo, 97 países del orbe cuentan con este sistema de equidad política-electoral y la cuota promedio de representación de las mujeres asciende a 19.4%, con Ruanda (48.8%), Suecia (47.3%), Costa Rica (38.6%) y Noruega (37.7%) como líderes. Según la propia base de datos, México se ubica como a la mitad de la tabla con un 22.6%. En nuestro país hemos procesado legislativamente el asunto de las cuotas de género apenas recientemente aunque se discuten en todo el mundo al menos desde 1990, año en que varios países de África, Asia y Europa Oriental las adoptaron. En junio de 2002 se reformó la ley electoral mexicana y se establecieron por primera vez en un cuerpo normativo las cuotas de género, consistentes en que ningún género deberá contar con más del 70% de candidatos propietarios al Congreso de la Unión, aunque hay que aclarar que al menos el PRI y el PRD se adelantaron por varios años a la reforma en sus estatutos internos. Inclusive, la Suprema Corte mexicana declaró constitucionales las cuotas al resolver una disputa iniciada por el PAN, el “partido del cambio”, contra el Congreso local coahuilense.En el ámbito estatal varios congresos locales han establecido cuotas de género en su legislación electoral: Sonora en 1996, con una cuota de 20%; Chihuahua y Oaxaca en 1997, con cuota de 30%; Sinaloa en 1998, San Luis Potosí en 2001, y Colima, Coahuila y Jalisco en 2002.Según los estudiosos del tema, las cuotas de género surgen de una o varias de tres causales, todas domésticas: movilización de los grupos de mujeres, reconocimiento de las elites políticas del valor estratégico de adoptar el mecanismo o sensibilidad social general al tema. Me parece, sin embargo, que también el contexto internacional impacta. Mencionemos dos instrumentos jurídicos internacionales: la Convención para la eliminación de todas las formas de discriminación contra las mujeres, de 1979, y la Plataforma de Acción de Beijing de la ONU, de 1995. Adicionalmente, diversas organizaciones globales y regionales han emitido pronunciamientos al respecto: la Unión Interparlamentaria, la Internacional Socialista, la Unión Europea, la OEA y la Unión Africana, entre otras.Bienvenidas las cuotas de género en México. Exhiben la modernidad política y democrática de un país por el trato político que otorga a sus mujeres. Merecen mejor regulación, sin embargo. Como decimos en TRAS BANDERAS, el Congreso tiene la palabra.CONSULTORÍA ELECTORAL INTERNACIONAL: En Pakistán, el viernes pasado, el presidente y general Pervez Musharraf, decretó la suspensión de la Constitución, justo antes de que la Suprema Corte de Justicia se pronunciara sobre el ajuste a derecho de la reelección presidencial de octubre pasado. Musharraf, además de ordenar tomar las instalaciones de la Corte y el domicilio del Ministro Presidente, cesó a éste, bloqueó la señal de las emisoras privadas e internacionales de radio y televisión y mandó al ejército a patrullar las calles. Y Usted y yo preocupados por nuestras elecciones…
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