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Creador de sistema"cap and trade" critica su utilización actual
Las ejecuciones hipotecarias aumentaron un 7% en julio
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Dieciséis personas fueron galardonadas con la Medalla Presidencial de la Libertad
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Democracy Now! - USA/13/08/2009
RESUMEN 1-Caen ventas EEUU, aumentan pedidos seguro desempleo
Por Lucia Mutikani
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WASHINGTON (Reuters) - Las ventas en las tiendas minoristas estadounidenses cayeron inesperadamente en julio y el número de trabajadores que solicitó beneficios de desempleo subió en la última semana, indicando que el camino hacia la recuperación en la economía estará lleno de baches.
Un informe del Departamento de Comerció mostro el jueves que el total de las ventas minoristas cayó un 0,1 por ciento en julio tras un avance revisado al alza de 0,8 por ciento en el mes anterior. Los mercados esperaban un aumento de 0,7 por ciento en las ventas.
Los analistas proyectaban un impulso a las ventas minoristas de parte del programa "efectivo por chatarra", que da dinero a los consumidores para cambiar sus autos viejos y de alto consumo por vehículos nuevos y eficientes.
Excluyendo las partes de vehículos, las ventas cayeron un 0,6 por ciento en julio, tras un alza de 0,5 por ciento en el mes anterior.
Por otra parte, un informe del Departamento de Trabajo mostró que las solicitudes iniciales de beneficios de desempleo aumentaron en 4.000 la semana pasada, para una suma desestacionalizada de 558.000.
"Los consumidores han reducido sus gastos cada mes. La gran sorpresa es que pensamos que (el programa) 'dinero por chatarra' iba a sumar al PIB pero por el contrario este redujo el gasto en todos los demás sectores", dijo Christopher Low, economista jefe en FTN Financial en Nueva York.
Las noticias negativas no pararon ahí. La firma de bienes raíces RealtyTrac informó que los préstamos para la vivienda en Estados Unidos alcanzaron una tasa de mora récord en julio a pesar de la vigencia de los programas federales y estatales para evitar las ejecuciones.
El total de ejecuciones aumentó un 7 por ciento en julio desde el mes anterior y un 32 por ciento en la base anual, luego que uno de cada 355 hogares con un préstamo se enfrentara al proceso de ejecución, dijo RealtyTrac.
Los datos sobre las ventas minoristas plantean dudas sobre un repunte en el gasto del consumidor en el trimestre actual. El gasto, que representa cerca de dos tercios de la actividad económica de Estados Unidos, se ha visto sometido a presión por el alto nivel del desempleo.
El gasto del consumidor cayó a una tasa anual de 1,2 por ciento en el segundo trimestre después de subir un 0,6 por ciento en el período entre enero y marzo. A pesar de los indicios de que la peor recesión en 60 años se está moderando, las compañías se han mostrado renuentes a contratar nuevo personal, aunque el ritmo de los despidos se ha moderado notablemente.
"Parece que hay una debilidad subyacente. El consumidor estadounidense aún tiene que unirse a la fiesta", dijo Kevin Flanagan, estratega de renta fija de Morgan Stanley en Purchase, Nueva York.
Sin embargo, el jueves también hubo indicios de que la economía global estaba comenzando a salir del pantano. Alemania y Francia reportaron un sorpresivo retorno al crecimiento económico durante el segundo trimestre, concluyendo su recesión antes de lo que muchos políticos y economistas esperaban.
Otro informe del Departamento de Comercio mostró una caída en los inventarios empresariales de 1,1 por ciento en junio tras un declive de 1,2 por ciento en el mes anterior. Las ventas de las empresas subieron un 0,9 por ciento en junio por primera vez desde julio del año pasado.
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© Thomson Reuters 2009 All rights reserved.
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WASHINGTON (Reuters) - Las ventas en las tiendas minoristas estadounidenses cayeron inesperadamente en julio y el número de trabajadores que solicitó beneficios de desempleo subió en la última semana, indicando que el camino hacia la recuperación en la economía estará lleno de baches.
Un informe del Departamento de Comerció mostro el jueves que el total de las ventas minoristas cayó un 0,1 por ciento en julio tras un avance revisado al alza de 0,8 por ciento en el mes anterior. Los mercados esperaban un aumento de 0,7 por ciento en las ventas.
Los analistas proyectaban un impulso a las ventas minoristas de parte del programa "efectivo por chatarra", que da dinero a los consumidores para cambiar sus autos viejos y de alto consumo por vehículos nuevos y eficientes.
Excluyendo las partes de vehículos, las ventas cayeron un 0,6 por ciento en julio, tras un alza de 0,5 por ciento en el mes anterior.
Por otra parte, un informe del Departamento de Trabajo mostró que las solicitudes iniciales de beneficios de desempleo aumentaron en 4.000 la semana pasada, para una suma desestacionalizada de 558.000.
"Los consumidores han reducido sus gastos cada mes. La gran sorpresa es que pensamos que (el programa) 'dinero por chatarra' iba a sumar al PIB pero por el contrario este redujo el gasto en todos los demás sectores", dijo Christopher Low, economista jefe en FTN Financial en Nueva York.
Las noticias negativas no pararon ahí. La firma de bienes raíces RealtyTrac informó que los préstamos para la vivienda en Estados Unidos alcanzaron una tasa de mora récord en julio a pesar de la vigencia de los programas federales y estatales para evitar las ejecuciones.
El total de ejecuciones aumentó un 7 por ciento en julio desde el mes anterior y un 32 por ciento en la base anual, luego que uno de cada 355 hogares con un préstamo se enfrentara al proceso de ejecución, dijo RealtyTrac.
Los datos sobre las ventas minoristas plantean dudas sobre un repunte en el gasto del consumidor en el trimestre actual. El gasto, que representa cerca de dos tercios de la actividad económica de Estados Unidos, se ha visto sometido a presión por el alto nivel del desempleo.
El gasto del consumidor cayó a una tasa anual de 1,2 por ciento en el segundo trimestre después de subir un 0,6 por ciento en el período entre enero y marzo. A pesar de los indicios de que la peor recesión en 60 años se está moderando, las compañías se han mostrado renuentes a contratar nuevo personal, aunque el ritmo de los despidos se ha moderado notablemente.
"Parece que hay una debilidad subyacente. El consumidor estadounidense aún tiene que unirse a la fiesta", dijo Kevin Flanagan, estratega de renta fija de Morgan Stanley en Purchase, Nueva York.
Sin embargo, el jueves también hubo indicios de que la economía global estaba comenzando a salir del pantano. Alemania y Francia reportaron un sorpresivo retorno al crecimiento económico durante el segundo trimestre, concluyendo su recesión antes de lo que muchos políticos y economistas esperaban.
Otro informe del Departamento de Comercio mostró una caída en los inventarios empresariales de 1,1 por ciento en junio tras un declive de 1,2 por ciento en el mes anterior. Las ventas de las empresas subieron un 0,9 por ciento en junio por primera vez desde julio del año pasado.
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Reuters/13/08/2009
Uribe viene a la Argentina, pero quiere discutir sobre Venezuela e Irán
El gobierno de Colombia informó que el presidente asistirá al encuentro de Unasur del próximo viernes 28 en Bariloche. Pero dice que "la agenda será diversa" y que "la reunión no implica condición para el acuerdo entre Colombia y EE.UU.".El gobierno del colombiano Alvaro Uribe confirmó esta mañana que el presidente asistirá el próximo viernes 28 en la cumbre a la reunión de mandatarios de la Unasur que se realizará en Bariloche. No obstante, mencionó que "la agenda será diversa" y que "la reunión no implica condición para el acuerdo entre Colombia y Estados Unidos".
El comunicado del gobierno afirma que Uribe y el canciller, Jaime Bermúdez, "acudirán a la próxima reunión de presidentes de la Unasur, que tendrá lugar en la República Argentina. La agenda será diversa y la reunión no implica condición para el acuerdo entre Colombia y Estados Unidos, a fin de enfrentar con más éxito el narcotráfico y el terrorismo".
En tanto, esta mañana, fuentes de la presidencia afirmaron que "Colombia asiste bajo la premisa que se tratarán temas relacionados con el armamentismo en la región, el tráfico de armas y el terrorismo. El presidente (Uribe) puede resolver todas las inquietudes relacionadas con el tema del acuerdo militar con Estados Unidos, pero frente a este tema no acepta condicionamientos".
Ayer, fuentes del gobierno colombiano dijeron a Clarín en Bogotá que Uribe vendría a Bariloche, pero con condiciones: quiere que se debata el desmesurado gasto militar de Hugo Chávez en Venezuela y sus vínculos con gobiernos como Irán, Rusia y China.
La asistencia de Uribe a la reunión ya había sido confirmada ayer por el gobierno argentino. El ofrecimiento de reunir a los presidentes en Bariloche fue hecho por Cristina el lunes pasado en Quito, durante la cumbre de la Unasur, a la que no asistió Uribe por estar rotas las relaciones entre su país y Ecuador.
El hotel Llao-Llao será escenario del diálogo para intentar acortar distancias con Colombia luego del polémico anuncio de Uribe de habilitar siete bases de su país para operaciones militares de los Estados Unidos. Sabiendo que no iría a la Unasur en Quito, Uribe hizo la semana pasada una gira relámpago por siete países sudamericanos para explicar el alcance de sus acuerdos militares con los Estados Unidos.
El comunicado del gobierno afirma que Uribe y el canciller, Jaime Bermúdez, "acudirán a la próxima reunión de presidentes de la Unasur, que tendrá lugar en la República Argentina. La agenda será diversa y la reunión no implica condición para el acuerdo entre Colombia y Estados Unidos, a fin de enfrentar con más éxito el narcotráfico y el terrorismo".
En tanto, esta mañana, fuentes de la presidencia afirmaron que "Colombia asiste bajo la premisa que se tratarán temas relacionados con el armamentismo en la región, el tráfico de armas y el terrorismo. El presidente (Uribe) puede resolver todas las inquietudes relacionadas con el tema del acuerdo militar con Estados Unidos, pero frente a este tema no acepta condicionamientos".
Ayer, fuentes del gobierno colombiano dijeron a Clarín en Bogotá que Uribe vendría a Bariloche, pero con condiciones: quiere que se debata el desmesurado gasto militar de Hugo Chávez en Venezuela y sus vínculos con gobiernos como Irán, Rusia y China.
La asistencia de Uribe a la reunión ya había sido confirmada ayer por el gobierno argentino. El ofrecimiento de reunir a los presidentes en Bariloche fue hecho por Cristina el lunes pasado en Quito, durante la cumbre de la Unasur, a la que no asistió Uribe por estar rotas las relaciones entre su país y Ecuador.
El hotel Llao-Llao será escenario del diálogo para intentar acortar distancias con Colombia luego del polémico anuncio de Uribe de habilitar siete bases de su país para operaciones militares de los Estados Unidos. Sabiendo que no iría a la Unasur en Quito, Uribe hizo la semana pasada una gira relámpago por siete países sudamericanos para explicar el alcance de sus acuerdos militares con los Estados Unidos.
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Clarin - Argentina/13/08/2009
Recuperación económica: ¿gracias al Estado?
Las últimas cifras de la oficina de estadísticas de la Unión Europea mostraron un inesperado crecimiento de Alemania y Francia, las dos economías más grandes de la zona del euro.
Los datos suministrados por Eurostat revelaron que el producto interno bruto de la zona del euro tuvo una quinta disminución trimestral. Sin embargo, esta vez cayó sólo en un 0,1%, mucho menor a lo esperado.
Por su parte, las economías de Alemania y Francia crecieron un 0,3%, lo que ha generado algo de optimismo. Incluso varios economistas hablan del fin de la recesión en la zona del euro.
Para algunos esto comprobaría la teoría del Premio Nobel de Economía 2008, Paul Krugman, quien asegura que sólo una fuerte intervención del Estado puede ayudar a restaurar el crecimiento de la economía, ya que fue esto lo que ocurrió en Alemania y Francia, donde los gobiernos inyectaron grandes sumas de capital al inicio de la crisis financiera mundial.
Sin embargo, hay que señalar que en ambos casos, la mejora se sustentó también en el consumo interno y en el avance de las exportaciones.
Según Krugman, tal es el papel de la intervención estatal que incluso asegura que el paquete de estímulo económico del presidente de EE.UU. (de cerca de US$800 mil millones) no será suficiente para reactivar la economía de ese país.
Otros, sin embargo, prefieren ser más cautelosos y advierten sobre el riesgo de depender demasido de los gobiernos, por lo que señalan que es necesario esperar a ver cuál es el verdadero impacto de este tipo de medidas de ayuda.
Los datos suministrados por Eurostat revelaron que el producto interno bruto de la zona del euro tuvo una quinta disminución trimestral. Sin embargo, esta vez cayó sólo en un 0,1%, mucho menor a lo esperado.
Por su parte, las economías de Alemania y Francia crecieron un 0,3%, lo que ha generado algo de optimismo. Incluso varios economistas hablan del fin de la recesión en la zona del euro.
Para algunos esto comprobaría la teoría del Premio Nobel de Economía 2008, Paul Krugman, quien asegura que sólo una fuerte intervención del Estado puede ayudar a restaurar el crecimiento de la economía, ya que fue esto lo que ocurrió en Alemania y Francia, donde los gobiernos inyectaron grandes sumas de capital al inicio de la crisis financiera mundial.
Sin embargo, hay que señalar que en ambos casos, la mejora se sustentó también en el consumo interno y en el avance de las exportaciones.
Según Krugman, tal es el papel de la intervención estatal que incluso asegura que el paquete de estímulo económico del presidente de EE.UU. (de cerca de US$800 mil millones) no será suficiente para reactivar la economía de ese país.
Otros, sin embargo, prefieren ser más cautelosos y advierten sobre el riesgo de depender demasido de los gobiernos, por lo que señalan que es necesario esperar a ver cuál es el verdadero impacto de este tipo de medidas de ayuda.
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BBC Mundo/13/08/2009
Bolivia expulsará a 20 familias brasileñas en dos semanas, otras 1.500 están en la mira
La Paz, 13 Ago (Erbol).- El gobierno boliviano expulsará por la fuerza a por lo menos una veintena de familias brasileñas asentadas presuntamente de manera ilegal en el municipio de San Ignacio de Velasco del departamento de Santa Cruz en menos de dos semanas y otras 1.500, que viven en el norte de Bolivia, podrían correr la misma suerte.
El viceministro boliviano de Tierras, Alejandro Almaraz, en declaraciones exclusivas a la Red Erbol, aseguró que las familias brasileñas en San Ignacio de Velasco serán expulsadas en una o dos semanas más porque supuestamente estarían asentadas de manera ilegal e incluso dedicándose a la tala indiscriminada de árboles de los bosques del país.
“Muy pronto se desalojarán los asentamientos de brasileños en Velasco, Santa Cruz, en el caso de Velasco será por la fuerza en una o dos semanas”, declaró la autoridad gubernamental.
De acuerdo a los datos extraoficiales obtenidos por la Red Erbol a través de sus radios afiliadas en Santa Cruz, al menos 20 familias brasileñas en San Ignacio de Velasco serían las que están asentadas de manera ilegal y dedicándose a la tala de árboles.
La viceministra de Desarrollo Rural, Teresa Morales, dijo que solamente en el norte del territorio del país, especialmente en el departamento de Pando, se tenía identificado hasta el año pasado otras 1.500 familias de Brasil que también estarían cometiendo irregularidades en Bolivia.
“Había más de 1.500 familias hasta el año pasado, pero nadie se rasgaba las vestidura porque brasileños entren a nuestro territorio para sacar madera de manera indiscriminada y descontrolada, ahora la oposición boliviana se desgarra las vestidura porque asentamos 500 familias bolivianas ahí (en el norte), pero 1.500 de Brasil que viven ahí bajo el apoyo de la oposición ahora tienen que ir desalojando, van a tener que ir saliendo del país”, advirtió.
El plan gubernamental de desalojo de brasileños ya arrancó en Bolivia en pasados meses. Sólo el 16 de julio, un aserradero clandestino de la empresa Tropical Andes SRL que operaba ilegalmente en tierras fiscales de la provincia Abuná de Pando, fue intervenido por funcionarios de la Fiscalía de ese departamento.
En el operativo policial, según bolpress, entonces fueron detenidos trabajadores brasileños que trozaban troncas y cargaban madera en dos camiones de alto tonelaje.El aserradero ilegal instalado en 2008 en la localidad 1 de Mayo en el municipio de Santa Rosa del Abuná, sobre la carretera que conduce a tierras fiscales en Nacebe, habría deforestado al menos 10 hectáreas de bosque.
“En el caso del aserradero que se intervino y el desalojo que se lo hizo hace un mes en esa región, me dijeron que estos días detuvieron a personas que querían sacar la maquinaria”, puntualizó el Viceministro de Tierras.
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RED ERBOL - Bolivia/13/08/2009
ISRAEL: La gripe porcina se propaga a ritmo alarmante
Según un informe del Ministerio de Salud
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Según un informe del Ministerio de Salud, el número de personas que sufren la enfermedad aumentó 3,6 veces en las últimas dos semanas.
El Ministerio registró 2.148 casos verificados de gripe porcina en Israel, la mitad de los pacientes menores de 30 años.
La enfermedad se está propagando más rápido en Haifa, Jerusalén y el norte, aunque el mayor número de personas que padecen la gripe se registró en la región central.
En las tres primeras semanas de julio, los pacientes cuyos síntomas podrían indicar la gripe porcina fueron controlados, sólo si se consideraban de alto riesgo, incluidos los que sufren de enfermedades crónicas, mujeres embarazadas y pacientes hospitalizados.
En las últimas dos semanas, sólo las personas con problemas agudos en las vías respiratorias o las personas que viven cerca de un brote conocido y probado
Un estudio realizado por el departamento de epidemiología del Ministerio de Salud, sobre la base de 1.503 pacientes de la gripe, mostró que sólo el 5 por ciento de los diagnosticados son mayores de 50 años.
El estudio también mostró que la gripe porcina está ligeramente más extendida entre los hombres que en las mujeres, como la mayoría de las enfermedades infecciosas.
El aumento en el número de pacientes de gripe porcina son estimaciones basadas en el número de personas cuyos síntomas parecen ser causados por la enfermedad.
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Según un informe del Ministerio de Salud, el número de personas que sufren la enfermedad aumentó 3,6 veces en las últimas dos semanas.
El Ministerio registró 2.148 casos verificados de gripe porcina en Israel, la mitad de los pacientes menores de 30 años.
La enfermedad se está propagando más rápido en Haifa, Jerusalén y el norte, aunque el mayor número de personas que padecen la gripe se registró en la región central.
En las tres primeras semanas de julio, los pacientes cuyos síntomas podrían indicar la gripe porcina fueron controlados, sólo si se consideraban de alto riesgo, incluidos los que sufren de enfermedades crónicas, mujeres embarazadas y pacientes hospitalizados.
En las últimas dos semanas, sólo las personas con problemas agudos en las vías respiratorias o las personas que viven cerca de un brote conocido y probado
Un estudio realizado por el departamento de epidemiología del Ministerio de Salud, sobre la base de 1.503 pacientes de la gripe, mostró que sólo el 5 por ciento de los diagnosticados son mayores de 50 años.
El estudio también mostró que la gripe porcina está ligeramente más extendida entre los hombres que en las mujeres, como la mayoría de las enfermedades infecciosas.
El aumento en el número de pacientes de gripe porcina son estimaciones basadas en el número de personas cuyos síntomas parecen ser causados por la enfermedad.
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AURORA - Israel/13/08/2009
“Demanda de memoria”
DESPUES DEL TERRORISMO DE ESTADO EN LA ARGENTINA
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Monumento a los detenidos desaparecidos en el Parque de la Memoria.
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Una reflexión crítica sobre las memorias y sobre los olvidos contribuye a indagar de qué maneras, en la Argentina, se “demanda memoria” acerca de un pasado reciente y traumático.
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Por Hugo Vezzetti *
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“Memoria, verdad, justicia”: son términos que en la Argentina integran una serie establecida y repetida. Exponen una agenda de los problemas abiertos en torno del pasado reciente y, a la vez, se proponen como una constelación de valores y esperanzas en la reparación de las heridas que se reactivan en el presente. En verdad, cada uno de esos términos arrastra una densidad particular que se acrecienta con su combinación y superposición. ¿Qué es una verdad para la memoria y cuáles son las diferencias respecto de una verdad para la historia? ¿Cómo pensar las relaciones entre verdad y justicia, entre memoria y justicia? Desde hace veinticinco años, en nuestro país se eligió, de diversas formas, recordar.
Los variados proyectos de olvido y amnistía terminaron cediendo frente a una voluntad de rememorar una experiencia focalizada en el terrorismo de Estado. Oscar Terán lo señalaba y exponía un ideal de memoria: “Lo que sutura aquel hilo de sentido brutalmente cortado”. Pero también puntualizaba las condiciones de una crisis presente que ha impedido una fácil restauración de las seguridades perdidas: la “demanda de memoria” ha coincidido con tiempos de incertidumbre, con creencias fracturadas, en fin, con el derrumbe de las utopías. Ofrecía así una imagen elocuente de los problemas de una memoria ética y política que debe curar las heridas, en un tiempo que ha trastrocado el horizonte de representaciones e ideales capaces de reactivar las esperanzas del pasado. Donde ya no queda el reaseguro de aquellas utopías, decía Terán, la certidumbre que nos convoca reside en el rescate de las víctimas; la memoria se reúne con el duelo: es el deber de reintegrar a los muertos insepultos, los desaparecidos, y los niños “des-identificados”; el “reclamo de Antígona”, que coloca el trabajo de la memoria bajo el sino de la tragedia.
Quiero partir de esa indicación problematizada de la memoria, concebida en una relación inherente de responsabilidad hacia el pasado y, sobre todo, hacia las víctimas. No hay memoria plena ni efusiones combativas que puedan suprimir el peso de lo irreparable. El trabajo que busca tramitar la pérdida de tantos cuerpos asesinados, torturados, exiliados, apropiados, debe hacerse cargo también de renovar las ideas y las pasiones, de recuperar y revisar las promesas fracasadas de un tiempo dominado por la furia de los combates y lo irreversible de la muerte.
Ni pura repetición, ni presente fracturado respecto del pasado; la memoria está a la vez en el pasado y en el presente, y ese doble horizonte habilita diversas transacciones frente a las herencias recibidas: entre las formas compactas de un pasado que se impone como un velo que cubre el presente, y las expresiones, igualmente ilusorias, que buscan alinear y borrar el pasado fracturado desde la perspectiva de un presente reconciliado.
Las apuestas se desplazan al presente, pero en un tiempo en movimiento en el que los cambios en la memoria replican y revelan la radical historicidad de la democracia, un régimen falto de fundamento y a la vez condenado a construir las bases de una vida en común que reconozca las diferencias y admita la alteridad.
Una condición del derecho reside en la voluntad colectiva, en el presente, de permanecer abiertos espacios y prácticas de liberación sobre el pasado. Si se puede hablar de memoria social, el fundamento social de la memoria (es la primera enseñanza de Maurice Halbwachs) es lo que se construye como pasado compartido. Esto no excluye las divergencias, pero, si las disputas se ahondan y rompen ciertos marcos, las diferentes formaciones del pasado se hacen incomunicables y las memorias sociales estallan: ése es el problema mayor en la dimensión política de la memoria. Siempre hay conflictos y también hay criterios o soportes (narraciones, imágenes, símbolos) que habilitan un suelo común. La dinámica de la memoria política depende, entonces, de la estructura básica del lazo social que Freud ilustraba con la parábola de los puercoespines en una noche de frío: un movimiento de reunión/separación en busca de la distancia justa.
Lo inolvidable
Hay olvidos memoriosos que, en su persistencia, son la base de un recuerdo intensificado. Se lee mal a Freud y se abusa del psicoanálisis cuando se señalan patologías del olvido que serían la expresión de un déficit simple en oposición a los deberes de la memoria. En principio, no hay memoria total, salvo en la figura monstruosa de Funes. No se trata, por lo tanto, de establecer una exigencia de transparencia y completud en las prácticas de recuperación y acción sobre el pasado: el olvido no es simplemente el fracaso de la memoria. La tópica freudiana (que permite plantear que hay formaciones de la memoria, así como represión y retorno de lo reprimido) sitúa el olvido en un lugar central: no hay trabajo de memoria que no sea al mismo tiempo trabajo de olvido. Es la paradoja inherente al concepto freudiano de represión: en la dinámica de lo reprimido, lo que se manifiesta como olvido (nunca definitivo), en la conciencia, permanece como recuerdo, incluso intensificado, en el inconsciente.
Interesa recuperar lo productivo del concepto de trauma de un modo distinto del que habitualmente se aplica cuando se trata de acontecimientos que golpean la conciencia colectiva. En el uso habitual, el trauma vale como la representación de una irrupción violenta e inesperada que se impone por su propia fuerza a un sujeto, o a un grupo, que lo sufre en condiciones de pasividad e indefensión. Así entendido, se ha convertido en un lugar común aplicado a las formaciones de la memoria y la conciencia histórica de la experiencia argentina. En la figura de la víctima y en la exposición de los agravios se condensan los sentidos de un pasado “traumático”, focalizado en los crímenes del terrorismo estatal. Pero ese pasado ofrece aristas más complejas e ingredientes menos tolerables para la conciencia de la sociedad, ya que no hubo sólo víctimas, y los usos retrospectivos de una figura simplificada del trauma, cuando se extiende hasta abarcar la entera sociedad, terminan sirviendo a una estrategia general de victimización.
Esa figura ampliada de la víctima se define por una posición de ajenidad y exterioridad respecto de aquello que le acontece, de modo que, en esos modos del reconocimiento social de un pasado atroz (que no son exclusivos de la experiencia argentina), la extensión con que la comunidad asume para sí la posición de víctima pasiva de los acontecimientos es correlativa a una operación no menos amplia de rechazo de la responsabilidad por el pasado. Muy distinta es la intelección que, admitiendo que en los crímenes masivos hay una extensa producción de víctimas, está dispuesta a reconocer que en materia de posiciones y de responsabilidades, como lo señalaba Primo Levi para el campo de concentración, no existe una nítida separación entre el blanco de las víctimas y el negro de los victimarios, sino, más bien, una zona gris.
Es mucho más productiva e incitadora, en la idea freudiana del trauma, la relación inherente a la acción de la memoria: el trauma es lo inolvidable, es decir, lo que retorna y queda a la vez impedido de una completa rememoración. Pero, aun como un fragmento separado, en la medida en que retorna está disponible para imponer nuevos reconocimientos, significados y olvidos. No es fácil encontrar en Freud el sustento para una noción que se ha impuesto en los “estudios de memoria”, una suerte de sacralización del trauma como acontecimiento compacto y cerrado, un bloque separado, imposibilitado para siempre de una tramitación por la palabra. Es la idea prefreudiana de la histeria traumática la que parece proporcionar el modelo para una suerte de hiperrealismo de la memoria, que se expone en el nuevo vocabulario del postrauma y la posmemoria, incluso en una suerte de metafísica de la historia que, a partir del Holocausto, postula que hemos entrado en una era “postapocalíptica”.
En Freud, el primer concepto de trauma encuentra su fórmula en el estatuto de lo reprimido y no se focaliza en un acontecimiento único. Justamente lo que separaba su idea de “histeria corriente”, respecto de la histeria traumática de Charcot, es que hay muchos traumas, siempre incorporados en una trama interrumpida que, sin embargo, no está excluida de la posibilidad de ser recuperada por la palabra y la historia.
La cuestión más relevante que se plantea, en relación con las significaciones del pasado como trauma, es la condición activa o pasiva de la memoria: hay, en cierto modo, una oposición entre la figura del trauma (sufrido pasivamente) y la idea de un trabajo de la memoria. Cuanto más se destaca la figura del pasado traumático, menos recursos quedan para las formas de rememoración que impliquen una renovación del pasado.
Este es el punto en el que debe reconocerse una dinámica, una tensión permanente entre lo que se impone del pasado y los modos de elaborarlo y darle sentido. Las huellas de la violencia y las heridas irrumpen; pero, al mismo tiempo, si puede hablarse de un trabajo de la memoria, si puede haber responsabilidades por el pasado, es porque hay acciones posibles sobre esas huellas. Ese es el sentido del retorno: su fuerza está tanto en el acontecimiento como en la formación que lo admite y lo reconoce desde el presente.
Es claro que en esa formación, y en esa distancia intrínseca con el acontecimiento, hay siempre algo de olvido; ante todo, por la forma narrativa de la memoria, que construye tramas diversas. Pero, además, si se trata de la memoria y el olvido públicos, sobre esa cualidad selectiva, inherente a la memoria, se agregan diversas operaciones de los actores que buscan apropiarse del pasado significativo para un grupo o una comunidad: allí nacen los usos y abusos de la memoria histórica, incluso diversas formas de manipulación ideológica o política. Ricoeur introduce allí la dimensión de la identidad: no como una verdad esencial, a nivel personal o colectivo (clase, partido), sino como efecto de esa trama que sostiene la pregunta “¿quién soy?” y, sobre todo, “¿qué puedo hacer?”.
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*Texto extractado del libro Sobre la violencia revolucionaria. Memorias y olvidos, de reciente aparición (Ed. Siglo XXI).
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Una reflexión crítica sobre las memorias y sobre los olvidos contribuye a indagar de qué maneras, en la Argentina, se “demanda memoria” acerca de un pasado reciente y traumático.
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Por Hugo Vezzetti *
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“Memoria, verdad, justicia”: son términos que en la Argentina integran una serie establecida y repetida. Exponen una agenda de los problemas abiertos en torno del pasado reciente y, a la vez, se proponen como una constelación de valores y esperanzas en la reparación de las heridas que se reactivan en el presente. En verdad, cada uno de esos términos arrastra una densidad particular que se acrecienta con su combinación y superposición. ¿Qué es una verdad para la memoria y cuáles son las diferencias respecto de una verdad para la historia? ¿Cómo pensar las relaciones entre verdad y justicia, entre memoria y justicia? Desde hace veinticinco años, en nuestro país se eligió, de diversas formas, recordar.
Los variados proyectos de olvido y amnistía terminaron cediendo frente a una voluntad de rememorar una experiencia focalizada en el terrorismo de Estado. Oscar Terán lo señalaba y exponía un ideal de memoria: “Lo que sutura aquel hilo de sentido brutalmente cortado”. Pero también puntualizaba las condiciones de una crisis presente que ha impedido una fácil restauración de las seguridades perdidas: la “demanda de memoria” ha coincidido con tiempos de incertidumbre, con creencias fracturadas, en fin, con el derrumbe de las utopías. Ofrecía así una imagen elocuente de los problemas de una memoria ética y política que debe curar las heridas, en un tiempo que ha trastrocado el horizonte de representaciones e ideales capaces de reactivar las esperanzas del pasado. Donde ya no queda el reaseguro de aquellas utopías, decía Terán, la certidumbre que nos convoca reside en el rescate de las víctimas; la memoria se reúne con el duelo: es el deber de reintegrar a los muertos insepultos, los desaparecidos, y los niños “des-identificados”; el “reclamo de Antígona”, que coloca el trabajo de la memoria bajo el sino de la tragedia.
Quiero partir de esa indicación problematizada de la memoria, concebida en una relación inherente de responsabilidad hacia el pasado y, sobre todo, hacia las víctimas. No hay memoria plena ni efusiones combativas que puedan suprimir el peso de lo irreparable. El trabajo que busca tramitar la pérdida de tantos cuerpos asesinados, torturados, exiliados, apropiados, debe hacerse cargo también de renovar las ideas y las pasiones, de recuperar y revisar las promesas fracasadas de un tiempo dominado por la furia de los combates y lo irreversible de la muerte.
Ni pura repetición, ni presente fracturado respecto del pasado; la memoria está a la vez en el pasado y en el presente, y ese doble horizonte habilita diversas transacciones frente a las herencias recibidas: entre las formas compactas de un pasado que se impone como un velo que cubre el presente, y las expresiones, igualmente ilusorias, que buscan alinear y borrar el pasado fracturado desde la perspectiva de un presente reconciliado.
Las apuestas se desplazan al presente, pero en un tiempo en movimiento en el que los cambios en la memoria replican y revelan la radical historicidad de la democracia, un régimen falto de fundamento y a la vez condenado a construir las bases de una vida en común que reconozca las diferencias y admita la alteridad.
Una condición del derecho reside en la voluntad colectiva, en el presente, de permanecer abiertos espacios y prácticas de liberación sobre el pasado. Si se puede hablar de memoria social, el fundamento social de la memoria (es la primera enseñanza de Maurice Halbwachs) es lo que se construye como pasado compartido. Esto no excluye las divergencias, pero, si las disputas se ahondan y rompen ciertos marcos, las diferentes formaciones del pasado se hacen incomunicables y las memorias sociales estallan: ése es el problema mayor en la dimensión política de la memoria. Siempre hay conflictos y también hay criterios o soportes (narraciones, imágenes, símbolos) que habilitan un suelo común. La dinámica de la memoria política depende, entonces, de la estructura básica del lazo social que Freud ilustraba con la parábola de los puercoespines en una noche de frío: un movimiento de reunión/separación en busca de la distancia justa.
Lo inolvidable
Hay olvidos memoriosos que, en su persistencia, son la base de un recuerdo intensificado. Se lee mal a Freud y se abusa del psicoanálisis cuando se señalan patologías del olvido que serían la expresión de un déficit simple en oposición a los deberes de la memoria. En principio, no hay memoria total, salvo en la figura monstruosa de Funes. No se trata, por lo tanto, de establecer una exigencia de transparencia y completud en las prácticas de recuperación y acción sobre el pasado: el olvido no es simplemente el fracaso de la memoria. La tópica freudiana (que permite plantear que hay formaciones de la memoria, así como represión y retorno de lo reprimido) sitúa el olvido en un lugar central: no hay trabajo de memoria que no sea al mismo tiempo trabajo de olvido. Es la paradoja inherente al concepto freudiano de represión: en la dinámica de lo reprimido, lo que se manifiesta como olvido (nunca definitivo), en la conciencia, permanece como recuerdo, incluso intensificado, en el inconsciente.
Interesa recuperar lo productivo del concepto de trauma de un modo distinto del que habitualmente se aplica cuando se trata de acontecimientos que golpean la conciencia colectiva. En el uso habitual, el trauma vale como la representación de una irrupción violenta e inesperada que se impone por su propia fuerza a un sujeto, o a un grupo, que lo sufre en condiciones de pasividad e indefensión. Así entendido, se ha convertido en un lugar común aplicado a las formaciones de la memoria y la conciencia histórica de la experiencia argentina. En la figura de la víctima y en la exposición de los agravios se condensan los sentidos de un pasado “traumático”, focalizado en los crímenes del terrorismo estatal. Pero ese pasado ofrece aristas más complejas e ingredientes menos tolerables para la conciencia de la sociedad, ya que no hubo sólo víctimas, y los usos retrospectivos de una figura simplificada del trauma, cuando se extiende hasta abarcar la entera sociedad, terminan sirviendo a una estrategia general de victimización.
Esa figura ampliada de la víctima se define por una posición de ajenidad y exterioridad respecto de aquello que le acontece, de modo que, en esos modos del reconocimiento social de un pasado atroz (que no son exclusivos de la experiencia argentina), la extensión con que la comunidad asume para sí la posición de víctima pasiva de los acontecimientos es correlativa a una operación no menos amplia de rechazo de la responsabilidad por el pasado. Muy distinta es la intelección que, admitiendo que en los crímenes masivos hay una extensa producción de víctimas, está dispuesta a reconocer que en materia de posiciones y de responsabilidades, como lo señalaba Primo Levi para el campo de concentración, no existe una nítida separación entre el blanco de las víctimas y el negro de los victimarios, sino, más bien, una zona gris.
Es mucho más productiva e incitadora, en la idea freudiana del trauma, la relación inherente a la acción de la memoria: el trauma es lo inolvidable, es decir, lo que retorna y queda a la vez impedido de una completa rememoración. Pero, aun como un fragmento separado, en la medida en que retorna está disponible para imponer nuevos reconocimientos, significados y olvidos. No es fácil encontrar en Freud el sustento para una noción que se ha impuesto en los “estudios de memoria”, una suerte de sacralización del trauma como acontecimiento compacto y cerrado, un bloque separado, imposibilitado para siempre de una tramitación por la palabra. Es la idea prefreudiana de la histeria traumática la que parece proporcionar el modelo para una suerte de hiperrealismo de la memoria, que se expone en el nuevo vocabulario del postrauma y la posmemoria, incluso en una suerte de metafísica de la historia que, a partir del Holocausto, postula que hemos entrado en una era “postapocalíptica”.
En Freud, el primer concepto de trauma encuentra su fórmula en el estatuto de lo reprimido y no se focaliza en un acontecimiento único. Justamente lo que separaba su idea de “histeria corriente”, respecto de la histeria traumática de Charcot, es que hay muchos traumas, siempre incorporados en una trama interrumpida que, sin embargo, no está excluida de la posibilidad de ser recuperada por la palabra y la historia.
La cuestión más relevante que se plantea, en relación con las significaciones del pasado como trauma, es la condición activa o pasiva de la memoria: hay, en cierto modo, una oposición entre la figura del trauma (sufrido pasivamente) y la idea de un trabajo de la memoria. Cuanto más se destaca la figura del pasado traumático, menos recursos quedan para las formas de rememoración que impliquen una renovación del pasado.
Este es el punto en el que debe reconocerse una dinámica, una tensión permanente entre lo que se impone del pasado y los modos de elaborarlo y darle sentido. Las huellas de la violencia y las heridas irrumpen; pero, al mismo tiempo, si puede hablarse de un trabajo de la memoria, si puede haber responsabilidades por el pasado, es porque hay acciones posibles sobre esas huellas. Ese es el sentido del retorno: su fuerza está tanto en el acontecimiento como en la formación que lo admite y lo reconoce desde el presente.
Es claro que en esa formación, y en esa distancia intrínseca con el acontecimiento, hay siempre algo de olvido; ante todo, por la forma narrativa de la memoria, que construye tramas diversas. Pero, además, si se trata de la memoria y el olvido públicos, sobre esa cualidad selectiva, inherente a la memoria, se agregan diversas operaciones de los actores que buscan apropiarse del pasado significativo para un grupo o una comunidad: allí nacen los usos y abusos de la memoria histórica, incluso diversas formas de manipulación ideológica o política. Ricoeur introduce allí la dimensión de la identidad: no como una verdad esencial, a nivel personal o colectivo (clase, partido), sino como efecto de esa trama que sostiene la pregunta “¿quién soy?” y, sobre todo, “¿qué puedo hacer?”.
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*Texto extractado del libro Sobre la violencia revolucionaria. Memorias y olvidos, de reciente aparición (Ed. Siglo XXI).
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Página/12 - Argentina/13/08/2009
Si ya pasó lo peor, ¿qué viene ahora?
Por: Mauricio Reyna
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¿Usted cree que lo peor de la crisis ya pasó? No es el único... en los últimos días ha habido una oleada de optimismo económico sorprendente. Y no me refiero sólo a los entusiastas comentarios del equipo económico de Barack Obama, sino a los de observadores críticos como Paul Krugman y el mismísimo profeta del desastre, Nouriel Roubini: palabras más, palabras menos, todos han dicho que lo peor ya pasó. Algo parecido ha sucedido en Colombia, donde la mayoría de los analistas piensa que el segundo semestre será mejor que el primero, y que ya estamos tocando fondo para volver a emerger como el Fénix de sus cenizas.
En este contexto, cualquiera que se limite a leer en la mañana los titulares de los periódicos saldrá a trabajar pensando que la economía volverá a la normalidad en cuestión de meses. Pues resulta que las cosas no son tan simples. Al margen de lo que cada cual entienda por normalidad, lo cierto es que la economía mundial está entrando en terrenos desconocidos. Es posible que las autoridades hayan evitado que la economía cayera al abismo, como lo afirmó hace pocos días Larry Summers (consejero económico de Barack Obama), pero el resultado de esa maniobra es que ahora nos encontramos en un pantano del que no será fácil salir sin manchas ni rasguños.
¿Y cómo es ese pantano? La respuesta no es sencilla, porque la economía enfrenta problemas que nunca antes había encarado. Por eso son tan oportunos los espacios de reflexión y análisis como el que propició el Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR) junto con la Corporación Andina de Fomento (CAF) a comienzos de esta semana en Cartagena. Allí se reunió un grupo de economistas nacionales e internacionales a discutir qué lecciones ha dejado la presente crisis y qué retos impone lo que vendrá. El espectro analítico fue amplio, desde posiciones de corte monetarista como las de Arnold Harberger y Jacob Frenkel, hasta perspectivas keynesianas como la de José Antonio Ocampo, pasando por visiones agudamente pragmáticas como la de Pedro Aspe, ex Secretario de Hacienda de México.
El foro dejó varias certezas y otras tantas inquietudes sobre las perspectivas de la economía en el futuro inmediato. En primer lugar, pocos ponen en duda que lo peor de la crisis está quedando atrás. Un amplio conjunto de indicadores sugiere que las perspectivas de recuperación ya no se limitan a sectores aislados: los índices bursátiles han tenido una notable recuperación en los países desarrollados y las economías emergentes; los márgenes de riesgo financiero han caído prácticamente para todos los tipos de deuda, independientemente de que sea pública o privada, o de que sea de economías avanzadas o en desarrollo; los precios de las materias primas se han recuperado sustancialmente, jalonando consigo las perspectivas de crecimiento de muchos países latinoamericanos; como si eso no fuera poco, Estados Unidos, la cuna de la crisis, parece estar empezando a estabilizarse con una ligera reducción en el desempleo y una tímida recuperación de los mercados inmobiliarios.
Estas novedades serían excelentes noticias si se dieran en un contexto normal, pero sucede que estamos en uno de los entornos más atípicos que haya vivido la economía mundial en mucho tiempo. Dos hechos muestran que hay que tomar las cifras con pinzas. Por un lado, antes de celebrar con bombos y platillos que algunos indicadores estén creciendo en estos días, hay que tener en cuenta que la base de comparación es el segundo semestre de 2008, es decir el peor momento de la economía mundial en más de medio siglo. Por supuesto que es bueno que haya crecimientos, pero una cosa es alegrarse porque el accidentado esté vivo y otra muy distinta es creer que ya se alentó.
Por otra parte, la sala de cuidados intensivos en que está la economía mundial es bastante singular. Como señala Leonardo Leiderman, profesor de la Universidad de Tel Aviv, estamos en una etapa de transición que no es sostenible: los bancos centrales de muchos países han reducido sus tasas de interés a niveles sorprendentemente bajos, mientras los gobiernos han presionado hasta el fondo el acelerador del gasto público. Para dimensionar la insostenibilidad de esa situación basta revisar el caso de Estados Unidos, que tiene tasas de interés cercanas a cero y cuyo déficit fiscal rondará el 12 por ciento del PIB este año: no hay economía del mundo que no estalle si mantiene semejantes condiciones de expansión más allá de un plazo razonable.
¿Y cuál es ese plazo razonable? Nadie lo sabe, porque si los gobiernos y los bancos centrales abandonan sus políticas expansionistas antes de tiempo, es decir antes de que el enfermo pueda caminar por sus propios medios, lo más probable sería que se presentara una recaída que podría ser fatal. Las autoridades económicas están usando todos sus recursos en un ingente esfuerzo de empujar el carro para que prenda, pero por ahora sólo se perciben unos ligeros corcoveos de naturaleza indescifrable.
La situación es particularmente preocupante en Estados Unidos, donde pasará mucho tiempo antes de que el consumo de los hogares vuelva a convertirse en el motor del crecimiento. De acuerdo con estimativos de Pedro Aspe, los consumidores estadounidenses han reducido su gasto discrecional más de 30 por ciento para poder generar el ahorro que les permita cubrir sus inmensas deudas, y no volverán a elevarlo sustancialmente antes de 2011. Si las autoridades económicas cerraran las llaves expansionistas antes de que eso suceda, estarían garantizando una recaída para el año entrante. Ante este panorama, creer que estamos ad portas de una vigorosa recuperación es una simple ingenuidad.
En este contexto, lo que para personas corrientes como usted y yo es el alivio de creer que lo peor puede haber quedado atrás, para las autoridades económicas es el calvario de empezar a pensar cómo van a salir del berenjenal en que se han metido. Esa estrategia de salida (la cada vez más mentada exit strategy) es particularmente exigente para autoridades monetarias de países desarrollados como Estados Unidos y el Reino Unido, donde los bancos centrales han hecho cosas como adquirir activos tóxicos que llevarían a los ortodoxos al confesionario.
Pero esta situación también implica desafíos de marca mayor para los países emergentes que, aunque han salido relativamente bien librados de la crisis, están aplicando políticas fiscales expansionistas que no va a ser fácil desmontar en el futuro próximo. He ahí un buen tema de reflexión para Colombia: si en los buenos tiempos no fue posible que el Gobierno hiciera un ajuste fiscal como correspondía, ¿cómo hacer para que se apriete el cinturón en los tiempos mediocres que se nos vienen?
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En este contexto, cualquiera que se limite a leer en la mañana los titulares de los periódicos saldrá a trabajar pensando que la economía volverá a la normalidad en cuestión de meses. Pues resulta que las cosas no son tan simples. Al margen de lo que cada cual entienda por normalidad, lo cierto es que la economía mundial está entrando en terrenos desconocidos. Es posible que las autoridades hayan evitado que la economía cayera al abismo, como lo afirmó hace pocos días Larry Summers (consejero económico de Barack Obama), pero el resultado de esa maniobra es que ahora nos encontramos en un pantano del que no será fácil salir sin manchas ni rasguños.
¿Y cómo es ese pantano? La respuesta no es sencilla, porque la economía enfrenta problemas que nunca antes había encarado. Por eso son tan oportunos los espacios de reflexión y análisis como el que propició el Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR) junto con la Corporación Andina de Fomento (CAF) a comienzos de esta semana en Cartagena. Allí se reunió un grupo de economistas nacionales e internacionales a discutir qué lecciones ha dejado la presente crisis y qué retos impone lo que vendrá. El espectro analítico fue amplio, desde posiciones de corte monetarista como las de Arnold Harberger y Jacob Frenkel, hasta perspectivas keynesianas como la de José Antonio Ocampo, pasando por visiones agudamente pragmáticas como la de Pedro Aspe, ex Secretario de Hacienda de México.
El foro dejó varias certezas y otras tantas inquietudes sobre las perspectivas de la economía en el futuro inmediato. En primer lugar, pocos ponen en duda que lo peor de la crisis está quedando atrás. Un amplio conjunto de indicadores sugiere que las perspectivas de recuperación ya no se limitan a sectores aislados: los índices bursátiles han tenido una notable recuperación en los países desarrollados y las economías emergentes; los márgenes de riesgo financiero han caído prácticamente para todos los tipos de deuda, independientemente de que sea pública o privada, o de que sea de economías avanzadas o en desarrollo; los precios de las materias primas se han recuperado sustancialmente, jalonando consigo las perspectivas de crecimiento de muchos países latinoamericanos; como si eso no fuera poco, Estados Unidos, la cuna de la crisis, parece estar empezando a estabilizarse con una ligera reducción en el desempleo y una tímida recuperación de los mercados inmobiliarios.
Estas novedades serían excelentes noticias si se dieran en un contexto normal, pero sucede que estamos en uno de los entornos más atípicos que haya vivido la economía mundial en mucho tiempo. Dos hechos muestran que hay que tomar las cifras con pinzas. Por un lado, antes de celebrar con bombos y platillos que algunos indicadores estén creciendo en estos días, hay que tener en cuenta que la base de comparación es el segundo semestre de 2008, es decir el peor momento de la economía mundial en más de medio siglo. Por supuesto que es bueno que haya crecimientos, pero una cosa es alegrarse porque el accidentado esté vivo y otra muy distinta es creer que ya se alentó.
Por otra parte, la sala de cuidados intensivos en que está la economía mundial es bastante singular. Como señala Leonardo Leiderman, profesor de la Universidad de Tel Aviv, estamos en una etapa de transición que no es sostenible: los bancos centrales de muchos países han reducido sus tasas de interés a niveles sorprendentemente bajos, mientras los gobiernos han presionado hasta el fondo el acelerador del gasto público. Para dimensionar la insostenibilidad de esa situación basta revisar el caso de Estados Unidos, que tiene tasas de interés cercanas a cero y cuyo déficit fiscal rondará el 12 por ciento del PIB este año: no hay economía del mundo que no estalle si mantiene semejantes condiciones de expansión más allá de un plazo razonable.
¿Y cuál es ese plazo razonable? Nadie lo sabe, porque si los gobiernos y los bancos centrales abandonan sus políticas expansionistas antes de tiempo, es decir antes de que el enfermo pueda caminar por sus propios medios, lo más probable sería que se presentara una recaída que podría ser fatal. Las autoridades económicas están usando todos sus recursos en un ingente esfuerzo de empujar el carro para que prenda, pero por ahora sólo se perciben unos ligeros corcoveos de naturaleza indescifrable.
La situación es particularmente preocupante en Estados Unidos, donde pasará mucho tiempo antes de que el consumo de los hogares vuelva a convertirse en el motor del crecimiento. De acuerdo con estimativos de Pedro Aspe, los consumidores estadounidenses han reducido su gasto discrecional más de 30 por ciento para poder generar el ahorro que les permita cubrir sus inmensas deudas, y no volverán a elevarlo sustancialmente antes de 2011. Si las autoridades económicas cerraran las llaves expansionistas antes de que eso suceda, estarían garantizando una recaída para el año entrante. Ante este panorama, creer que estamos ad portas de una vigorosa recuperación es una simple ingenuidad.
En este contexto, lo que para personas corrientes como usted y yo es el alivio de creer que lo peor puede haber quedado atrás, para las autoridades económicas es el calvario de empezar a pensar cómo van a salir del berenjenal en que se han metido. Esa estrategia de salida (la cada vez más mentada exit strategy) es particularmente exigente para autoridades monetarias de países desarrollados como Estados Unidos y el Reino Unido, donde los bancos centrales han hecho cosas como adquirir activos tóxicos que llevarían a los ortodoxos al confesionario.
Pero esta situación también implica desafíos de marca mayor para los países emergentes que, aunque han salido relativamente bien librados de la crisis, están aplicando políticas fiscales expansionistas que no va a ser fácil desmontar en el futuro próximo. He ahí un buen tema de reflexión para Colombia: si en los buenos tiempos no fue posible que el Gobierno hiciera un ajuste fiscal como correspondía, ¿cómo hacer para que se apriete el cinturón en los tiempos mediocres que se nos vienen?
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*MAURICIO REINA / Investigador Asociado de Fesarrollo.
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Portafolio/13/08/2009
ESCARBANDO en LQ Somos
Las bases yanquis y la soberanía latinoamericana
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El concepto de nación surgió de la suma de elementos comunes como la historia, lenguaje, cultura, costumbres, leyes, instituciones y otros elementos relacionados con la vida material y espiritual de las comunidades humanas. Los pueblos de la América, por cuya libertad Bolívar realizó las grandes hazañas que lo convirtieron en El Libertador de pueblos, fueron llamados por él a crear, como dijo: “la más grande nación del mundo, menos por su extensión y riquezas que por su libertad y gloria”.
Antonio José de Sucre libró en Ayacucho la última batalla contra el imperio que había convertido gran parte de este continente en propiedad real de la corona de España durante más de 300 años. Es la misma América que decenas de años más tarde, y cuando ya había sido cercenada en parte por el naciente imperio yanki, Martí llamó Nuestra América.
Hay que recordar una vez más que, antes de caer en combate por la independencia de Cuba, último bastión de la colonia española en América, el 19 de mayo de 1895, horas antes de su muerte, José Martí escribió proféticamente que todo lo que había hecho y haría era “…para impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las antillas Estados Unidos y caigan con esa fuerza más sobre nuestras tierras de América”.
En Estados Unidos, donde las 13 colonias recién liberadas no tardaron en extenderse desordenadamente hacia el Oeste en busca de tierra y oro, exterminando indígenas hasta que arribaron a las costas del Pacífico, competían los Estados agrícolas esclavistas del Sur con los Estados industriales del Norte que explotaban el trabajo asalariado, tratando de crear otros Estados para defender sus intereses económicos.
En 1848 arrebataron a México más del 50 por ciento de su territorio, en una guerra de conquista contra el país, militarmente débil, que los llevó a ocupar la capital e imponerle humillantes condiciones de paz. En el territorio arrebatado estaban las grandes reservas de petróleo y gas que más tarde suministrarían a Estados Unidos durante más de un siglo y lo siguen en parte suministrando.
El filibustero yanki William Walker, estimulado por “el destino manifiesto” que proclamó su país, desembarcó en Nicaragua en el año 1855 y se autoproclamó Presidente, hasta que fue expulsado por los nicaragüenses y otros patriotas centroamericanos en 1856.
Nuestro Héroe Nacional vio cómo el destino de los países latinoamericanos era destrozado por el naciente imperio de Estados Unidos.
Después de la muerte en combate de Martí se produjo la intervención militar en Cuba, cuando ya el ejército español estaba derrotado.
La Enmienda Platt, que concedía al poderoso país derecho a intervenir en la Isla, fue impuesta a Cuba. La ocupación de Puerto Rico, que ha durado ya 111 años y hoy constituye el llamado “Estado Libre Asociado”, que no es Estado ni es libre, fue otra de las consecuencias de aquella intervención. Las peores cosas para América Latina estaban por venir, confirmando las geniales premoniciones de Martí. Ya el creciente imperio había decidido que el canal que uniría los dos océanos sería por Panamá y no por Nicaragua. El istmo de Panamá, la Corinto soñada por Bolívar como capital de la más grande República del mundo concebida por él, sería propiedad yanki.
Aun así, las peores consecuencias estaban por venir a lo largo del Siglo XX. Con el apoyo de las oligarquías políticas nacionales, los Estados Unidos se adueñaron después de los recursos y de la economía de los países latinoamericanos; las intervenciones se multiplicaron; las fuerzas militares y policiales cayeron bajo su égida. Las empresas transnacionales yankis se apoderaron de las producciones y servicios fundamentales, los bancos, las compañías de seguros, el comercio exterior, los ferrocarriles, barcos, almacenes, los servicios eléctricos, los telefónicos y otros, en mayor o menor grado pasaron a sus manos.
Es cierto que la profundidad de la desigualdad social hizo estallar la Revolución Mexicana en la segunda década del Siglo XX, que se convirtió en fuente de inspiración para otros países. La revolución hizo avanzar a México en muchas áreas. Pero el mismo imperio que ayer devoró gran parte de su territorio, hoy devora importantes recursos naturales que le restan, la fuerza de trabajo barata y hasta lo hace derramar su propia sangre.
El TLCAN es el más brutal acuerdo económico impuesto a un país en desarrollo. En aras de la brevedad, baste señalar que el Gobierno de Estados Unidos acaba de afirmar textualmente: “En momentos en que México ha sufrido un doble golpe, no solo por la caída de su economía sino también por los efectos del virus A H1N1, probablemente queremos tener la economía más estabilizada antes de tener una larga discusión sobre nuevas negociaciones comerciales.” Por supuesto que no se dice una sola palabra de que, como consecuencia de la guerra desatada por el tráfico de drogas, en la que México emplea 36 mil soldados, casi cuatro mil mexicanos han muerto en el 2009. El fenómeno se repite en mayor o menor grado en el resto de América Latina. La droga no solo engendra problemas graves de salud, engendra la violencia que desgarra a México y a la América Latina como consecuencia del mercado insaciable de Estados Unidos, fuente inagotable de las divisas con que se fomenta la producción de cocaína y heroína, y es el país de donde se abastecen las armas que se emplean en esa feroz y no publicitada guerra.
Los que mueren desde el Río Grande hasta los confines de Suramérica son latinoamericanos. De este modo, la violencia general bate récord de muertes y las víctimas sobrepasan la cifra de 100 mil por año en América Latina, engendradas fundamentalmente por las drogas y la pobreza.
El imperio no libra la lucha contra las drogas dentro de sus fronteras; la libra en los territorios latinoamericanos.
En nuestro país no se cultivan la coca ni la amapola. Luchamos con eficiencia contra los que intentan introducir drogas en nuestro país o utilizar a Cuba como tránsito, y los índices de personas que mueren a causa de la violencia se reduce cada año. No necesitamos para ello soldados yankis. La lucha contra las drogas es un pretexto para establecer bases militares en todo el hemisferio. ¿Desde cuándo los buques de la IV Flota y los aviones modernos de combate sirven para combatir las drogas?
El verdadero objetivo es el control de los recursos económicos, el dominio de los mercados y la lucha contra los cambios sociales. ¿Qué necesidad había de restablecer esa flota, desmovilizada al final de la Segunda Guerra Mundial, hace más de 60 años, cuando ya no existe la URSS ni la guerra fría? Los argumentos utilizados para el establecimiento de siete bases aeronavales en Colombia es un insulto a la inteligencia.
La historia no perdonará a los que cometen esa deslealtad contra sus pueblos, ni tampoco a los que utilizan como pretexto el ejercicio de la soberanía para cohonestar la presencia de tropas yankis. ¿A qué soberanía se refieren? ¿La conquistada por Bolívar, Sucre, San Martín, O´Higgins, Morelos, Juárez, Tiradentes, Martí? Ninguno de ellos habría aceptado jamás tan repudiable argumento para justificar la concesión de bases militares a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, un imperio más dominante, más poderoso y más universal que las coronas de la península ibérica.
Si como consecuencia de tales acuerdos promovidos de forma ilegal e inconstitucional por Estados Unidos cualquier gobierno de ese país utilizara esas bases, como hicieron Reagan con la guerra sucia y Bush con la de Iraq, para provocar un conflicto armado entre dos pueblos hermanos, sería una gran tragedia. Venezuela y Colombia, nacieron juntos en la historia de América tras las batallas de Boyacá y Carabobo, bajo la dirección de Simón Bolívar. Las fuerzas yankis podrían promover una guerra sucia como hicieron en Nicaragua, incluso emplear soldados de otras nacionalidades entrenados por ellos y podrían atacar algún país, pero difícilmente el pueblo combativo, valiente y patriótico de Colombia se deje arrastrar a la guerra contra un pueblo hermano como el de Venezuela.
Se equivocan los imperialistas si subestiman igualmente a los demás pueblos de América Latina. Ninguno estará de acuerdo con las bases militares yankis, ninguno dejará de ser solidario con cualquier pueblo latinoamericano agredido por el imperialismo.
Martí admiraba extraordinariamente a Bolívar y no se equivocó cuando dijo: “Así está Bolívar en el cielo de América, vigilante y ceñudo… calzadas aún las botas de campaña, porque lo que él no dejó hecho, sin hacer está hasta hoy: porque Bolívar tiene que hacer en América todavía.”
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LQSomos. Fidel Castro Ruz. Agosto de 2009
Cubadebate
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Ilustración de Adolfo Payés
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El concepto de nación surgió de la suma de elementos comunes como la historia, lenguaje, cultura, costumbres, leyes, instituciones y otros elementos relacionados con la vida material y espiritual de las comunidades humanas. Los pueblos de la América, por cuya libertad Bolívar realizó las grandes hazañas que lo convirtieron en El Libertador de pueblos, fueron llamados por él a crear, como dijo: “la más grande nación del mundo, menos por su extensión y riquezas que por su libertad y gloria”.
Antonio José de Sucre libró en Ayacucho la última batalla contra el imperio que había convertido gran parte de este continente en propiedad real de la corona de España durante más de 300 años. Es la misma América que decenas de años más tarde, y cuando ya había sido cercenada en parte por el naciente imperio yanki, Martí llamó Nuestra América.
Hay que recordar una vez más que, antes de caer en combate por la independencia de Cuba, último bastión de la colonia española en América, el 19 de mayo de 1895, horas antes de su muerte, José Martí escribió proféticamente que todo lo que había hecho y haría era “…para impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las antillas Estados Unidos y caigan con esa fuerza más sobre nuestras tierras de América”.
En Estados Unidos, donde las 13 colonias recién liberadas no tardaron en extenderse desordenadamente hacia el Oeste en busca de tierra y oro, exterminando indígenas hasta que arribaron a las costas del Pacífico, competían los Estados agrícolas esclavistas del Sur con los Estados industriales del Norte que explotaban el trabajo asalariado, tratando de crear otros Estados para defender sus intereses económicos.
En 1848 arrebataron a México más del 50 por ciento de su territorio, en una guerra de conquista contra el país, militarmente débil, que los llevó a ocupar la capital e imponerle humillantes condiciones de paz. En el territorio arrebatado estaban las grandes reservas de petróleo y gas que más tarde suministrarían a Estados Unidos durante más de un siglo y lo siguen en parte suministrando.
El filibustero yanki William Walker, estimulado por “el destino manifiesto” que proclamó su país, desembarcó en Nicaragua en el año 1855 y se autoproclamó Presidente, hasta que fue expulsado por los nicaragüenses y otros patriotas centroamericanos en 1856.
Nuestro Héroe Nacional vio cómo el destino de los países latinoamericanos era destrozado por el naciente imperio de Estados Unidos.
Después de la muerte en combate de Martí se produjo la intervención militar en Cuba, cuando ya el ejército español estaba derrotado.
La Enmienda Platt, que concedía al poderoso país derecho a intervenir en la Isla, fue impuesta a Cuba. La ocupación de Puerto Rico, que ha durado ya 111 años y hoy constituye el llamado “Estado Libre Asociado”, que no es Estado ni es libre, fue otra de las consecuencias de aquella intervención. Las peores cosas para América Latina estaban por venir, confirmando las geniales premoniciones de Martí. Ya el creciente imperio había decidido que el canal que uniría los dos océanos sería por Panamá y no por Nicaragua. El istmo de Panamá, la Corinto soñada por Bolívar como capital de la más grande República del mundo concebida por él, sería propiedad yanki.
Aun así, las peores consecuencias estaban por venir a lo largo del Siglo XX. Con el apoyo de las oligarquías políticas nacionales, los Estados Unidos se adueñaron después de los recursos y de la economía de los países latinoamericanos; las intervenciones se multiplicaron; las fuerzas militares y policiales cayeron bajo su égida. Las empresas transnacionales yankis se apoderaron de las producciones y servicios fundamentales, los bancos, las compañías de seguros, el comercio exterior, los ferrocarriles, barcos, almacenes, los servicios eléctricos, los telefónicos y otros, en mayor o menor grado pasaron a sus manos.
Es cierto que la profundidad de la desigualdad social hizo estallar la Revolución Mexicana en la segunda década del Siglo XX, que se convirtió en fuente de inspiración para otros países. La revolución hizo avanzar a México en muchas áreas. Pero el mismo imperio que ayer devoró gran parte de su territorio, hoy devora importantes recursos naturales que le restan, la fuerza de trabajo barata y hasta lo hace derramar su propia sangre.
El TLCAN es el más brutal acuerdo económico impuesto a un país en desarrollo. En aras de la brevedad, baste señalar que el Gobierno de Estados Unidos acaba de afirmar textualmente: “En momentos en que México ha sufrido un doble golpe, no solo por la caída de su economía sino también por los efectos del virus A H1N1, probablemente queremos tener la economía más estabilizada antes de tener una larga discusión sobre nuevas negociaciones comerciales.” Por supuesto que no se dice una sola palabra de que, como consecuencia de la guerra desatada por el tráfico de drogas, en la que México emplea 36 mil soldados, casi cuatro mil mexicanos han muerto en el 2009. El fenómeno se repite en mayor o menor grado en el resto de América Latina. La droga no solo engendra problemas graves de salud, engendra la violencia que desgarra a México y a la América Latina como consecuencia del mercado insaciable de Estados Unidos, fuente inagotable de las divisas con que se fomenta la producción de cocaína y heroína, y es el país de donde se abastecen las armas que se emplean en esa feroz y no publicitada guerra.
Los que mueren desde el Río Grande hasta los confines de Suramérica son latinoamericanos. De este modo, la violencia general bate récord de muertes y las víctimas sobrepasan la cifra de 100 mil por año en América Latina, engendradas fundamentalmente por las drogas y la pobreza.
El imperio no libra la lucha contra las drogas dentro de sus fronteras; la libra en los territorios latinoamericanos.
En nuestro país no se cultivan la coca ni la amapola. Luchamos con eficiencia contra los que intentan introducir drogas en nuestro país o utilizar a Cuba como tránsito, y los índices de personas que mueren a causa de la violencia se reduce cada año. No necesitamos para ello soldados yankis. La lucha contra las drogas es un pretexto para establecer bases militares en todo el hemisferio. ¿Desde cuándo los buques de la IV Flota y los aviones modernos de combate sirven para combatir las drogas?
El verdadero objetivo es el control de los recursos económicos, el dominio de los mercados y la lucha contra los cambios sociales. ¿Qué necesidad había de restablecer esa flota, desmovilizada al final de la Segunda Guerra Mundial, hace más de 60 años, cuando ya no existe la URSS ni la guerra fría? Los argumentos utilizados para el establecimiento de siete bases aeronavales en Colombia es un insulto a la inteligencia.
La historia no perdonará a los que cometen esa deslealtad contra sus pueblos, ni tampoco a los que utilizan como pretexto el ejercicio de la soberanía para cohonestar la presencia de tropas yankis. ¿A qué soberanía se refieren? ¿La conquistada por Bolívar, Sucre, San Martín, O´Higgins, Morelos, Juárez, Tiradentes, Martí? Ninguno de ellos habría aceptado jamás tan repudiable argumento para justificar la concesión de bases militares a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, un imperio más dominante, más poderoso y más universal que las coronas de la península ibérica.
Si como consecuencia de tales acuerdos promovidos de forma ilegal e inconstitucional por Estados Unidos cualquier gobierno de ese país utilizara esas bases, como hicieron Reagan con la guerra sucia y Bush con la de Iraq, para provocar un conflicto armado entre dos pueblos hermanos, sería una gran tragedia. Venezuela y Colombia, nacieron juntos en la historia de América tras las batallas de Boyacá y Carabobo, bajo la dirección de Simón Bolívar. Las fuerzas yankis podrían promover una guerra sucia como hicieron en Nicaragua, incluso emplear soldados de otras nacionalidades entrenados por ellos y podrían atacar algún país, pero difícilmente el pueblo combativo, valiente y patriótico de Colombia se deje arrastrar a la guerra contra un pueblo hermano como el de Venezuela.
Se equivocan los imperialistas si subestiman igualmente a los demás pueblos de América Latina. Ninguno estará de acuerdo con las bases militares yankis, ninguno dejará de ser solidario con cualquier pueblo latinoamericano agredido por el imperialismo.
Martí admiraba extraordinariamente a Bolívar y no se equivocó cuando dijo: “Así está Bolívar en el cielo de América, vigilante y ceñudo… calzadas aún las botas de campaña, porque lo que él no dejó hecho, sin hacer está hasta hoy: porque Bolívar tiene que hacer en América todavía.”
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LQSomos. Fidel Castro Ruz. Agosto de 2009
Cubadebate
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Ilustración de Adolfo Payés
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LQSomos/13/02/2009
LA AMAZONIA BRASILEÑA EN EL UMBRAL DE UNA NUEVA ERA
La Amazonia brasileña se encuentra en una situación límite. El gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva debe decidir si desea liderar la transición hacia nuevos parámetros de desarrollo global o prefiere continuar avalando la sobreexplotación de los activos sociales y ambientales en beneficio de una minoría.
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Por Marina Silva*
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Varios estudios recientes han expuesto diferentes facetas del modelo económico arcaico y predatorio que todavía predomina en la Amazonia brasileña. A pesar de los esfuerzos realizados en los últimos años por el gobierno federal, las administraciones estatales y municipales, y la sociedad civil –lo que dio como resultado una reducción continua de los índices de deforestación desde 2005–, el hecho es que el 17% del bosque tropical brasileño ya ha sido consumido; y los mecanismos y prácticas que destruyen la biodiversidad, perjudican los servicios ambientales (1), generan conflictos sociales, empobrecen la cultura, marginan poblaciones, agravan el calentamiento global y comprometen la imagen de Brasil, continúan vigentes.
La edición de junio de 2009 de la revista Science (2) incluye un estudio sobre el tema, firmado por investigadores del Instituto del Hombre y el Medio Ambiente de la Amazonia (Imazon), que bautiza este modelo como “boom-colapso”, en alusión al efecto “sube y baja” que caracteriza la economía de la región: grandes ganancias financieras para un pequeño grupo al principio, seguidos de pérdidas y perjuicios para la sociedad en general.
Los investigadores constataron que, en el corto plazo, mejoran los indicadores socioeconómicos, como por ejemplo el Índice de Desarrollo Humano (IDH). Sin embargo, los beneficios duran alrededor de una década y media, agotándose cuando se terminan la explotación de madera y la productividad de la ganadería. En ese momento, entonces, los municipios pasan a presentar índices de calidad de vida parecidos a los del período anterior a la deforestación, con una diferencia fundamental: perdieron la oportunidad de hacer un uso adecuado de los activos naturales y de crear una economía sostenible con una distribución de la renta más ecuánime. Sumado a eso, heredan suelos degradados, desempleo, concentración agraria, éxodo rural, miseria urbana y, por supuesto, el fin de los bosques y de los recursos naturales disponibles.
El año pasado se publicaron asimismo otros importantes trabajos realizados por Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) que describen las prácticas deletéreas de poderosos grupos empresariales y sus negocios globales, lo que causó un fuerte impacto en la opinión pública.
En octubre de 2008, la ONG Repórter Brasil redactó una lista de las empresas establecidas en San Pablo que se benefician con el avance predatorio de la actividad agropecuaria y maderera ilegal sobre el bosque, además de mantener relaciones comerciales con propietarios e inversores rurales que explotan el trabajo esclavo. La divulgación del trabajo, titulado “Conexiones sustentables San Pablo-Amazonia: quién se beneficia con la destrucción de la Amazonia” (3), dio como resultado la firma de tres pactos empresariales para el control de las cadenas productivas de la madera, la ganadería y la soja oriundas de la Amazonia.
La organización Amigos de la Tierra-Amazonia Brasileña publicó, en abril de 2008, el informe “La hora de la cuenta – Ganadería, Amazonia y coyuntura” (4), en el que explica que la Amazonia se consolidó como una importante región productora de carne debido a la instalación de megafrigoríficos, financiados con recursos públicos subsidiados por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil del orden de los 6.000 millones de reales en 2008, un récord histórico. De ese monto, casi nada se destinó al aumento de la productividad y la recuperación de tierras degradadas o abandonadas. El informe muestra incluso que uno de los factores centrales para la viabilidad de la ganadería en las principales regiones productoras de la Amazonia es la invasión y la posesión ilegal de tierras públicas, acompañada de deforestación irregular.
A comienzos de este mes, Greenpeace Brasil divulgó por su parte, después de tres años de estudios, el informe “La farra del buey” (5). Allí, la organización ambientalista revela que la destrucción de la Amazonia se debe mayoritariamente al sector ganadero, responsable de una de cada ocho hectáreas de bosques tropicales destruidas en el planeta. Ese trabajo analiza las fuertes inversiones gubernamentales destinadas a ese sector, con el objetivo de consolidar el liderazgo de Brasil en la exportación de carne bovina y duplicar su participación para alcanzar los dos tercios del mercado mundial de aquí a 2018. El informe hace también una lista de varias empresas nacionales e internacionales que se abastecen de productos de esa cadena productiva ilegal y antiética, y acusa al BNDES de contribuir a la devastación ambiental, en la medida en que financia a los frigoríficos sin exigir contrapartidas ambientales.
La novedad que introdujo el estudio de Greenpeace fue su sociedad con el Ministerio Público Federal para iniciar acciones civiles públicas en el Estado de Pará contra los frigoríficos y las redes de venta minorista citados en el texto. La medida generó diferentes reacciones: grandes cadenas minoristas, como Wal-Mart, Carrefour y Pão de Açúcar, suspendieron las compras a los frigoríficos involucrados, exigiendo a los proveedores trazabilidad y garantías socioambientales confiables para los productos provenientes de la Amazonia. Las entidades ruralistas ya intentaron descalificar el estudio e intimidar a sus autores con procesos judiciales, en lugar de adoptar técnicas productivas sustentables que favorezcan la ganancia de productividad, trazabilidad y recuperación de las áreas degradadas.
A pesar de las evidencias recabadas en los estudios citados y de importantes resultados alcanzados en el ámbito del Programa de Prevención y Control de la Deforestación en la Amazonia, la ideología y las fuerzas que sustentan el modelo predatorio continúan en plena forma debido, especialmente, a la postura equivocada de algunos sectores del gobierno federal y del Congreso Nacional. Teniendo en cuenta las urgencias de nuestro tiempo –sintetizadas por la confluencia del agravamiento del calentamiento global y la situación dramática de las poblaciones pobres en todo el planeta– la persistencia de un patrón de desarrollo arcaico en Brasil –país clave para iniciar el viraje necesario hacia un modelo de base sustentable– es muy preocupante.
Desde los ministerios que definen políticas vitales para la Amazonia llegan discursos y medidas que aumentan esa preocupación, al converger en el desmantelamiento de la legislación ambiental y la defensa de facilidades económicas para sectores que especulan con tierras en la región (6), y al negarse a asimilar métodos que eviten nuevas deforestaciones. Esos sectores fueron premiados recientemente con una regularización agraria que distribuyó más de 60 millones de hectáreas de tierras públicas, buena parte de ellas a personas y grupos que las invadieron y promovieron su deforestación a gran escala. O sea, las autoridades responsables de las políticas de desarrollo tratan a los bosques como un obstáculo y no como un beneficio para la nueva economía del siglo XXI.
La voz del pueblo
Tal postura, no obstante, está siendo confrontada por las constantes alertas tanto de respetados formadores de opinión como de la propia sociedad. En una investigación realizada por el Instituto DataFolha en mayo pasado, el 96% de la población brasileña defendió la legislación ambiental y dio un mensaje claro a los productores rurales: pide respetar los límites establecidos por la ley para la protección de bosques, ríos, suelos y biodiversidad (7). Ya no se acepta la justificación de la producción de alimentos a costa de la destrucción ambiental.
Se ha llegado así, a un umbral. El gobierno brasileño necesita hacer una elección clara: liderar una transición que convierta a Brasil en una referencia mundial en la búsqueda de nuevos parámetros de desarrollo, o seguir siendo fiador del pasado, garantizando sobrevida a una concepción de mundo ya superada, que se basa en otorgar privilegios y permitir la sobreexplotación de los activos sociales y ambientales para usufructo de algunos pocos, sin medir las consecuencias.
La investigación de Datafolha mostró que los brasileños quieren empleo, renta y acceso a bienes de consumo, pero no a cualquier precio. Quieren también seguridad ambiental, compromiso ético y visión a largo plazo para crear hoy las condiciones para un salto civilizatorio indeclinable.
En la Amazonia ese dilema se plantea de varias maneras. La explotación ganadera y maderera irregular es sólo uno de los aspectos. Otro, de igual importancia, es la puesta en marcha de obras de infraestructura. El conocimiento acumulado sobre las debilidades del bioma amazónico recomienda cuidados especiales en ese tipo de proyectos, comenzando por el imprescindible proceso de licenciamiento ambiental, hecho en forma y tiempo adecuados. Frente a eso, las maniobras para evitar o flexibilizar los procedimientos exigidos por la legislación con el objetivo de acelerar la aprobación de las obras, como se intenta, por ejemplo, con la ruta BR 319, son inaceptables. La historia enseña que, realizadas en discrepancia con las contingencias ambientales, esas obras son inductoras de procesos económicos y sociales que pueden redundar en verdaderas catástrofes sociales, culturales, ecológicas y económicas en toda el área de influencia del emprendimiento, en vez de generar los beneficios esperados.
Brasil vive un momento crucial, que exige, para que sea posible prosperar, elecciones valientes en pos de un cambio de rumbo y de patrones. Las alternativas ya existen, tienen fuerte base tecnológica, una concepción política e institucional innovadora y sectores de punta dispuestos a superar sus límites adoptándolas. Se trata de un desafío que no es sólo de los brasileños. Se impone a toda la comunidad global. Evidentemente, el país que detenta un patrimonio tan significativo como la Amazonia tiene una misión especial que cumplir.
Una misión domesticadora, en términos del siglo XXI. Si antes, en la historia de la humanidad, domesticar significaba dominar, sojuzgar e imponer, hoy quiere decir tener la capacidad de reinventar la civilización, sumando el ambiente natural como parámetro para la superación de los excesos y equívocos de la sociedad de consumo, en una perspectiva anticipatoria de la sociedad sustentable que se pretende consolidar.
Brasil es candidato natural a ser una gran nación para navegar el futuro y no puede continuar preso de las peores amarras de su historia, sin utilizar plenamente lo que ésta le ofrece como herramienta liberadora: los excepcionales recursos naturales y la igualmente excepcional diversidad social y cultural. A lo largo de las últimas décadas, esta opción ya fue realizada por crecientes contingentes sociales en los espacios académicos, comunitarios, empresariales, de organizaciones de la sociedad civil y en nichos de excelencia del sector público. De esa nueva cultura han emanado continuas demostraciones de que dar el salto cualitativo es posible y viable. Falta la opción decidida de aquellos que tienen mucho poder en el proceso decisorio del país y en la implementación de grandes políticas, es decir, los gobernantes y los sectores empresariales de peso. M.S.
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Por Marina Silva*
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Varios estudios recientes han expuesto diferentes facetas del modelo económico arcaico y predatorio que todavía predomina en la Amazonia brasileña. A pesar de los esfuerzos realizados en los últimos años por el gobierno federal, las administraciones estatales y municipales, y la sociedad civil –lo que dio como resultado una reducción continua de los índices de deforestación desde 2005–, el hecho es que el 17% del bosque tropical brasileño ya ha sido consumido; y los mecanismos y prácticas que destruyen la biodiversidad, perjudican los servicios ambientales (1), generan conflictos sociales, empobrecen la cultura, marginan poblaciones, agravan el calentamiento global y comprometen la imagen de Brasil, continúan vigentes.
La edición de junio de 2009 de la revista Science (2) incluye un estudio sobre el tema, firmado por investigadores del Instituto del Hombre y el Medio Ambiente de la Amazonia (Imazon), que bautiza este modelo como “boom-colapso”, en alusión al efecto “sube y baja” que caracteriza la economía de la región: grandes ganancias financieras para un pequeño grupo al principio, seguidos de pérdidas y perjuicios para la sociedad en general.
Los investigadores constataron que, en el corto plazo, mejoran los indicadores socioeconómicos, como por ejemplo el Índice de Desarrollo Humano (IDH). Sin embargo, los beneficios duran alrededor de una década y media, agotándose cuando se terminan la explotación de madera y la productividad de la ganadería. En ese momento, entonces, los municipios pasan a presentar índices de calidad de vida parecidos a los del período anterior a la deforestación, con una diferencia fundamental: perdieron la oportunidad de hacer un uso adecuado de los activos naturales y de crear una economía sostenible con una distribución de la renta más ecuánime. Sumado a eso, heredan suelos degradados, desempleo, concentración agraria, éxodo rural, miseria urbana y, por supuesto, el fin de los bosques y de los recursos naturales disponibles.
El año pasado se publicaron asimismo otros importantes trabajos realizados por Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) que describen las prácticas deletéreas de poderosos grupos empresariales y sus negocios globales, lo que causó un fuerte impacto en la opinión pública.
En octubre de 2008, la ONG Repórter Brasil redactó una lista de las empresas establecidas en San Pablo que se benefician con el avance predatorio de la actividad agropecuaria y maderera ilegal sobre el bosque, además de mantener relaciones comerciales con propietarios e inversores rurales que explotan el trabajo esclavo. La divulgación del trabajo, titulado “Conexiones sustentables San Pablo-Amazonia: quién se beneficia con la destrucción de la Amazonia” (3), dio como resultado la firma de tres pactos empresariales para el control de las cadenas productivas de la madera, la ganadería y la soja oriundas de la Amazonia.
La organización Amigos de la Tierra-Amazonia Brasileña publicó, en abril de 2008, el informe “La hora de la cuenta – Ganadería, Amazonia y coyuntura” (4), en el que explica que la Amazonia se consolidó como una importante región productora de carne debido a la instalación de megafrigoríficos, financiados con recursos públicos subsidiados por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil del orden de los 6.000 millones de reales en 2008, un récord histórico. De ese monto, casi nada se destinó al aumento de la productividad y la recuperación de tierras degradadas o abandonadas. El informe muestra incluso que uno de los factores centrales para la viabilidad de la ganadería en las principales regiones productoras de la Amazonia es la invasión y la posesión ilegal de tierras públicas, acompañada de deforestación irregular.
A comienzos de este mes, Greenpeace Brasil divulgó por su parte, después de tres años de estudios, el informe “La farra del buey” (5). Allí, la organización ambientalista revela que la destrucción de la Amazonia se debe mayoritariamente al sector ganadero, responsable de una de cada ocho hectáreas de bosques tropicales destruidas en el planeta. Ese trabajo analiza las fuertes inversiones gubernamentales destinadas a ese sector, con el objetivo de consolidar el liderazgo de Brasil en la exportación de carne bovina y duplicar su participación para alcanzar los dos tercios del mercado mundial de aquí a 2018. El informe hace también una lista de varias empresas nacionales e internacionales que se abastecen de productos de esa cadena productiva ilegal y antiética, y acusa al BNDES de contribuir a la devastación ambiental, en la medida en que financia a los frigoríficos sin exigir contrapartidas ambientales.
La novedad que introdujo el estudio de Greenpeace fue su sociedad con el Ministerio Público Federal para iniciar acciones civiles públicas en el Estado de Pará contra los frigoríficos y las redes de venta minorista citados en el texto. La medida generó diferentes reacciones: grandes cadenas minoristas, como Wal-Mart, Carrefour y Pão de Açúcar, suspendieron las compras a los frigoríficos involucrados, exigiendo a los proveedores trazabilidad y garantías socioambientales confiables para los productos provenientes de la Amazonia. Las entidades ruralistas ya intentaron descalificar el estudio e intimidar a sus autores con procesos judiciales, en lugar de adoptar técnicas productivas sustentables que favorezcan la ganancia de productividad, trazabilidad y recuperación de las áreas degradadas.
A pesar de las evidencias recabadas en los estudios citados y de importantes resultados alcanzados en el ámbito del Programa de Prevención y Control de la Deforestación en la Amazonia, la ideología y las fuerzas que sustentan el modelo predatorio continúan en plena forma debido, especialmente, a la postura equivocada de algunos sectores del gobierno federal y del Congreso Nacional. Teniendo en cuenta las urgencias de nuestro tiempo –sintetizadas por la confluencia del agravamiento del calentamiento global y la situación dramática de las poblaciones pobres en todo el planeta– la persistencia de un patrón de desarrollo arcaico en Brasil –país clave para iniciar el viraje necesario hacia un modelo de base sustentable– es muy preocupante.
Desde los ministerios que definen políticas vitales para la Amazonia llegan discursos y medidas que aumentan esa preocupación, al converger en el desmantelamiento de la legislación ambiental y la defensa de facilidades económicas para sectores que especulan con tierras en la región (6), y al negarse a asimilar métodos que eviten nuevas deforestaciones. Esos sectores fueron premiados recientemente con una regularización agraria que distribuyó más de 60 millones de hectáreas de tierras públicas, buena parte de ellas a personas y grupos que las invadieron y promovieron su deforestación a gran escala. O sea, las autoridades responsables de las políticas de desarrollo tratan a los bosques como un obstáculo y no como un beneficio para la nueva economía del siglo XXI.
La voz del pueblo
Tal postura, no obstante, está siendo confrontada por las constantes alertas tanto de respetados formadores de opinión como de la propia sociedad. En una investigación realizada por el Instituto DataFolha en mayo pasado, el 96% de la población brasileña defendió la legislación ambiental y dio un mensaje claro a los productores rurales: pide respetar los límites establecidos por la ley para la protección de bosques, ríos, suelos y biodiversidad (7). Ya no se acepta la justificación de la producción de alimentos a costa de la destrucción ambiental.
Se ha llegado así, a un umbral. El gobierno brasileño necesita hacer una elección clara: liderar una transición que convierta a Brasil en una referencia mundial en la búsqueda de nuevos parámetros de desarrollo, o seguir siendo fiador del pasado, garantizando sobrevida a una concepción de mundo ya superada, que se basa en otorgar privilegios y permitir la sobreexplotación de los activos sociales y ambientales para usufructo de algunos pocos, sin medir las consecuencias.
La investigación de Datafolha mostró que los brasileños quieren empleo, renta y acceso a bienes de consumo, pero no a cualquier precio. Quieren también seguridad ambiental, compromiso ético y visión a largo plazo para crear hoy las condiciones para un salto civilizatorio indeclinable.
En la Amazonia ese dilema se plantea de varias maneras. La explotación ganadera y maderera irregular es sólo uno de los aspectos. Otro, de igual importancia, es la puesta en marcha de obras de infraestructura. El conocimiento acumulado sobre las debilidades del bioma amazónico recomienda cuidados especiales en ese tipo de proyectos, comenzando por el imprescindible proceso de licenciamiento ambiental, hecho en forma y tiempo adecuados. Frente a eso, las maniobras para evitar o flexibilizar los procedimientos exigidos por la legislación con el objetivo de acelerar la aprobación de las obras, como se intenta, por ejemplo, con la ruta BR 319, son inaceptables. La historia enseña que, realizadas en discrepancia con las contingencias ambientales, esas obras son inductoras de procesos económicos y sociales que pueden redundar en verdaderas catástrofes sociales, culturales, ecológicas y económicas en toda el área de influencia del emprendimiento, en vez de generar los beneficios esperados.
Brasil vive un momento crucial, que exige, para que sea posible prosperar, elecciones valientes en pos de un cambio de rumbo y de patrones. Las alternativas ya existen, tienen fuerte base tecnológica, una concepción política e institucional innovadora y sectores de punta dispuestos a superar sus límites adoptándolas. Se trata de un desafío que no es sólo de los brasileños. Se impone a toda la comunidad global. Evidentemente, el país que detenta un patrimonio tan significativo como la Amazonia tiene una misión especial que cumplir.
Una misión domesticadora, en términos del siglo XXI. Si antes, en la historia de la humanidad, domesticar significaba dominar, sojuzgar e imponer, hoy quiere decir tener la capacidad de reinventar la civilización, sumando el ambiente natural como parámetro para la superación de los excesos y equívocos de la sociedad de consumo, en una perspectiva anticipatoria de la sociedad sustentable que se pretende consolidar.
Brasil es candidato natural a ser una gran nación para navegar el futuro y no puede continuar preso de las peores amarras de su historia, sin utilizar plenamente lo que ésta le ofrece como herramienta liberadora: los excepcionales recursos naturales y la igualmente excepcional diversidad social y cultural. A lo largo de las últimas décadas, esta opción ya fue realizada por crecientes contingentes sociales en los espacios académicos, comunitarios, empresariales, de organizaciones de la sociedad civil y en nichos de excelencia del sector público. De esa nueva cultura han emanado continuas demostraciones de que dar el salto cualitativo es posible y viable. Falta la opción decidida de aquellos que tienen mucho poder en el proceso decisorio del país y en la implementación de grandes políticas, es decir, los gobernantes y los sectores empresariales de peso. M.S.
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*Senadora de la República Federativa del Brasil por el Estado de Acre en representación del Partido de los Trabajadores (PT), fue ministra de Medio Ambiente (2003-2008).
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Traducción: Claudia Solans
Traducción: Claudia Solans
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NOTAS
1 Los servicios ambientales son funciones ecológicas y procesos que aseguran el equilibrio de los ecosistemas y posibilitan la supervivencia y el bienestar de todas las especies en el planeta.
2 Science, Vol. 324, Nº 5.933, Nueva York, junio de 2009.
3 www.reporterbrasil.org.br/documentos/conexoes_sustentaveis.pdf
4 www.amazonia.org.br/arquivos/308285.pdf
5 www.greenpeace.org.br/gado/FARRAweb-alterada.pdf
6 Véase Dario Pignotti, “Polémica diplomacia del cárbono”, en el dossier “Amazonia, el espacio geoestratégico del siglo XXI”, Le Monde diplomatique, ed. Cono Sur, Buenos Aires, agosto de 2009.
7 http://datafolha.folha.uol.com.br/po/ver_po.php?session=891
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© LMD ed. Brasil
1 Los servicios ambientales son funciones ecológicas y procesos que aseguran el equilibrio de los ecosistemas y posibilitan la supervivencia y el bienestar de todas las especies en el planeta.
2 Science, Vol. 324, Nº 5.933, Nueva York, junio de 2009.
3 www.reporterbrasil.org.br/documentos/conexoes_sustentaveis.pdf
4 www.amazonia.org.br/arquivos/308285.pdf
5 www.greenpeace.org.br/gado/FARRAweb-alterada.pdf
6 Véase Dario Pignotti, “Polémica diplomacia del cárbono”, en el dossier “Amazonia, el espacio geoestratégico del siglo XXI”, Le Monde diplomatique, ed. Cono Sur, Buenos Aires, agosto de 2009.
7 http://datafolha.folha.uol.com.br/po/ver_po.php?session=891
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© LMD ed. Brasil
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LMD/13/08/2009
EL DECRECIMIENTO YA NO PARECE UNA LOCURA
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Una idea cada vez más vigente en Francia
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La crisis ecológica impuso poco a poco la necesidad de definir el progreso humano de un modo distinto al que imponen el productivismo y la confianza ciega en el avance de las ciencias y las técnicas. En Francia, crecen los adeptos al decrecimiento, tanto cerca de los partidos de la derecha antiliberal como entre el gran público.
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Por Eric Dupin*
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Había que ver el aire desconcertado de François Fillon, ese 14 de octubre de 2008, en que Yves Cochet defendía la tesis del decrecimiento desde lo alto de la tribuna de la Asamblea Nacional de Francia. Al diagnosticar una “crisis antropológica”, el diputado Verde de París afirmaba, en medio de las exclamaciones de la derecha, que “ahora la búsqueda del crecimiento resulta antieconómica, antisocial y antiecológica”. Su llamado a una “sociedad sobria” no tenía posibilidad alguna de ganar la adhesión del hemiciclo. Sin embargo, la provocadora idea del “decrecimiento” logró dar inicio al debate público.
La recesión también entró en ese debate. Seguramente el decrecimiento “no tiene nada que ver con la inversa aritmética del crecimiento”, como lo señala Cochet (1), el único político francés de envergadura que defiende esta idea. De todas maneras, el cuestionamiento del crecimiento aparece como una consecuencia lógica de la doble crisis económica y ecológica que sacude al planeta. Súbitamente, se escucha a los pensadores del decrecimiento de manera más atenta. “Soy mucho más solicitado”, se regocija Serge Latouche, uno de los pioneros. “Las salas están llenas en nuestros debates”, dice también Paul Ariès, otro intelectual de referencia de esta corriente de pensamiento.
La propia palabra “decrecimiento” es cada vez más utilizada, incluso fuera de los restringidos círculos de la ecología radical. “En un momento en que los adeptos al decrecimiento ven que sus argumentos son apoyados por la realidad, ¿existe acaso una alternativa entre el decrecimiento súbito o implícito, como es la recesión actual, y el decrecimiento conducido?”, se interrogaba durante la campaña europea Nicolas Hulot, quien, sin embargo, es usualmente calificado de “ecotartufo” por los objetores del crecimiento (2). En su carácter de puntal de Europe Ecologie, el animador declaraba dudar del “crecimiento verde” y pensaba más bien en un “crecimiento selectivo acompañado de un decrecimiento elegido”. “Sólo el decrecimiento salvará al planeta”, expresó el fotógrafo Yann Arthus-Bertrand, cuya película Home, ampliamente financiada por el grupo de productos de lujo Pinault Printemps Redoute (PPR), parece haber contribuido al éxito electoral primaveral de los ecologistas (3).
Algunos partidarios del decrecimiento están convencidos de que la crisis actual constituye una formidable oportunidad para su causa. “¡Que la crisis se agrave!”, exclamó Latouche, retomando el título de una obra del banquero arrepentido François Partant. “Es una buena noticia: la crisis finalmente llegó y es una ocasión para que la humanidad pueda recuperarse”, explicaba ese partidario de la “pedagogía de las catástrofes”, desarrollada en otro tiempo por el escritor Denis de Rougemont (4).
Sin llegar tan lejos, Cochet piensa también que sólo al chocar con los límites de la biosfera la humanidad se verá obligada a volverse razonable. “Ya no habrá más crecimiento por razones objetivas. El decrecimiento es nuestro destino obligado”, previene el diputado ecologista, “geólogo político y un profundo materialista”. Entonces no queda más que esperar que la crisis acelere la toma de conciencia y “preparar un decrecimiento que sea democrático y equitativo”.
Pero este punto de vista optimista está lejos de ser compartido por todos. “No estamos para nada de acuerdo con esta pedagogía de las catástrofes”, se diferencia Vincent Cheynet. El jefe de Redacción del diario La Décroissance piensa que, “si bien la crisis ofrece una oportunidad de interrogarse y cuestionarse, también hay riesgos de que engendre crispaciones y fenómenos de miedo”. “Una crisis importante sería la peor de las situaciones”, piensa Cheynet. “La crisis es una ocasión para recordar que el crecimiento ya no es posible; pero en esos períodos las personas tienden a replegarse sobre sus intereses particulares”, observa Jean-Luc Pasquines, animador del Movimiento de los Objetores del Crecimiento (MOC). Ariès señala, además, la ambivalencia de la crisis: “Por un lado, lleva el sentimiento de urgencia ecológica cada vez más lejos, ya que el momento se presta para la defensa del poder de compra y de los empleos. (…) Pero también muestra que vivimos sobre mentiras desde hace décadas (5)”. La inquietud le disputa un lugar a la esperanza entre aquellos que dudan que la recesión pavimente el camino hacia el decrecimiento.
Tímida entrada a la política
El nuevo impacto del tema contrasta con la gran debilidad de las fuerzas políticas que lo invocan. El Partido por el Decrecimiento (PPLD) fue creado en 2006 por Cheynet, ex publicitario y fundador de la asociación Casseurs du pub para que “la urgencia fuera a la conquista de las instituciones”. Sin embargo, los conflictos entre las personas le impidieron existir realmente. “Crear un partido político es muy difícil en ambientes bastante anárquicos”, suspira Cheynet, que no se lleva demasiado bien con todos los “partidarios del decrecimiento”. Nuevos equipos intentaron relanzar recientemente el PPLD. Al mismo tiempo que afirma que el partido atrae “a personas más jóvenes que vienen del mundo asociativo”, su portavoz, Vincent Liegey, reconoce “estamos tanteando un poco”. El PPLD se niega a reivindicar alguna cantidad de adherentes. “No queremos convertirnos en un partido masivo, no buscamos ni adherentes ni electores”, dice curiosamente Rémy Cardinal, otro portavoz de este micropartido.
El Movimiento de los Objetores del Crecimiento se lanzó en 2007. Reúne a unas doscientas personas y a una decena de representantes electos locales en una red muy descentralizada. Como agrupa a militantes experimentados, –como Pasquines, quien fue vocero del PPLD, o Christian Stunt, ex miembro de los Amigos de la Tierra y de los Verdes–, el movimiento se felicita, según dice Stunt, por la adhesión de “muchas mujeres y jóvenes” sus filas.
Al crear juntos la Asociación de Objetores del Crecimiento (ADOC-Francia), el MOC y el PPLD han emprendido un proceso de acercamiento. Ambos movimientos se presentaron en las últimas elecciones europeas bajo el lema “Europe Décroissance” (“Por el decrecimiento de Europa”). Por no disponer de “ningún recurso” y al querer “hacer política de otra manera”, no presentaron boletas para la votación sino que le pidieron a sus electores que las imprimieran ellos mismos, desde de su sitio de Internet. El resultado era previsible: Pasquines, cabeza de lista en la Región Parisina, obtuvo el 0,04% de los votos computados.
Las ideas del decrecimiento tienen un eco sin parangón con estas cifras. “Estoy contra la creación de un partido, en cualquier caso es prematuro”, afirma Latouche. La cantidad de lectores del mensual La Décroissance, fundado por Cheynet en 2004, revela el impacto de esta corriente. Se difunden 20.000 ejemplares –13.000 de ellos en kioscos– y hace uso de un tono polémico cuyas principales víctimas son los “ecotartufos” del “capitalismo verde” y el “desarrollo sostenible”, sometidos a fuertes burlas. Cheynet lo asume: “Estamos en una lógica de disenso que participa en la vivificación de la democracia”.
La revista ecologista Silence, que difunde 6.000 ejemplares desde 1982, publicó en 1993, sin ningún éxito, un primer dossier sobre el decrecimiento, que contenía extractos del libro fundador del inventor del concepto, Nicholas Georgescu-Roegen. Las cosas fueron distintas en el segundo intento, en 2002, cuando surgió el concepto en un coloquio realizado en la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) por la asociación Línea de Horizonte–Los amigos de François Partant, y en el que participaron 700 personas, entre las cuales estuvieron José Bové, Ivan Illitch y Latouche. El número tuvo un gran éxito; Silence dedicó luego varias entregas a los distintos aspectos de ese proyecto. “El decrecimiento es, tal vez, el tema del siglo XXI, pero no sé nada sobre eso”, atempera Michel Bernard, uno de los animadores de la revista, con base en Lyon, al igual que La Décroissance.
Desde 2008, esta corriente de pensamiento dispone también de una publicación intelectual bien elaborada: Entropía. Dirigida por Jean-Claude Besson-Girard, esta “revista teórica y política del decrecimiento”, explora con una loable apertura de espíritu los numerosos problemas que plantea la perspectiva del decrecimiento (6).
Este grupo mantiene vínculos más o menos informales con toda una serie de organizaciones, como las redes ant-inucleares o anti-OGM (Organismos Genéticamente Modificados), el movimiento internacional “Slow Food” (7) o “Slow Cities” y, por supuesto, con todas las asociaciones antipublicitarias: los militantes del decrecimiento prefieren con frecuencia la acción asociativa concreta. La revista Silence privilegia el relato de experiencias que prefiguran la sociedad a construir. “Las ganas de cambiar las cosas pasan por la realización de alternativas”, señala Guillaume Gamblin, uno de sus animadores.
Stunt encarna bien esa militancia anclada en lo concreto. Viejo militante de la ecología política, hoy adhiere al MOC. Pero este guardia forestal jubilado, cuyos hijos producen “cereales al estilo antiguo”, sigue trabajando sobre el tema del “bosque campesino de proximidad”. Practica el decrecimiento: vive en una casa que él mismo ha construido con materiales locales, sin conexión a la red eléctrica, pero que funciona con energía solar. Stunt se siente como en casa en la región francesa de las Cévennes, “donde centenas de personas viven de esa misma manera”. Miembro de la asociación de Habitantes de Viviendas Efímeras o Móviles (Halem), Stunt relata cómo, en abril pasado, una manifestación bloqueó la alcaldía de Saint-Jean-du-Gard que había desmontado una tienda de tipo mongol instalada sin autorización. “Así nos hacemos cargo de la defensa de personas que viven en casas rodantes después de haber sido expulsadas, y que son, frecuentemente, jóvenes de la región parisina”, agrega. La asociación Derecho a la Vivienda (DAL) le ha propuesto a su asociación integrar el Consejo de Administración.
Anticapitalismo y antiproductivismo
Las ideas sobre el decrecimiento no son de ayer. Estuvieron incluso más extendidas en los años 1970 que hoy. Podemos recordar el cómic alegremente antiproductivista de Gébé L’An 01 (El año 01), publicado desde los 70 en Politique Hebdo (8). Y de su consigna un tanto subversiva: “Paramos todo”. El mensual La Gueule Ouverte (La boca abierta) (1972-1980), que anunciaba muy simplemente “el fin del mundo”, destilaba durante esa década una reflexión anticipada sobre el decrecimiento.
Hace unos treinta años, el cuestionamiento al productivismo estaba limitado a un espacio ideológico cerrado. No penetraba en la izquierda, dominada todavía por el Partido Comunista (PC) y por un marxismo ingenuamente “progresista”. Aunque hoy esta corriente es más marginal, también dialoga con facilidad con una izquierda que ha perdido sus certidumbres. Con la crisis medioambiental y el cuestionamiento del valor trabajo, la idea de un casamiento entre anticapitalismo y antiproductivismo avanza.
“El decrecimiento expresa, con un vocabulario nuevo, viejas cuestiones planteadas al movimiento obrero –sostiene Paul Ariès, quien fue comunista en su juventud–. Yo mismo he llegado aquí por la crítica de la alienación. ‘El derecho a la pereza’, ‘vivir y trabajar en la misma región’…: ¡la izquierda no siempre tomó el camino del productivismo!”
La evolución de Jean-Luc Mélenchon es sintomática de la influencia que adquirieron las ideas del decrecimiento en el seno de la izquierda. El fundador del Partido de Izquierda (PG), proveniente de una estricta tradición marxista, que fue en primer lugar militante trotskista lambertista, y después socialista, saluda hoy “la potencia de interrogación” de los partidarios del decrecimiento. “Hay que pensar nuestro modo de vida de otra manera y preguntarse, por ejemplo, si debemos ir cada vez más rápido”, afirma, antes de criticar “el productivismo que insinúa la idea de que todo lo que es deseable debe volverse necesario”. A él se unió Franck Pupunat, animador del pequeño grupo Utopía, cercano a algunas tesis del decrecimiento, y que agrupa adherentes de varios partidos de izquierda. Ariès también acaba de sumarse a ellos.
El Nuevo Partido Anticapitalista (NPA) también dialoga con los “partidarios del decrecimiento”. Algunas negociaciones, que finalmente fracasaron, habían estudiado la posibilidad de confiar a un militante del decrecimiento el primer lugar en la lista presentada por el NPA y el PG en las elecciones europeas de la región sudeste, donde esta corriente está más consolidada. Representantes de ambos partidos participaron en la “Contre-Grenelle de l’environnement” (Contra-consulta sobre el medioambiente), que tuvo lugar en Lyon, en mayo pasado, para denunciar las ilusiones del “desarrollo sostenible”.
Paradójicamente, las ideas sobre decrecimiento ya no se encuentran entre los Verdes. Cochet se siente muy aislado dentro de su partido. Sin embargo, algunas de sus posiciones no lo ayudan a ser escuchado. El diputado ecologista de París provocó un escándalo, en abril de 2009, al proponer una disminución del monto de las prestaciones familiares a partir del tercer niño, a causa de que un nuevo recién nacido tendría “un costo ecológico comparable a 620 trayectos París-Nueva York”. Él se considera un “neo-malthusiano”, aun cuando admite que su razonamiento es “tal vez demasiado científico”.
“Vivir mejor con menos”
La sed de respetabilidad de los Verdes y el peso de sus representantes electos los han alejado de la tesis de formación ecologista que temen que puedan asustar a los electores. Dominique Voynet habría pensado incluso en cambiar el nombre de su partido por el de “Partido del desarrollo sostenible”. En diciembre de 2008, por primera vez, la moción del congreso del partido hizo referencia al “decrecimiento”, pero limitándolo al de la “huella ecológica”. El programa de las listas de Europe Ecologie retomó la misma fórmula, pero agregándole la disminución “del consumo cuantitativo de carne”. En cuanto al Partido Socialista (PS), la ausencia de curiosidad intelectual de sus dirigentes parece protegerlo de cualquier contacto con estas ideas.
¿El decrecimiento es algo más que un eslogan? Ariès habla de “palabra-obús” destinada a quebrantar el productivismo, y Cheynet alaba la capacidad de ese vocablo para “interpelar” a la sociedad. Pero la gran debilidad de este estandarte consiste en no decir nada sobre el futuro deseado. Ningún “objetor del crecimiento” preconiza una simple disminución de la producción en una sociedad con equilibrios que no han cambiado, disminución que podría agravar la pobreza. Latouche concede que los menos favorecidos, especialmente en África, necesitan elevar su nivel de vida material, aun cuando no deberían imitar el modo de vida occidental.
Antes que nada, este espacio se debate entre profundas divergencias filosóficas. Cheynet tiene posiciones republicanas y universalistas, mientras que el africanista Latouche es un declarado “relativista cultural”. “Mi perspectiva es claramente republicana, democrática y humanista”, declara el dueño de La Décroissance, que estuvo comprometido con el Centro en su juventud. “El Estado-nación está superado y tampoco es deseable”, replica Latouche, a quien “no le gusta la palabra universal”. Ariès se ubica del lado de las posiciones republicanas, al tiempo que trabaja con los católicos de izquierda de la revista Golias. Pierre Rabhi, una figura del decrecimiento que intentó ser candidato en la elección presidencial de 2002, representa, por su parte, una corriente espiritualista.
Aunque este espacio está mayoritariamente inclinado hacia la izquierda, su crítica radical al productivismo puede alimentar interpretaciones de inspiraciones muy diferentes. Políticamente, como lo reconoce Cheynet, van “desde la extrema derecha a la extrema izquierda”. Así, el pensador de la “Nueva Derecha”, Alain de Benoist, publicó en 2007 una obra titulada Demain, la décroissance! Penser l’ecologie jusqu’au bout (Mañana, ¡el decrecimiento! Pensar la ecología a fondo).
La relación con la democracia también lo divide. Se oponen a quienes quieren dedicarse a las instituciones y presentarse a elecciones, como Cheynet, y quienes privilegian la democracia directa o el mandato imperativo. “La desconfianza en relación a la democracia representativa es muy fuerte en estos ambientes”, observa el investigador Fabrice Flipo. “Se requiere un refuerzo de la democracia directa, pero también de la democracia representativa”, matiza Ariès. Latouche expresa esta ambigüedad de otro modo: “Creo ser profundamente democrático”, afirma antes de agregar inmediatamente: “Pero no sé muy bien qué es la democracia”.
Pocos partidarios del decrecimiento se arriesgan a precisar a qué se parecería la sociedad a la que aspiran. Sin embargo, en 2002 Cheynet intentó ese ejercicio (9). En “una economía sana (...) el transporte aéreo y los vehículos con motor de explosión estarían condenados a desaparecer (...), reemplazados por barcos a vela, la bicicleta, el tren y la tracción animal”. Se buscaría también “el final de los grandes supermercados, en beneficio de los comercios de proximidad y de los mercados; el final de los productos manufacturados poco caros, en beneficio de objetos producidos localmente”. Aunque la relocalización de las producciones es una idea compartida por todas las corrientes del decrecimiento, muchas de las cuales incluso presentan la idea de instituir monedas locales, no todo el mundo está de acuerdo en llegar tan lejos.
Por otra parte, resulta difícil ver cómo semejante programa podría convencer a una mayoría de electores. Latouche prefiere insistir con el método de elaboración de una “sociedad autónoma” donde rijan las ocho “R”: “Revaluar, Reconceptualizar, Reestructurar, Redistribuir, Relocalizar, Reducir, Reutilizar, Reciclar” (10). Al mismo tiempo que sueña con una sociedad de pequeñas ciudades federadas, aboga en favor de arbitrajes: “El compromiso que debe encontrarse entre la autonomía, casi total pero muy frugal, entre el cazador-recolector y la tecno-alienación, también casi total de nuestros contemporáneos, es un problema político”.
Algunos objetores del crecimiento evitan estas delicadas cuestiones refugiándose en acciones individuales de “sobriedad voluntaria”. Otros creen en las virtudes ejemplares de las iniciativas locales, como la de las “Ciudades en transición”, que agrupan a cerca de ciento treinta comunas –mayoritariamente en Gran Bretaña– comprometidas con el decrecimiento energético y la relocalización.
Pero al decrecimiento le sigue faltando una definición política positiva tan movilizadora como lo fue el socialismo en su momento. “Tenemos dificultades para inventar un nuevo relato para el imaginario colectivo”, deplora Cochet. “¿Qué utopía movilizadora?” se interroga, para responder a la pregunta “¿cómo vivir mejor con menos?” La fórmula “menos bienes, más vínculos”, sin duda no basta. “Ampliar la gratuidad de los bienes de los cuales hacemos un buen uso y prohibir aquellos de los que se hace un mal uso”, preconiza Ariès, precisando que la definición de esos usos será producto de una deliberación política. Y agrega: “El objetivo es reducir las desigualdades sociales”. En realidad, el decrecimiento afectará primero e inevitablemente, a los más ricos, tanto a nivel planetario como en cada país.
Finalmente, lo que en estos debates se transparenta como una filigrana es la cuestión filosófica de la “buena vida”. El desarrollo económico dictado por la dinámica propia del progreso técnico, debería ser sustituido por una lógica de arbitraje democrático. El filósofo Patrick Viveret, que se interesa en los cuestionamientos fundadores del decrecimiento, aunque sin adherir a sus respuestas, rechaza “la prohibición de plantear la felicidad como una cuestión política”, con el pretexto de que eso fue lo que los totalitarismos se arriesgaron a hacer: “Si rechazamos plantear democráticamente la cuestión de un mejor bienestar, ¿en nombre de qué fundar un pensamiento crítico del modo de desarrollo actual?” Liberales o socialistas, los progresistas tienen en común la búsqueda del aumento de las riquezas materiales, reduciendo la cuestión de la felicidad a un asunto privado. Si la finalidad de la organización de las sociedades humanas, confrontadas a los límites físicos de la naturaleza, escapara a ese presupuesto materialista, se abriría un vertiginoso espacio de indeterminación política. E.D.
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La crisis ecológica impuso poco a poco la necesidad de definir el progreso humano de un modo distinto al que imponen el productivismo y la confianza ciega en el avance de las ciencias y las técnicas. En Francia, crecen los adeptos al decrecimiento, tanto cerca de los partidos de la derecha antiliberal como entre el gran público.
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Por Eric Dupin*
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Había que ver el aire desconcertado de François Fillon, ese 14 de octubre de 2008, en que Yves Cochet defendía la tesis del decrecimiento desde lo alto de la tribuna de la Asamblea Nacional de Francia. Al diagnosticar una “crisis antropológica”, el diputado Verde de París afirmaba, en medio de las exclamaciones de la derecha, que “ahora la búsqueda del crecimiento resulta antieconómica, antisocial y antiecológica”. Su llamado a una “sociedad sobria” no tenía posibilidad alguna de ganar la adhesión del hemiciclo. Sin embargo, la provocadora idea del “decrecimiento” logró dar inicio al debate público.
La recesión también entró en ese debate. Seguramente el decrecimiento “no tiene nada que ver con la inversa aritmética del crecimiento”, como lo señala Cochet (1), el único político francés de envergadura que defiende esta idea. De todas maneras, el cuestionamiento del crecimiento aparece como una consecuencia lógica de la doble crisis económica y ecológica que sacude al planeta. Súbitamente, se escucha a los pensadores del decrecimiento de manera más atenta. “Soy mucho más solicitado”, se regocija Serge Latouche, uno de los pioneros. “Las salas están llenas en nuestros debates”, dice también Paul Ariès, otro intelectual de referencia de esta corriente de pensamiento.
La propia palabra “decrecimiento” es cada vez más utilizada, incluso fuera de los restringidos círculos de la ecología radical. “En un momento en que los adeptos al decrecimiento ven que sus argumentos son apoyados por la realidad, ¿existe acaso una alternativa entre el decrecimiento súbito o implícito, como es la recesión actual, y el decrecimiento conducido?”, se interrogaba durante la campaña europea Nicolas Hulot, quien, sin embargo, es usualmente calificado de “ecotartufo” por los objetores del crecimiento (2). En su carácter de puntal de Europe Ecologie, el animador declaraba dudar del “crecimiento verde” y pensaba más bien en un “crecimiento selectivo acompañado de un decrecimiento elegido”. “Sólo el decrecimiento salvará al planeta”, expresó el fotógrafo Yann Arthus-Bertrand, cuya película Home, ampliamente financiada por el grupo de productos de lujo Pinault Printemps Redoute (PPR), parece haber contribuido al éxito electoral primaveral de los ecologistas (3).
Algunos partidarios del decrecimiento están convencidos de que la crisis actual constituye una formidable oportunidad para su causa. “¡Que la crisis se agrave!”, exclamó Latouche, retomando el título de una obra del banquero arrepentido François Partant. “Es una buena noticia: la crisis finalmente llegó y es una ocasión para que la humanidad pueda recuperarse”, explicaba ese partidario de la “pedagogía de las catástrofes”, desarrollada en otro tiempo por el escritor Denis de Rougemont (4).
Sin llegar tan lejos, Cochet piensa también que sólo al chocar con los límites de la biosfera la humanidad se verá obligada a volverse razonable. “Ya no habrá más crecimiento por razones objetivas. El decrecimiento es nuestro destino obligado”, previene el diputado ecologista, “geólogo político y un profundo materialista”. Entonces no queda más que esperar que la crisis acelere la toma de conciencia y “preparar un decrecimiento que sea democrático y equitativo”.
Pero este punto de vista optimista está lejos de ser compartido por todos. “No estamos para nada de acuerdo con esta pedagogía de las catástrofes”, se diferencia Vincent Cheynet. El jefe de Redacción del diario La Décroissance piensa que, “si bien la crisis ofrece una oportunidad de interrogarse y cuestionarse, también hay riesgos de que engendre crispaciones y fenómenos de miedo”. “Una crisis importante sería la peor de las situaciones”, piensa Cheynet. “La crisis es una ocasión para recordar que el crecimiento ya no es posible; pero en esos períodos las personas tienden a replegarse sobre sus intereses particulares”, observa Jean-Luc Pasquines, animador del Movimiento de los Objetores del Crecimiento (MOC). Ariès señala, además, la ambivalencia de la crisis: “Por un lado, lleva el sentimiento de urgencia ecológica cada vez más lejos, ya que el momento se presta para la defensa del poder de compra y de los empleos. (…) Pero también muestra que vivimos sobre mentiras desde hace décadas (5)”. La inquietud le disputa un lugar a la esperanza entre aquellos que dudan que la recesión pavimente el camino hacia el decrecimiento.
Tímida entrada a la política
El nuevo impacto del tema contrasta con la gran debilidad de las fuerzas políticas que lo invocan. El Partido por el Decrecimiento (PPLD) fue creado en 2006 por Cheynet, ex publicitario y fundador de la asociación Casseurs du pub para que “la urgencia fuera a la conquista de las instituciones”. Sin embargo, los conflictos entre las personas le impidieron existir realmente. “Crear un partido político es muy difícil en ambientes bastante anárquicos”, suspira Cheynet, que no se lleva demasiado bien con todos los “partidarios del decrecimiento”. Nuevos equipos intentaron relanzar recientemente el PPLD. Al mismo tiempo que afirma que el partido atrae “a personas más jóvenes que vienen del mundo asociativo”, su portavoz, Vincent Liegey, reconoce “estamos tanteando un poco”. El PPLD se niega a reivindicar alguna cantidad de adherentes. “No queremos convertirnos en un partido masivo, no buscamos ni adherentes ni electores”, dice curiosamente Rémy Cardinal, otro portavoz de este micropartido.
El Movimiento de los Objetores del Crecimiento se lanzó en 2007. Reúne a unas doscientas personas y a una decena de representantes electos locales en una red muy descentralizada. Como agrupa a militantes experimentados, –como Pasquines, quien fue vocero del PPLD, o Christian Stunt, ex miembro de los Amigos de la Tierra y de los Verdes–, el movimiento se felicita, según dice Stunt, por la adhesión de “muchas mujeres y jóvenes” sus filas.
Al crear juntos la Asociación de Objetores del Crecimiento (ADOC-Francia), el MOC y el PPLD han emprendido un proceso de acercamiento. Ambos movimientos se presentaron en las últimas elecciones europeas bajo el lema “Europe Décroissance” (“Por el decrecimiento de Europa”). Por no disponer de “ningún recurso” y al querer “hacer política de otra manera”, no presentaron boletas para la votación sino que le pidieron a sus electores que las imprimieran ellos mismos, desde de su sitio de Internet. El resultado era previsible: Pasquines, cabeza de lista en la Región Parisina, obtuvo el 0,04% de los votos computados.
Las ideas del decrecimiento tienen un eco sin parangón con estas cifras. “Estoy contra la creación de un partido, en cualquier caso es prematuro”, afirma Latouche. La cantidad de lectores del mensual La Décroissance, fundado por Cheynet en 2004, revela el impacto de esta corriente. Se difunden 20.000 ejemplares –13.000 de ellos en kioscos– y hace uso de un tono polémico cuyas principales víctimas son los “ecotartufos” del “capitalismo verde” y el “desarrollo sostenible”, sometidos a fuertes burlas. Cheynet lo asume: “Estamos en una lógica de disenso que participa en la vivificación de la democracia”.
La revista ecologista Silence, que difunde 6.000 ejemplares desde 1982, publicó en 1993, sin ningún éxito, un primer dossier sobre el decrecimiento, que contenía extractos del libro fundador del inventor del concepto, Nicholas Georgescu-Roegen. Las cosas fueron distintas en el segundo intento, en 2002, cuando surgió el concepto en un coloquio realizado en la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) por la asociación Línea de Horizonte–Los amigos de François Partant, y en el que participaron 700 personas, entre las cuales estuvieron José Bové, Ivan Illitch y Latouche. El número tuvo un gran éxito; Silence dedicó luego varias entregas a los distintos aspectos de ese proyecto. “El decrecimiento es, tal vez, el tema del siglo XXI, pero no sé nada sobre eso”, atempera Michel Bernard, uno de los animadores de la revista, con base en Lyon, al igual que La Décroissance.
Desde 2008, esta corriente de pensamiento dispone también de una publicación intelectual bien elaborada: Entropía. Dirigida por Jean-Claude Besson-Girard, esta “revista teórica y política del decrecimiento”, explora con una loable apertura de espíritu los numerosos problemas que plantea la perspectiva del decrecimiento (6).
Este grupo mantiene vínculos más o menos informales con toda una serie de organizaciones, como las redes ant-inucleares o anti-OGM (Organismos Genéticamente Modificados), el movimiento internacional “Slow Food” (7) o “Slow Cities” y, por supuesto, con todas las asociaciones antipublicitarias: los militantes del decrecimiento prefieren con frecuencia la acción asociativa concreta. La revista Silence privilegia el relato de experiencias que prefiguran la sociedad a construir. “Las ganas de cambiar las cosas pasan por la realización de alternativas”, señala Guillaume Gamblin, uno de sus animadores.
Stunt encarna bien esa militancia anclada en lo concreto. Viejo militante de la ecología política, hoy adhiere al MOC. Pero este guardia forestal jubilado, cuyos hijos producen “cereales al estilo antiguo”, sigue trabajando sobre el tema del “bosque campesino de proximidad”. Practica el decrecimiento: vive en una casa que él mismo ha construido con materiales locales, sin conexión a la red eléctrica, pero que funciona con energía solar. Stunt se siente como en casa en la región francesa de las Cévennes, “donde centenas de personas viven de esa misma manera”. Miembro de la asociación de Habitantes de Viviendas Efímeras o Móviles (Halem), Stunt relata cómo, en abril pasado, una manifestación bloqueó la alcaldía de Saint-Jean-du-Gard que había desmontado una tienda de tipo mongol instalada sin autorización. “Así nos hacemos cargo de la defensa de personas que viven en casas rodantes después de haber sido expulsadas, y que son, frecuentemente, jóvenes de la región parisina”, agrega. La asociación Derecho a la Vivienda (DAL) le ha propuesto a su asociación integrar el Consejo de Administración.
Anticapitalismo y antiproductivismo
Las ideas sobre el decrecimiento no son de ayer. Estuvieron incluso más extendidas en los años 1970 que hoy. Podemos recordar el cómic alegremente antiproductivista de Gébé L’An 01 (El año 01), publicado desde los 70 en Politique Hebdo (8). Y de su consigna un tanto subversiva: “Paramos todo”. El mensual La Gueule Ouverte (La boca abierta) (1972-1980), que anunciaba muy simplemente “el fin del mundo”, destilaba durante esa década una reflexión anticipada sobre el decrecimiento.
Hace unos treinta años, el cuestionamiento al productivismo estaba limitado a un espacio ideológico cerrado. No penetraba en la izquierda, dominada todavía por el Partido Comunista (PC) y por un marxismo ingenuamente “progresista”. Aunque hoy esta corriente es más marginal, también dialoga con facilidad con una izquierda que ha perdido sus certidumbres. Con la crisis medioambiental y el cuestionamiento del valor trabajo, la idea de un casamiento entre anticapitalismo y antiproductivismo avanza.
“El decrecimiento expresa, con un vocabulario nuevo, viejas cuestiones planteadas al movimiento obrero –sostiene Paul Ariès, quien fue comunista en su juventud–. Yo mismo he llegado aquí por la crítica de la alienación. ‘El derecho a la pereza’, ‘vivir y trabajar en la misma región’…: ¡la izquierda no siempre tomó el camino del productivismo!”
La evolución de Jean-Luc Mélenchon es sintomática de la influencia que adquirieron las ideas del decrecimiento en el seno de la izquierda. El fundador del Partido de Izquierda (PG), proveniente de una estricta tradición marxista, que fue en primer lugar militante trotskista lambertista, y después socialista, saluda hoy “la potencia de interrogación” de los partidarios del decrecimiento. “Hay que pensar nuestro modo de vida de otra manera y preguntarse, por ejemplo, si debemos ir cada vez más rápido”, afirma, antes de criticar “el productivismo que insinúa la idea de que todo lo que es deseable debe volverse necesario”. A él se unió Franck Pupunat, animador del pequeño grupo Utopía, cercano a algunas tesis del decrecimiento, y que agrupa adherentes de varios partidos de izquierda. Ariès también acaba de sumarse a ellos.
El Nuevo Partido Anticapitalista (NPA) también dialoga con los “partidarios del decrecimiento”. Algunas negociaciones, que finalmente fracasaron, habían estudiado la posibilidad de confiar a un militante del decrecimiento el primer lugar en la lista presentada por el NPA y el PG en las elecciones europeas de la región sudeste, donde esta corriente está más consolidada. Representantes de ambos partidos participaron en la “Contre-Grenelle de l’environnement” (Contra-consulta sobre el medioambiente), que tuvo lugar en Lyon, en mayo pasado, para denunciar las ilusiones del “desarrollo sostenible”.
Paradójicamente, las ideas sobre decrecimiento ya no se encuentran entre los Verdes. Cochet se siente muy aislado dentro de su partido. Sin embargo, algunas de sus posiciones no lo ayudan a ser escuchado. El diputado ecologista de París provocó un escándalo, en abril de 2009, al proponer una disminución del monto de las prestaciones familiares a partir del tercer niño, a causa de que un nuevo recién nacido tendría “un costo ecológico comparable a 620 trayectos París-Nueva York”. Él se considera un “neo-malthusiano”, aun cuando admite que su razonamiento es “tal vez demasiado científico”.
“Vivir mejor con menos”
La sed de respetabilidad de los Verdes y el peso de sus representantes electos los han alejado de la tesis de formación ecologista que temen que puedan asustar a los electores. Dominique Voynet habría pensado incluso en cambiar el nombre de su partido por el de “Partido del desarrollo sostenible”. En diciembre de 2008, por primera vez, la moción del congreso del partido hizo referencia al “decrecimiento”, pero limitándolo al de la “huella ecológica”. El programa de las listas de Europe Ecologie retomó la misma fórmula, pero agregándole la disminución “del consumo cuantitativo de carne”. En cuanto al Partido Socialista (PS), la ausencia de curiosidad intelectual de sus dirigentes parece protegerlo de cualquier contacto con estas ideas.
¿El decrecimiento es algo más que un eslogan? Ariès habla de “palabra-obús” destinada a quebrantar el productivismo, y Cheynet alaba la capacidad de ese vocablo para “interpelar” a la sociedad. Pero la gran debilidad de este estandarte consiste en no decir nada sobre el futuro deseado. Ningún “objetor del crecimiento” preconiza una simple disminución de la producción en una sociedad con equilibrios que no han cambiado, disminución que podría agravar la pobreza. Latouche concede que los menos favorecidos, especialmente en África, necesitan elevar su nivel de vida material, aun cuando no deberían imitar el modo de vida occidental.
Antes que nada, este espacio se debate entre profundas divergencias filosóficas. Cheynet tiene posiciones republicanas y universalistas, mientras que el africanista Latouche es un declarado “relativista cultural”. “Mi perspectiva es claramente republicana, democrática y humanista”, declara el dueño de La Décroissance, que estuvo comprometido con el Centro en su juventud. “El Estado-nación está superado y tampoco es deseable”, replica Latouche, a quien “no le gusta la palabra universal”. Ariès se ubica del lado de las posiciones republicanas, al tiempo que trabaja con los católicos de izquierda de la revista Golias. Pierre Rabhi, una figura del decrecimiento que intentó ser candidato en la elección presidencial de 2002, representa, por su parte, una corriente espiritualista.
Aunque este espacio está mayoritariamente inclinado hacia la izquierda, su crítica radical al productivismo puede alimentar interpretaciones de inspiraciones muy diferentes. Políticamente, como lo reconoce Cheynet, van “desde la extrema derecha a la extrema izquierda”. Así, el pensador de la “Nueva Derecha”, Alain de Benoist, publicó en 2007 una obra titulada Demain, la décroissance! Penser l’ecologie jusqu’au bout (Mañana, ¡el decrecimiento! Pensar la ecología a fondo).
La relación con la democracia también lo divide. Se oponen a quienes quieren dedicarse a las instituciones y presentarse a elecciones, como Cheynet, y quienes privilegian la democracia directa o el mandato imperativo. “La desconfianza en relación a la democracia representativa es muy fuerte en estos ambientes”, observa el investigador Fabrice Flipo. “Se requiere un refuerzo de la democracia directa, pero también de la democracia representativa”, matiza Ariès. Latouche expresa esta ambigüedad de otro modo: “Creo ser profundamente democrático”, afirma antes de agregar inmediatamente: “Pero no sé muy bien qué es la democracia”.
Pocos partidarios del decrecimiento se arriesgan a precisar a qué se parecería la sociedad a la que aspiran. Sin embargo, en 2002 Cheynet intentó ese ejercicio (9). En “una economía sana (...) el transporte aéreo y los vehículos con motor de explosión estarían condenados a desaparecer (...), reemplazados por barcos a vela, la bicicleta, el tren y la tracción animal”. Se buscaría también “el final de los grandes supermercados, en beneficio de los comercios de proximidad y de los mercados; el final de los productos manufacturados poco caros, en beneficio de objetos producidos localmente”. Aunque la relocalización de las producciones es una idea compartida por todas las corrientes del decrecimiento, muchas de las cuales incluso presentan la idea de instituir monedas locales, no todo el mundo está de acuerdo en llegar tan lejos.
Por otra parte, resulta difícil ver cómo semejante programa podría convencer a una mayoría de electores. Latouche prefiere insistir con el método de elaboración de una “sociedad autónoma” donde rijan las ocho “R”: “Revaluar, Reconceptualizar, Reestructurar, Redistribuir, Relocalizar, Reducir, Reutilizar, Reciclar” (10). Al mismo tiempo que sueña con una sociedad de pequeñas ciudades federadas, aboga en favor de arbitrajes: “El compromiso que debe encontrarse entre la autonomía, casi total pero muy frugal, entre el cazador-recolector y la tecno-alienación, también casi total de nuestros contemporáneos, es un problema político”.
Algunos objetores del crecimiento evitan estas delicadas cuestiones refugiándose en acciones individuales de “sobriedad voluntaria”. Otros creen en las virtudes ejemplares de las iniciativas locales, como la de las “Ciudades en transición”, que agrupan a cerca de ciento treinta comunas –mayoritariamente en Gran Bretaña– comprometidas con el decrecimiento energético y la relocalización.
Pero al decrecimiento le sigue faltando una definición política positiva tan movilizadora como lo fue el socialismo en su momento. “Tenemos dificultades para inventar un nuevo relato para el imaginario colectivo”, deplora Cochet. “¿Qué utopía movilizadora?” se interroga, para responder a la pregunta “¿cómo vivir mejor con menos?” La fórmula “menos bienes, más vínculos”, sin duda no basta. “Ampliar la gratuidad de los bienes de los cuales hacemos un buen uso y prohibir aquellos de los que se hace un mal uso”, preconiza Ariès, precisando que la definición de esos usos será producto de una deliberación política. Y agrega: “El objetivo es reducir las desigualdades sociales”. En realidad, el decrecimiento afectará primero e inevitablemente, a los más ricos, tanto a nivel planetario como en cada país.
Finalmente, lo que en estos debates se transparenta como una filigrana es la cuestión filosófica de la “buena vida”. El desarrollo económico dictado por la dinámica propia del progreso técnico, debería ser sustituido por una lógica de arbitraje democrático. El filósofo Patrick Viveret, que se interesa en los cuestionamientos fundadores del decrecimiento, aunque sin adherir a sus respuestas, rechaza “la prohibición de plantear la felicidad como una cuestión política”, con el pretexto de que eso fue lo que los totalitarismos se arriesgaron a hacer: “Si rechazamos plantear democráticamente la cuestión de un mejor bienestar, ¿en nombre de qué fundar un pensamiento crítico del modo de desarrollo actual?” Liberales o socialistas, los progresistas tienen en común la búsqueda del aumento de las riquezas materiales, reduciendo la cuestión de la felicidad a un asunto privado. Si la finalidad de la organización de las sociedades humanas, confrontadas a los límites físicos de la naturaleza, escapara a ese presupuesto materialista, se abriría un vertiginoso espacio de indeterminación política. E.D.
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*Periodista.
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Traducción: Lucía Vera
Traducción: Lucía Vera
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NOTAS:
1 Las citas sin referencias provienen de entrevistas con el autor.
2 Nicolas Hulot, “L’enjeu crucial des élections européennes“, Le Monde, París, 15-5-09.
3 Michel Guerrin y Nathaniel Herzberg, “Arthus-Bertrand, l’image de marque”, Le Monde, París, 4-6-09.
4 Serge Latouche, “Que la crise s’aggrave!”, Politis, París, 13-11-08.
5 Laure Nouhalat, “Rendre la décroissance désirable”, entrevista de Paul Ariès, Libération, París, 2-5-09.
6 Para una crítica radical de esta corriente de pensamiento, véase especialmente los Cahiers marxistes, N° 235, Bruselas, mayo-junio de 2007 y “La décroissance, un point de vue parfaitement réactionnaire”, Lutte de classe, N° 121, París, julio de 2009.
7 Véase Carlo Petrini, “Por una gastronomía militante”, Le Monde diplomatique, ed. Cono Sur, Buenos Aires, agosto de 2006.
8 Gébé, L’An 01, cómic reeditado por la Association, París, 2004, y film epónimo (con Jacques Doillon), MK2, 2006.
9 Bruno Clémentin y Vincent Cheynet, “La décroissance soutenable“, Silence, Lyon, febrero de 2002.
10 Serge Latouche, “Pour une société autonome”, Entropia, n° 5, Malaucène, otoño boreal de 2008.
1 Las citas sin referencias provienen de entrevistas con el autor.
2 Nicolas Hulot, “L’enjeu crucial des élections européennes“, Le Monde, París, 15-5-09.
3 Michel Guerrin y Nathaniel Herzberg, “Arthus-Bertrand, l’image de marque”, Le Monde, París, 4-6-09.
4 Serge Latouche, “Que la crise s’aggrave!”, Politis, París, 13-11-08.
5 Laure Nouhalat, “Rendre la décroissance désirable”, entrevista de Paul Ariès, Libération, París, 2-5-09.
6 Para una crítica radical de esta corriente de pensamiento, véase especialmente los Cahiers marxistes, N° 235, Bruselas, mayo-junio de 2007 y “La décroissance, un point de vue parfaitement réactionnaire”, Lutte de classe, N° 121, París, julio de 2009.
7 Véase Carlo Petrini, “Por una gastronomía militante”, Le Monde diplomatique, ed. Cono Sur, Buenos Aires, agosto de 2006.
8 Gébé, L’An 01, cómic reeditado por la Association, París, 2004, y film epónimo (con Jacques Doillon), MK2, 2006.
9 Bruno Clémentin y Vincent Cheynet, “La décroissance soutenable“, Silence, Lyon, febrero de 2002.
10 Serge Latouche, “Pour une société autonome”, Entropia, n° 5, Malaucène, otoño boreal de 2008.
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LMD/13/08/2009
America Norte: Cumbre sosa
Teodoro Rentería Arróyave *
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Sin mayores acuerdos y en buenos deseos concluyó en Guadalajara la Cumbre de Líderes de América del Norte en la que participaron los presidentes de México, Felipe Calderón Hinojosa, de Estados Unidos, Barack Obama y el primer ministro de Canadá, Stephen Harper. En vista de ello las noticias estuvieron afuera, pero eso sí en torno a la sosa cimera reunión.
Seguridad, cambio climático y economía, fueron entre otros, los temas que se trataron sin llegar a ningún acuerdo. Lo del presidente hondureño depuesto, Manuel Zelaya fue soslayado. Quedaron pendientes también entre otros, el asunto migratorio, la revisión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el Nafta, como dicen por sus siglas en inglés, y la imposición de visas canadienses a los mexicanos que visiten ese país.
Decíamos que nos negábamos a pensar que la presentación por parte de la Secretaría de Seguridad Pública federal del sicario, Dimas Díaz Ramos, alias “El Dimas”, quien planeaba un atentado en contra del presidente Felipe Calderón Hinojosa, fuera una acción mediática, pues todo hace suponer que así fue, porque se escogió exacto el momento “cumbre” de la sosa Cumbre para dar la noticia de sopetón y en esa forma aprovechar la presencia de la prensa extranjera para presentar a Calderón casi, casi como el mártir de los mexicanos.
También hubo otra presentación oportuna, la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada de la Procuraduría General de la República, exhibió a Juan Daniel Carranco Salazar alias “El Colosio”, presunto jefe de “Los Zetas” y del cártel del Golfo en Quintana Roo y quien presuntamente participó en los ataques contra el Consulado de Estados Unidos y Televisa de la ciudad de Monterrey, Nuevo León. Había que quedar bien con los primos gringos.
Y exacto, cuando el presidente Calderón Hinojosa no pudo soslayar en la conferencia de prensa conjunta con sus homólogos invitados, el tema de los derechos humanos y afirmó desafiante que su gobierno los protege y “quienes señalen lo contrario, están obligados a probar un caso, un solo caso”, “La Suprema”, el “Zar” antidrogas fronterizo y organizaciones internacionales lo refutaron de lo lindo.
Por un solo voto de diferencia, en México se reafirmó el fuero militar. En efecto, la Suprema Corte de Justicia de la Nación validó los juicios militares a elementos del Ejército que presuntamente violen los derechos humanos de civiles, al rechazar amparar a Reynalda Morales Rodríguez, cuyo esposo fue presuntamente muerto por militares en marzo de 2008, para que el juicio lo realizaran autoridades judiciales civiles y no tribunales militares.
Mientras tanto, el “zar” fronterizo antidrogas, Alan Bersin condicionó el Plan Mérida, al afirmar que si bien Estados Unidos está comprometido a continuar su apoyo, por lo pronto al menos 60 millones de dólares podrían ser retenidos si México no ofrece resultados en investigaciones de casos de violaciones a derechos humanos por parte de elementos castrenses.
Para terminar, la organización Human Rights Watch, respondió: “El reclamo del Presidente se contradice con la evidencia disponible”, y cuando menos se refirió a dos casos documentados de violaciones a los derechos humanos ocurridos en mayo y agosto de 2007 en Michoacán en los que militares que participaban en operaciones antidrogas fueron acusados de tortura a varios ciudadanos, y no han sido castigados.
En conclusión, una reunión cumbre de los tres mandatarios de los países del norte de América, que quedó en buenas intenciones, en la que se soslayaron los temas de importancia, se pospusieron los acuerdos trascendentes y defraudó las expectativas que había provocado. Las noticias estuvieron afuera, todas negativas y preocupantes, pero todas en torno de la sosa reunión cimera.
*Teodoro Rentería Arróyave es Periodista y escritor mexicano
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Sin mayores acuerdos y en buenos deseos concluyó en Guadalajara la Cumbre de Líderes de América del Norte en la que participaron los presidentes de México, Felipe Calderón Hinojosa, de Estados Unidos, Barack Obama y el primer ministro de Canadá, Stephen Harper. En vista de ello las noticias estuvieron afuera, pero eso sí en torno a la sosa cimera reunión.
Seguridad, cambio climático y economía, fueron entre otros, los temas que se trataron sin llegar a ningún acuerdo. Lo del presidente hondureño depuesto, Manuel Zelaya fue soslayado. Quedaron pendientes también entre otros, el asunto migratorio, la revisión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el Nafta, como dicen por sus siglas en inglés, y la imposición de visas canadienses a los mexicanos que visiten ese país.
Decíamos que nos negábamos a pensar que la presentación por parte de la Secretaría de Seguridad Pública federal del sicario, Dimas Díaz Ramos, alias “El Dimas”, quien planeaba un atentado en contra del presidente Felipe Calderón Hinojosa, fuera una acción mediática, pues todo hace suponer que así fue, porque se escogió exacto el momento “cumbre” de la sosa Cumbre para dar la noticia de sopetón y en esa forma aprovechar la presencia de la prensa extranjera para presentar a Calderón casi, casi como el mártir de los mexicanos.
También hubo otra presentación oportuna, la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada de la Procuraduría General de la República, exhibió a Juan Daniel Carranco Salazar alias “El Colosio”, presunto jefe de “Los Zetas” y del cártel del Golfo en Quintana Roo y quien presuntamente participó en los ataques contra el Consulado de Estados Unidos y Televisa de la ciudad de Monterrey, Nuevo León. Había que quedar bien con los primos gringos.
Y exacto, cuando el presidente Calderón Hinojosa no pudo soslayar en la conferencia de prensa conjunta con sus homólogos invitados, el tema de los derechos humanos y afirmó desafiante que su gobierno los protege y “quienes señalen lo contrario, están obligados a probar un caso, un solo caso”, “La Suprema”, el “Zar” antidrogas fronterizo y organizaciones internacionales lo refutaron de lo lindo.
Por un solo voto de diferencia, en México se reafirmó el fuero militar. En efecto, la Suprema Corte de Justicia de la Nación validó los juicios militares a elementos del Ejército que presuntamente violen los derechos humanos de civiles, al rechazar amparar a Reynalda Morales Rodríguez, cuyo esposo fue presuntamente muerto por militares en marzo de 2008, para que el juicio lo realizaran autoridades judiciales civiles y no tribunales militares.
Mientras tanto, el “zar” fronterizo antidrogas, Alan Bersin condicionó el Plan Mérida, al afirmar que si bien Estados Unidos está comprometido a continuar su apoyo, por lo pronto al menos 60 millones de dólares podrían ser retenidos si México no ofrece resultados en investigaciones de casos de violaciones a derechos humanos por parte de elementos castrenses.
Para terminar, la organización Human Rights Watch, respondió: “El reclamo del Presidente se contradice con la evidencia disponible”, y cuando menos se refirió a dos casos documentados de violaciones a los derechos humanos ocurridos en mayo y agosto de 2007 en Michoacán en los que militares que participaban en operaciones antidrogas fueron acusados de tortura a varios ciudadanos, y no han sido castigados.
En conclusión, una reunión cumbre de los tres mandatarios de los países del norte de América, que quedó en buenas intenciones, en la que se soslayaron los temas de importancia, se pospusieron los acuerdos trascendentes y defraudó las expectativas que había provocado. Las noticias estuvieron afuera, todas negativas y preocupantes, pero todas en torno de la sosa reunión cimera.
*Teodoro Rentería Arróyave es Periodista y escritor mexicano
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ALAI/13/08/2009
ARÍCULOS MUY INTERESANTES
Umpiérrez
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Mundo
Nunca antes han servido soldados de tantos países en el mismo teatro de operaciones
Nunca antes han servido soldados de tantos países en el mismo teatro de operaciones
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Mundo
62º aniversario de la frustrada independencia de Baluchistán (I) Baluches de Pakistán, Vivir en el arcén de Punjab
Karlos Kurutuza
Karlos Kurutuza
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Europa
Entrevista al universitario francés Franck Gaudichaud en Chile
Entrevista al universitario francés Franck Gaudichaud en Chile
“En el Nuevo Partido Anticapitalista francés queremos que el pueblo esté en el poder, no que nos atrape el poder”
Andrés Figueroa Cornejo
Andrés Figueroa Cornejo
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Palestina y Oriente Próximo
Israel y la paranoia antiraní
José Steinsleger
José Steinsleger
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Opinión
Comentarios para CX36 Radio Centenario del sociólogo norteamericano
Comentarios para CX36 Radio Centenario del sociólogo norteamericano
“La crisis actual está golpeando en muchos países latinoamericanos donde hay regímenes de centro-izquierda"
James Petras
James Petras
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África
África
José Saramago
José Saramago
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Iraq
El lamento de El Baradei
Samuel
Samuel
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Economía
Desarrollará productos para la Central de Inteligencia
Desarrollará productos para la Central de Inteligencia
El Exxel Group cierra un negocio millonario con la CIA
Andrés Sanguinetti
Andrés Sanguinetti
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Rebelión/13/08/2009
inSurGente
Canciones para la inSurGencia
El Canto General Theodorakis-Neruda iba a ser estrenado en el Estadio Nacional de Santiago de Chile, en 1973, pero se produjo el golpe brutal de Pinochet impulsado, financiado y pagado por los EEUU. Theodorakis lo pudo estrenar en la Grecia recién liberada de la “dictadura de los coroneles” (también planeada, impulsada, financiada, armada y “justificada” por los EEUU). Este video –que reproduce el poema Los Libertadores- es, naturalmente, muy posterior, pero conserva la fuerza inigualable de aquél primer concierto en Atenas en homenaje a Salvador Allende y las decenas de miles de chilenos asesinados, torturados, encarcelados, desaparecidos y exiliados, con la frescura y la emoción en las voces de los solistas griegos.
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inSurGente/13/08/2009
ARGENPRESS.info - Resumen de noticias
Noticias tabú para los grandes medios
Por: Peter Phillips
http://www.argenpress.info/2009/08/noticias-tabu-para-los-grandes-medios.html
Colombia:
La crisis y el movimiento popular
Por: Jaime Caycedo (especial para ARGENPRESS.info)
http://www.argenpress.info/2009/08/colombia-la-crisis-y-el-movimiento.html
Paraguay:
Presidente blindado (Primer año de Lugo)
Por: José Antonio Vera (especial para ARGENPRESS.info)
http://www.argenpress.info/2009/08/paraguay-presidente-blindado-primer-ano.html
El FMLN visto desde los acuerdos de paz de 1992 hasta su victoria electoral
Por: Mauricio R. Alfaro (especial para ARGENPRESS.info)
http://www.argenpress.info/2009/08/el-fmln-visto-desde-los-acuerdos-de-paz.html
No sos:
Te sentis. ¿o te hacés?
Por: Alfredo Grande (APE)
http://www.argenpress.info/2009/08/no-sos-te-sentis-o-te-haces.html
Un auténtico escándalo
Por: Ernesto Ponsati (HOY DIA - PRENSARED)
http://www.argenpress.info/2009/08/un-autentico-escandalo.html
Divertirse hasta morir
Por: Fran Araújo (MOMARANDU)
http://www.argenpress.info/2009/08/divertirse-hasta-morir.html
La hoguera de las vanidades
Por: Nicolás Fassi (PRENSA RED)
http://www.argenpress.info/2009/08/la-hoguera-de-las-vanidades.html
Los silencios que fogonean el tráfico de niños
Por: Gabriel Conte (MDZOL)
http://www.argenpress.info/2009/08/los-silencios-que-fogonean-el-trafico.html
Argentina:
Más información, menos riesgos
Por: Ana Clara Bórmida (ARTEMISA)
http://www.argenpress.info/2009/08/argentina-mas-informacion-menos-riesgos.html
Crisis sanitaria:
El Malbrán estaría en condiciones de producir la vacuna para la Gripe A
Por: ACTA
http://www.argenpress.info/2009/08/crisis-sanitaria-el-malbran-estaria-en.html
La CTA denunció a la multinacional Barrick Gold. Leiva:
"Nos organizamos. Y eso molesta"
http://www.argenpress.info/2009/08/la-cta-denuncio-la-multinacional.html
Argentina, Salta:
«Lentamente se va produciendo un etnocidio...»
Por: COPENOA
http://www.argenpress.info/2009/08/argentina-salta-lentamente-se-va.html
Argentina:
Vigilancia aérea en la región.
Nación asegura operación de radar en Misiones
Por: MOMARANDU
http://www.argenpress.info/2009/08/argentina-vigilancia-aerea-en-la-region.html
Argentina, Entre Ríos:
La Asamblea de Gualeguaychú calificó como “engañoso y falso” el informe de Uruguay sobre Botnia
Por: EL ONCE
http://www.argenpress.info/2009/08/argentina-entre-rios-la-asamblea-de.html
Argentina, Salta:
La Justicia del mundo del revés
Por: ACTA
http://www.argenpress.info/2009/08/argentina-salta-la-justicia-del-mundo.html
Brasil:
La oposición niega un pacto relativo a José Sarney
http://www.argenpress.info/2009/08/brasil-la-oposicion-niega-un-pacto.html
Ecuador:
Comienza el presidente Rafael Correa su nuevo mandato con calificación positiva
http://www.argenpress.info/2009/08/ecuador-comienza-el-presidente-rafael.html
Costa Rica:
El presidente Oscar Arias contagiado con gripe A (H1N1)
http://www.argenpress.info/2009/08/costa-rica-el-presidente-oscar-arias.html
El Salvador:
En abril llegaría primer barco con combustible venezolano
Por: Daniel Trujillo (COLATINO)
http://www.argenpress.info/2009/08/el-salvador-en-abril-llegaria-primer.html
Guatemala:
La Policía Nacional Civil (PNC) estuvo dirigida por jefes con antecedentes penales
Por: CERIGUA
http://www.argenpress.info/2009/08/guatemala-la-policia-nacional-civil-pnc.html
Declaran alerta en Ciudad de México por la escasez de agua
http://www.argenpress.info/2009/08/declaran-alerta-en-ciudad-de-mexico-por.html
Gran Bretaña:
Cada vez mas jubilados alquilan habitaciones
http://www.argenpress.info/2009/08/gran-bretana-cada-vez-mas-jubilados.html
Palestina:
Fatah elige a nuevo Comité Central
http://www.argenpress.info/2009/08/palestina-fatah-elige-nuevo-comite.html
China:
Caricaturistas japoneses presentan trabajos contra la guerra en ciudad china de Nanjing
Por: XINHUA
http://www.argenpress.info/2009/08/china-caricaturistas-japoneses.html
El alcoholismo adquirió dimensiones de cataclismo nacional en Rusia
Por: RIA NOVOSTI
http://www.argenpress.info/2009/08/el-alcoholismo-adquirio-dimensiones-de.html
Según la OMS:
La cifra global de muertos por gripe A(H1N1) aumenta a 1.462
http://www.argenpress.info/2009/08/segun-la-oms-la-cifra-global-de-muertos.html
Naciones Unidas:
Ban Ki-moon señala que contacto directo con la República Popular Democrática de Corea es posible
http://www.argenpress.info/2009/08/naciones-unidas-ban-ki-moon-senala-que.html
En Guatemala también se secuestra a indocumentados
Por: CERIGUA
http://www.argenpress.info/2009/08/en-guatemala-tambien-se-secuestra.html
México:
Niñas y mujeres en situación de calle
Por: Paulina Rivas Ayala (CIMAC)
http://www.argenpress.info/2009/08/mexico-ninas-y-mujeres-en-situacion-de.html
España: Abandona a su empleado 'ilegal' en la calle tras sufrir un infarto
Por: TRIBUNA LATINA
http://www.argenpress.info/2009/08/espana-abandona-su-empleado-ilegal-en.html
Uruguay:
La industria desacelera su caída de producción en junio
http://www.argenpress.info/2009/08/uruguay-la-industria-desacelera-su.html
México:
El secretario de Hacienda anuncia un recorte de 23.076 millones de dólares del presupuesto 2010
http://www.argenpress.info/2009/08/mexico-el-secretario-de-hacienda.html
Petróleo al día:
Sigue sin cambio el pronóstico de la OPEP sobre demanda la global crudo
http://www.argenpress.info/2009/08/petroleo-al-dia-sigue-sin-cambio-el.html
Alemania:
La tasa de inflación cae por primera vez en 22 años
http://www.argenpress.info/2009/08/alemania-la-tasa-de-inflacion-cae-por.html
Panorama económico de China
Por: XINHUA
http://www.argenpress.info/2009/08/panorama-economico-de-china_12.html
Japón:
El crecimiento de la producción en junio llega al 2,3 por ciento
http://www.argenpress.info/2009/08/japon-el-crecimiento-de-la-produccion.html
Panorama económico de Vietnam
Por: VNA
http://www.argenpress.info/2009/08/panorama-economico-de-vietnam_12.html
Para construir una teoría democrática desde la América Latina (Parte I)
Por: Bruno Lima Rocha (BAROMETROINTERNACIONAL, especial para ARGENPRESS.info)
http://www.argenpress.info/2009/08/para-construir-una-teoria-democratica.html
América Latina:
La larga marcha
Por: Jorge Gómez Barata (especial para ARGENPRESS.info)
http://www.argenpress.info/2009/08/america-latina-la-larga-marcha.html
Chile:
Franck Gaudichaud, “en el Nuevo Partido Anticapitalista francés queremos que el pueblo esté en el poder, no que nos atrape el poder”
Por: Andrés Figueroa Cornejo (especial para ARGENPRESS.info)
http://www.argenpress.info/2009/08/chile-franck-gaudichaud-en-el-nuevo.html
Influenza “A” en El Salvador, ¿el Sistema de Salud a prueba?
Por: José Mario Zavaleta (especial para ARGENPRESS.info)
http://www.argenpress.info/2009/08/influenza-en-el-salvador-el-sistema-de.html
El Sapo y el escorpión:
A propósito de Honduras
Por: Theotonio Dos Santos (especial para ARGENPRESS.info)
http://www.argenpress.info/2009/08/el-sapo-y-el-escorpion-proposito-de.html
¿Qué enseña la huelga de hambre de 50 estudiantes de la UNAM, POLI y UAM?
Por: Pedro Echeverría (especial para ARGENPRESS.info)
http://www.argenpress.info/2009/08/que-ensena-la-huelga-de-hambre-de-50.html
México:
Cumbre sosa
Por: Teodoro Rentería Arróyave (especial para ARGENPRESS.info)
http://www.argenpress.info/2009/08/mexico-cumbre-sosa.html
Estados Unidos:
Más de lo mismo
Por: Marcos Alfonso (AIN, especial para ARGENPRESS.info)
http://www.argenpress.info/2009/08/estados-unidos-mas-de-lo-mismo.html
La política de seguridad de Estados Unidos:
Regreso al pasado
Por: Oscar Ugarteche (ALAI)
http://www.argenpress.info/2009/08/la-politica-de-seguridad-de-estados.html
La revolución que no estalla…
Por: Jaime Richart (especial para ARGENPRESS.info)
http://www.argenpress.info/2009/08/la-revolucion-que-no-estalla.html
El reconocimiento de los hijos es una obligación legal
Por: Irina Santesteban (LA ARENA)
http://www.argenpress.info/2009/08/el-reconocimiento-de-los-hijos-es-una.html
Documental del corresponsal de guerra mexicano, Raúl Fajardo, denuncia genocidio en Osetia del Sur
Por: Ricardo Zedano (RIA NOVOSTI)
http://www.argenpress.info/2009/08/documental-del-corresponsal-de-guerra.html
El poder de los oleoductos o el resultado de la visita de Putin a Turquía
Por: Andrei Fediashin (RIA NOVOSTI)
http://www.argenpress.info/2009/08/el-poder-de-los-oleoductos-o-el.html
Fútbol:
Escuela de vida
Por: Carlos Miguélez Monroy (CCS)
http://www.argenpress.info/2009/08/futbol-escuela-de-vida.html
Brasil:
Desarrollan postes en fibra de vidrio que atenúan accidentes
http://www.argenpress.info/2009/08/brasil-desarrollan-postes-en-fibra-de.html
China:
Pruebas demuestran que vacunas chinas contra gripe A(H1N1) son seguras
Por: XINHUA
http://www.argenpress.info/2009/08/china-pruebas-demuestran-que-vacunas.html
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ARGENPRESS.info - Argentina
Por: Peter Phillips
http://www.argenpress.info/2009/08/noticias-tabu-para-los-grandes-medios.html
Colombia:
La crisis y el movimiento popular
Por: Jaime Caycedo (especial para ARGENPRESS.info)
http://www.argenpress.info/2009/08/colombia-la-crisis-y-el-movimiento.html
Paraguay:
Presidente blindado (Primer año de Lugo)
Por: José Antonio Vera (especial para ARGENPRESS.info)
http://www.argenpress.info/2009/08/paraguay-presidente-blindado-primer-ano.html
El FMLN visto desde los acuerdos de paz de 1992 hasta su victoria electoral
Por: Mauricio R. Alfaro (especial para ARGENPRESS.info)
http://www.argenpress.info/2009/08/el-fmln-visto-desde-los-acuerdos-de-paz.html
No sos:
Te sentis. ¿o te hacés?
Por: Alfredo Grande (APE)
http://www.argenpress.info/2009/08/no-sos-te-sentis-o-te-haces.html
Un auténtico escándalo
Por: Ernesto Ponsati (HOY DIA - PRENSARED)
http://www.argenpress.info/2009/08/un-autentico-escandalo.html
Divertirse hasta morir
Por: Fran Araújo (MOMARANDU)
http://www.argenpress.info/2009/08/divertirse-hasta-morir.html
La hoguera de las vanidades
Por: Nicolás Fassi (PRENSA RED)
http://www.argenpress.info/2009/08/la-hoguera-de-las-vanidades.html
Los silencios que fogonean el tráfico de niños
Por: Gabriel Conte (MDZOL)
http://www.argenpress.info/2009/08/los-silencios-que-fogonean-el-trafico.html
Argentina:
Más información, menos riesgos
Por: Ana Clara Bórmida (ARTEMISA)
http://www.argenpress.info/2009/08/argentina-mas-informacion-menos-riesgos.html
Crisis sanitaria:
El Malbrán estaría en condiciones de producir la vacuna para la Gripe A
Por: ACTA
http://www.argenpress.info/2009/08/crisis-sanitaria-el-malbran-estaria-en.html
La CTA denunció a la multinacional Barrick Gold. Leiva:
"Nos organizamos. Y eso molesta"
http://www.argenpress.info/2009/08/la-cta-denuncio-la-multinacional.html
Argentina, Salta:
«Lentamente se va produciendo un etnocidio...»
Por: COPENOA
http://www.argenpress.info/2009/08/argentina-salta-lentamente-se-va.html
Argentina:
Vigilancia aérea en la región.
Nación asegura operación de radar en Misiones
Por: MOMARANDU
http://www.argenpress.info/2009/08/argentina-vigilancia-aerea-en-la-region.html
Argentina, Entre Ríos:
La Asamblea de Gualeguaychú calificó como “engañoso y falso” el informe de Uruguay sobre Botnia
Por: EL ONCE
http://www.argenpress.info/2009/08/argentina-entre-rios-la-asamblea-de.html
Argentina, Salta:
La Justicia del mundo del revés
Por: ACTA
http://www.argenpress.info/2009/08/argentina-salta-la-justicia-del-mundo.html
Brasil:
La oposición niega un pacto relativo a José Sarney
http://www.argenpress.info/2009/08/brasil-la-oposicion-niega-un-pacto.html
Ecuador:
Comienza el presidente Rafael Correa su nuevo mandato con calificación positiva
http://www.argenpress.info/2009/08/ecuador-comienza-el-presidente-rafael.html
Costa Rica:
El presidente Oscar Arias contagiado con gripe A (H1N1)
http://www.argenpress.info/2009/08/costa-rica-el-presidente-oscar-arias.html
El Salvador:
En abril llegaría primer barco con combustible venezolano
Por: Daniel Trujillo (COLATINO)
http://www.argenpress.info/2009/08/el-salvador-en-abril-llegaria-primer.html
Guatemala:
La Policía Nacional Civil (PNC) estuvo dirigida por jefes con antecedentes penales
Por: CERIGUA
http://www.argenpress.info/2009/08/guatemala-la-policia-nacional-civil-pnc.html
Declaran alerta en Ciudad de México por la escasez de agua
http://www.argenpress.info/2009/08/declaran-alerta-en-ciudad-de-mexico-por.html
Gran Bretaña:
Cada vez mas jubilados alquilan habitaciones
http://www.argenpress.info/2009/08/gran-bretana-cada-vez-mas-jubilados.html
Palestina:
Fatah elige a nuevo Comité Central
http://www.argenpress.info/2009/08/palestina-fatah-elige-nuevo-comite.html
China:
Caricaturistas japoneses presentan trabajos contra la guerra en ciudad china de Nanjing
Por: XINHUA
http://www.argenpress.info/2009/08/china-caricaturistas-japoneses.html
El alcoholismo adquirió dimensiones de cataclismo nacional en Rusia
Por: RIA NOVOSTI
http://www.argenpress.info/2009/08/el-alcoholismo-adquirio-dimensiones-de.html
Según la OMS:
La cifra global de muertos por gripe A(H1N1) aumenta a 1.462
http://www.argenpress.info/2009/08/segun-la-oms-la-cifra-global-de-muertos.html
Naciones Unidas:
Ban Ki-moon señala que contacto directo con la República Popular Democrática de Corea es posible
http://www.argenpress.info/2009/08/naciones-unidas-ban-ki-moon-senala-que.html
En Guatemala también se secuestra a indocumentados
Por: CERIGUA
http://www.argenpress.info/2009/08/en-guatemala-tambien-se-secuestra.html
México:
Niñas y mujeres en situación de calle
Por: Paulina Rivas Ayala (CIMAC)
http://www.argenpress.info/2009/08/mexico-ninas-y-mujeres-en-situacion-de.html
España: Abandona a su empleado 'ilegal' en la calle tras sufrir un infarto
Por: TRIBUNA LATINA
http://www.argenpress.info/2009/08/espana-abandona-su-empleado-ilegal-en.html
Uruguay:
La industria desacelera su caída de producción en junio
http://www.argenpress.info/2009/08/uruguay-la-industria-desacelera-su.html
México:
El secretario de Hacienda anuncia un recorte de 23.076 millones de dólares del presupuesto 2010
http://www.argenpress.info/2009/08/mexico-el-secretario-de-hacienda.html
Petróleo al día:
Sigue sin cambio el pronóstico de la OPEP sobre demanda la global crudo
http://www.argenpress.info/2009/08/petroleo-al-dia-sigue-sin-cambio-el.html
Alemania:
La tasa de inflación cae por primera vez en 22 años
http://www.argenpress.info/2009/08/alemania-la-tasa-de-inflacion-cae-por.html
Panorama económico de China
Por: XINHUA
http://www.argenpress.info/2009/08/panorama-economico-de-china_12.html
Japón:
El crecimiento de la producción en junio llega al 2,3 por ciento
http://www.argenpress.info/2009/08/japon-el-crecimiento-de-la-produccion.html
Panorama económico de Vietnam
Por: VNA
http://www.argenpress.info/2009/08/panorama-economico-de-vietnam_12.html
Para construir una teoría democrática desde la América Latina (Parte I)
Por: Bruno Lima Rocha (BAROMETROINTERNACIONAL, especial para ARGENPRESS.info)
http://www.argenpress.info/2009/08/para-construir-una-teoria-democratica.html
América Latina:
La larga marcha
Por: Jorge Gómez Barata (especial para ARGENPRESS.info)
http://www.argenpress.info/2009/08/america-latina-la-larga-marcha.html
Chile:
Franck Gaudichaud, “en el Nuevo Partido Anticapitalista francés queremos que el pueblo esté en el poder, no que nos atrape el poder”
Por: Andrés Figueroa Cornejo (especial para ARGENPRESS.info)
http://www.argenpress.info/2009/08/chile-franck-gaudichaud-en-el-nuevo.html
Influenza “A” en El Salvador, ¿el Sistema de Salud a prueba?
Por: José Mario Zavaleta (especial para ARGENPRESS.info)
http://www.argenpress.info/2009/08/influenza-en-el-salvador-el-sistema-de.html
El Sapo y el escorpión:
A propósito de Honduras
Por: Theotonio Dos Santos (especial para ARGENPRESS.info)
http://www.argenpress.info/2009/08/el-sapo-y-el-escorpion-proposito-de.html
¿Qué enseña la huelga de hambre de 50 estudiantes de la UNAM, POLI y UAM?
Por: Pedro Echeverría (especial para ARGENPRESS.info)
http://www.argenpress.info/2009/08/que-ensena-la-huelga-de-hambre-de-50.html
México:
Cumbre sosa
Por: Teodoro Rentería Arróyave (especial para ARGENPRESS.info)
http://www.argenpress.info/2009/08/mexico-cumbre-sosa.html
Estados Unidos:
Más de lo mismo
Por: Marcos Alfonso (AIN, especial para ARGENPRESS.info)
http://www.argenpress.info/2009/08/estados-unidos-mas-de-lo-mismo.html
La política de seguridad de Estados Unidos:
Regreso al pasado
Por: Oscar Ugarteche (ALAI)
http://www.argenpress.info/2009/08/la-politica-de-seguridad-de-estados.html
La revolución que no estalla…
Por: Jaime Richart (especial para ARGENPRESS.info)
http://www.argenpress.info/2009/08/la-revolucion-que-no-estalla.html
El reconocimiento de los hijos es una obligación legal
Por: Irina Santesteban (LA ARENA)
http://www.argenpress.info/2009/08/el-reconocimiento-de-los-hijos-es-una.html
Documental del corresponsal de guerra mexicano, Raúl Fajardo, denuncia genocidio en Osetia del Sur
Por: Ricardo Zedano (RIA NOVOSTI)
http://www.argenpress.info/2009/08/documental-del-corresponsal-de-guerra.html
El poder de los oleoductos o el resultado de la visita de Putin a Turquía
Por: Andrei Fediashin (RIA NOVOSTI)
http://www.argenpress.info/2009/08/el-poder-de-los-oleoductos-o-el.html
Fútbol:
Escuela de vida
Por: Carlos Miguélez Monroy (CCS)
http://www.argenpress.info/2009/08/futbol-escuela-de-vida.html
Brasil:
Desarrollan postes en fibra de vidrio que atenúan accidentes
http://www.argenpress.info/2009/08/brasil-desarrollan-postes-en-fibra-de.html
China:
Pruebas demuestran que vacunas chinas contra gripe A(H1N1) son seguras
Por: XINHUA
http://www.argenpress.info/2009/08/china-pruebas-demuestran-que-vacunas.html
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