6/10/08

Alemania espera frenar una cascada de quiebras rescantando a Hypo

El ministro de Finanzas alemán, Peer Steinbrueck, este lunes.
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BERLÍN (AFP) — Alemania esperaba este lunes evitar una cascada de quiebras en los bancos al garantizar los depósitos de los particulares por un monto ilimitado y adoptar un plan de rescate del cuarto banco del país, Hypo Real Estate (HRE).
Berlín espera estabilizar el banco de créditos inmobiliarios Hypo Real Estate con un vasto plan de rescate concluido el domingo por la noche por el Gobierno y los bancos alemanes.
Al anunciar el domingo por la noche que el Estado garantizará todas las cuentas de ahorro, la canciller alemana, Angela Merkel, se comprometió a cubrir 568.000 millones de euros en depósitos, "la mayor garantía de la historia mundial", dijo este lunes a la radio alemana Hans-Peter Burghof, profesor de Finanzas en la Universidad de Hohenheim.
Pero la garantía va incluso más allá e incluye también las cuentas corrientes y los depósitos a plazo.
Los depósitos de particulares en Alemania alcanzan un total de 1,62 billones de euros, según datos del Bundesbank (banco central) obtenidos este lunes por AFP.
No obstante, los alemanes destacan por su limitada propensión al gasto. El año pasado, la parte de ingresos dedicada al ahorro alcanzó el 10,5%.
Además del gesto tranquilizador dirigido a los titulares de cuentas de ahorro, Berlín ha querido evitar con el rescate de Hypo Real Estate que la crisis se contagie a todo el sistema financiero alemán.
La necesidad de liquidez del cuarto banco del país se disparó la semana pasada. El Hypo necesitaba 35.000 millones de euros que fueron aportados por un consorcio de bancos privados alemanes. El Gobierno les garantizó 27.000 millones de euros.
Pero Hypo dice ahora que necesita un total de 50.000 millones de euros, una cifra que según varias fuentes podría elevarse a 100.000 millones de aquí a 2009.
Los bancos y compañías de seguros del país aceptaron el domingo conceder a Hypo estos 15.000 millones de euros suplementarios, ante la inflexibilidad del Gobierno en cuanto a un eventual aumento de su contribución.
El rescate, que pretende evitar el "derrumbe" del sistema bancario alemán, según el ministro de Finanzas, Peer Steinbrück, se ha visto acompañado de varios llamamientos a los protagonistas del sector para que asuman sus responsabilidades.
Alemania se ha negado a nacionalizar Hypo Real Estate y Steinbrück consideró este lunes que es "impensable seguir trabajando con la dirección actual" del banco, sumándose así a varios responsables políticos, que ya han pedido la dimisión del director de HRE, Georg Funke.
Hypo Real Estate se felicitó este lunes por la mañana de "la estabilización del grupo", pero los inversores de la Bolsa de Francfort no parecían compartir tal optimismo. Hacia las 09H00 GMT, el índice DAX cedía un 5% y se dirigía a su nivel más bajo en más de dos años. La acción del Hypo estaba en caída libre, cediendo un 34,62%, a 4,91 euros.
Las dificultades de la Bolsa ponen además en peligro la última gran privatización de Alemania. Steinbrück puso este lunes en duda la entrada parcial en Bolsa de la compañía ferroviaria alemana Deutsche Bahn, prevista el 27 de octubre.

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AFP/06/10/2008
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Olmert viaja a Moscú para discutir sobre Irán

Podría ser su último viaje al exterior como primer ministro
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El primer ministro, Ehud Olmert, visitará Moscú para celebrar conversaciones que espera se centren en el programa nuclear de Irán y la venta de armas rusas a Teherán y Damasco.Olmert, en lo que podría ser su último viaje al exterior como primer ministro, se reunirá con el presidente ruso Dimitri Medvedev y también espera encontrarse con el ministro de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov. Pero él no se reunirá con el primer ministro, Vladimir Putin, que sigue siendo considerado como el punto central de poder en el Kremlin. Mañana es el cumpleaños de Putin y él no estará en Moscú.Dado que Olmert no se reunirá con Putin, nada demasiado dramático es probable que suceda, comentaron fuentes del Gobierno.El viaje fue organizado apresuradamente para principios de septiembre después de la crisis en Georgia, la consiguiente tensión con Israel por la venta de armas a Georgia y la propuesta de venta de armas rusas a Siria.El viaje se aplazó cuando la Policía recomendó acusar a Olmert de presunta corrupción.El jefe de Gobierno quiere discutir con el Kremlin la propuesta de venta de los sistemas de misiles antiaéreos S-300 a Siria e Irán, que Israel teme que limiten gravemente su libertad en el espacio.Putin prometió en el pasado no vender armas en la región que pondrían en peligro la seguridad de Israel o el equilibrio estratégico regional.Otro tema de debate serán las negociaciones con los palestinos y el interés de Rusia en la celebración de un seguimiento de la conferencia de Anápolis, posiblemente en la primavera.Olmert viaja con la aprobación del Gabinete a transferir la propiedad del patio Sergei del complejo ruso ubicado en el centro de la ciudad de Jerusalén al Gobierno ruso, una cuestión en la que Putin estuvo muy implicado y con la que Israel y los rusos estuvieron negociando durante años.Por su parte, el ministro de Defensa, Ehud Barak, declaró que Rusia está desempeñando un papel desestabilizador en la región mediante la venta de armamento avanzado a los enemigos de Israel. Durante una reunión con la visita el Ministro de Relaciones Exteriores francés, Bernard Kouchner, Barak pidió a Rusia desempeñar un papel positivo en el Oriente Medio.
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Aurora Digital - Israel/06/10/2008

FMI: Crisis financiera no debe hacer olvidar la alimentaria y la energética

Director gerente del organismo dijo que existe una "cincuentena de países en la zona de riesgo", principalmente en Africa y Centroamérica, con serias dificultades en sus finanzas por la escalada de precios de los alimentos y la energía.

El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique StraussKahn, insistió hoy en que la crisis financiera actual no debe hacer olvidar las crisis alimentaria y energética que sufren en particular una cincuentena de países pobres y que están en una "zona de riesgo".

"Pese a las dificultades de la crisis financiera internacional, no hay que olvidar las otras crisis rampantes en el planeta", advirtió StraussKahn en un foro en París sobre las relaciones entre la Unión Europea y Latinoamérica.

Precisó que "hay una cincuentena de países en la zona de riesgo", buena parte de los cuales en Africa, pero también en Centroamérica, con serias dificultades en sus finanzas por la escalada de los precios de los alimentos y de la energía y que "podrían bascular".

Explicó que "los precios alimentarios se han estabilizado, pero a un nivel extremadamente elevado", y seguirán a ese nivel en 2009, un año para el que el Fondo trabaja con la hipótesis de que el barril de petróleo se situará en torno a los 120 dólares.

StraussKahn indicó que para los países pobres importadores de petróleo el ascenso del barril de crudo, que representa en términos globales unos 60.000 millones de dólares, les supone un esfuerzo suplementario equivalente del 3% de su Producto Interior Bruto (PIB).

En cuanto al encarecimiento de los alimentos, para los 43 países en situación más frágil les va a representar un ascenso del gasto equivalente a un 1% del PIB. "Las consecuencias humanas son extremadamente fuertes", sintetizó.

StraussKahn estimó que en Latinoamérica la inflación media será del 13% a finales de año, lo que muestra que "entramos en un nuevo ciclo de inflación fuerte", que tiene consecuencias sobre los tipos de interés y plantea un "riesgo de explosión social".

"Es una espiral que los países de América Latina conocen demasiado", indicó, antes de subrayar que por eso mismo la prioridad debe ser "controlar ese riesgo de inflación", además de cuidar del impacto en "los más desfavorecidos" con "redes de seguridad" internas.

El director gerente del Fondo hizo un llamamiento a los donantes internacionales que "deben asumir su parte" de responsabilidad porque "no estamos al nivel de lo que se esperaba" en transferencia de fondos.

Hizo hincapié en que cumplir con sus compromisos de ayuda al desarrollo no sólo para evitar la miseria en los países pobres, sino también por propio interés, ya que los Estados del Sur son los que le pueden reportar crecimiento gracias a una demanda más dinámica.

StraussKahn se esforzó en desmontar la idea de que los mercados emergentes van a poder quedar al margen de la crisis financiera, ya que "el conjunto del mundo está globalizado y las consecuencias de la crisis financiera se van a dejar sentir en todas partes".

"Habrá una fuerte repercusión indirecta" en Latinoamérica, donde "esperamos una ralentización del crecimiento bastante sensible" aunque la crisis financiera "afecta principalmente a Estados Unidos y Europa".

Por otro lado, el director gerente del FMI alertó de que "el cambio climático tendrá consecuencias en el reparto de la producción agrícola", con un cambio del mapa de las zonas más fértiles y menos productivas, lo que acarreará "flujos de población importantes".
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La Tercera - Chile/06/10/2008
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La visión latinoamericana de una crisis mundial

Un informe de Universia-Knowledge@Wharton recoge la visión de especialistas acerca de cuáles serán los efectos del derrumbe financiero estadounidense sobre la región. Auguran menos menos exportaciones e inversiones, y mayores costos de financiación.

Ningún país del planeta parece inmune a la crisis financiera internacional desatada por las estadounidenses hipotecas subprime. Tampoco Latinoamérica, una región que en los últimos tiempos parecía haber recuperado su sonrisa gracias a la creciente inversión extranjera y al auge de las materias primas, entre otros motivos. Pero, como consecuencia de la contracción del crédito en todo el mundo, que amenaza ahora con afectar a la economía real, América Latina experimentará en los próximos años un descenso significativo de sus ingresos por exportaciones y de las inversiones externas directas procedentes de EEUU.

La retracción del crédito hará que aumenten también los costes de financiación de la deuda en la región. Todo eso en medio de un escenario en el que el crecimiento económico de América Latina mostraba signos de desaceleración.

Anita Kon, profesora de la Universidad Católica Pontificia de São Paulo, cree "que las economías emergentes se verán muy afectadas por la crisis norteamericana, lo mismo que el resto de los países del mundo, porque el sistema financiero está muy globalizado y la crisis tiende a esparcirse por todo el sistema", asegura.

No obstante, la profesora Kon también resalta que, "en América Latina, algunos países que presentan condiciones macroeconómicas más estables, como Chile y Brasil, tendrán mayores posibilidades de enfrentarse a estas consecuencias, aunque tendrán que revisar su planificación de gastos e inversiones públicas, así como las políticas de apoyo a la producción, al combate de la inflación y otras políticas sociales. En cambio, países como Venezuela, Bolivia y Colombia, que están pasando por conflictos internos políticos y que presentan mayor propensión a la inestabilidad macroeconómica, se verán más afectados".

Por último, señala, "está el caso de México, que siempre se diferenció positivamente de los demás países latinoamericanos, por estar directamente relacionado con la atención de la demanda de Estados Unidos, y por tanto, en esta ocasión sufrirá impactos considerables".

Inflación, exportaciones y medidas estructurales

La región acaba de salir de un periodo de dos años consecutivos de excelente crecimiento económico como el que no se veía desde hace décadas" superando el 5,5% al año en 2006 y 2007. Sin embargo, incluso antes de la crisis de crédito, ese crecimiento parecía destinado a perder fuerza. Las previsiones del Banco Mundial para la región, hechas en junio, ya indicaban la desaceleración del crecimiento del PIB, que caería hasta un 4,5%, en 2008, y un 4,3% en 2009. Nadie se sorprendería si esas cifras fueran nuevamente revisadas a la baja.

Ahora, todo el subcontinente mira hacia el norte con temor, intentando predecir hasta qué punto se verá afectado por el terremoto. Sobre todo, porque, tradicionalmente, cuando Estados Unidos ha estornudado, Latinoamérica se ha constipado.

Sin embargo, en esta ocasión, el profesor de la Pontificia Universidad Católica de Perú, David Tuesta Cárdenas, cree que será distinto. "A diferencia de escenarios de crisis anteriores, en esta ocasión, a Latinoamérica sólo le dará un pequeño catarro, y no neumonía, como antes, aunque dependerá de los soportes desarrollados por cada uno de los países durante los últimos cinco años -explica-. Por ejemplo, será importante ver cuánto ahorro fiscal han generado durante este periodo, cómo ha sido la gestión de la deuda pública, cuánto han logrado diversificar sus exportaciones. Países como Chile, Perú, México y Colombia parecen haberse manejado mejor en este ámbito mientras que Venezuela y Argentina pueden haberlo hecho menos".

Como ha apuntado la profesora Kon, el control de la inflación será un factor clave para sobrellevar de la mejor manera posible la crisis. Y algunos países latinoamericanos no parecen preparados para combatirla, a tenor de las declaraciones realizadas por el director general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, el pasado mes de julio, cuando advirtió de que la inflación estaba descontrolándose en algunos países emergentes de la región. Según este organismo, Chile podría terminar el año con una tasa del 7,5% Argentina ya alcanza la cifra del 9,1% interanual mientras que Brasil se sitúa en 5,6%, y en Perú, en el 5,4%.

No obstante, por contrapartida, algunos de estos países cuentan con otros escudos que pueden ayudar a equilibrar un poco la situación. Es el caso, por ejemplo, de Perú, donde el profesor Tuesta Cárdenas destaca que "se ha logrado consolidar un fuerte crecimiento, con un promedio del 6% en los últimos siete años, acompañado de un prudente manejo fiscal, que ha permitido ahorrar en gran medida los ingresos generados por los elevados precios de los minerales, como el oro, el cobre, la plata y el zinc. Para ello, ha sido de tremenda ayuda contar con una regla fiscal, a nivel del Ley del Congreso, que funciona desde 1998. También han sido fundamentales los avances en términos de apertura comercial desde los años 90, que han continuado profundizándose en esta década y que ha permitió balancear, en cierto modo, la balanza comercial, con ganancias relativas en el comercio de sectores manufactureros, como el textil y el agroindustrial. Dentro de esa línea, mantener un Banco Central de Reserva independiente ha sido fundamental".

Otro salvavidas de Perú, según el profesor Tuesta Cárdenas, es "el hecho de que gran parte del crecimiento actual esté anclado en la demanda interna, lo cual le concede un cierto respiro en el corto plazo". En cambio, países más dependientes del consumo internacional, como México o Venezuela, pueden sufrir la crisis financiera del vecino del norte.

Richard Obuchi, profesor del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA) en Caracas, señala que "el riesgo país de Venezuela, al igual que ocurrió en otras economías emergentes, se elevó considerablemente tras la quiebra de Lehman Brothers. En el caso venezolano en particular, la percepción de riesgo se incremento, además, por eventos que afectaron las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Venezuela durante esa semana (como la decisión de Hugo Chávez de expulsar al embajador estadounidense). Sin embargo, el riesgo principal para la economía venezolana se encuentra en la elevada dependencia del país en las condiciones del mercado petrolero internacional. En este sentido, si los eventos en los Estados Unidos conducen a una situación de recesión económica, existe el riesgo de un debilitamiento de los precios del petróleo, por una disminución en la demanda de energía, lo cual incidiría negativamente en el desempeño económico del país".

Pero éste no es el único impacto que ha tenido la quiebra de Lehman Brothers en la economía venezolana, sino que la bancarrota del banco de inversión estadounidense también ha afectado de forma directa a las finanzas del país, lo que ha llevado al ente regulador de la banca, la Superintendencia de Bancos de Venezuela (Sudeban), a ordenar a todas las entidades con activos emitidos por Lehman Brothers o Merrill Lynch (que ha sido rescatado por Bank of America para evitar también su quiebra) a asegurar el 50% del valor de estos activos. Además, el Fondo de Desarrollo Nacional tiene cerca de 300 millones de dólares (200 millones de euros) invertidos en productos referenciados a Lehman.

De hecho, la Unctad (Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo) ya ha advertido un retroceso de la inversión extranjera en Latinoamérica y en su último informe señala que "las expectativas a medio plazo decaen, por causa de la crisis financiera global, que revertirá la tendencia al crecimiento en los próximos dos años". Para subrayar esta afirmación, el organismo aporta un significativo dato: en el primer semestre de 2008, el valor de las transacciones internacionales fue un 29% inferior al cosechado en el mismo periodo de 2007, y se estima que la inversión extranjera directa (IED) cerrará el ejercicio con una caída del 10%.

Un cambio de ciclo que rompe con varios años de bonanza y que ha llevado a situar a varios países de Latinoamérica como los destinos preferidos de los capitales extranjeros. Con Brasil a la cabeza, que en 2007 atrajo 34.600 millones de dólares (23.690 millones de euros) de inversión extranjera y refrendó su quinto puesto de la clasificación mundial, Latinoamérica ha disfrutado de una creciente confianza internacional, que ha llevado a los capitales extranjeros a disparar un 36% sus inversiones en países de la región durante el pasado ejercicio, hasta alcanzar los 126.000 millones de dólares (86.250 millones de euros), según la Unctad.

No obstante, gran parte de esta subida responde al disparado precio del petróleo y al auge de las materias primas, dos factores cuya evolución también está en entredicho. El futuro de Venezuela, por ejemplo, está estrechamente ligado a ello, como recuerda el profesor Obuchi: "El país ha experimentado una tasa de crecimiento sostenida en los últimos años como consecuencia del incremento en los precios del petróleo, principal producto de exportación del país, lo cual ha incrementado el gasto público y la demanda agregada. En el caso de que se produjera una reducción sostenida de los precios del petróleo, Venezuela se podría enfrentar a riesgos de diverso tipo, dependiendo de la volatidad y de los niveles de los precios del petróleo. Sin embargo, en las condiciones actuales, resulta difícil estimar el impacto que tendría una desaceleración económica en Estados Unidos en los niveles de precios del petróleo, lo cual constituye una variable clave para la economía venezolana".

Los países que han adquirido recientemente la condición de investment grade, como Brasil, cuentan, en cambio, con cierto colchón. La profesora Kon destaca que, "de entrada, están mejor colocados para recibir inversiones externas, lo que es la mejor forma de protección a la continuidad de crecimiento. Sin embargo, aunque estos países presentan mejores condiciones macroeconómicas para enfrentar la crisis, en relación a crisis pasadas, esta situación se ve contrarrestada por la mayor inserción en el proceso globalizado del sistema financiero y productivo, lo que podrá provocar impactos negativos más considerables".

Sin embargo, respecto a Brasil, Kon señala que "se encuentra en una coyuntura favorable en lo que se refiere a los indicadores macroeconómicos y, por otro lado, los precios de algunos productos alimenticios están desacelerándose actualmente, lo que afecta a la inflación. Brasil, por lo tanto tiene posibilidad de reaccionar mejor a los impactos de la crisis. Sin embargo, la disminución del crédito externo y de inversiones externas productivas directas afectarán al crecimiento de las empresas privadas y de los gastos e inversiones gubernamentales, como los grandes planes en infraestructuras que se habían programado, puesto que la recaudación fiscal ya se sitúa en un nivel extremadamente elevado y no da señales de aumentar".

Posibles recetas

Aunque cada país tenga su propia idiosincrasia, en general, todos van a ver seriamente mermadas sus exportaciones, y serán los más expuestos a ellas los que más sacudidos por la crisis se verán, como señala el profesor Tuesta Cárdenas, quien prevé "una desaceleración en los sectores exportadores más atados al mercado norteamericano, como los textiles". Del mismo modo, su colega Kon señala que "los sectores enfocados a la exportación, como acero, y otros insumos minerales, también reflejarán la disminución de la demanda mundial".

El profesor Obuchi va más allá y pronostica un futuro incierto para los países que tengan entre sus principales socios comerciales a Estados Unidos. "Una reducción de la tasa de crecimiento de Estados Unidos tendría consecuencias directas en la demanda de productos de exportación de los países latinoamericanos. Por otra parte, el sistema financiero estadounidense está rebalanceando su cartera de activos hacia posiciones menos riesgosas. Esto tiene un impacto negativo en la valoración de la deuda de las economías emergentes y, en consecuencia, puede conducir a un incremento en el costo del endeudamiento de estos países".

¿Qué hacer para salir lo más ilesos posibles de esta crisis? "Las recetas no siempre salen bien, depende de los cocineros, de la posibilidad de ingredientes de buena calidad y de la reacción de quien comerá el producto", señala la profesora Kon. No obstante, añade que "la contención del gasto público, el incremento de la tasa de intereses para frenar la inflación, la precaución en relación a inversiones productivas y financieras de mayor riesgo, y un mayor control del sistema financiero interno", son ingredientes básicos de cualquier dieta contra la crisis.

Fuente: http://www.wharton.universia.net
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universia Argentina - Argentina/06/10/2008
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Todo lo que usted quiere saber sobre el origen de la crisis, pero teme no entenderlo

Walden Bello
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(sinpermiso.info-traducción Ricardo Timón y Mínima Estrella) - ¿Qué causó el colapso del centro neurálgico del capitalismo global? ¿Fue la codicia? ¿Fue falta de regulación? ¿Qué pasará ahora? Pocos pueden tratar de contestar con la insólita combinación de elegancia, profundidad, claridad y extremada sencillez del economista y politólogo Walden Bello. Y mucho menos en apenas 4000 palabras.
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Muchos en Wall Street todavía están digiriendo los acontecimientos epocales de las últimas semanas:

* Entre 1 y 3 billones de dólares de activos financieros evaporados.

* Wall Street, nacionalizado, con la Reserva Federal y el Departamento del Tesoro tomando todas las decisiones estratégicas importantes en el sector financiero, y a todo eso, con un gobierno que, tras el rescate de AIG, pasa a dirigir la mayor compañía aseguradora del mundo.

* El mayor rescate desde la gran depresión, con 700 mil millones de dólares reunidos a la desesperada para salvar al sistema financiero global.

Las explicaciones habituales ya no bastan. Los acontecimientos extraordinarios precisan de explicaciones extraordinarias. Pero antes...

¿Ya pasó lo peor?

No, si algo ha quedado claro con los movimientos contradictorios de estas semanas en que, al tiempo que se permitía la quiebra de Lehman Brothers, se nacionalizaba AIG y se fraguaba la toma de control de Merril Lynch por el Bank of America, es que no hay una estrategia para afrontar la crisis; a lo sumo, respuestas tácticas, como bomberos que se pisan la manguera, abrumados por la magnitud del incendio.

El rescate de 700 mil millones de dólares de las obligaciones hipotecariamente respaldadas en poder de los bancos no es una estrategia, sino, básicamente, un esfuerzo a la desesperada para restaurar la confianza en el sistema, para prevenir la erosión de la fe en los bancos y en otras instituciones financieras y para evitar una afluencia masiva de retirada de fondos de los bancos como la que desencadenó la Gran Depresión de 1929.

¿Qué causó el colapso del centro neurálgico del capitalismo global? ¿Fue la codicia?

La vieja y venerada codicia jugó su parte. A eso se refería Klaus Schwab, el organizador del Foro Económico Mundial, el jamboree de la elite global celebrado anualmente en los Alpes suizos, cuando dijo a su clientela en Davos este año: "Tenemos que pagar por los pecados del pasado".

¿Fue el de Wall Street un caso de alguacil alguacilado?

Desde luego. Los especuladores financieros rizaron el rizo hasta confundirse ellos mismos con la creación de contratos financieros más y más complejos, como los derivados, tratando de ganar dinero a partir de todo tipo de riesgos (incluidos exóticos instrumentos de futuros, como los credits default swaps o contratos de protección de derivados crediticios, que permitían a los inversores apostar, por ejemplo, a que los prestatarios de la propia corporación bancaria ¡no serían capaces de devolver su deuda! Tal es el comercio multibillonario no-regulado que acabó tumbando a AIG.

El 17 de diciembre de 2005, cuando la International Financing Review (IFR) anunció sus premios anuales del año -uno de los programas de premios más prestigioso del sector-, dejó esto dicho:

"Lehman Brothers no sólo mantuvo su presencia global en el mercado, sino que dirigió la penetración en el espacio de preferencia... desarrollando nuevos productos y diseñando transacciones capaces de subvenir a las necesidades de los prestatarios... Lehman Brothers es el más innovador en el espacio de preferencia precisamente por hacer cosas que no pueden verse en ningún otro sitio."

Huelgan comentarios.

¿Fue falta de regulación?

Sí. Todo el mundo reconoce ahora que la capacidad de Wall Street para innovar y excogitar instrumentos financieros más y más sofisticados ha ido mucho más allá de la capacidad regulatoria del Estado, y no porque el Estado no fuera capaz de regular, sino porque la actitud neoliberal, de laissez-faire, imperante impidió al Estado diseñar mecanismos efectivos de regulación.

Pero ¿no hay nada más? ¿No hay nada sistémico?

Bien, Georges Soros, que lo vio venir, dice que lo que estamos pasando es la crisis del sistema financiero, la crisis del "gigantesco sistema circulatorio" de un "sistema capitalista global... que está reventando por las costuras".

Para seguir con la idea del archiespeculador, a lo que estamos asistiendo es a la intensificación de una de las crisis o contradicciones centrales del capitalismo global, cual es la crisis de sobreproducción, también conocida como sobreacumulación o sobrecapacidad.

Se trata de la tendencia del capitalismo a construir una ingente capacidad productiva que termina por rebasar la capacidad de consumo de la población debido a las desigualdades que limitan el poder de compra popular, lo cual termina por erosionar las tasas de beneficio.

Pero, ¿qué tiene que ver la crisis de sobreproducción con los acontecimientos recientes?

Muchísimo. Pero, para entender la conexión, tenemos que retrotraernos a la llamada Época Dorada del capitalism contemporáneo, al período comprendido entre 1945 y 1975.

Fue un período de rápido crecimiento, tanto en las economías del centro como en las subdesarrolladas, un crecimiento propulsado, en parte, por la masiva reconstrucción de Europa y del Este asiático tras la devastación de la II Guerra Mundial, y en parte, por la nueva configuración socio-económica institucionalizada bajo el nuevo estado keynesiano. Un aspecto clave de esta última fueron los severos controles estatales de la actividad de mercado, el uso agresivo de políticas fiscales y monetarias para minimizar la inflación y la recesión, así como un régimen de salarios relativamente altos para estimular y mantener la demanda.

¿Qué pasó, pues?

Bien, este período de elevado crecimiento terminó a mediados de los 70, cuando las economías del centro se vieron inmersas en la estanflación, es decir, en la coexistencia de un bajo crecimiento con una inflación alta, lo que la teoría económica neoclásica suponía imposible.

Sin embargo, la estanflación no era sino el síntoma de una causa más profunda, a saber: la reconstrucción de Alemania y del Japón, así como el rápido crecimiento de economías en vías de industrialización, como Brasil, Taiwán y Corea del Sur, añadió una enorme capacidad productiva e incrementó la competición global, mientras que la desigualdad social, dentro de cada país, y entre países, limitó globalmente el incremento del poder adquisitivo y de la demanda, resultando así erosionada la tasa de beneficio. La drástica subida del precio del petróleo en los setenta no hizo sino agravar la cosa.

¿Cómo trató de resolver el capitalismo la crisis de sobreproducción?

El capital ensayó tres vías de salida del atolladero de la sobreproducción: la reestructuración neoliberal, la globalización y la financiarización.

¿En qué consistió la reestructuración neoliberal?

La reestructuración neoliberal tomó la forma del reaganismo y del thatcherismo en el Norte y del ajuste estructural en el Sur. El objetivo era la revigorización de la acumulación de capital, lo que se consiguió: 1) removiendo las restricciones estatales al crecimiento, al uso y a los flujos de capital y de riqueza; y 2) redistribuyendo el ingreso de las clases pobres y medias a los ricos, de acuerdo con la teoría de que se motivaría así a los ricos para invertir y alimentar el crecimiento económico.

El problema de esa fórmula era que, al redistribuir el ingreso en favor de los ricos, estrangulaba el ingreso de los pobres y de las clases medias, lo que provocaba la restricción de la demanda, sin necesariamente inducir a los ricos a invertir más en producción.

De hecho, la reestructuración neoliberal, que se generalizó en el Norte y en el Sur a lo largo de los años ochenta y noventa, tuvo unos pobres registros en términos de crecimiento: el crecimiento global promedio fue de un 1,1% en los 90 y de un 1,4 en los 80, mientras que el promedio en los 60 y en los 70, cuando las políticas intervencionistas eran dominantes, fue, respectivamente, de un 3,5% y de un 2,54%. La reestructuración neoliberal no pudo terminar con la estanflación.

¿En qué medida la globalización fue una respuesta a la crisis?

La segunda vía de escape global ensayada por el capital para enfrentarse a la estanflación fue la "acumulación extensiva" o globalización, es decir, la rápida integración de las zonas semicapitalistas, no-capitalistas y precapitalistas a la economía global de mercado. Rosa Luxemburgo, la celebrada economista y revolucionaria alemana, se percató de este mecanismo hace mucho tiempo, viéndolo como un mecanismo necesario para restaurar la tasa de beneficio en las economías metropolitanas. ¿Cómo? Ganando acceso al trabajo barato; ganando mercados, aun si limitados, nuevos; ganando nuevas fuentes de productos agrícolas y de materia primas baratos; y creando nuevas áreas para inversión en infraestructura. La integración se produce a través de la liberalización del comercio, removiendo los obstáculos a la movilidad del capital y aboliendo las fronteras para la inversión exterior.

China, ni que decir tiene, es el caso más destacado de un área no-capitalista integrada en la economía capitalista global en los últimos 25 años.

Para contrarrestar sus declinantes beneficios, un considerable número de corporaciones empresariales situadas entre las primeras 500 del ranquin de la revista Fortune han trasladado una parte significativa de sus operaciones a China, a fin de aprovechar las ventajas del llamado "precio chino" (las ventajas de costes derivadas de un trabajo barato chino aparentemente inagotable). A mediados de la primera década del siglo XXI, entre el 40 y el 50 por ciento de los beneficios de las corporaciones estadounidenses dimanaban de sus operaciones y ventas en el exterior, y señaladamente, en China.

¿Por qué la globalización no pudo superar la crisis?

El problema con esta vía de salida del estancamiento es que exacerba el problema de la sobreproducción, porque añade capacidad productiva. La China de los últimos 25 años ha venido a añadir un volumen tremendo de capacidad manufacturera, lo que ha tenido por efecto deprimir los precios y los beneficios. No por casualidad, los beneficios de las corporaciones estadounidenses dejaron de crecer hacia 1997- De acuerdo con un índice estadístico, las tasas de beneficios de las 500 de Fortune pasó de 7,15 en 1960-69 a 5,30 en 1980-90, a 2,29 en 1990-99 y a 1,32 n 2000-2002.

Dadas las limitadas ganancias obtenidas en punto a contener el impacto depresivo de la sobreproducción, ya a través de la reestructuración neoliberal, ya con la globalización, la tecera vía de salida resultó vital para mantener y elevar la rentabilidad. La tecera vía es la financiarización.

En el mundo ideal de la teoría económica neoclásica, el sistema financiero es el mecanismo, merced al cual los ahorradores, o quienes se hallan en posesión de fondos excedentes, se juntan con los empresarios que tienen necesidad de sus fondos para invertir en producción. En el mundo real del capitalismo tardío, con la inversión en industria y en agricultura arrojando magros beneficios por causa de la sobreproducción, grandes cantidades de fondos excedentes circulan y son invertidas y reinvertidas en el sector financiero. Es decir, el sistema financiero gira sobre sí mismo.

El resultado es que se ensancha el hiato abierto entre una economía financiera hiperactiva y una economía real en estancamiento. Como bien observa un ejecutivo financiero: "ha habido una creciente desconexión entre la economía real y la economía financiera en estos últimos años. La economía real ha crecido, pero nada comparable a la economía financiera... hasta que estalló".

Lo que no nos dice este observador es que la desconexión entre la economía real y la economía financiera no es accidental: que la economía financiera se disparó precisamente para hacer frente al estancamiento dimanante de la sobreproducción de la economía real.

¿Cuáles fueron los problemas de la financiarización como vía de salida?

El problema de invertir en operaciones del sector financiero es que equivale a exprimir valor de valor ya creado. Puede crear beneficios, de acuerdo, pero no crea nuevo valor -sólo la industria, la agricultura, el comercio y los servicios crean valor nuevo-. Puesto que los beneficios no se basan en la creación de valor nuevo o añadido, las operaciones de inversión resultan extremadamente volátiles, y los pecios de las acciones, las obligaciones y otras formas de inversión pueden llegar a divergir radicalmente de su valor real: por ejemplo, las acciones en empresas incipientes de Internet, que se mantuvieron por un tiempo al alza, sostenidas principalmente por valoraciones financieras en espiral, para luego desplomarse. Los beneficios dependen, entonces, del aprovechamiento de las ventajas orecidas por movimientos de precios que divergen al alza del valor de las mercancías, para vender oportunamente antes de que la realidad fuerce la "corrección" a la baja para ajustarse a los valores reales. El alza radical de los precios de un activo, mucho más allá de los valores reales, es lo que se llama la formación de una burbuja.

¿Por qué la financiarización es tan volátil?

Con la rentabilidad dependiendo de golpes especulativos, no resulta sorprendente que el sector financiero vaya de burbuja en burbuja, o de una manía especulativa a otra.

Puesto que está sostenido por una manía especulativa, el capitalismo inducido financieramente no ha dejado de batir registros en materia de crisis financieras desde que los mercados de capitales fueron desregulados y liberalizados en los 80.

Antes de la actual debacle de Wall Street, las más explosivas fueron la crisis financiera mexicana de 1994-95, la crisis financiera asiática de 1997-1998, la crisis financiera rusa de 1996, el colapso del mercado de valores de Wall Street de 2001 y el colapso financiero argentino de 2002.

El antiguo secretario del Tesoro con Bill Clinton, un hombre de Wall Street -Rober Rubin-, predijo hace cinco años que "las crisis financieras futuras serán con casi toda seguridad inevitables, y podrían llegar a ser hasta peores."

¿Cómo se forman, crecen y estallan las burbujas?

Sirvámonos, a modo de ejemplo, de la crisis financiera asiática de 1997-98.

* Primero: balanza de pagos y liberalización financiera impuestas por el FMI y el Departamento noteamericano del Tesoro.

* Luego, entrada de fondos extranjeros en busca de rápida y elevada rentabilidad, lo que significa que entraron en el Mercado inmobiliario y en el Mercado de valores.

* Sobreinversión, lo que llevó al desplome de los precios en el Mercado de valores y en el Mercado inmobiliario, lo que, a su vez, condujo al pánico y a la coinsiguiente retiada de fondos: en 1997, en unas pocas semanas 100 mil millones de dólares abandonaron las economías del este asiático.

* Rescate de los especuladores extranjeros por parte del FMI.

* Colapso de la economía real: la recesión se extiende por todo el Este asiático en 1998.

* A pesar de la desestabilización a gran escala, todos los intentos realizados para imponer regulaciones nacionales o globales del sistema financiero fueron rechazadas con razones puramente ideológicas.

Volvamos a la presente burbuja. ¿Cómo se formó?

El actual colapso de Wall Street arraiga en la burbuja tecnológica de fines de los 90, cuando el precio de las acciones de las empresas incipientes en el mundo de Internet se disparó, para luego desplomarse, resultando todo ello en la pérdida de activos por valor de 7 billones de dólares y en la recesión de 2001-2002.

Las laxas políticas monetarias de la Rerserva Federal bajo Alan Greenspan estimularon la burbuja tecnológica, y cuando está colapsó dando paso a la recesión, Greenspan, tratando de prevenir una recesión duradera, rebajó en junio de 2003 los tipos de interés a un nivel sin precedentes en 45 años (al 1%), manteniéndolo en ese nivel durante más de un año. Con eso lo que consiguió fue estimular la formación de otra burbuja: la burbuja inmobiliaria.

En fecha tan temprana como 2002, economistas como Dean Baker, del Center for Economic Policy Research, alertaron sobre la formación de una burbuja inmobiliaria. Sin embargo, en fecha tan tardía como 2005 el entonces presidente del Consejo Económico de asesores de la Presidencia de la nación y actual presidente de la Reserva Federal, Bern Bernanke, atribuía el incremento de los precios de la vivienda en EEUU a "unos fundamentos económicos robustos", y no a la actividad especulativa. ¿A quién puede sorprender que el estallido de la crisis subprime en verano de 2007 pillara a este hombrecito con la guardia totalmente baja?

¿Y cómo creció?

Oigámoslo de boca de uno de los propios jugadores clave en los mercados, de George Soros: "Las instituciones hipotecarias animaron a los hipotecados a refinanciar sus hipotecas aprovechando la revalorización experimentada entretanto por sus casas. Rebajaron sus criterios de préstamo e introdujeron nuevos productos, como hipotecas a interés variable, hipotecas que 'sólo servían intereses' y 'ofertas promocionales' con tipos de interés para partirse de risa. Todo eso animó a especular con la vivienda. Los precios de las casas comenzaron a subir a un ritmo de dos dígitos. Eso sirvió para retroalimentar la especulación, y el alza de los precios inmobiliarios consiguió que los propietarios de casas se sintieran ricos; el resultado fue el boom consumista que ha sostenido a la economía estos últimos años."

Observando las cosas más de cerca, se ve que la crisis hipotecaria no resultó de una oferta superior a la demanda real. La "demanda" estaba, por mucho, fabricada por la manía especulativa de promotores y financieros empeñados en conseguir grandes beneficios a partir de su acceso al dinero foráneo que inundó a los EEUU de la última década. Ingentes volúmenes hipotecarios fueron agresivamente ofrecidos y vendidos a millones de personas que, normalmente, no habrían podido permitírselo ofreciéndoles unos tipos de interés ridículamente bajos, ulteriormente ajustables para sacar más dinero de los propietarios de casas.

¿Pero cómo pudieron las hipotecas subprime degenerar en un problema de tales dimensiones?

Porque los activos pasaron entonces a ser "segurizados": quienes habían generado las hipotecas, procedieron a amalgamarlas con otros activos en complejos productos derivados llamados "obligaciones de deuda colateralizada" (CDO, por sus siglas en inglés), lo cual resultó relativamente fácil dado que trabajaban con diversos tipos de intermediarios que, sabedores del riesgo, se deshacían de esos títulos de valores lo más rápidamente posible, pasándolos a otros bancos e inversores institucionales. Esas instituciones, a su vez, se deshacían del producto, pasándolo a otros bancos y a instituciones financieras foráneas.

Cuando aumentaron los tipos de interés de los préstamos subprime, de las hipotecas variables y de otros préstamos inmobiliarios, el juego tocó a su fin. Hay cerca de 6 millones de hipotecas subprime, el 40% de las cuales entrarán en impago en los próximos dos años, según estimaciones de Soros.

A los que hay que añadir otros 5 millones de impagos en los próximos 7 años, derivados de los tipos hipotecarios variables y de otros "préstamos flexibles". Pero los títulos, cuyo valor se cuenta por billones de dólares, ya se han infiltrado como un virus en el sistema financiero global. El gigantesco sistema circulatorio del capitalismo global ha sido fatalmente infectado.

¿Pero cómo pudieron los titanes de Wall Street desplomarse como un castillo de naipes?

Lo que ocurrió con Lehman Brothers, Merrill Lynch, Fannie Mae, Freddie Mac y Bear Stearns fue, simplemente, que las pérdidas representadas por esos títulos tóxicos rebasaban por mucho sus reservas, lo que condujo a su caída. Y más caerán, probablemente, cuando sus libros de contabilidad, que en los que ahora esos títulos figuran en el Haber, se corrijan para reflejar el actual valor de esos activos.

Y muchos otros les seguirán, a medida que vayan quedando expuestas otras operaciones especulativas, como las centradas en las tarjetas de crédito y en las diferentes variedades de seguros contra riesgos. AIG cayó por causa de su gigantesca exposición en el área no-regulada de los contratos de protección crediticia derivada (credit default swaps), unos derivados financieros que permitían a los inversores apostar dinero a la posibilidad de que las empresas no pudieran devolver los préstamos.

Tales apuestas sobre impagos crediticios representan ahora un mercado de 45 billones de dólares, un mercado, como dicho, que carece de toda regulación. La ciclópea dimensión de los activos que podrían quedar dañados en caso de que AIG colapsara fue lo que movió a Washington a cambiar de idea e intervenir para rescatarlo, luego de haber dejado caer a Lehman Brothers.

¿Qué pasará ahora?

Puede decirse sin avilantez que habrá más bancarrotas y más nacionalizaciones e intervenciones públicas, desempeñando las instituciones y los bancos extranjeros un papel auxiliar del gobierno de los EEUU. Que el colapso de Wall Street irá a más y prolongará la recesión norteamericana. Y que la recesión en EEUU se comunicará a Asia y al resto del mundo, que sufrirá también una recesión, si no algo peor. La razón de esto último es que el principal mercado exterior de China son los EEUU y que China, a su vez, importa materias primas y bienes intermedios -de los que se sirve para sus exportaciones a los EEUU- de Japón, Corea y el Sudeste asiático. La globalización ha hecho imposible el "desacoplamiento". Los EEUU, China y el Este asiático andan ahora como tres prisioneros atados a una misma cadena.

¿Y en suma?

El desplome de Wall Street no sólo se debe a la codicia y a la falta de regulación estatal de un sector hiperactivo. El colapso de Wall Street hunde sus raíces en la crisis de sobreproducción que ha sido la plaga del capitalismo global desde mediados de los 70.

La financiarización de la inversión ha sido una de las vías de escape para salir del estancamiento, siendo las otras dos la reestructuración neoliberal y la globalización. Habiendo resultado de poco alivio la reestructuración neoliberal y la globalización, la financiarización pareció atractiva como mecanismo de restauración de la rentabilidad. Pero lo que ahora ha quedado demostrado es que la financiarización es una senda peligrosa que lleva a la formación de burbujas especulativas, capaces de ofrecer una efímera prosperidad a unos cuantos, pero que terminan en el colapso empresarial y en la recesión de la economía real.

Las cuestiones clave son éstas: ¿Cuán profunda y duradera será esta recesión? ¿Necesitará la economía de los EEUU generar otra burbuja especulativa para salir de esta recesión? Y si tal es el caso, ¿dónde se formará la siguiente burbuja? Algunos dicen que la próxima surgirá en el complejo militar-industrial o en el "capitalismo del desastre" sobre el que escribe Naomi Klein. Pero eso es harina de otro costal.
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BolPress - Bolivia/06/10/2008
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"No veo un escenario de catástrofe"

Diálogo con el portavoz de Lula para la región, que recorre la agenda bilateral, regional evinternacional.

“El eje Argentina-Brasil es la garantía del éxito de una política sudamericana”, afirma Marco Aurelio García.

Por Emiliano Guido
eguido@miradasalsur.com

Es uno de los principales arquitectos del proceso de integración regional. Sus consejos moldean cada paso estratégico del Cono Sur porque participa en la mesa chica del Presidente Luiz Inácio Lula Da Silva, que hila los denominadores comunes del subcontinente. Es que Marco Aurelio García tiene una agenda de trabajo acorde a su rol de asesor estelar en política exterior de la primera economía de Sudamérica. De ahí el peso de sus imprevisibles declaraciones cuando advierte a Miradas al Sur que “McCain es más favorable para la región”, o que “el populismo está vigente, pero en Europa”. Y como profesor de historia, califica la relación con Argentina como: “mejor, imposible”.

La entrevista se concreta en la Residencia del Embajador de Brasil en Buenos Aires, el recoleto Palacio Pereda. Es el ocaso de una tarde. No queda nadie en el parisino palacete y el silencio se torna espectral durante la espera a Marco Aurelio en un colosal salón. Finalmente, llega Marco Aurelio y rebosa optimismo. De entrada dice que en esta opaca primavera, le tocó vivir “un día de sol, un día peronista”. La mano derecha de Lula atesora en el tono de sus palabras el garbo de un intelectual, y a la vez, aún se percibe en ellas el fervor de un militante político de toda la vida.

–Lula dice que usted es una especie de infiltrado argentino en su gobierno ¿Por qué?

–(Ríe) Es un chiste simpático. Soy uno de los muchos del gobierno que defiende una integración muy fuerte con la Argentina. Porque tenemos la percepción de que el eje Argentina-Brasil es la garantía del éxito de una política sudamericana.

–El Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz equiparó la crisis del capitalismo con la caída del Muro de Berlín. ¿Acuerdan con este tono apocalíptico?

–Lo que no compartimos es en el fin del capitalismo como lo presagiaba, en el viejo sentido, la izquierda. El gran problema, hoy en día, no está en el diagnóstico de la crisis. La clave está, fundamentalmente, en saber qué respuesta le debemos dar a la misma. Si es una respuesta que desdibuje las políticas progresistas que fuimos construyendo en la región, o si va a fortalecer el camino que trazamos. Por eso no podemos entrar en un repliegue ni en una euforia irresponsable. No, el capitalismo tendrá su vigencia durante largo rato. Pero, sí, las ideas neoliberales están destrozadas.

–El real viene muy golpeado por el crac financiero.

–No, diría que la crisis tuvo un efecto hasta benéfico para el real porque nuestra moneda estaba muy sobrevalorada. Había todo un sector en Brasil –vinculado a los sindicatos y a las cámaras empresariales– que venía planteando al Banco Central una política de subvaloración del real.

–¿Y qué pasaría en el Mercosur si China desacelera su demanda de commodities?

–Claro que eso tendría un efecto negativo. Pero tengo mis dudas sobre una desaceleración del tipo como la de 1929. Por una razón muy sencilla: se construyó en los últimos años una nueva geografía industrial y comercial. Por eso, asistimos a un mundo multipolar desde lo económico.
El rol de China en la economía internacional es muy fuerte. Pero tiene muchas disyuntivas, y una gran frontera social a conquistar: su mercado interno. Un gran porcentaje de su población aún no está incorporado a la economía, y cualquier movimiento que signifique inclusión de estas masas implicará más proteccionismo chino.

–¿Considera que Barack Obama tiene una agenda más positiva para la región?

–Seamos sinceros, para América latina, desde el punto de vista estrictamente económico, no hay una diferencia fundamental entre Obama y McCain. Quizás, incluso, por cuestiones tradicionales McCain podría ser más favorable a un proceso de apertura a Sudamérica porque los republicanos son históricamente menos proteccionistas que los demócratas. Igual, el gran peligro es que EE.UU. se vuelva a replegar en lo económico y lo político. Porque como toda gran economía siempre tiene la tentación de refugiarse y cerrar fronteras para protegerse de las crisis.

–¿Para Brasil la Unión Sudamericana de Naciones (Unasur) debe ser el estadío final del proceso de integración? ¿Qué hacer, entonces, con el Mercosur?

–Son instancias de integración paralelas. El Mercosur tiene, además de una dimensión político-social, una dimensión comercial que el Unasur no puede tener. Porque en el interior de Unasur hay países que tienen distintos regímenes comerciales: Colombia intenta su Tratado de Libre Comercio con Washington, Perú ya lo tiene. Pero Unasur plantea una agenda interesante en términos de integración en infraestructura energética o financiera con el Banco del Sur. Son procesos paralelos que, quizá, luego confluyan.

–¿Adhieren a la candidatura de Néstor Kirchner al frente del organismo?

–Sí, lo apoyamos.

–¿La IV Flota de la Armada norteamericana es una amenaza a la soberanía de la región?

–No, es un error brutal de la política externa de los EE.UU. Me da la impresión de una iniciativa que se hizo al margen del Departamento de Estado, que tiene una visión muy realista de América del Sur. Es una medida inocua e inoportuna desde el punto de vista político.

–¿Cuál debe ser el rol de la región en la crisis boliviana?

–Lo que hizo en Santiago de Chile: solidaridad con el gobierno, defensa de los principios de integralidad territorial, apoyo a un gobierno constitucional. Pero seguir aconsejando una solución negociada en base al diálogo entre las partes en conflicto.

–¿Existen desencuentros entre Lula y Chávez? ¿Hay una disputa por el rumbo ideológico del Cono Sur?

–No, esa es una versión frívola de la política sudamericana. Nosotros no tenemos una política externa movida por modelos ideológicos. Nos guiamos solamente por los intereses nacionales de Brasil, que a su vez se realizan con los intereses de la integración. La relación con Venezuela es ejemplar. ¿Qué presidentes tienen, a nivel institucional, cuatro reuniones al año? Además, estamos asistiendo a Caracas para que desarrolle el segmento agrícola, que hoy no lo tiene.

–¿Hay distintos estilos de liderazgo, entonces?

–Sí, son liderazgos que corresponden a realidades concretas. Nuestra realidad esta más cerca de Argentina, Chile o Uruguay. Mientras que en Venezuela, Ecuador y Bolivia hay procesos más álgidos de confrontación social porque ahí las masas estuvieron mucho tiempo marginadas en el sistema político. De ahí la refundación institucional de esos países con las Asambleas Constituyentes.

–¿Cómo califica del 1 al 10 el presente de las relaciones bilaterales entre Argentina y Brasil?

–Mejor, imposible. Porque tenemos muy claramente identificados los intereses de los dos países. La relación ya era muy buena en el período del Presidente Kirchner y se profundizó más, ahora, con la Presidenta Cristina. Tenemos una interacción económica muy grande. El único aspecto negativo del vínculo sigue siendo el fútbol (risas). Pero, incluso en eso, mi equipo Internazionale tiene dos excelentes jugadores argentinos.

–Cristina dijo que siente envidia por la burguesía brasilera. ¿Considera que la gran asimetría entre los dos países sigue siendo la matriz de la burguesía nacional?

–Las clases sociales no son libres para crearse a sí mismas, son resultado de procesos históricos. Es cierto que Brasil hizo determinadas opciones en determinados momentos. Un solo ejemplo: la dictadura militar brasilera fue desarrollista, y no liberal como la argentina.

–¿Cómo se entiende que Lula logre su pico de popularidad con casi 6 años de gestión?

–Su popularidad es creciente, el último sondeo marca un 80 por ciento de aprobación. Creo que la gente está recogiendo ahora los éxitos de la política económica y social. Igual, la oposición no debe ponerse nerviosa: Lula no va a superar el ciento por ciento en las encuestas (risas).

–Como historiador, ¿qué le contesta a la prensa que califica a nuestros gobiernos como populistas?

–Que yo sepa la vuelta al populismo está ocurriendo en Europa: gobiernos centralizadores, liderazgos carismáticos, racismo. En el caso de América del Sur yo veo gobiernos populares.

–El Presidente de Ecuador dice que ganar las elecciones no es ganar el poder. ¿Acuerda?

–Discrepo en una cosa, el poder no es un lugar. Durante mucho tiempo la izquierda persiguió el Palacio de Invierno o la toma de la Casa Rosada. El poder es una relación de fuerzas. Y, por lo tanto, la política debe ser un ejercicio para operar en esa relación de fuerzas.

–¿Cómo va la pulseada?

–Hay idas y vueltas, pero si trazamos una línea, tenemos una situación progresiva

El Argentino - USA/06/10/2008

La 'Europa de los mercaderes', ante la crisis

Rosa Massagué
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La hoy Unión Europea (UE) y su antecesora, la Comunidad Económica Europea (CEE), nunca cerraron el debate de si esta amalgama de países europeos muy distintos debe aspirar a ser solo un mercado común, como lo fue en sus inicios, o aspirar a algo mucho más ambicioso como es una unión política. En este debate, la llamada Europa de los mercaderes por la que han circulado libremente los capitales desde 1990 (además de personas, bienes y servicios), ha tenido las de ganar. Ahora, con la crisis financiera iniciada en EEUU, pero con repercusiones globales, tampoco parece que esta Europa mercantil que se suponía sólida y mucho más compacta que su vertiente política, esté muy bien avenida.

Que la UE no sea verdaderamente una unión política dificulta el tratamiento de la crisis a este lado del Atlántico. No existe un ministerio de Economía o Finanzas europeo. Lo que hay es un Pacto de Estabilidad y Crecimiento y la coordinación de las políticas económicas, iniciativas que fueron establecidas para garantizar la disciplina presupuestaria a fin de evitar déficits excesivos y contribuir a la estabilidad monetaria. Y, naturalmente, está el Banco Central Europeo (BCE), pero con un campo de actuación limitado a los países de la zona euro y con poca capacidad de intervención.

Irlanda decidió actuar por su cuenta cuando anunció que iba a garantizar la totalidad de los depósitos en los bancos irlandeses sin informar al resto de la UE. Grecia hizo otro tanto. La posibilidad que se planteó en algún momento de un paquete de medidas parecido al trabajosamente aprobado en EEUU topó con la dificultad de saber quien tendría capacidad para gestionarlo y cómo. Nicolas Sarkozy, presidente europeo de turno, decidió, como es habitual en él, que había que hacer algo y convocó el sábado a una muy restringida y selectiva representación de la UE. Solo fueron llamados los países que son miembros del G-8 (además de la propia Francia, Alemania, Gran Bretaña e Italia), y los presidentes de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso; del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, y del BCE, Jean-Claude Trichet.

El resultado de la convocatoria fue magro. Los participantes se comprometieron a coordinar iniciativas, aunque cada miembro de la UE actuará por su cuenta, y a pedir una reunión del G-8 ampliada a los países emergentes. Poco más se podía acordar.

Este lunes ser reúnen los ministros de Economía y Finanzas de la UE que configuran el llamado Ecofin. Sería deseable que tomaran decisiones sensatas y particularmente que profundizaran en la coordinación, pero en esta Europa, los mercaderes siguen marcando el paso. Cada uno el suyo.
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El Periódico de Catalunya - España/06/10/2008
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¿Habría“nueva guerra fría” entre EEUU y Rusia?

El reciente conflicto de Georgia ha hecho más tensas que nunca las relaciones entre los Estados Unidos y Rusia. Los líderes de ambos países intercambiaban acusaciones en términos enérgicos. Ambas partes tomaban acciones militares tales como la entrada de buques de guerra de EEUU al mar Negro y el vuelo de bombarderos estratégicos rusos en Latinoamérica. Algunos analistas han afirmado que los dos países han entrado en las relaciones de “nueva guerra fría”. Por su parte otros han sostenido que ya se han iniciado prácticamente esas relaciones. La tensidad de las relaciones se debe en realidad a que los EEUU ha recurrido a la ampliación de la OTAN hacia el Este, el despliegue del escudo antimisiles y la “revolución de colores” para reducir la esfera estratégica rusa. Mientras tanto, se ha venido recuperando la conciencia de gran potencia en Rusia con la creciente estabilidad de su estructura política y el mejoramiento de su economía. Esto es precisamente lo que ha desatendido EEUU. Considerando inaceptables las acciones estadounidenses en su contra, Rusia ha iniciado contraataques. También hay otros analistas, que desacordes con esta tesis, han afirmado que las circunstancias actuales son diferentes de las de la época de “guerra fría” y que no existen ya los dos sistemas ideológicos antagonistas, ni los dos grupos militares en confrontación. Esto ha impedido a EEUU a organizar un grupo para enfrentar Rusia directamente. Por otra parte, Europa mantiene muy profundas relaciones económicas con Rusia, dependiendo en el 40 % del suministro de gas natural ruso. Y el volumen de comercio bilateral ha alcanzado los más de 200 mil millones de dólares. Cuando EEUU criticaba enérgicamente a Rusia, los países europeos apostaban por mantener intercambios de opiniones con el país y hacer mediaciones. Las actuales relaciones entre EEUU y Rusia son similares a las tradicionales que mantenían los diversos países antes de la primera guerra mundial. Si un país arremete con sus intereses marginales los intereses principales de otros países, esto provocará contraataques de éstos últimos, tal como ha ocurrido en la confrontación entre los dos países en el caso de Georgia. Si hay confrontaciones directas en los intereses núcleo, los diversos países medirán sus fuerzas conduciendo así a la guerra, tal como sucedió en las primera y segunda guerras mundiales. Tras la segunda guerra mundial, los grandes países han mostrado ciertas moderaciones al determinar sus intereses núcleo, y cierto respeto a los intereses fundamentales de sus adversarios, lo que ha ayudado a evitar las guerras directas entre ellos. Solo han ocurrido la guerra fría y las guerras indirectas y regionales entre los “agentes”. En las relaciones bilaterales, EEUU ha tomado la iniciativa, y Rusia ha desempeñado el papel de responderla. El primero ha tenido éxitos en sus esfuerzos por presionar la última, e incluso ha violado su límite de tolerancia, lo que ha provocado sus contraataques. Algunas integrantes de la ex URSS habían pertenecido a la esfera de los intereses estratégicos de Rusia en la historia, también en la ideología y la geopolítica, y Rusia no lo ha desatendido ni lo desatenderá jamás. En adelante, continuarán sus luchas encubiertas en estas zonas. Si EEUU no presiona Rusia de manera excesiva y respeta el límite de tolerancia de sus intereses fundamentales, ambos países podrían actuar de acuerdo con ciertos reglamentos de juego para ganar nueva esfera de intereses y hacer sus relaciones volver al camino de desarrollo más sano y menos tenso. (Pueblo en Línea)
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Pueblo en linea - China/06/10/2008
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ESPAÑA: Madres extranjeras

Castellón suma 1.898 alumbramientos en 2007 Los nacimientos de madres de otras nacionalidades representan el 29,76% del total
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El porcentaje de nacimientos de bebés de madres de origen extranjero rozó el 30% en 2007. Es el dato más alto de la Comunitat Valenciana, según confirmaron ayer fuentes de la Conselleria de Sanidad. Alicante se sitúa en segundo lugar con el 22,38% y, por último, Valencia, con un 18,36%.
Por hospitales, la Fe de Valencia, el General de Castellón y el de Torrevieja (Alicante) son los centros sanitarios que más partos de madres de otras nacionalidades registraron. La Fe contabilizó 1.488 alumbramientos, seguido del General con 1.013 bebés y el de Torrevieja con 756.
En la provincia de Castellón, al General le siguen la Plana de Vila-real con 559 nacimientos de madres extranjeras y Vinaròs con 326. En total, los tres hospitales públicos sumaron 1.898 alumbramientos de madres de origen extranjero durante el año pasado. Por nacionalidades, el 7,39% provienen de América central y del sur; el 5,57% de Europa del Este; y el 4,85% de África. Un 1,72% procede de Europa Occidental y América del Norte y un 0,92% de Asia y Oceanía.
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Balance 2007
Por otra parte, fuentes del departamento de Salud del Consell ofrecieron un primer balance de los niños y niñas nacidos durante 2007.
Los hospitales públicos de la Comunitat contabilizaron 54.789 partos con 55.584 nacimientos durante el año pasado. Estas cifras reflejan que los partos múltiples (gemelares, trillizos, etc.) sólo representan el 2,36% del total de los alumbramientos.
De estos recién nacidos, un total de 6.192 corresponden a hospitales de la provincia de Castellón (el 11,14%);19.190 a centros hospitalarios de la provincia de Alicante (34,52%); y 29.303 a hospitales de la provincia de Valencia (52,72%).
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ADN.es - España/06/10/2008
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AIEA pide establecimiento de zona libre de nucleares en Medio Oriente

La Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) hizo un llamado para el establecimiento de una zona libre de nucleares en Medio Oriente, en una resolución adoptada en la LII Conferencia General Internacional de la AIEA celebrada hoy aquí. Durante la votación en la conferencia general, 82 Estados miembros de la AIEA votaron a favor de la resolución, con la abstención de 13 países, incluyendo Israel y Estados Unidos. Se cree generalmente que Israel es ahora el único país en Medio Oriente que posee armas nucleares, aunque Israel no lo ha admitido hasta ahora. Además, el asunto nuclear de Irán ha atraído recientemente cada vez más la atención de la comunidad internacional. Algunos países, incluyendo Israel y Estados Unidos, han acusado a Irán de desarrollar armas nucleares bajo la cubierta de fines pacíficos. La AIEA también lo está investigando y pide a Irán que suspenda su actual enriquecimiento de uranio. Pero Irán insiste en que su programa nuclear es usado solamente para fines pacíficos y sigue aumentando su enriquecimiento de uranio. Con respecto a esto, el Consejo de Seguridad de la ONU ha aprobado tres resoluciones que contienen sanciones contra el plan nuclear de Irán.(XINHUA-CRI)
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Pueblo en linea - China/06/10/2008
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LPyC/06/10/2008

Las guerras y las crisis

Por: Jorge Gómez Barata
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Las guerras son hechos económicos. Las armas, las máquinas, la energía, los explosivos, las computadoras y los radares y todo lo que se consume, no sólo en los combates sino en el conjunto de las actividades militares, son productos del trabajo y todos tienen valor. Por frívolo que parezca, como cualquier otra mercancía, las armas, además de valor, tienen valor de uso que no por macabro deja de existir: matar es su utilidad.
El valor de uso de las mercancías confiere racionalidad al proceso económico y a la inversión realizada en su producción. Con las armas no ocurre así sino que, tanto cuando se utilizan o se obsoletizan sin haber sido empleadas, jamás justifican el gasto de recursos y de tiempo de trabajo socialmente necesario para producirlas.
Además de luchar contra la guerra por lo dañinas que resultan para la vida, la cultura y la condición humana, los políticos sensatos, los gobernantes, los parlamentos responsables y la sociedad civil, vigilan los presupuestos militares y se esfuerzan por evitar que aumenten. Los países que, comparativamente con otros de su mismo status, tienen o tuvieron en determinadas, etapas menos gastos militares, como Alemania y Japón (en la posguerra) tienen mejor desempeño económico que aquellos que dilapidan enormes recursos en la carrera de armamentos y en las guerras.
Los costos de las guerras no son sólo los relacionados con el material militar y las vituallas consumidas por los ejércitos. Los combates destruyen ciudades, convierten en ruinas fábricas, almacenes y comercios, aniquilan la infraestructura y hacen imposible la actividad económica. La guerra se lleva la vida de los jóvenes soldados y oficiales y sustraen de actividades socialmente útiles a cientos de millones de hombres.
Cuando como ocurre con las que libra Estados Unidos en Afganistán e Irak, además de ser criminales, las guerras son pésimamente administradas, volatilizando billones de dólares, los conflictos bélicos se integran a los factores desencadenantes de las crisis. Esta vez, no se trata sólo de la guerra, sino del modo corrupto en que sus costos son manejados.
Las escandalosas actividades de empresas multinacionales como Halliburton, Blackwater y la contratación de operadores privados para cumplir funciones de naturaleza militar, forman parte de la urdimbre de la crisis actual que no se reduce a las finanzas sino que afecta al tejido de la economía y la sociedad norteamericana en su conjunto.
La Primera Guerra Mundial fue la primera librada con "tecnología de punta"; en sus escenarios debutaron la aviación, los submarinos, los tanques y los carros de combate, las armas automáticas y las químicas. Durante la Segunda Guerra Mundial esa tendencia se acentúo. Al final se incorporaron las armas atómicas.
Desde entonces la esfera militar absorbe buena parte de los recursos destinados a la investigación cientifica, particularmente en las ramas más avanzadas. En ese proceso surgió y alcanzó un enorme desarrollo e influencia política, el complejo militar industrial, convertido en la más dinámica de las ramas de la economía y en la única que tiene asegurada sus ventas a los gobiernos, que generosa y puntualmente, pagan con el dinero de los contribuyentes.
De ese modo, usando a Irak como gigantesco polígono, cuando parecía difícil que el neoliberalismo aportara nada nuevo, apareció una especie de privatización de la guerra, convertida en un negocio que incluye la virtual legitimización del mercenarismo.
Como en una feria comercial, con amplia publicidad, grandes empresas de los países aliados de Estados Unidos comprometidos con la invasión y que de alguna manera formaban parte de la "coalición" agresora, participaron en licitaciones anticipadas para la reconstrucción de lo que todavía no había sido destruido, escenificando la primera destrucción de un país por encargo.
Como parte de un juego macabro y altamente rentable, las fuerzas armadas norteamericanas subarrendaron a entidades privadas operaciones de seguridad y mantenimiento del orden. De hecho, parte de la guerra, probablemente la más sucia se libra por operadores privados.
Asociándose a las transnacionales, al Complejo Militar Industrial, a los magnates de las finanzas, con un Congreso complaciente que actúa a merced de lobbistas, otorgando una tras otros todas las partidas solicitadas por el Pentágono y el presidente, Bush y Cheney, han inventado un capitalismo sin riesgos que ahora, cuando las cosas no marchan bien, recibe compensaciones por setecientos mil millones dólares. En todas partes los errores se pagan, en Estados Unidos se cobran: ¡A que precios!

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TeleSUR - Venezuela/06/10/2008