Economía de China hace pausa pero recuperación sigue intacta

Por Zhou Xin y Simon Rabinovitch

PEKIN (Reuters) - China reportó el martes datos de producción fabril e inversión que resultaron debajo de lo previsto, subrayando el motivo por el cual los funcionarios siguen recordando a los mercados que la tercera mayor economía del mundo aún no pisa terreno firme.

Pero las exportaciones sí mostraron señales de recuperación. Además, las importaciones de petróleo crudo y mineral de hierro llegaron a niveles récord y las ventas minoristas exhibieron la fortaleza que los funcionarios quieren ver en sus esfuerzos para alimentar la demanda doméstica.
En general, la serie de datos del martes sugirió que, si bien la expansión se modera tras un segundo trimestre a toda máquina, la recuperación sigue en camino y el Gobierno puede confiar en que logrará su meta de crecimiento de 8 por ciento para todo el año.

"Creemos que los funcionarios de Pekín se tranquilizarán con esta última serie de datos, al ver que están en el camino correcto", dijo Brian Jackson, un economista de Royal Bank of Canada en Hong Kong.

"Los datos muestran que la actividad sigue recuperándose en respuesta al fuerte estímulo de las políticas, pero también sugieren que la recuperación no está siendo exagerada, lo que debería calmar las preocupaciones sobre la liquidez excesiva", agregó.

"Las políticas de China no cambiarán en los próximos dos meses. Habrá alguna sintonía fina, pues crecerán los ingresos de capitales y el banco central tiene que retirar dinero del sistema", dijo Lian Ping, economista de Bank of Communications en Shanghái.

SIN PANICO

China ha liderado la salida de la recesión mundial más profunda en 80 años, gracias un paquete de estímulo gubernamental de 4 billones de yuanes (585.000 millones de dólares) centrado en la infraestructura y un aumento del crédito a niveles récord de parte de los bancos estatales.

Eso favoreció un crecimiento de 10,8 por ciento en la producción industrial en el año a julio, máximo en nueve meses y arriba de la lectura de 10,7 por ciento en junio, reportó la Oficina Nacional de Estadísticas. Sin embargo, no alcanzó las proyecciones de una expansión del 11,7 por ciento.

La inversión en activos fijos en áreas urbanas, como caminos y plantas de energía, también decepcionó, pues disminuyeron los proyectos respaldados por los Gobiernos central y locales.

En los siete primeros meses, el gasto de capital subió el 32,9 por ciento desde el mismo lapso del 2008, debajo del aumento de 33,6 por ciento en el primer semestre y de las proyecciones de 34 por ciento.

Sin embargo, los economistas decían que el cuadro general no había cambiado. "Continúa una clara tendencia de recuperación económica", dijo Lian.

Los economistas de Goldman Sachs, que subieron fuertemente sus cálculos para el crecimiento del 2009 y el 2010 el lunes, dijeron que las cifras industriales no eran un motivo para el pánico: el crecimiento del producto interno bruto de este trimestre sigue en camino a exceder el 9 por ciento comparado con el año anterior, dijeron.

Aparte, los números del comercio de China también fueron mejores de lo que parecían en la superficie.

Las exportaciones de julio se derrumbaron el 23 por ciento desde el mismo período del 2008 pero eso resultó mejor que la reducción que habían previsto los economistas, de 24,8 por ciento.

La caída anual de las importaciones en julio, de 14,9 por ciento, también fue menor de lo previsto.
(Reporte adicional de Michael Wei, Langi Chiang y Aileen Wang; escrito por Alan Wheatley)
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Artículo
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Reuters/11/08/2009

Paul Krugman alaba la labor de Bernanke y reclama un segundo plan de estímulo para la economía

PREMIO NOBEL DE ECONOMÍA 2008

Conferencia del Nobel de Economía, Paul Krugman. Carlos Márquez
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Madrid Nueva York.- Paul Krugman, ha defendido la reelección de Ben Bernanke como presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos. El premio Nobel de Economía 2008 considera que Bernanke se merece un segundo periodo de mandato debido a su acierto a la hora de combatir la crisis finaciera.

"Bernanke se ha ganado el derecho a un segundo mandato", ha apuntado Krugman en una entrevista concedida a Bloomberg. "Él ha convertido a la Fed en un intermediario financiero de último recurso. Cuando el sistema bancario falló en el reparto de capital a quienes lo necesitaron, Bernanke introdujo a la Reserva Federal en los mercados".

Estas declaraciones de Krugman coinciden con el próximo final del primer periodo de Ben Bernanke al frente del organismo estadounidense (previsto para el 31 de enero) y el debate que se ha creado en torno a la conveniencia de su reelección.

Al contrario que Krugman, otras voces se muestran contrarias a la renovación porque responsabilizan al presidente de la falta de transparencia de la Reserva Federal durante la gestión de la crisis financiera.

Por otro lado, el premio Nobel ha reclamado un nuevo impulso a la economía global en forma de segunda ronda de estímulo que evite una crisis prolongada, al estilo de la sufrida por Japón, y ha matizado que la situación actual no se puede comparar con la de la Gran Depresión.

"En estos momentos el mundo en general se asemeja al Japón de principios de los 90. No es una catástrofe, aunque no sabemos cómo se desarrollará. De hecho, el desplome global ha sido mucho peor que cualquiera ocurrido en Japón durante la década perdida".

El economista considera "fudamental" un nuevo paquete de estímulos para lograr una recuperación sostenible. "La buena noticia es que ya no parece que estemos ante la segunda Gran Depresión, como pareció durante algunos meses".

Krugman también ha rechazado los temores "excesivos" a que estos planes de estímulo puedan representar una amenaza desde el punto de vista de la inflación, ya que, en su opinión, no hay signos de inflación en el horizonte.

"Hay que entender que al inyectar dinero en el sistema, en su mayor parte se queda ahí. Es bastante sencillo retirarlo si la inflación comienza a ser una amenaza", ha dicho Paul Krugman.
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El Mundo - España/11/08/2009

Entrevista: Maras; un peligroso fenómeno.

Laura Etcharren.
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Los invito a compartir la entrevista que el Periodista Juan Carrá me realizó para el Diario El Atlántico de Mar del Plata sobre el estado embrionario de Maras en Argentina y la situación en Centroamérica.
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http://www.diarioelatlantico.com/diario/2009/07/31/76-el-estado-embrionario-de-un-peligroso-fenomeno.html
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La posibilidad de que las llamadas “Maras” se instalen en el país es una realidad. La socióloga Laura Etcharren, especialista en el tema, dialogó con El Atlántico sobre las implicancias del fenómeno.-

Oriundo de Centroamérica, el fenómeno de las Maras amenaza con irrumpir en la Argentina. La socióloga Laura Etcharren, especialista en el tema, en diálogo exclusivo con El Atlántico aseguró que de no existir una política seria en términos de seguridad este flagelo se instalará en el país con fuertes vínculos con el narcotráfico. Además, Etcharren sugirió que Argentina, Uruguay y Chile conforman un triángulo donde el estado embrionario de las Maras es un hecho.


-¿En qué se basa para decir que hay Maras en estado embrionario en el país?
-A partir de la penetración de los carteles de la droga en el país, se comienza a establecer un proceso de reorganización de los chicos en bandas que son captados y luego alineados por los narcotraficantes y/o el crimen organizado. Preparados mental y tácticamente para trascender la lucha entre pandillas que defienden el barrio, pasan a realizar trabajos que tiene que ver con los sicarios.
Por eso es importante aclarar que en Argentina no hay Maras. No obstante, lo que sí hay, es un estado embrionario de este fenómeno. Un estado larval de Maras significa pequeños brotes regados, minuciosa y lentamente, por la penetración del narcotráfico en el país frente a la permeabilidad de las fronteras, a la falta de un continente educativo que pueda sostener a los chicos en banda que buscan escalar y a la negación del problema que convierte a nuestra Nación en un espacio propicio para el desarrollo y arribo de las Maras vinculadas al narcoterrorismo.
Argentina integra junto a Uruguay y Chile lo que he dado en llamar Triángulo embrionario Latinoamericano de Maras.
Las diferencias con los países que padecen el fenómeno de manera concreta y materializada tienen que ver con las características sociales, históricas y económicas. Con nuevas formas de construcción de la subjetividad que fueron condicionando las formas de actuar y sentir.

-¿Qué elementos diferencian a las Maras de otro tipo de bandas delictivas?
-Básicamente, Bandas y Maras son agrupaciones de formación ecléctica. El eclecticismo más evidente se observa en la composición de las Maras. Resulta que, en ellas, se mezclan menores procedentes de la marginalidad con “cerebros” militares de alta complejidad que supieron captarlos; en cambio, las bandas se componen de individuos provenientes de distintos estratos sociales, en su mayoría, de bajos recursos. Vinculados a la exclusión social, son apetecibles para ser tentados e iniciarlos dentro de un nuevo campo, forjándolos para salir de ese embrión.
Algunos poseen capital cultural y otros carecen del mismo, conforme a la condición social de cada quien y a los intereses de superación que alberguen. Se creen poderosos por estar reunidos y se sienten vulnerables, puesto que además de pandilleros son parte de una generación contestaría y rebelde frente a todo.
Por su parte, las Tribus Urbanas tienen características más livianas pero no por ello menos preocupantes. Es decir que, bajo el lema que remite a que las condiciones que plantea el sistema capitalista no son igualitarias, se crea una construcción subjetiva que maneja un universo de significados distante de los parámetros que rigen la dinámica urbana relacional y laboral.
Se encienden, en el medio de las grandes ciudades, nuevas formas de presentación de las culturas juveniles. Las cuales, no son privativas de tal o cual clase social. Porque, de un tiempo a esta parte, los códigos de referencia, así como la elección de una estética que diferencie a un grupo de otro y al mismo tiempo de ese resto que siente que no los comprende, entiéndase sociedad de consumo, se ha convertido en un desafío al interior de algunos sectores de las nuevas generaciones y de las ya existentes.
Con lo cual, la contención de la familia como célula de la sociedad y la educación en el marco institucional se ven desbordadas ante los nuevos planteos contestatarios frente al orden social establecido.
De hecho, un país como Argentina, colapsado en todas sus esferas y embebido de la importación voluntaria de problemas, aparece como un espacio propicio para la creación de otras formas de agrupación. Sean nativas o bien, emergentes del arribo extranjero.
Tanto es así, que la proliferación de la violencia en cualquiera de sus formas representa ese colapso. Aunque también el hastío forma parte de esta profunda crisis de identidad que muchas sujetos creen sobrellevar mediante la edificación de nuevos modelos “culturales”. Modelos por los cuales, ingresan en una lucha demencial de conversión a prototipos o paradigmas imperantes.
En síntesis, las llamadas “Tribus Urbanas” están vinculadas a los estereotipos estéticos y al cliché del desencantamiento del mundo. Son nuevos conjuntos juveniles que utilizan la tecnología como una manera de relacionarse pero que conviven, en realidad, bajo el velo de una tensa tolerancia entre ellas mismas.

-¿Cuándo se podría hablar de Maras en Argentina? ¿Qué elementos serían los que tienen que aparecer?
-Si no se reconoce la ingerencia del narcotráfico al interior de los grandes grupos del poder político y económico; si se continúa reduciendo el problema de la inseguridad a la pobreza y a la marginalidad y no se toma conciencia del estado de situación atravesado por la anomia, el estado embrionario pasará a tener definitiva estructura de Maras en un tiempo casi inmediato.
Pensemos lo siguiente: Si bien no existe un relevamiento de datos específico, el número de pandillas en Argentina es cada vez más grande. Esta realidad se profundiza con la ignorancia y el desconocimiento voluntario. Entonces, la base existe. Son las pandillas, la violencia y la benevolencia de la ley.
En Argentina, una de las pandillas más sobresaliente es la de “Las Pirañas”, la cual encuentra semejantes en México. Allí, existe un grupo llamado de la misma manera que se enfrenta, como comúnmente sucede, con otro grupo. En este caso, “Los Dragones”.
Estos chicos, reunidos en pandillas, se metamorfosearon del mismo modo que las bandas en Argentina. Pasaron de los encuentros en las esquinas y las peleas a golpes de puños, al delito a gran escala y al uso de armas blancas y hasta, en algunos casos, de fuego.
Otras son “La Banda del Guacho”, el semillero Narco en el Barrio Chino dentro de la Villa 31 en Capital Federal. En Rosario explotaron “Las Fabelas” y “Los niños Populares”, y otras agrupaciones ubicadas en la zona del Abasto sin un nombre distintivo pero conformado en su mayoría por ciudadanos peruanos y bolivianos.

-¿Hay elementos socio culturales en nuestro país para que aparezca este fenómeno?
-La globalización, la pobreza, la mercantilización de las relaciones humanas, los avances tecnológicos y el crecimiento del narco-crimen como factor que mueve los hilos sociales del poder son algunos de los elementos disparadores para que surjan las pandillas y luego, las Maras.
Educación precaria y segmentada. Legitimidad de la ley al delito y ausencia de normas, son también instrumentos que nos convierten en una sociedad que no tiene capacidad para evitar los avances del delito a nivel local. Y somos además, un país que importa las características delictivas de países que conforman el Triángulo Maras Centroamericano (El Salvador, Honduras y Guatemala). De ahí los delitos con rasgos mafiosos y la presencia de droga en los ilícitos más destacados de los últimos tiempos.
Culturalmente, la sociedad argentina, tiene una tendencia sostenida a la adopción de normas de urbanidad, estilos de vida, usos y costumbres. Eso se observa desde típicas festividades norteamericanas hasta el vínculo que se establece con la droga desde las distintas clases sociales. Porque la droga o mejor dicho, su tráfico y consumo mantiene estrecha relación con una ideología narcótica que supera los estratos sociales en cuanto a las sustancias.
Cambian los niveles socio económicos pero no lo que se consume. De hecho, el paco, trascendió los barrios marginales y las villas.

-¿Cómo podría prevenirse? ¿Cómo evalúa la política de seguridad en general y este tema en particular?
-Primeramente, valiéndonos de esta distinción sobre la cual vinimos haciendo hincapié a lo largo de esta entrevista. Luego, aplicando programas de rigor tanto de formación como de educación en los cuales familia y escuela actúen dialécticamente no dejando todo en manos de una institución.
Además, debemos hablar de algo que tal vez pueda sonar trillado que tiene que ver con prevenir y tomar conciencia. Dos instancias que son los pilares para evitar, por un lado, el surgimiento de nuevas bandas y/o Maras y por otro lado, la expansión de las mismas en el mundo.
Con una política de seguridad débil como la que tenemos y con la existencia de grupos delictivos dentro de la policía, el problema no se supera. Lo mismo, si tenemos en cuenta que muchos apartados por causas de las fuerzas de seguridad son hoy los líderes de importantes grupos delictivos.
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*Laura Etcharren.
Socióloga, especialista en la problemática de Las Maras en Centroamérica y su estado embrionario en Argentina. Analista de Medios de Comunicación. Columnista de: Total News Agency. A.N.A News Agency (New York). Opiniones de Vanguardia (Montevideo/Uruguay).
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informesdemedios - Argentina/11/08/2009

Agradecimiento

PREMIO ANTILOPE TIBETANO DE ORO
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Por Juan Gelman*

“Trascender la realidad y la materia. Reconstruir la poesía y el mundo espiritual del ser humano” es el lema de este festival. Y a decir verdad, este paisaje que recuerda dos versos de Hu-liu Kim escritos en el siglo VI, “El cielo es azul, azul/la llanura inmensa, inmensa”, invita a reflexionar sobre el tema. No es fácil. ¿Qué significa reconstruir la poesía? Ningún poeta nace de la nada y, cada uno a su manera, sigue el consejo de Basho: no hay que imitar a los antiguos, hay que buscar lo mismo que ellos buscaron. Es cierto que vivimos en una época en la que la improvisación, la trivialidad y la ligereza parecen dominar. Pero el poeta abre caminos interiores para escribir cada poema, desbroza las malezas de su subjetividad, no escucha el estrépito de la palabra impuesta. No vive para escribir, escribe para vivir, como recordó alguna vez la gran poeta rusa Marina Tsvetáeva. Pienso que lo que hay que reconstruir es este mundo, esta vida. Sigue en pie la pregunta que se hizo Li Tong-yang hace 500 años: “¿Qué hacer? ¿En qué se van a convertir los vivos?”.

Visité China por primera vez en 1960 y por segunda vez en 1964. Cuando volvía visitarla en abril de 2009, 45 años después, percibí el enorme cambio entre un país que salía de la esclavitud, del hambre y la miseria gracias a la Revolución, y el país de hoy, que goza de un extraordinario desarrollo económico y un creciente bienestar del pueblo. Llevaría mucho tiempo detallar lo que vi entonces y lo que veo ahora, y este aparente desvío del discurso tiene que ver con la pregunta de Li Tong-yang.

El 13 de abril pasado, el gobierno chino dio a conocer el Plan de Acción Nacional en materia de derechos humanos que garantiza la vigencia de los derechos básicos, civiles y políticos de toda la población, incluidos los niños, mujeres y ancianos, las minorías étnicas y los discapacitados. Imposible encontrar en los medios occidentales una sola palabra al respecto. Se explica: apenas son 26, con China ahora, los países que han aceptado las recomendaciones que la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó en esta esfera en 1993.

El gobierno reconoce en la Introducción del Plan de Acción que “China aún tiene un largo camino por delante en sus esfuerzos destinados a mejorar la situación en materia de derechos humanos”. Al recorrer ese camino, sin duda se abolirá la pena de muerte, aumentará la independencia del Poder Judicial, se flexibilizará la censura en los medios y las casas editoriales, se liberará a los presos por razones políticas que no hayan atentado contra la seguridad del Estado, se investigará y dará justo castigo a los responsables de la desaparición de personas, de niños en particular, y se adoptarán otras medidas pertinentes.

Hay, sin embargo, algo que no se debe olvidar: EE.UU. y otra potencias occidentales alimentan a los grupos terroristas y separatistas que procuran despedazar a China en feudos y virreinatos débiles y fáciles de dominar. China es una con el Tibet y Taiwan desde el fondo de los siglos y su desmembramiento crearía una situación muy grave para todo el mudo. Pero eso poco importa a los que agitan hipócritamente las banderas de la libertad y la democracia solamente movidos por la avaricia y la llamada ley del beneficio máximo.

No todo es perfecto en China, desde luego, y me pregunto cómo podría ser de otra manera en un país de 1330 millones de habitantes, un quinto de la población mundial, que agrupa a 56 minorías étnicas y posee una cultura de 30 siglos admirable, pero también el peso de mores y costumbres acuñadas a lo largo de esos 30 siglos. Es muy corto el tiempo histórico transcurrido desde el triunfo de la Revolución en 1949, y aun así su progreso es constante.

China avanza con rémoras del pasado y aromas ya presentes del futuro, cumpliendo el deseo que el gran poeta Tu Fu expresó hace 12 siglos cuando un viento de otoño se llevó el techo de su choza y lo dejó a la intemperie de una lluvia impiadosa. Escribió:

¿Cómo construir un edificio inmenso de mil y diez mil vigas

que abrigue a los pobres letrados del mundo entero,

/donde todos vivan alegres,

que sea sólido como una roca, que ni la lluvia ni el viento lo

/puedan lastimar?

Ah, cuando vea surgir esta morada ante mis ojos

que se destruya mi choza, que el frío me mate: moriría

/contento.

Es un deseo que comparten los miles de millones de desheredados de este mundo.

* El 9 de agosto, Juan Gelman recibió el Premio Antílope Tibetano de Oro que otorgan el gobierno de la provincia de Qinghai y el Instituto Chino de Poesía. Estas fueron sus palabras de agradecimiento. Introdujo sus palabras con una mención especial a los responsables de la distinción: “Quiero, ante todo, agradecer al jurado del Premio Antílope Tibetano de Oro, que por primera vez se otorga en el marco de este Segundo Festival Internacional de Poesía del Lago Qinghai, así como a quienes hacen posible el festival y esta honrosísima distinción que hoy se me concede: el gobierno de la provincia de Qinghai y el Instituto de Poesía de China. Agradezco en particular las generosas palabras del presidente de la Comisión Organizadora del Festival y del jurado, el poeta Jidi Majia”.
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Página/12 - Argentina/11/08/2009

“Ya no podemos manejar falsas dicotomías”

RAANAN REIN, EL HISTORIADOR ISRAELI QUE DESMITIFICA LA RELACION DE PERON CON LA COMUNIDAD JUDIA

“Ya no podemos manejar falsas dicotomías”
Se doctoró en Historia en la Universidad de Tel Aviv, pero se dedica a investigar el peronismo y, particularmente, su relación con los argentinos judíos. Raanan Rein dice que hubo mucha exageración en la imagen de la Argentina como “el” refugio para los nazis. Y demuestra cómo se construyó la idea del supuesto antisemitismo del primer peronismo.

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Por Verónica Engler

–¿Qué lo llevó, como historiador israelí que se desempeña en una universidad hebrea, a interesarse por América latina y especialmente por Argentina, para luego focalizar en el fenómeno del peronismo?

–En realidad yo empecé a trabajar sobre la historia de España, no de América latina, y bajo la influencia de un profesor mío trabajé mucho sobre la dictadura franquista. Y cuando tuve que elegir tema para mi tesis doctoral, opté por la relaciones entre España y Argentina durante la década peronista. Para hacer esto fuimos a España y estuvimos ahí por un año trabajando en distintos archivos y centros de documentación, luego vinimos a Buenos Aires, y también acá nos quedamos un año. Cuando llegué a Buenos Aires de inmediato me enganché con la sociedad argentina, que me pareció tan fascinante. Pero si le pregunta a mi esposa, que ella nació aquí, en Villa Crespo (el barrio donde tuvo lugar la entrevista), ella va a decir que bajo su influencia yo decidí dedicarme a temas argentinos. Imagino que algo de eso también está. Pero sobre todo yo decidí trabajar sobre la historia argentina por curiosidad intelectual, porque esta sociedad de inmigrantes, que siempre está en búsqueda de su identidad colectiva, me fascinó. Y como yo decidí trabajar sobre la segunda mitad del siglo XX, era casi imprescindible estudiar el fenómeno peronista.

–Hoy, luego de dos décadas de investigaciones, ¿qué sabe acerca del peronismo?

–Hoy me queda mucho más claro lo heterogéneo que fue este fenómeno. Me queda claro que ya no podemos manejar falsas dicotomías, y que para entender el peronismo hay que comprender la dimensión social y cultural de este fenómeno. Si uno analiza la producción historiográfica acerca del peronismo, lo que va a notar es un cambio desde trabajos que se centraron en explicaciones estructurales acerca del porqué, de cómo surgió el peronismo y qué clase de apoyo tenía. Pero los estudios de los últimos años intentan descifrar lo cotidiano, cuál fue la vida diaria bajo el régimen peronista, distintos aspectos sociales y culturales. Cuando uno se acerca a estos aspectos, queda muy claro que muchos de los estereotipos acerca del peronismo son, si no falsos, por lo menos exagerados o distorsionados.

–Leyendo sus trabajos da la sensación de que usted se ha dedicado a derribar mitos en torno del peronismo: como el de la buena relación entre Perón y Franco, o el de la Argentina peronista como “refugio” de criminales nazis, o el del antisemitismo peronista o inclusive el de la relación directa de Perón con las masas. ¿Cómo llega a estos temas?

–Como investigador extranjero, como un outsider, tengo seguramente muchas desventajas comparado con los investigadores locales. Estoy seguro de que de vez en cuando pierdo algunos matices o no siempre logro entender el significado de un evento u otro. Sin embargo, tengo también ciertas ventajas. Al no estar metido en las internas de las políticas argentinas, al no tener que declararme peronista o gorila, sin tener el intento de usar el pasado con fines contemporáneos, me parece que eso me deja la libertad de evaluar algunos fenómenos, algunos procesos, con sus claros y oscuros, y no caer en estas dicotomías binarias, no me interesa glorificar a Perón ni al movimiento justicialista, ni demonizarlos.

–Algunos de sus trabajos se centran en las segundas líneas de la dirigencia peronista, poniendo en cuestión el eslogan “entre Perón y la gente no hay dirigentes”. Usted, en cambio, plantea que sí había dirigentes y que además brindaron un importante aporte a la movilización en apoyo a Perón, a la estructuración de su liderazgo y a la modelación de la doctrina justicialista. ¿Cómo llega al tema de las segundas líneas?

–En cierto modo, peronistas y antiperonistas han contribuido a este mito del Perón todopoderoso, unos para glorificarlo, otros para demonizarlo. Pero de hecho, si uno lee los documentos acerca de distintas políticas del gobierno peronista, muchas veces Perón estaba ausente, en forma casi conspicua. Muchas decisiones se toman y se implementan sin el involucramiento de Perón. Y al encontrar en distintos archivos en España, en Gran Bretaña, en Estados Unidos, en Israel, tanta documentación que no hace referencia directa a Perón, me quedé pensando si no hemos caído todos en este mito acerca del Perón todopoderoso que estaba manejando cualquier aspecto de la política gubernamental. Y cuando empecé a trabajar sobre la Secretaría de Trabajo y Previsión, es decir, durante la época del gobierno militar, antes de las elecciones que ganó Perón en 1946, me pregunté: ¿cómo es que Perón, que llegó con muy poca experiencia en temas sociales y gremiales, empieza a elaborar decretos de política social relativamente de avanzada en muy poco tiempo? Y estaba claro que contaba con el asesoramiento de gente que sí estaba muy al tanto de la realidad económica y social, y de los intentos previos de legislación laboral. Entonces empecé a buscar las figuras que estaban alrededor de él y que de alguna manera lo educaron y convencieron para adoptar cierta política social. Perón era muy inteligente, con una gran capacidad de absorber ideas de otra gente que estaba alrededor de él. Pero sin este papel de los dirigentes mediadores no hubiera sido posible elaborar una doctrina o un pensamiento social para el peronismo. Ahora, la movilización del apoyo popular no era tan fácil, hubo mucha resistencia en la mayoría de los sindicatos, con su tradición izquierdista, hacia el liderazgo carismático de un coronel. Hacían falta mediadores para convencer a distintos sectores dentro del movimiento obrero, del sector empresario, de los grupos nacionalistas, para apoyarlo a Perón. Entonces, yo al principio puse énfasis en el rol jugado por cinco personas en la elaboración de la doctrina justicialista y en la movilización para el apoyo del peronismo: Juan Atilio Bramuglia (ministro de Relaciones Exteriores) y Angel Borlenghi (ministro del Interior), ambos vinieron del Partido Socialista; Domingo Mercante (gobernador de la provincia Buenos Aires), que había trabado amistad con Perón en el Ejército; Miguel Miranda (ministro de Economía), que logró reclutar el apoyo de ciertos industrialistas y empresarios; y José Figuerola (asesor en la Secretaría de Previsión Social), que intentó importar el modelo de la dictadura de Primo de Rivera a la Argentina. Me parece importante señalar el papel que cada una de estas figuras jugó en estos terrenos.

–¿Por qué usted plantea que es exagerado ver a la Argentina del primer peronismo como “el refugio” de criminales de guerra nazi?

–Con el tema de la entrada de criminales de guerra nazis a la Argentina me parece que una vez que decidí adoptar la perspectiva comparativa y ver lo que pasaba en otros países, llegué a la conclusión, al igual que algunos otros investigadores, como el canadiense Ronald Newton, de que hubo mucha exageración y algo de distorsión en la imagen de la Argentina como el país que se hizo “el” refugio para los nazis. Es cierto que entraron acá muchos simpatizantes con el Tercer Reich, alemanes colaboracionistas y algunas decenas de criminales de guerra, y no justifico la entrada ni de uno de ellos, pero sin embargo entraron también en la Unión Soviética, en los Estados Unidos, en Canadá, Australia, y otros países.

–¿Cómo era la relación de Perón con la comunidad judía? ¿Por qué se ha instalado fuertemente la idea de que tanto él como el partido peronista eran antisemitas?

–Con respecto a la relación entre Perón y los argentinos judíos, ése es un estudio que estoy terminando en estos días. Aquí también me parece que los investigadores han cometido ciertos errores. Por un lado, porque se dedicaron nada más a la posición de las instituciones comunitarias judías, la DAIA o de la AMIA, mientras que la mayoría de los judíos argentinos no se han afiliado a las instituciones comunitarias. Yo intenté encontrar figuras judías en el movimiento obrero, intelectuales y hombres de negocios que apoyaban al peronismo. Y para mi sorpresa, hubo muchos más judíos que apoyaban al primer peronismo de lo que normalmente tendemos a pensar. Además, lo que estoy enfatizando en mi estudio es el esfuerzo sistemático por parte de las instituciones judías de borrar por completo la memoria del apoyo de ciertos sectores judíos hacia el peronismo. Y por lo tanto, mi esfuerzo es rescatar estas figuras, estos grupos, que sí apoyaban al peronismo, y mostrar que la comunidad judía, como cualquier otra comunidad en este país u otro, no es homogénea, tuvo disidencias, conflictos, contradicciones, romper un poco con la imagen homogénea de los judíos, como si todos hubieran sido hostiles al peronismo. Por su parte, Perón y Evita hicieron esfuerzos para luchar en contra del antisemitismo y en pro del Estado de Israel. Eso está bien claro y demostrado con mucha documentación argentina, israelí y de organizaciones internacionales.

–¿Por qué hubo este empeño desde las organizaciones judías en borrar esta historia o, como usted ha comentado en alguna ocasión, en “desperonizar” a la comunidad judía?

–A partir del año ’55, después de la caída de Perón, no era políticamente correcto apoyar al peronismo. Además, los dirigentes judíos tenían miedo de ciertas represalias por parte de las nuevas autoridades de la Revolución Libertadora, y por lo tanto hicieron un esfuerzo, que para mí tuvo más éxito que la desperonización de la sociedad argentina en general. Y este esfuerzo de tapar, de no mencionar el apoyo de ciertos judíos o grupos de judíos al peronismo continuó hasta el principio de los años ’70. Por lo menos hasta finales de los años ’60 hubo cierto rechazo hacia todos los judíos sospechados de colaboración con el régimen de Perón. Pero las reservas de muchos judíos hacia el peronismo no tenían tanto que ver con su condición étnica como judíos, sino con su estatus económico social, muchos de ellos de las capas medias. Entonces, como muchos otros argentinos de este estatus económico social, tenían sus reservas acerca de este régimen obrerista, digamos. Muchos de los comerciantes y hombres de negocios se beneficiaron de las políticas económicas del gobierno peronista. Muchos obreros judíos estaban a favor del peronismo. Normalmente se dice que los judíos tienen una larga memoria. Puede ser. Pero la memoria de los judíos, como la de cualquier grupo social o étnico, es selectiva, y hay una lucha permanente entre lo que queda afuera y lo que queda dentro. Yo intento rescatar la memoria de estos judíos que sí apoyaban al peronismo.

–...que mayormente estaban agrupados en la Organización Israelita Argentina (OIA), ¿verdad?

–Sí, el grupo más conocido es el de la OIA, que era, digamos, la sección judía del peronismo. Por falta de documentación, y eso es lamentable, no sabemos lo suficiente acerca de este grupo: del número de afiliados judíos, de sus sucursales en el interior del país. Porque en 1955 las fuerzas de seguridad allanaron los locales de la OIA, y de hecho tenemos muy pocos documentos aparte de las declaraciones aparecidas en la prensa contemporánea. Y por lo tanto, es difícil evaluar el peso de la OIA dentro del seno de la colectividad judía, y el tamaño y la magnitud de sus actividades. Lo que está claro es que le ofrecieron a Perón un espacio para hacer públicas sus posiciones en contra del antisemitismo y a favor del Estado de Israel, y llegaron a gestionar distintos beneficios para la colectividad judía, como la legalización de inmigrantes que habían entrado en forma clandestina al país, como el artículo en la Constitución de 1949 en contra de la discriminación y hay otros ejemplos. El cuadro que intento pintar es mucho más matizado. No se trata de un grupo oportunista que intentaba aprovechar el peronismo pero no tenía ninguna convicción ideológica o ningún aprecio hacia la política social y económica del peronismo. Pero hubo también otros grupos. En otro estudio que estoy completando me dedico al equipo editorial del suplemento cultural del diario La Prensa, cuando pasa a manos de la CGT. Mucha gente no lo sabe, pero el equipo editorial de este suplemento cultural estaba compuesto de intelectuales judíos, con la dirección de César Tiempo, con el nombre original de Israel Zeitlin, y con intelectuales como Bernardo Koremblit, León Benarós y Julia Prilutzky Farny. El número de judíos que contribuía a ese suplemento cultural es bastante notable. Es decir, que en su momento abrió las puertas a muchos judíos que no siempre podían publicar sus obras en otros espacios. Así que, aparte de la OIA, hubo otros grupos y otros intelectuales judíos que apoyaban al peronismo.

–Dado que después de la Revolución Libertadora muchos documentos desaparecieron y que gran parte de la comunidad judía no estaba afiliada a las instituciones religiosas, ¿cómo se hace, en este contexto de falta de información, para estudiar el fenómeno de la adhesión de parte de la comunidad judía al peronismo?

–Este es el gran desafío para el historiador. Porque es relativamente fácil ir a los archivos de las instituciones judías. Es más difícil llegar a las opiniones de los judíos que no estaban afiliados a las instituciones comunitarias. Lo que hice en los últimos meses, con la ayuda de un joven argentino acá, es un proyecto de historia oral, una serie de entrevistas con familiares de los dirigentes de la OIA. Y también la ORT tiene un proyecto interesante de historia oral, en el que se pueden escuchar testimonios de muchos judíos que hablan con nostalgia de esta década del ’46 al ’55, es decir que muchos no tienen esta imagen negativa del peronismo. Por otro lado, siempre estoy en la búsqueda de memorias, diarios, cartas, es decir, archivos privados, no institucionales, en donde uno puede llegar a escuchar otras voces que normalmente no escuchamos en la historiografía institucional.

–Usted, como otros autores, dice que durante el peronismo hubo una ampliación de la ciudadanía. Y además agrega que esa ampliación, para los judíos, significó concretamente comenzar a ocupar lugares que antes les estaban vedados, como por ejemplo puestos clave dentro del gobierno.

–Claro, es cierto. Por primera vez los judíos argentinos con el peronismo se integran mejor que antes, y llegan a entrar a ciertos ministerios, entidades y organismos que antes estaban prácticamente cerrados para los judíos. Se ha trabajado bastante acerca de los nuevos significados que ha atribuido el peronismo a la ciudadanía a este país, pero sin embargo, no conozco casi ningún trabajo que esté dedicado a la dimensión étnica de este proceso. No conozco estudios que muestren cómo distintos colectivos étnicos, como árabes, japoneses, armenios y judíos, se han beneficiado de este nuevo significado que ha dado el peronismo a la ciudadanía. No sé si con este mito del crisol de razas los historiadores argentinos no han dedicado suficiente atención a la dimensión étnica de muchos procesos sociales en este país.

SUBNOTAS
La función social del pasado

Página/12 - Argentina/11/08/2009

LAS BASES DE LA POLEMICA

LOS PRESIDENTES SUDAMERICANOS SE REUNIRAN EN BARILOCHE A FIN DE MES PARA DISCUTIR SOBRE LAS BASES MILITARES NORTEAMERICANAS EN COLOMBIA
INESPERADO DEBATE EN LA CUMBRE DE UNASUR EN QUITO
Hugo Chávez dijo que “soplan vientos de guerra” en la región por las bases militares de EE.UU. en Colombia. Rafael Correa lo apoyó. Lula da Silva llamó a un diálogo que incluya al propio Obama. Cristina Fernández de Kirchner propuso discutir el tema en una nueva reunión, que se fijó para fin de mes en Bariloche

Un viaje de egresados con un clima belicoso
No estaba pensado que el tema se tratara en la cumbre de la Unasur de ayer en Quito. Pero Chávez advirtió que por las bases militares soplaban “vientos de guerra”. Cristina Kirchner propuso un nuevo encuentro que se hará en Argentina.

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Los presidentes deliberaron en un convento histórico, donde los realistas firmaron su capitulación en 1822.
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Por Daniel Miguez
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Desde Quito

Cuando se daba por terminada la Cumbre de la Unasur, con el traspaso de la presidencia pro témpore de la chilena Michelle Bachelet al ecuatoriano Rafael Correa, y sin que apareciera en agenda la cuestión de las bases militares estadounidenses en Colombia –debido a la falta de acuerdo en la discusión entre cancilleres de la noche anterior–, apareció fuera de programa lo más fuerte del encuentro. Tratando de disimular la incomodidad de los asientos del siglo XVII de la histórica e imponente sala capitular del Convento de San Agustín, el venezolano Hugo Chávez pidió la palabra para referirse al tema con duras críticas a Estados Unidos y un temerario “vientos de guerra comienzan a soplar”. Esto obligó a Correa a sumar su voz y alertar sobre la gravedad de la situación que se plantea en Colombia. Le siguió el brasileño Lula da Silva instando a no transformar a la Unasur “en un club de amigos rodeado de enemigos” e invitó al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para hablar “profundamente” sobre la relación de su país y América del Sur. Finalmente, Cristina Kirchner propuso un encuentro de presidentes para tratar sólo ese tema. Correa le pidió si podía ser en Buenos Aires. “Encantada”, contestó. Después la Presidenta propuso que fuera en Bariloche, y así la cumbre quedó establecida para el 27 o 28 de agosto.

Un diálogo de este tipo entre los presidentes, con la franqueza facilitada por la improvisación, es inusual delante del periodismo, pero Chávez rompió el molde y obligó a los otros a no quedarse callados. Como si lo hubiera empujado el Bicentenario de la Revolución de Quito (equivalente a nuestro 25 de Mayo) y especialmente ese escenario, donde renunció el 10 de agosto de 1809 el presidente de la Real Audiencia dejando el gobierno en manos patriotas y donde en 1822 los realistas firmaron la capitulación luego de la batalla de Pichincha, Chávez dijo que si Venezuela era atacado por Colombia “la respuesta será militar”. Eran palabras muy espesas.

“El gobierno de Colombia hoy defiende la tesis del ataque preventivo, está a la orden de las provocaciones. Venezuela está en la lista. El anuncio de instalación de bases en territorio colombiano puede convertirse en una tragedia. Cumplo con mi obligación de alertar: vientos de guerra comienzan a soplar”, dijo Chávez.

Al pedir la palabra (“cinco minutos nada más”), Chávez le aclaró a Correa: “No quiero sabotear tu acto”. Y después expuso que “Venezuela se siente amenazada, no sé si Ecuador, pero este país fue bombardeado hace poco”. Sentado a tres metros de Correa, se le ocurrió este ejemplo para reafirmar su posición: “Venezuela no permitirá que le hagan lo que a Ecuador”, lo que sonó como una frase desafiante para Correa. Se refería al bombardeo de Colombia en territorio ecuatoriano contra un campamento de las FARC en marzo de 2008.

Correa tomó el guante, y luego de explicar que el tema no había sido tratado porque había sido delegado en un encuentro de ministros de Defensa y cancilleres el 24 de agosto, se alineó con la parte del discurso de Chávez que enfatizaba sobre el peligro que era para la estabilidad de la región que se instalara una base estadounidense. También desestimó las posturas de los países que sostienen que es una cuestión soberana de Colombia. “Cuando alguien desarrolla energía nuclear es un peligro para todos, pero cuando los amenazados somos nosotros es una cuestión de soberanía de cada país”, lanzó Correa. “Si yo permitiera bases en Ecuador pasaría a ser un demócrata e insigne presidente”, ironizó.

Correa negó una vez más las acusaciones que le hace el gobierno colombiano de tener vínculos con las FARC y descargó críticas sobre la postura de Uribe, haciendo un equilibrio entre la defensa de los intereses de su país y el terreno más complicado al que lo convocaba Chávez.

Paños fríos

Luego pidió la palabra Lula, que indirectamente le respondió a Chávez al decir que “no podemos hacer de Unasur un club de amigos rodeados de enemigos” y propuso que los presidentes del organismo regional “hablemos entre nosotros con más sinceridad”. También sugirió que fuera invitado Obama para poder tener “una discusión profunda sobre su relación con Sudamérica”.

Cristina, que antes de la cumbre había comentado a sus colaboradores que si el tema Colombia surgía seguramente lo plantearían “los presidentes de los tres países limítrofes con Colombia” (Venezuela, Ecuador y Brasil), sólo habló luego de que eso efectivamente hubiera ocurrido, aunque el comienzo la tomó por sorpresa. Cuando la locutora oficial dio por finalizada la cumbre, la Presidenta fue la primera en salir al patio del convento para la toma de la foto oficial con todos los presidentes, quizá por el síndrome de las llegadas tarde a esa ceremonia en otras cumbres. Pero volvió presurosa cuando escuchó que Chávez estaba hablando en el recinto.

La Presidenta tomó para sí las palabras de Lula –a Argentina le preocupa el tema Colombia, pero no quiere plantear una posición antiestadounidense– y se desmarcó con sutileza de Chávez. Pidió una pronta cumbre de presidentes para tratar el tema de las bases, pero incluyendo una gestión para convencer de que participe al presidente de Colombia, Alvaro Uribe. Ayer fue uno de los tres ausentes junto al uruguayo Tabaré Vázquez y el peruano Alan García, quien sólo asistió al acto de asunción del segundo mandato de Correa, pero además llegó tarde porque su avión tuvo un aterrizaje de emergencia.

“Se está creando un estado de beligerancia inédito e inaceptable”, comenzó diciendo la Presidenta. “Creo que, sin impugnar la reunión de los ministros de Defensa, se torna imprescindible convocar a una reunión de presidentes”, completó. Fue allí que Correa le preguntó si esa cumbre se podía hacer en Buenos Aires. “Yo encantada”, le contestó Cristina. Más tarde se pautó para Bariloche.

Después, en lo que pareció una referencia a izquierdas y derechas del bloque regional, la Presidenta expresó: “No debemos dejarnos confundir ni por discursos bondadosos ni exaltados: el resultado es que se está creando un clima beligerancia en la región que puede generar situaciones que nadie quiere”. Cuando remarcó la necesidad de que Uribe esté en esa cumbre, señaló que “en definitiva Colombia también debe estar interesada en resolver este problema”.

El cierre

También pidieron hablar el boliviano Evo Morales y el paraguayo Fernando Lugo. Morales denunció que militares estadounidenses tuvieron algún tipo de participación en el golpe contra Manuel Zelaya en Honduras y dijo que Unasur debía “salvar al pueblo colombiano de los militares norteamericanos”. Lugo se limitó a apoyar la necesidad de una cumbre presidencial y pidió, en alusión a Uribe, que “no se siente a ningún gobernante en el banquillo de los acusados”.

Cuando ya ningún presidente parecía dispuesto a hablar, la vicecanciller colombiana, Clemencia Forero, que representó a su país en la cumbre, leyó un documento en el que señaló que “no ha habido ni habrá bases militares extranjeras en Colombia, ni las hemos pedido ni los Estados Unidos piensan instalarlas. Las bases siguen siendo colombianas, enteramente bajo jurisdicción y soberanía colombiana”. Y aseguró que la operación de militares estadounidenses en Colombia sería de “un acceso limitado para realizar acciones coordinadas contra el narcotráfico y el terrorismo”.

Después salieron todos a sacarse la foto en el patio del convento, lleno de flores, sombreado por palmeras y con galerías del Barroco español, adornado con murales del siglo XVII. Antes de la foto, se vio a la Presidenta y a Chávez hablando con gestos muy enfáticos. Hoy tendrán oportunidad de conversar con más tiempo en Caracas.

SUBNOTAS
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Sobre retenciones y otras yerbasPor Daniel Miguez
Documento final con Malvinas
A buscar nieve para apagar tanto fuegoPor Mario Wainfeld
Quiteñas

Página/12 - Argentina/11/08/2009

¡Hay algo que no es pecado!

Javier Vizcaino
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¿Gürtel y los trajes? Bien, gracias. Luego les cuento. Ahora déjenme compartir con ustedes mi indescriptible júbilo ante un descubrimiento inaudito. Resulta que hay algo razonable que, pese a ser practicado por el rojerío con fruición, la Iglesia no considera pecado: ¡Las vacaciones!

Vean lo que dice de ellas en La Razón el Cardenal Antonio Cañizares: “Todos necesitamos, cada cierto tiempo, un periodo prolongado de descanso físico, psicológico y espiritual: necesitamos de vacaciones. A cuantos tienen la fortuna de poder gozar de ese espacio les deseo que gocen de él”. Palabra del mismísimo Prefecto para la Congregación del Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, que hasta utiliza -Hmmmm- el verbo gozar. No sé a ustedes, pero a mi me parece un notición que, a estas alturas de la neoinquisición, un purpurado proclame que hay un hecho cotidiano que no va contra los mandamientos de Dios, aunque sólo sean las vacaciones.

ABC, a piñón con Camps

Claro que si el asunto no les motiva y prefieren que les de el minuto de juego y resultado del archivo de la causa contra el que tenía unas ganas locas, locas, locas de explicarse, también puedo hacerlo. Anoten: en ABC, seis artículos de vellón se encargaban ayer de lanzar brea contra la decisión del Fiscal General del Estado de presentar recurso al Supremo. Como avanzadilla, un editorial que sacaba del retiro al anterior lehendakari. ¿Que no me creen? Ahí lo tienen: “Parece más razonable que los socialistas aguarden a lo que decida el Tribunal Supremo, asuman que esta primera manga la han perdido claramente y moderen sus expresiones de indignación, porque, al menos, a Francisco Camps se le ha tomado declaración como imputado. Con Ibarretxe tuvieron más deferencia cuando se sentó en el banquillo por echar una mano política a la Batasuna ilegal”.

¿Un poco traída por los pelos la mención a Ibarretxe? Pues ya me dirán lo que les parece el slalom que se marca Edurne Uriarte para incluir a Hugo Chávez como guest star de su pescozón a Moncloa: “Que el Gobierno ni siquiera haya sido capaz de disimular la rabieta provocada por el auto de archivo de Valencia pone de relieve la gravedad de su degradación democrática. Hasta Hugo Chávez se envuelve un poco mejor que la Vicepresidenta cuando ordena perseguir a la oposición”. La columna se titulaba “La rabieta del Gobierno” y se podía encontrar en las páginas de opinión de ABC inmediatamente después de otra titulada “El berrinche”. La originalidad, que no falte.
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Público - España/11/08/2009

Asia se recuperará más rápido de crisis económica, dice economista

Los países de Asia se recuperarán más rápido de la crisis económica prevaleciente en comparación con el Occidente, dijo el día 10 un experto en economía.
Paul Krugman, profesor de economía de Prince University de Estados Unidos, dijo que los países asiáticos dependen fuertemente de las exportaciones de productos manufacturados y que la disminución de la demanda externa sólo es un fenómeno de corto plazo.
Krugman hizo la declaración al margen del Simposio Mercados de Capital Mundiales en Kuala Lumpur sostenido en la capital de Malasia con el tema "La Crisis Financiera Mundial: La Ruta para Avanzar" en la capital de Malasia. El simposio de dos días cuenta con la participación de más de 500 participantes de más de 30 países y regiones.
Krugman también dijo que los países asiáticos tienen un índice de crecimiento superior subyacente.
Sin embargo, dijo que la economía de Asia no registrará una recuperación fuerte en la crisis actual y agregó que existen muchas cosas por probar antes de que alguien pueda llegar con una medida holística para superar los problemas.
La recuperación de la economía no va a estar encabezada por exportaciones ni por el gasto privado sobre vivienda, sino que dependerá del gasto gubernamental, agregó Krugman.
Krugman reiteró que los países que han inyectado más dinero en el mercado han obtenido resultados impresionantes para amortiguar el impacto de la crisis, y agregó que China ha hecho un gran trabajo hasta el momento.
Sin embrgo, dijo que China tiene que descubrir la causa de su elevado índice de ahorro y tratar de hacer que su población gaste para estimular la demanda interna. (Xinhua)
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Pueblo en linea - China/11/08/2009

Agrocombustibles: más un problema que una solución

Por Pablo Villegas y Mónica Vargas*
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Recomendar el desarrollo de la agroindustria para mitigar los efectos del cambio climático resulta cuando menos descabellado. El modelo agrícola actual se sustenta en el petróleo, desde la elaboración de insumos químicos hasta el transporte de mercancías. La agricultura y los cambios del uso del suelo (deforestación) representan respectivamente 14 y 18% de las emisiones de gases responsables del calentamiento global. La conversión de las selvas en tierras de cultivo, el uso de fertilizantes de nitrato, el cultivo a gran escala de leguminosas como la soya y la descomposición de residuos orgánicos han sido identificados como las causas de emisión de óxido nitroso, el tercer gas de efecto invernadero.

Agrocombustibles: más un problema que una solución (1)

Desde inicios de ésta década, los agrocombustibles no solamente han sido potenciados como una de las alternativas ante la crisis ambiental planetaria, pero además han recibido importantes incentivos por parte de los gobiernos de los países del Centro, y se ha acelerado su producción. Al considerar esta problemática, proponemos aquí partir de una perspectiva integral, considerando diversos ámbitos a partir de los cuales se requiere implementar una reflexión responsable. Nos situamos en el paradigma de la deuda ecológica, definida como la deuda contraída por los países industrializados con el resto de los países debido al expolio histórico y actual de los recursos naturales, a los impactos ambientales exportados y la libre utilización del espacio ambiental global.

Esta deuda se articula estrechamente con el modo de consumo y de producción implementado por el sistema capitalista (Ortega, 2007: 20). Asimismo, consideramos el caso específico de Bolivia, donde el sector de agroempresarios y latifundistas del oriente, se ha convertido en el puntal de una intensa campaña por la producción de agrocombustibles, dirigiendo una parte importante de su propaganda hacia los pequeños productores, con la promesa de precios altos por sus productos, empleo y seguridad alimentaria.

Una solución milagrosa

Desde las reuniones del G8 y del Foro Económico Mundial hasta los foros de las Naciones Unidas dos temáticas globales han sido reiteradas en los últimos años: el cambio climático y el hambre. Tras años de intensos debates y el desdén de los objetivos mínimos fijados por el Protocolo de Kyoto, la responsabilidad de las actividades humanas en un 90% del primero fue formalmente establecida por el Cuarto Informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) en el mes de febrero de 2007. Por otra parte, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), actualmente cerca de mil millones de personas en el mundo padecen de hambre y en 2015 serán 100 millones más. Si escuchamos a los diferentes actores que promueven activamente el desarrollo de los agrocombustibles (2), parecería que ahí radica una de las respuestas más adecuadas frente a ambas problemáticas. ¿En qué consiste esta milagrosa solución? Actualmente la producción de carburantes a partir de la biomasa se concentra en el bioetanol y el biodiesel. El primero es obtenido a partir de productos ricos en sacarosa (caña de azúcar, la melaza y el sorgo dulce), de substancias ricas en almidón (cereales como el maíz, el trigo o la cebada), y mediante la hidrólisis de substancias que contienen celulosa (madera y residuos agrícolas) (3). Puede ser utilizado para reemplazar la gasolina, pero requiere de una adaptación previa de los motores. A su vez, el biodiesel proviene de aceites vegetales (de palma aceitera, colza, soya y jatrofa) o de grasa animal. Se destina al reemplazo del diesel y puede ser usado en estado puro o mezclado (4).

Partiendo de una percepción, hoy cuestionada desde diferentes ámbitos, según la cual los agrocombustibles no aumentarían la concentración de CO2 en la atmósfera, varios países han legislado a favor de una implementación obligatoria de estos carburantes en el sector de los transportes, sin disponer de la capacidad de producción necesaria. En Estados Unidos, se ha dispuesto que hacia 2030, por lo menos 30% del combustible en el transporte se derive de agrocombustibles (sobre todo etanol), lo que requerirá una producción anual de 227 millones de litros anuales. Por su parte, la Unión Europea ha optado por cuatro tipo de incentivos, todos ellos utilizando recursos públicos: los subsidios agrícolas en el marco de la Política Agraria Comunitaria, la desfiscalización, la obligación de mezclar un porcentaje de 5.75% en 2010 y el doble en 2020 en los carburantes para el transporte, el uso en proyectos pilotos por parte de empresas de transporte público. Al respecto, cabe destacar que puesto que el transporte constituye 30% del consumo total de energía, el objetivo del 5.75% corresponde únicamente a un 1.8% del consumo total, por lo que el ahorro real sería de 36 millones de toneladas de CO2 equivalente, es decir, menos de 1% de las emisiones europeas (Russi, 2007).

Actualmente, Europa produce 3 millones de toneladas de biodiesel, aspira a alcanzar los 7 millones en 2010, lo que requerirá 13 millones de toneladas de materia prima, y a mediano plazo cuenta con la segunda generación basada en residuos lignocelulósicos para suplir 30% del consumo. Europa no cuenta con las tierras necesarias para cumplir con estas metas. Por ejemplo, se calcula que en países como Gran Bretaña, el intentar alcanzar el objetivo de 2020 demandaría la utilización la casi totalidad de las tierras de cultivo (Redes-AT y Grain, 2007b). Por tanto, todos estos países deberán recurrir a la importación de materia prima o de agro carburantes. Para responder a esta demanda, se ha intensificado la producción de los commodities requeridos en países como Brasil, Argentina, Colombia, Malasia e Indonesia, donde se sitúan las mejores y más abundantes tierras.

Agricultura y cambio climático

Recomendar el desarrollo de la agroindustria para mitigar los efectos del cambio climático resulta cuando menos descabellado. El modelo agrícola actual se sustenta en el petróleo, desde la elaboración de insumos químicos hasta el transporte de mercancías.

Además, tal como lo advirtió el Informe Stern, la agricultura y los cambios del uso del suelo (deforestación) representan respectivamente 14 y 18% de las emisiones de gases responsables del calentamiento global (Stern, 2006). En particular, la conversión de las selvas en tierras de cultivo, el uso de fertilizantes de nitrato, el cultivo a gran escala de leguminosas como la soya y la descomposición de residuos orgánicos han sido identificados como las causas de emisión de óxido nitroso, el tercer gas de efecto invernadero. Únicamente en Brasil, 59% de las emisiones provienen de la deforestación debida a la expansión de los cultivos de soya y de caña de azúcar. Además, se evalúa que la destrucción de la turba vinculada con los monocultivos provocará la liberación de cerca de 40 billones de toneladas de carbono en la atmósfera (GRAIN, 2007).

Aumento de los precios de los cereales, especulación y concentración corporativa

El modelo agrícola industrial en su conjunto, actualmente potenciado por el auge de los agrocombustibles, es en gran medida responsable de la actual crisis alimentaria (5). En efecto, este modelo se sustenta en la liberalización de los productos agrícolas, la cual ha permitido dos fenómenos que han potenciado el incremento del precio de los alimentos: la especulación en el mercado de futuros de los alimentos básicos y la concentración corporativa en este sector. De acuerdo con la firma consultora AgResourse Co., en los Estados Unidos, el mayor exportador mundial de trigo, maíz y soya, el valor las compras de estos granos en el mercado de futuros ha representado cerca de la mitad del valor de la cosecha total (Wilson, 2008). Por otra parte, se estima que la cantidad de dinero especulativo en el mercado de futuros de commodities aumentó de 3.172 millones de euros en el año 2000 a 111.000 millones de euros en 2007 (GRAIN, 2008). Las políticas de libre comercio impuestas por actores como la OMC en el sector agrícola, al desmantelar los aranceles y protecciones que tenían los países empobrecidos también son responsables de la concentración empresarial en toda la cadena productiva. En 2008, el crecimiento del volumen de negocios y de las ganancias anunciado por las principales compañías que operan en la agroindustria fue extraordinario. Los beneficios netos de la estadounidense Cargill en abril aumentaron de 86% frente a las cifras del año anterior, sumando 653 millones de euros (Cargill, 2008). Las ventas de Bunge crecieron de 70% y las de ADM 64%. ¿Cuál es el grado de incidencia de estas empresas a las cuales la crisis alimentaria no parece afectar? Determinan lo que será producido, cómo será producido, definen precios y seleccionan quién producirá los alimentos. Así por ejemplo, Cargill, ADM, ConAgra, Bunge y Dreyfus dominan más del 80% del comercio mundial de cereales, mientras que Monsanto es la principal empresa de semillas comerciales y la quinta en el sector de los agrotóxicos. En el caso específico de la soya, Bunge, ADM y Cargill controlan 75% del mercado mundial y 80% de la industria procesadora en la Unión Europea (6).

Impactos sociales: del despojo al malvivir

De por sí, la industrialización de la agricultura ha demostrado ser un fracaso social en varios países. Se ha avanzado el tema de los agrocombustibles como una alternativa laboral que permitiría a los campesinos del Centro y de la Periferia incrementar sus ganancias y alcanzar el bienestar social. Nada parece estar más alejado de la realidad.

En el caso de la Unión Europea existe aún incertidumbre y algunos estudios refieren que 1’000 toneladas de agrocombustibles pueden crear entre 2 y 8 empleos de tiempo completo, concentrados esencialmente en torno a refinerías y puertos (Biofuelwatch, Carbon Trade Watch/TNI, Corporate Observatory, 2007). Pero en los países de la Periferia, de donde finalmente vendrá gran parte de la materia prima, el desarrollo de cosechas para combustibles automotores se sustenta en la creación de economías de escala y en un modelo agrícola industrial altamente centralizado, donde se estrechan las relaciones entre el capital transnacional y las elites terratenientes locales (GRAIN, 2007).

Los habitantes de las comunidades rurales resultan cada vez más prescindibles y tienen solo dos opciones: migrar o ser jornaleros agrícolas.

El Grupo de Reflexión Rural (GRR) destaca que la Revolución Verde aplicada en el campo argentino se vincula con el empobrecimiento de la población. Así, en un país que fue considerado como “granero del mundo”, la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud de 2006 registró que 34% de los niños menores de dos años sufren de desnutrición y anemia. De acuerdo con el GRR, parte de la explicación de este fenómeno se ubica en la conversión de Argentina en un país productor de transgénicos y exportador de forraje, con la implementación de monocultivos a gran escala de soya RR. En este contexto, se produjo una concentración empresarial de la tierra que arruinó a decenas de miles de pequeños productores y provocó el éxodo rural engordando los cordones de pobreza de las urbes (Rulli y Semino, 2007).

Durante el Foro Permanente de las Naciones Unidas sobre Poblaciones Indígenas que sesionó en mayo de 2007, se subrayó que las poblaciones originarias están siendo desplazadas de sus tierras por la expansión de los cultivos energéticos, lo que contribuye en la destrucción de sus culturas y la migración hacia las ciudades. Solo en una provincia indonesa de West Kalimantan, ya son 5 millones de personas las que tendrán que dejar sus territorios ancestrales (Biofuelwatch, Carbon Trade Watch/TNI, Corporate Observatory, 2007).

En Paraguay, el avance de los monocultivos de soya transgénica y de caña de azúcar se expresa también en un compulsivo proceso de acaparamiento de las mejores tierras. El país destina 2.4 millones de hectáreas a la producción de soya, pero contempla alcanzar los 4 millones para cumplir con sus compromisos de venta a la Unión Europea. En un país donde 21% de la población vive en la extrema pobreza, 1% de los propietarios posee 55% de la tierra, y 40% de los productores cultivan lotes de entre 0.5 y 5 hectáreas.

Empero, otros métodos de descampesinización están siendo denunciados por organizaciones civiles. Es el caso de las comunidades afrodescendientes colombianas de Jiguamiandó y Curvaradó. La violencia militar y paramilitar las forzó a dejar sus tierras, que fueron ilegalmente ocupadas por la empresa Urapalma (Redes-AT y GRAIN, 2007b).

Los que se atrevieron a regresar a duras penas pudieron reconocer sus casitas destruidas. La selva que habían estado preservando fue arrasada por cultivos de palma aceitera que se extendían hasta el horizonte. En lo que refiere a las condiciones laborales, nos referiremos más adelante al considerar el caso de Bolivia.

En lo que atañe a las poblaciones aledañas a los cultivos de palma y de soya, su salud se ve amenazada por la aplicación de potentes herbicidas. Comunidades argentinas urbanas y rurales han lanzado la campaña “Paren de Fumigar”, ante la dispersión aérea de herbicidas sobre los campos sojeros vecinos. Más aún, un estudio del Ministerio de Salud realizado en cinco ciudades del Sur de la provincia de Santa Fe descubrió un número alarmante de casos de cáncer (Biofuelwatch, Carbon Trade Watch/TNI, Corporate Observatory, 2007).

Megaproyectos y agrocombustibles

Un hecho innegable: el biodiesel y el bioetanol no suelen tele-transportarse de los campos a los tanques de gasolina. Y aquí se ubica otro aspecto muy poco “bio” en el auge de los agrocombustibles: la creciente necesidad de integración de infraestructuras que implica su transporte y exportación. Salen a la luz entonces el –lamentablemente resucitado Plan Puebla Panamá (PPP) y la Iniciativa para la Integración de las Infraestructuras Sudamericanas (IIRSA). Estos megaproyectos consideran a la rebelde geografía latinoamericana como un obstáculo para la extracción de materias primas y el transporte de mercancías. Su misión es doblegarla mediante corredores intermodales de autopistas, represas hidroeléctricas, hidrovías, tendidos eléctricos, oleoductos, etc. Ni qué decir de los importantes beneficios que estos proyectos traerán a empresas como las españolas Iberdrola y Gamesa (parque eólico en México), ACS (gestión portuaria y dragados en Brasil), e incluso a desconocidas consultoras como TYPSA o Norcontrol. A pesar de las promesas de “desarrollo local” que hacen (evocando la agotada teoría del “derrame de riqueza”), resultan nefastos porque se sitúan sobre territorios indígenas y comunidades campesinas, y atraviesan zonas de alta biodiversidad.

En su diseño ha participado, sin ninguna consulta de las poblaciones locales, una de las principales entidades generadoras de deuda del continente, y de la cual el Estado español es miembro: el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Promueve hoy a los agrocombustibles de distintas maneras. Estima que a América Latina le tomarán 14 años convertirse en una zona productora de biodiesel y bioetanol y que se requerirán 200’000 millones de dólares. El propio presidente del BID, Luís Alberto Moreno, co-dirige un grupo del sector privado, la Comisión Interamericana del Etanol, conjuntamente con Jeb Bush (ex – gobernador del Estado de Florida) y el ex primer ministro japonés Junichiro Kozumi. Así, el BID apoya la expansión de cultivos de palma de Colombia y de caña de azúcar y soja en la amazonía brasileña. De hecho, este año el Directorio Ejecutivo del BID aprobó el primer financiamiento al sector privado para un proyecto de agrocombustibles en este país por un total de 120 millones de dólares, concretamente para Usina Moema Açucar e Alcohol Ltda. (Sao Paulo). Esta operación forma parte de una iniciativa del banco para la promoción de la estructuración de financiamiento de deuda prioritaria para cinco proyectos de bioetanol que tendrán un costo de 997 millones de dólares (BID, 2007).

Por el otro lado importa asegurar un fluido vaciado de los commodities hacia los puertos, no únicamente atlánticos, sino también del Pacífico, de cara a los mercados asiáticos. Así, el banco recomienda a Brasil gastar en infraestructuras 1’000 millones de dólares por año durante 15 años. Aspira también a acelerar proyectos del IIRSA rechazados por la sociedad civil, como por ejemplo la Hidrovía Paraguay-Paraná-Plata, el proyecto de navegabilidad del Río Meta, Ferro Norte (red ferrovial que conectaría a los estados sojeros de Paraná, Mato Grosso, Rondonia y Sao Paolo), y el Complejo del Río Madera.

Este último constituye uno de los principales proyectos del Eje de IIRSA Perú-Brasil-Bolivia y se sitúa sobre la frontera brasileño-boliviana. Actualmente consiste en la construcción de dos mega-represas hidroeléctricas en territorio brasileño, en San Antonio y en Jirau, con una capacidad de generación conjunta de 6’400 Megawats, y un coste de 10’300 millones de dólares.

Comenzarían a construirse en 2008. La primera se encontraría a 190 kilómetros de Bolivia, y la segunda a 84 kilómetros.

Estudios independientes han demostrado que ambas represas tendrán impactos sociales y ambientales graves, no solamente en Brasil, sino también en Bolivia. El Banco Santander Central Hispano y el banco portugués Banif participan activamente en este problemático megaproyecto, y están creando un Fondo de Inversiones y Participaciones (FIP) para financiar la construcción de la represa de San Antonio. El Fondo aspira a captar 220 millones de dólares. El banco español asesora a un consorcio liderado por la constructora brasileña Odebrecht que competirá por la licitación del proyecto. Expertos del Servicio técnico de protección ambiental brasileño recomendaron que no se diera licencia al proyecto antes de realizar nuevos estudios de impacto ambiental y el gobierno boliviano ha protestado y solicitado también nuevos estudios para verificar los impactos de las represas en su país. Se establece en este caso un vínculo importante con el auge de los agrocombustibles, puesto que las hidroeléctricas abastecerán de energía a los Estados brasileños de Rondonia y Matto Grosso, permitiendo la extensión de la producción sojera de por sí muy importante en este último Estado, gobernado por Blairo Maggi, uno de los más grandes productores de soja del planeta.

El ámbito de los megaproyectos de integración de las infraestructuras resulta, tal como lo vemos, crucial a la hora de considerar el transporte de mercancías como los granos destinados a la producción de agrocombustibles. No sólo implica el incremento de la deuda externa de los países donde tienen lugar estos planes, puesto que además, por los impactos sociales y ambientales que comportan, generan simultáneamente una deuda ecológica considerable de las grandes corporaciones frente a las poblaciones locales, que carecen de toda posibilidad de participación o de ejercer su derecho de consulta.

A continuación destacaremos la problemática de los agrocombustibles en el caso específico de Bolivia.

Agrocombustibles y Separatismo en Bolivia

La Cámara de industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (CAINCO) y el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), se han constituido en los principales impulsores de la producción de los agrocombustibles en Bolivia. Según plantea uno de sus documentos a principios del 2008, las tareas principales (IBCE, 2008a) del IBCE eran:

a) Certificación “Libre de Trabajo Infantil” para empresas exportadoras;
b) Diálogo con la sociedad civil y estudios sobre producción, comercio exterior e integración;
c) Biocombustibles, juntamente con CAINCO.

Estas actividades cuentan con el financiamiento del Centro de Promoción de Importaciones de Holanda (CBI); La Secretaría de Estado de Economía (SECO) de Suiza y USAID-EEUU.

En su campaña, el IBCE se ha empeñado en presentar la gran magnitud del negocio, como una fiesta abierta a quien quiera; resaltando las grandes posibilidades de cada uno los departamentos de Bolivia, los cuales tendrían incluso materia prima autóctona para producirlos, como la t’ola en el altiplano.

Suponiendo, según uno de sus cálculos, que tan solo entráramos al 1% del mercado mundial de agrocombustibles significaría una inversión acumulada de 2470,55 millones de dólares y una exportación de 5322,02 millones en 10 años. La argumentación es como sigue: “el Etanol si bien tiene una estructura de costo desfavorable respecto de la gasolina, cuando se compara -… entre Etanol de diversos cultivos- el mismo es favorable para la caña de azúcar. Si además se considera que por razones ambientales y estratégicas la tendencia mundial es a adoptarlo como reemplazo o complemento de las gasolinas, … las oportunidades para un país como el nuestro son más que evidentes; …, haríamos bien en mirar al Etanol como…, “una oportunidad global” (Delius, 2008).

Obviamente, “oportunidad global”, ni nada de esto, es un planteamiento económico propiamente dicho.

El “Troyano” de los agrocombustibles: Los pequeños productores

En este mundo de oportunidades, lo más importante según el IBCE, es que los agrocombustibles pueden ser también producidos por los pobres de los países en desarrollo (Solares & Solares, 2008). Los beneficios que más frecuentemente se citan son: buenos precios, seguridad alimentaria y empleo.

Zaratti (2008), ex delegado presidencial de Mesa (7), se ha referido a los altos precios que obtendrían los productores como una revancha histórica del campo contra la ciudad.

Como fundamentación de este tipo de argumentos, empero, no hallamos más que una cuestión de fe: “…la tendencia en los mercados de combustibles es hacia una mayor transparencia y libertad, menos barreras de acceso y por lo tanto, comercio más libre, algo que cuando de alimentos se trata, definitivamente no se da con frecuencia” (Delius, 2008). Con esta base se evade el análisis del proceso de fijación de precios, y cómo estos se diferencian desde lo que reciben los pequeños productores, hasta los comercializadores finales. Se evade el hecho de que el origen del mercado de agrocombustibles, no ha sido natural, sino impuesto por la fuerza de la ley; y que en todos los niveles de la economía de los agrocombustibles, es el monopolio el que impone sus propias reglas de fijación de precios (8).

El monopolio impera también en la tenencia de la tierra y los agrocombustibles avanzan donde ya esta constituido. En Bolivia existen 14.000 productores de soya (Soyabolivia.blogspot.com, en Ribera, 2008), y un 70% de sus tierras está en manos de 300 grandes empresarios, sólo 30 de ellos bolivianos (Montes de Oca, 2005), esto es que la extranjerización es parte del monopolio. Según Amorim (2006), el canciller del Brasil, los soyeros brasileños en Bolivia, responden por el 40% de la producción de soya en Bolivia y por el 60% de la exportación de este producto.

El IBCE plantea el problema de la tierra solo como una cuestión de su disponibilidad física, ocultando su carácter económico, el cual es un campo donde los terratenientes y capitalistas son la parte poderosa. En el contexto económico, la tierra como cualquier mercancía, puede aparecer y desaparecer aunque la tengamos frente a nosotros, y ante estos hechos los pequeños propietarios, los sin tierra, y la economía nacional son siempre las víctimas (9).

Los agroempresarios nacionales se han hecho de las mejores tierras, con agua y acceso a infraestructura y en estas condiciones, su mayor producción y bajos costos compiten con la peor tierra, la de los pequeños propietarios. Las ventajas de las buenas tierras han sido adquiridas por influencias políticas y para encubrirlo se ha creado el mito de un “pujante empresariado agroindustrial” frente a una producción campesina retrasada y de baja productividad.

En los gráficos, vemos que la caña en Bolivia ha experimentado una productividad creciente, correlativa con una ampliación de la superficie cultivada. La soya experimenta una productividad decadente y una expansión extrema de la superficie cultivada; actualmente 38% del total nacional.

Nota:(1) Incluye campaña de invierno anterior, en el caso de maíz se toma en cuenta a partir de 2003
Año 1991=100%.(10) - Fuente: Elaboración propia con datos del INE.


En cambio, los cultivos tradicionales como la papa y la yuca, experimentaron una extensión con tendencia decadente pero con una creciente productividad. Lo mismo ocurre con muchos otros cultivos, no industriales, como la haba y la cebada. En los casos del café y la quinua los cuadros son muchos más positivos (11).

Nota: Año 1991=100%. - Fuente: Elaboración propia en base a INE.

Esto demuestra que la agroindustria debe sus méritos al pirateo de un recurso natural nacional, la fertilidad de las tierras nuevas, y de otros recursos como el agua, a los cuales accede por política, mientras los pequeños productores permanecen por centurias trabajando la misma tierra.

Ocultando el carácter económico de la tierra se pretende hacer creer a la gente que grandes y pequeños productores y propietarios gozaran de una relación idílica en torno a los agrocombustibles. Contrariamente, Carlos León (2008), Presidente del CIOEC, ha declarado: “Cuando estas grandes empresas nos invadan van a requerir grandes extensiones de tierras y de productos,… los pequeños productores seremos sometidos… empleados, explotados”. Es la voz de la experiencia. La relación entre grandes y pequeños ya se daba en Santa Cruz hace varias décadas, en un sistema donde casas importadoras de insumos y equipo y fábricas de aceite financian a los pequeños productores de soya y caña; estas obtenían su producto y descargaban en aquellos los riesgos de la producción y los costos sociales que corresponderían si se tratara de asalariados. Este sistema trabaja para las transnacionales del rubro.

En el Brasil, este sistema de financiamiento de los cultivos y control de la logística de distribución, ha puesto el mercado de granos en manos de las trasnacionales. Las empresas nacionales de soya y también las cooperativas, como las de agricultores familiares de la región sur, dependen de las negociaciones con estas transnacionales para acceder al mercado. (Ortíz, 2008). Tal como se señaló anteriormente, al considerar las condiciones laborales, como resultado de su situación desventajosa, los pequeños productores se convierten en una especie de empleados de las financieras, trabajando autoexplotados”, en condiciones en que –por algo- las financieras no invierten directamente, y a la larga, quiebran y se quedan sin tierra.

En Bolivia, los latifundistas no ocultan su deseo de acaparar las tierras de los pequeños propietarios (12); y el IBCE (CAINCO & IBCE, 2008) propone una legislación de la tierra “sin perjuicio de su libre disposición por parte del propietario”.(13)

Seguridad y soberanía

Ante el impacto de los agrocombustibles en la seguridad alimentaria, se sostiene que la seguridad alimentaria es simplemente la disponibilidad de dinero para comprar alimentos, cosa que esta garantizada con el empleo generado por los agrocombustibles.

Esto coincide con el discurso de Lula, pero no con la realidad de los zafreros de caña del Brasil. En los años 80, estos cortaban 4 t., por R$ 9,09/día, y ahora cortan 15 t., por R$ 6,88/día. Tratándose de caña transgénica, deben cortar un área tres veces mayor, porque pesa tres veces menos. Siendo que el zafrero gana por peso cortado, antes obtenía 10 t macheteando 100 m2, ahora debe machetear 300m2 para obtener el mismo peso. (CPT & RSJDH, 2007) Para dar una idea del poder adquisitivo de aquella suma, un almuerzo de regular calidad en San Pablo cuesta $R 9, o sea, que los ingresos de la zafra no garantizan la alimentación.

El concepto de seguridad alimentaria manejado por el IBCE, excluye la soberanía nacional sobre la alimentación, que se justifica, entre otras cosas, porque la dependencia alimentaria constituye un efectivo instrumento de presión de los países ricos sobre los pobres.

“Lo mejor de todo”: Los empleos para los bolivianos

Lo mejor de todo, nos dicen, en la campaña, son los empleos. Para el supuesto caso de la participación boliviana en el 1% del mercado mundial de agrocombustibles, se prevé para el año 2019 (14), un total de 138.368 empleos correspondientes a 219.632 has, asumiendo un crecimiento del 6% de la demanda; y si fuera del 14%, se prevén 272.136 empleos (431.962 has). El problema es que este cálculo se basa en 0,63 empleos/ha que se aplica a cultivos no mecanizados, como si el cultivo de la caña no fuera a mecanizarse ni en 10 años. Si lo fuera, aplicaríamos 0,3 empleos/ha; entonces tendríamos 142.547 empleos menos. Esto es solo para dar una idea de la posible diferencia, porque la introducción de maquinaria depende en parte de cuanto pueden soportar los zafreros la explotación para no ser “despedidos” por las máquinas (15). En el Brasil, han soportado tanto que su vida activa en el cañaveral ha resultado inferior a la de los esclavos (Zafalon, 2007, en Corina, 2008). Con todo, entre 1970 y el 2000 la agricultura paulista, principal centro cañero, eliminó aproximadamente 700.000 empleos (Schlesinger et al, 2008); esto, hablando de caña; y peor, en el caso de la soya, por cada 300 has se crea solo 1 a 4 empleos. Esas son las perspectivas reales de “lo mejor de todo”.

No todo es positivo, reconocen los consultores del IBCE; existe el riesgo de que el pequeño productor sea objeto de condiciones de compra prefijadas, de endeudamiento forzado, y que se convierta en un empleado sin derechos laborales ni sociales (Solares & Solares, 2008). Su solución es simple: elaboración de normas legales apropiadas. Pero la verdad es que este “riesgo”, es también una vieja realidad, como lo certifica un estudio de la OIT el 2005 (Bedoya & Bedoya, 2005). El trabajo en la zafra de la caña, según otro estudio, es una de las peores formas de trabajo infantil; los niños desde los 6 años, trabajan con sus padres (Flores, 2008). Los grupos de migrantes llegan a la zafra en familia. Viven amontonados en carpas de plástico, sus condiciones de salud son deplorables y deben correr con los gastos de atención ellos mismos. El 32% de la mano de obra en las agroindustrias del norte cruceño, tiene una edad inferior a los catorce años (CEDLA, 2003, en Flores, 2008). Los contratos de trabajo están tercerizados (Bedoya & Bedoya, 2005), y la jornada laboral es de 12 a 14 horas.; la paga es por producción, y es común que se engañe en el pesaje. La situación es similar en la cosecha de algodón, pero se basa en el trabajo infantil, adolescente y de mujeres mayores (Flores, 2008).

Vemos así, que los abusos laborales los comete justamente el sector que ahora promociona los agrocombustibles y plantea la elaboración de una normativa para impedir esos abusos en la producción de agrocombustibles. Parte de esta estrategia para acceder a mercados acaudalados y “consientes” es la pretendida certificación “libre de trabajo infantil” para tapar un hueco y ocultar 10, porque los niños son una de las víctimas humanas y ambientales de este sistema. La experiencia de Bolivia con las certificaciones es elocuente: ocupa el primer lugar del mundo en área forestal certificada, pero solo un 5,7% del total corresponde a comunidades, el resto a empresas privadas. Esto ha empeorado porque en 1999, correspondía a las comunidades, un 9% de la extensión certificada (Villegas, 1999). Ahí vemos quienes se benefician; los grandes exportadores y sus acaudalados clientes del mundo desarrollado.

Connotaciones políticas de la campaña por los agrocombustibles

La campaña por los agrocombustibles, no es un objetivo económico aislado; es parte de una estrategia mayor manifiesta en el “Decálogo”: una serie de directivas que se envía al gobierno boliviano, que surge de más de 20 Foros de Diálogo con la Sociedad Civil realizados desde el año 2006 (IBCE, 2008b) financiados por USAID.

Sintéticamente, el Decálogo se refiere sobre todo a cuestiones de mercado de exportación; exige al gobierno la firma de un TLC con los EEUU y censura el acercamiento al MERCOSUR, ALBA, TCP y a Irán; exige que el gobierno aplique las demandas de los “actores productivos” y le critica su “fuerte orientación hacia un Estado Socialista-Comunitario, subsidiador y paternalista” (16); cuestiona su política de tierras (17) y, como anticipamos, abriga el tema de los agrocombustibles.

Otro aspecto de importancia es que la Directiva del IBCE es exclusivamente regional. La integran representantes de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), la Cámara Forestal de Bolivia, la Cámara de Exportadores de Santa Cruz, y la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (CAINCO). La participación de estos sectores en el movimiento separatista es un hecho público. Como es sabido, los separatistas, debido al sufragio popular, quedaron en minoría en la Asamblea Constituyente, pero lograron por otros medios, introducir cambios sustanciales en la nueva Constitución.

Con todo, la Constitución aprobada por la Constituyente y el Estatuto Autonómico (EA) de Santa Cruz compartían su interés por los agrocombustibles, pero el EA se atribuía una competencia exclusiva sobre el tema. Ahora la Constitución reformada en el parlamento les ha reconocido esa competencia. El EA está a favor de los transgénicos (Arts: 97-II; 98; 97-III); la Constitución parlamentaria también los ha aceptado. Con esto se han abierto las puertas, más que ha cierta tecnología, a un modelo de producción que no solo es anti ecológico sino que por su vinculación estrecha con el capital transnacional pone en riesgo la soberanía nacional. Un elemento clave de la influencia del EA en la nueva constitución es que se ha eliminado la posibilidad del monopolio de Estado (Art. 316;4), de su intervención directa en la producción (Art. 316;3), y conducción de la economía (Art. 316;2) (Villegas, 2009). Por lo demás, allá donde este modelo se establece, socaba seriamente los derechos laborales y humanos, y genera un ambiente de violencia y, en Bolivia, ha hecho carne en los sectores que buscan implantar un régimen fascista.

Parte central de la campaña por los agrocombustibles, es el enfoque en los pequeños propietarios y el empleo, y su argumentación pobre desde el punto de vista económico y en frecuentemente encubierta por una jerga izquierdista, hace evidente que su objetivo no es el declarado sino el ablandamiento de la resistencia social a los agrocombustibles y la seducción de los intelectuales, las ONGs y la gente del gobierno. En todo esto, el rol de cierta cooperación internacional es por demás claro.

A manera de conclusión

Hemos podido constatar hasta aquí que los agrocombustibles constituyen una respuesta cuando menos inadecuada ante problemáticas globales como el calentamiento global y el hambre. En efecto, la producción de estos carburantes a gran escala no representa ningún deslinde frente a los combustibles fósiles, que son requeridos para su elaboración y transporte. Además, implica una intensificación del modelo agrícola industrial, responsable de manera sustancial de la actual crisis ambiental y del empeoramiento de las condiciones de vida de las poblaciones más empobrecidas. Los únicos beneficiarios de esta propuesta resultan ser conglomerados de grandes grupos empresariales, varios de los cuales han contribuido de hecho en la generación del cambio climático y de una deuda ecológica no asumida, mediante su participación en la industria petrolera, automovilística, agroalimentaria y constructora. A partir de todos los elementos considerados, pensando también en la obsesión por el crecimiento sostenido –y no sostenible-, pilar de la lógica capitalista, la propuesta de la FAO nos sitúa ante una ecuación imposible de resolver. Además, parte de una consideración simplista tanto del medio ambiente como de las poblaciones afectadas.

Esto se debe a que desdeña un parámetro clave: los seres humanos todavía no somos autómatas. Los millones de personas empobrecidas en todo el planeta no pueden ser consideradas como máquinas que requieren una fuente de energía adecuada. Por ejemplo, las comunidades andinas pugnan por la introducción en la naciente Constitución boliviana, del Suma Qamaña, entendido como el “vivir bien”, en un territorio que para ellos es sagrado y donde la diversidad de la naturaleza y sus divinidades conviven con la especie humana. Tras años de estudio de diversas culturas indígenas en América Latina, la antropóloga Alicia Barabas señala que las representaciones sobre el espacio y las pautas culturales de construcción constituyen categorías estructurantes en una cultura puesto que sus significados y orientaciones resultan claves para la reproducción social (Barabas, 2003). Por tanto, es a partir del reconocimiento de la complejidad y diversidad cultural de los seres humanos que podemos acercarnos a dilemas como el cambio climático y a las contradicciones generadas por el sistema capitalista. Ante ello, las posibilidades de actuar son múltiples. Las organizaciones indígenas y campesinas han plasmado sus reivindicaciones en el concepto abarcador e integral de la soberanía alimentaria y más recientemente de la soberanía energética. Existen también campañas populares que demandan que sea detenida la plantación de cultivos energéticos y piden una moratoria frente a las políticas de la UE de incentivos a los agrocombustibles, importaciones de agrocombustibles y monocultivos agroenergéticos de la UE o que trabajan sobre la deuda ecológica y la soberanía alimentaria (18).

Es a partir de este tipo de iniciativas, y en un esfuerzo de empatía, escucha y colaboración entre las diferentes resistencias al sistema capitalista que podremos sin duda encarar de manera responsable los actuales problemas globales y recuperar la posibilidad de una vida digna para todos los pobladores del planeta.
www.ecoportal.net
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*Pablo Villegas es Investigador en antropología y salud pública y Mónica Vargas es Investigadora en el Observatorio de la Deuda en la Globalización, Cátedra UNESCO de Sostenibilidad (Universidad Politécnica de Cataluña).
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Notas:

1 -Una parte de este artículo fue publicada inicialmente en el libro: Agrocombustibles. Llenando tanques, vaciando territorios, 2008, Censat Agua-Viva y Proceso de Comunidades Negras en Colombia, Bogotá, pp. 59-79.

2 -No utilizaremos aquí la denominación “biocombustible” ni “biocarburante”. Adoptamos la postura de cientos de organizaciones campesinas reunidas en el Foro Social Mundial sobre Soberanía Alimentaria de Nyeleni, según las cuales se trata de una industria que constituye una agresión para el medio ambiente.

3 -Se trata esencialmente de los agrocombustibles de segunda generación, que serán considerados más adelante.

4 -Por ejemplo, el término B30 indica que el diesel contiene 30% de biodiesel (GRAIN, 2007)

5 -Para una exhaustiva explicación de este fenómeno véase: García, F., Rivera-Ferre, M. y Ortega M. (2008).

6 -Para más información véase: García, F., Rivera-Ferre, M. y Ortega M. (2008) y Ribeiro, S. (2008).

7 -Francesco Zaratti, cuando era delegado presidencial para la revisión y mejora de la capitalización, se movilizaba con viáticos pagados por Petrobras y Total. (Bolpress, 2004). Así, no extraña que declarara que: “No se puede obligar a las empresas a abastecer primero el mercado interno porque por precios y volúmenes es marginal con relación al mercado externo”, y que “No son empresas de caridad”. (Bolpress, 2008)

8 -Ante recientes restricciones de la UE a la importación de agrocombustibles, la informalmente llamada "OPEP de los Biocombustibles" integrada por Brasil, Argentina, Colombia, Malawi, Mozambique, Sierra Leona, Indonesia y Malasia tuvo que iniciar una campaña para que la UE revise sus exigencias ambientales para las importaciones de etanol, argumentando que estas congelarían la expansión de la producción de etanol en Sudamérica y en África (
www.radioamerica.hn. Newsletter Nº 2, 14-11-2008). Esta situación muestra la extrema sensibilidad de los agrocombustibles al capricho de sus clientes, que no se guía, como queda claro de la decisión de la UE, por cuestiones de mercado. Como dice la tal “OPEP”, esto puede congelar nada menos que dos continentes, mientras la UE puede tranquilamente seguir viviendo sin agrocombustibles. Lula también se ha visto obligado a reclamar: “Hemos dicho que si queremos tener éxito en la ronda de Doha es preciso que los países ricos flexibilicen los precios agrícolas para que los productos de los países pobres entren a ese mercado. Entonces, dejen la
hipocresía y comiencen a comprar biocombustible” (La Razón Abril 28 de 2008).

9 -La disponibilidad física de tierras puede ser alterada, como ya ocurre en países como Argentina y Brasil, por la magnitud de capital volcado, en este caso, en cultivos para agrocombustibles, lo cual desalienta otro tipo de cultivos, genera demanda de tierras y produce un incremento de su precio y la especulación, que puede tornarse más importante que la producción misma. Por otra parte, para los pequeños propietarios pobres, no basta tener la tierra. Sin dinero para hacerla producir estos terminan de jornaleros, como ocurre con los guaraní en el Chaco boliviano, según constata Ormachea (2008).

10 -Los datos del INE muestran una baja de productividad generalizada entre los años 1993-1995.

11 -En general, los productos, tradicionales, es decir alimenticios y forrajeros, han aumentado su productividad y su extensión aunque todos han retrocedido en su participación relativa frente a los cultivos industriales que ya llegan al 50% del total cultivado.

12 -El Estatuto Autonómico de Santa Cruz anuncia la reagrupación, distribución y redistribución de las tierras para evitar el minifundio improductivo (Art. 105). Esto amenaza con reeditar la política iniciada por Melgarejo en 1867, que con el pretexto de salvar la tierra de las “manos muertas” de los indios, (que en el Estatuto aparecen como “minifundio improductivo”), desató una guerra por la tierra que desangró el área rural por décadas. (Villegas, 2008).

13 -Juan Carlos Lijerón, Coordinador del Proyecto “Bolivia – Estudio de Caso para la Mesa Redonda Global sobre Biocombustibles Sostenibles”, por su parte, plantea recuperar tierras degradadas o abandonadas por la migración. Aquí se trata evidentemente de la propiedad del pequeño productor, ni una palabra sobre las tierras “degradadas o abandonadas” de los latifundistas.

14 -No tomamos el 2020 porque el autor cometió errores de cálculo.

15 -Una cosechadora mecánica de caña hace el trabajo de 100 personas

16 -Su fundamentación es digna de leerse: “dejando de lado el hecho que el Muro de Berlín se vino abajo el año 1989, y que la Unión Soviética no existe más…” “históricamente se demostró que (el Estado) es un mal administrador”.

17 -Christian Sattori Ivanovic, Presidente de CONFEAGRO, a tiempo de criticar ácidamente la Ley 3545 (“Reconducción Comunitaria”) y su Reglamentación que genera inseguridad jurídica para el factor productivo “tierra” advirtió que sin medidas de fondo para producir más alimentos, ello condenará a los pobres a morir de inanición, cuando lo lógico sería que Bolivia con todo el potencial productivo con que cuenta, se dé a la tarea, no de hacer política con la economía, sino a generar más producción para atender no solo el mercado interno, sino la creciente demanda mundial. (IBCE, 2008c)

18 -Véase
http://www.biofuelwatch.org.uk/ ; http://www.noetmengiselmon.org

Recuadros

Partiendo de una percepción, hoy cuestionada desde diferentes ámbitos, según la cual los agrocombustibles no aumentarían la concentración de CO2 en la atmósfera, varios países han legislado a favor de una implementación obligatoria de estos carburantes en el sector de los transportes, sin disponer de la capacidad de producción necesaria.

Únicamente en Brasil, 59% de las emisiones provienen de la deforestación debida a la expansión de los cultivos de soya y de caña de azúcar.

La agricultura y los cambios del uso del suelo (deforestación) representan respectivamente 14 y 18% de las emisiones de gases responsables del calentamiento global (Stern, 2006)

Cargill, ADM, ConAgra, Bunge y Dreyfus dominan más del 80% del comercio mundial de cereales, mientras que Monsanto es la principal empresa de semillas comerciales y la quinta en el sector de los agrotóxicos. Cargill, ADM, ConAgra, Bunge y Dreyfus dominan más del 80% del comercio mundial de cereales, mientras que Monsanto es la principal empresa de semillas comerciales y la quinta en el sector de los agrotóxicos.

En Paraguay, el avance de los monocultivos de soya transgénica y de caña de azúcar se expresa también en un compulsivo proceso de acaparamiento de las mejores tierras.

El Plan Puebla Panamá (PPP) y la Iniciativa para la Integración de las Infraestructuras Sudamericanas (IIRSA) son megaproyectos que consideran a la rebelde geografía latinoamericana como un obstáculo para la extracción de materias primas y el transporte de mercancías.

El monopolio impera también en la tenencia de la tierra y los agrocombustibles avanzan donde ya esta constituido. En Bolivia existen 14.000 productores de soya (Soyabolivia.blogspot.com, en Ribera, 2008), y un 70% de sus tierras está en manos de 300 grandes empresarios, sólo 30 de ellos bolivianos (Montes de Oca, 2005), esto es que la extranjerización es parte del monopolio.

El concepto de seguridad alimentaria manejado por el IBCE, excluye la soberanía nacional sobre la alimentación, que se justifica, entre otras cosas, porque la dependencia alimentaria constituye un efectivo instrumento de presión de los países ricos sobre los pobres.

ecoportal/11/08/2009