Sommaire
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- La evolución global
- El movimiento altermundista
- Un nuevo ciclo de Foros Sociales Mundiales
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La evolución global
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Tres grandes temas caracterizan la evolución de la situación a escala mundial y muestran diferentes niveles de transformación social (mundial, por grandes regiones, naciones y áreas locales) Partiré de la hipótesis de que enfrentamos una triple crisis, la crisis de la hegemonía de los EEUU y la crisis del neoliberalismo a las que se debe agregar la evidente crisis ecológica mundial.
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La crisis ecológica se halla planteada. La toma de conciencia de los límites del ecosistema planetario y la negación de los derechos de las generaciones futuras parece haber progresado bastante y acompaña, a partir de la Conferencia de Río de 1992, la emergencia del movimiento altermundista. A pesar de las declaraciones altisonantes y un importante activismo internacional no está poniendo aún en peligro el modelo de producción capitalista en su forma productivista. Las consecuencias del productivismo, ligado a la dimensión ecológica, las dimensiones sociales, democráticas y las desigualdades entre países comparten las corrientes ecologistas y repercuten en alianzas entre los movimientos sociales y los ciudadanos. Se trata de uno de los principales problemas del porvenir del movimiento altermundista.
La hipótesis de la crisis del neoliberalismo merece ser discutida. La fase neoliberal de la globalización está en crisis y existen posibilidades de que pueda emerger una nueva fase; esta nueva fase no está predeterminada. El neoliberalismo es una fase de la globalización capitalista, no es su final y no existe un escenario neoliberal estable de largo plazo. La fase neoliberal sería por lo tanto una transición que comenzó a fines de los 70. Se corresponde con una íntima vinculación entre una opción económica y social, la regulación por medio del mercado mundial de capitales y una opción política conservadora. La señora Thatcher propugnó tanto las políticas neoliberales para quebrar los sindicatos británicos como trató de quebrar a los sindicatos para imponer el modelo neoliberal. Desde 1980 hasta nuestros días, asistimos al fortalecimiento del modelo neo-conservador. Entre 1980 y 1989, se desarrolló un período de experimentación y de potenciación y a partir de 1989 nos encontramos ante una reacción de las clases dirigentes que hubieran debido aceptar los compromisos keynesianos y que levantan cabeza. En 1995 comienza a consolidarse y a organizarse un movimiento antisistémico, el movimiento altermundista. En 2001, los atentados de Nueva York aceleran el giro conservador.
La crisis del neoliberalismo, desde el punto de vista ideológico, está fuertemente vinculada al crecimiento del altermundismo que ha agudizado las contradicciones internas del sistema. El rechazo al fatalismo expresado en "otro mundo es posible" pone en tela de juicio las ofensivas ideológicas que siguieron a la caída del muro de Berlin en 1989, las de "el fin de la historia" y de "la guerra de las civilizaciones". La crisis del neoliberalismo de ninguna manera significa su ineluctable desaparición. Existen varios escenarios posibles en el mediano plazo: un neoliberalismo fortalecido, un acento neoconservador, una variante neokeynesiana. Una salida altermundista es muy poco probable en el mediano plazo, dado que las condiciones políticas están lejos de ser las adecuadas, pero el fortalecimiento del movimiento altermundista influirá en las posibles salidas.
La situación económica de los próximos tres años introduce algunas incertidumbres. La economía mundial se halla traccionada por las economías asiáticas, especialmente china, pero se mantiene dependiente de la fragilidad de la economía china y de los desequilibrios de esta frente a la economía de los EEUU. La economía de los EEUU enfrenta una probable recesión. El déficit de los EEUU se halla financiado por los países del Sur, los bancos asiáticos y los proveedores de petróleo. La crisis crediticia que afecta a los estratos más pobres comienza a extenderse a las clases medias; el crédito inmobiliario explota. Las autoridades monetarias han generado una burbuja monetaria que será mucho más difícil de reducir a través de una recesión moderada como la de 2002/03. ¿Se puede prever el estallido de esta burbuja?. El presidente Bush va a intentar dejarla como herencia a sus sucesores. Los demócratas si la reciben tenderán a soportar una crisis a comienzos de su mandato con el objeto de beneficiarse con una recuperación en vísperas de las elecciones siguientes. Los EEUU y Europa sufrirán la crisis. Los países emergentes podrán hallarse tentados de no apostar todo a las exportaciones y de reducir los excedentes que financian el déficit presupuestario del Norte. Pueden elegir un desarrollo dirigido más hacia sus mercados internos, tratando de establecer una alianza con las clases medias y la estabilización de sus clases obreras. A partir de 2008, se producirá en la economía mundial una elección abierta entre una hipótesis inflacionaria o la recesión.
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La crisis de la hegemonía estadounidense se profundiza rápidamente. Hace tres años Immanuel Wallerstein en un destacado artículo adelantaba que aunque los EEUU fueran todavía dominantes, habían perdido la hegemonía ideológica, la económica y la política..Les quedaba la hegemonía militar que desde luego pensaban utilizar muy bien. La evolución de la guerra de Irak al fragilizar la hegemonía militar refuerza la tendencia. Cuanto más se hunden los EEUU más se sienten tentados a recurrir a la escalada y a huir hacia delante en medio de una desestabilización general en una lucha sin fin. Wallerstein señalaba también que la fuerza de los EEUU resulta de capitalizar su debilidad; constituye aún la única superpotencia funcional a las demás, UE, Rusia , China etc. No pueden desinteresarse porque para ellas las consecuencias serían mucho más graves. Es necesario insistir sobre la diferencia entre hegemonia y dominación y sobre el éxito de algunas ofensivas; por ejemplo la capacidad de imponerse, en el debate mundial la pretendida guerra de las civilizaciones que sirve de fundamentación ideológica a la dominación militar y a las políticas de seguridad que alimentan el racismo de todo tipo. La lucha contra la pretendida guerra de las civilizaciones y la muy verdadera guerra sin fin constituyen las prioridades del movimiento altermundista.
Los EEUU se mantienen como la superpotencia dominante pero deben enfrentar un creciente cuestionamiento. Esta situación produce importantes consecuencias en el sistema internacional. La crisis de la hegemonía impide la consolidación del marco institucional del neoliberalismo, pone en tela de juicio el multilateralismo y debilita las instituciones internacionales. El Banco mundial enfrenta una pérdida de credibilidad que ha acentuado el nombramiento de Wolfowicz como presidente. El FMI debilitado por los reembolsos anticipados se encuentra al borde de la quiebra y pierde celeridad. La OMC aunque continúa siendo un referente y mantiene cierta coherencia, se ha visto debilitada por los acuerdos bilaterales. Se trata de fortalecer la oposición a las instituciones financieras y comerciales que constituyen los eslabones más débiles del sistema internacional. La oposición a estas instituciones debe pone el acento sobre nuestra concepción del multilateralismo, la regulación pública del sistema internacional, las instituciones financieras internacionales que nosotros recomendamos.
Las grandes empresas multinacionales constituyen los actores más importantes de la economía mundial. No siempre tienen capacidad para dirigir directamente el mundo y deben hacerlo a través de los gobiernos y de las instituciones internacionales. La crisis del neoliberalismo se traduce en dudas y en cierta confusión frente a los actores económicos. Se insiste siempre en la reafirmación del Consenso de Washington y en el ajuste estructural pero la confianza se debilita. Davos comienza a juntarse con la Trilateral en un pasado brumoso: El G8 se constituye en un espacio de regulación de las contradicciones entre potencias dominantes siempre temerosas, que suscita más desconfianza que adhesiones. Mientras que el recurso militar se hunde y se desacredita la OTAN. Las Naciones Unidas son siempre combatidas pero no liquidadas. El derecho internacional es la sede de un enfrentamiento esencial entre los derechos de los negocios y la Declaración Universal de los Derechos del Hombre.
La evolución de las grandes regiones comienza a diferenciarse, en tanto las respuestas de cada una ante la crisis de la hegemonía estadounidense es diferente. Esta configuración define las líneas de fuerza de una carta geopolítica multipolar. Ya no estamos en la época de la descolonización y de la convergencia anti-imperialista. En Asia del Sur, especialmente en China e India, se enfrenta la crisis de la hegemonía estadounidense a través de la competencia económica. No se trata de una respuesta anticapitalista ni tampoco anti-liberal pero sí anti-hegemónica. La situación es compleja, China compite evidentemente con los EEUU pero los necesita. En Medio Oriente la respuesta pasa por la puesta en tela de juicio de las opciones militares para la obtención de los recursos energéticos y de las guerras en todas sus variantes. Los EEUU pueden todavía calibrar, modificar su intervención militar, como lo sugiere el llamado plan Baker-Hamilton. Pueden mantenerse hegemónicos cambiando la táctica de su intervención. La tercera respuesta es la de América Latina: se corresponde con la emergencia de un movimiento "cívico" continental que está en fase de democratización y de construcción de regímenes que rechazan la hegemonía usamericana. Africa se halla aun paralizada por las guerras, los conflictos, los regímenes impuestos y las influencias concurrentes; el movimiento social africano comienza a trascender y a afirmarse. Europa y Japón están pegados a su alianza estratégica con los EEUU, situación que repercute en sus propias contradicciones internas. La red Alter-Inter ha sido construida con el objeto de reagrupar a los actores no gubernamentales anclados en regiones estratégicas.
La crisis de la hegemonía estadounidense libera, en cada gran región, la competencia entre las potencias regionales que pretenden construir su propia zona de influencia. Y así surge el conflicto entre India y Pakistán en Asia, los enfrentamientos entre Israel, Irán, Turquía y Arabia Saudita en Medio Oriente, de los que deriva la nueva carrera por la militarización nuclear; como antes en la posguerra se había generado cierto equilibrio y logrado el acceso a las representaciones permanentes en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. El rechazo a encarar un desarme nuclear generalizado ya que resulta poco creíble que las potencias nucleares puedan impedirles el acceso a través del derecho internacional. Esta competencia por el status de potencia regional exacerba los conflictos internos y la manipulación por parte de las clases dirigentes, en cada país y en cada región, del etnicismo, del tribalismo como instrumentos de gestión política. Y plantea en función de las diferentes situaciones, la muy difícil cuestión de las relaciones entre los movimientos sociales y ciudadanos y los movimientos "islámicos" La lucha contra la guerra es también una lucha por la paz y contra las discriminaciones, por la prevención y la regulación de los conflictos. Del mismo modo que la transformación social es inseparable de la reconstrucción en los períodos postbélicos.
La evolución política vinculada al neoliberalismo se diferencia según el país. En muchas regiones del Sur, en América Latina y en Asia, especialmente en la India, el deterioro causado por la mundialización neoliberal conduce a aperturas hacia alianzas que combinan políticas que se inscriben en las corrientes capitalistas pero con visiones antihegemónicas.
En los países del Norte, la convergencia de la extrema derecha con amplias corrientes de la derecha conduce a poner en marcha una extrema derecha. Esta alianza es una respuesta a los movimientos de los años 90 ( 94 en Italia, 95 en Francia, 96 en Alemania y en los EEUU). Los dominadores, los propietarios y los privilegiados han escogido una actitud fuerte para enfrentar las resistencias sociales, ciudadanas y de los pueblos dominados. La Italia de Berlusconi es un ejemplo premonitorio de esa modalidad. El derrumbe de una gran parte de Europa (Austria, Holanda, Dinamarca, etc) muestra el éxito de esta extrema derecha inscrita en la evolución de los EEUU de Bush. Francia experimenta un régimen bonapartista, versión francesa del populismo. Pueden mencionarse asimismo los derroteros populistas de derecha de Canadá, México, Indonesia y muchos otros países.
El éxito de la extrema derecha se produce en dos tiempos: se construye una extrema derecha y se coacciona a la derecha a aliarse a ella. La extrema derecha ha conseguido desplazar el tablero político hacia la extrema derecha instalando el debate sobre la inseguridad, la inmigración y la xenofobia. Son los espacios en que trabaja desde hace veinte años. Es en la batalla de las ideas donde durante 25 años se ha construido, , esta alternativa fascistizante, sobre la base de un partido del orden. Los clubes que prepararon el advenimiento de Thatcher, como el Club del Reloj de Francia, las corrientes evangelistas de derecha y los grupos fundamentalistas de diferentes religiones lanzaron una primera ofensiva contra la igualdad partiendo de la justificación genética de las diferencias, de las razas y de las desigualdades. La segunda ofensiva ideológica lanzó sobre los pobres y los excluidos la responsabilidad de su propia situación proponiendo combatir la inseguridad y la incivilidad mediante la represión y el fichaje genético generalizado La mayor batalla ideológica es la que se debe emprender en los planos filosóficos, científicos, políticos y culturales en contra de esta ideología neo-conservadora: es una de las mayores tareas del movimiento altermundista.
La izquierda tradicional ha acentuado su posición de partido de gobierno y no ha logrado imponer su enfoque. Prefirió siempre la alternancia a la alternativa. La social democracia ha perdido su capacidad de constituir un verdadero proyecto de transformación social. Permanece en una posición estable, una posición "blairista", no en un sentido caricaturesco en la que admite que puede existir una posición menos atlántista o menos "bushista" y que se puede combinar la aceptación neo-liberal con una recuperación de los servicios públicos. Se halla enfrentada a una recomposición interna que combina tres corrientes que cohabitan, mediante diferentes articulaciones, con todos los partidos y movimientos de izquierda. Tratemos de distinguirlas: una corriente "blarista", tentada por un liberalismo mundial, una corriente regulacionista y keynesiana más cerca del estado social y una corriente altermundista en búsqueda de una nueva alternativa.
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El movimiento altermundista
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El movimiento altermundista no está en "panne"
Parece elegante anunciar que está desinflándose y sin embargo no cesa de ampliarse y de profundizarse. Ampliación geográfica como lo testimonian los Foros sociales mundiales de Porto Alegre, Mumbai y Nairobi; el Foro Policéntrico de Bamako, Caracas y Karachi; los foros continentales y los foros nacionales, entre los que está el realizado en junio de 2006 en Atlanta, EEUU. La ininterrumpida cascada de foros locales. Ampliación social con la incorporación de los movimientos campesinos, los Sin Tierra, los sindicatos obreros, los Sin Voz como los Dalits, los comités de los barrios degradados y las villas miseria o chabolas, los foros de los migrantes, la marcha mundial de las mujeres, los campus de jóvenes. Ampliación temática con los foros temáticos tales como los de educación, del agua y los foros asociados de las autoridades locales, de los parlamentarios, de los jueces, etc.
El movimiento altermundista conoció un crecimiento de considerable potencia en muy poco tiempo, en menos de diez años. Sin embargo aún no ha ganado. Hubiera sido asombroso que ganara en tan poco tiempo: sin embargo tampoco es muy simple definir qué significa ganar. El movimiento altermundista es un movimiento de largo plazo que se asienta en la permanencia. Además hay expresiones políticas muy diferentes en el seno del movimiento altermundista que es en realidad un movimiento de movimientos. Esa diversidad, algunos dicen esta cacofonía, tiene sus ventajas pero también sus límites. Existen muchos países en donde los foros no han ayudado a mejorar la situación, habida cuenta de la debilidad de los movimientos. El movimiento evoluciona según las situaciones: propongamos algunas hipótesis que alumbren el debate estratégico.
Primera hipótesis: el movimiento altermundista es un movimiento histórico que se asienta en la permanencia. Prolonga y renueva tres movimientos históricos precedentes. El movimiento histórico de la descolonialización; y desde ese punto de vista el altermundismo ha modificado en profundidad las representaciones Norte-Sur con vistas a un proyecto común. El movimiento histórico de las luchas obreras: y desde allí la mutación hacia un movimiento social y ciudadano mundial. El movimiento de las luchas democráticas a partir de los años 1960/70; y desde allí la renovación del imperativo democrático luego de la implosión soviética en 1989 y las regresiones producidas por las ideologías de la seguridad. La descolonización, las luchas sociales, el imperativo democrático y las libertades constituyen la cultura histórica de referencia del movimiento altermundista.
Segunda hipótesis: el movimiento altermundista debe oponerse al neoliberalismo, al neoconservadurismo y a sus consecuencias. El dominante concepto del crecimiento basado en el sometimiento al mercado mundial y la regulación de los capitales por el mismo mercado se traduce en la profundización de las desigualdades y de la pobreza. Desigualdades en cada país y entre países. La estructuración social que se produce es indisociable de la discriminación y del racismo; y la definición de una nueva forma de desarrollo comienza por la lucha contra las discriminaciones: los límites del sistema planetario y el respeto por los derechos de las generaciones futuras ponen en tela de juicio el productivismo. El rechazo del neoconservadurismo implica el de la supremacía militar y el de la guerra perpetua y preventiva. La dimensión democrática y la defensa de las libertades implica el rechazo a la ideología de la seguridad, de los controles identitarios, de los fundamentalismos, de la tolerancia cero, de la criminalización de los movimientos. Nuestra concepción de la transformación social incluye cinco dimensiones que se trata de articular: dimensiones económicas, sociales, ecológicas, democráticas, contra la guerra.
Tercera hipótesis: el movimiento altermundista ha concretado una alternativa. Partiendo de la oposición al neoliberalismo el movimiento a afirmado el rechazo a la fatalidad y ha pasado de la resistencia a la contraofensiva y a la propuesta de alternativas. La orientación estratégica surgida de los Foros es la siguiente: a la organización de las sociedades y del mundo mediante la subordinación al mercado mundial y al mercado de capitales oponemos la organización de las sociedades y del mundo alrededor del principio del acceso de todos a todos los derechos. Este principio ha cambiado ya la naturaleza de los movimientos en los que la convergencia constituye la principal característica del altermundismo; cada uno de los movimientos ha evolucionado incorporando a sus principios el acceso de todos a todos los derechos. Es preciso insistir en el hecho de que el movimiento altermundista no se ha repuesto aún del fracaso histórico del socialismo y no ha propuesto todavía una idea de construcción alternativa global en el sentido en que el socialismo histórico sí la tuvo.
Cuarta hipótesis: las diferentes formas del movimiento altermundista se han enriquecido. Se basan siempre en la convergencia de los movimientos sociales y ciudadanos. Combinan las luchas y las resistencias, las campañas y las movilizaciones, las prácticas sociales innovadoras, la elaboración, las alternativas, las propuestas de negociación. Avanzan sobre la construcción de una nueva cultura política que comienza a marchar en el funcionamiento de los Foros. La experiencia ciudadana se opone al monopolio de la experiencia dominante y del pensamiento único; concreta el paso desde el "TINA" (There is No alternative) caro a la señora Thatcher a la capacidad de pensar en otro mundo posible.
Quinta hipótesis : el movimiento altermundista entra en un nuevo período. Concluimos un ciclo de Foros sociales mundiales, que se iniciara en Seattle. Se deben definir los elementos del proyecto correspondiente a este nuevo período. Importantes cambios políticos se hallan en gestación- Dado que el neoliberalismo está en crisis y la fase neoliberal de la mundialización está probablemente terminando. Llegamos al límite de la hegemonía del capital financiero y de su lógica "cortoplacista" La hegemonía económica de los EEUU se halla en tela de juicio. El ascenso de la potencialidad económica de China, India y también de Brasil cambia los datos. La guerra perpetua genera nuevas contradicciones y las elecciones en los EEUU introducen incertidumbres sobre la conducción bélica. La situación en los diferentes países va a evolucionar en los períodos electorales y de recomposición política. El movimiento político en América Latina redefine, en diversas situaciones, nuevas relaciones entre los movimientos y los gobiernos.
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Un nuevo ciclo de Foros Sociales Mundiales
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El movimiento altermundista no se limita a los Foros sociales pero los Foros ocupan un lugar particular. Especialmente para Alter-Inter que nació en este proceso. Tenemos responsabilidades especiales, por lo que debemos prestar particular atención a las contradicciones que se producen en los Foros.
El Foro de Nairobi fue uno de los más interesantes por haber sido precisamente uno de los más contradictorios. La dimensión mundial del Foro fue buena. Hubo importantes delegaciones de varios continentes (indios, pakistaníes, brasileños, italianos, franceses, etc.) Se percibían sensibles progresos en el nivel de los debates y de la elaboración así como en la construcción de redes mundiales. Este progreso ha sido visible en algunos temas como el agua, la deuda, la soberanía alimentaria, las migraciones, etc. Hubo ampliación de las redes concurrentes y realmente comprometidas.
La dimensión africana del Foro Social Mundial fue excelente. Primero por la participación y por el hecho de que las grandes delegaciones africanas eran básicamente populares; movilizaron movimientos populares y se prepararon por medio de Foros sociales nacionales. Africa es el continente en que se desarrollaron más Foros sociales nacionales (más de una decena en 2006).Uno de los éxitos del foro fue la importante presencia sindical. Luego de Bamako y de Nairobi, al margen de las insuficiencias y de los límites, de su diversidad y de sus contradicciones se puede hablar, hoy en día, de la emergencia de un movimiento africano social y ciudadano de escala continental.
La dimensión keniana del Foro Social Mundial ha sido mucho menos convincente. Más allá de los problemas organizativos los enfrentamientos en el seno del movimiento social keniano fueron muy serios. Desde el punto de vista de la concurrencia, se estimó una base de entre 30 mil y 60 mil personas. Para un país como Kenia fue realmente impresionante. Es todavía demasiado pronto para poder apreciar el impacto local, el Foro podría desempeñar un papel detonante y formador que podría desembocar en reales avances.
Los problemas planteados por el desarrollo de los Foros sociales son numerosos. Las críticas realizadas a la organización de los FSM por la elección y los procedimientos de puesta en marcha son legítimas. Habría que evitar que estas enmascaren los problemas puestos de relieve en dichos procesos, de una u otra manera presentes en los foros anteriores.
La ampliación geográfica ha progresado. Sabíamos que realizar un Foro en África no sería fácil, desde el momento que Surafrica había rechazado ser su sede. No son demasiados los países africanos que pudieran acoger un FSM, desde el punto de vista de sus tamaños y de la fortaleza de sus movimientos sociales. El tema de la cantidad de participantes es relativa, pero la mediatización lo vuelve pesado e impulsa al gigantismo.
La mediatización también es en sí misma relativa ¿Qué esperamos una notable visibilidad o la "simpatía" de los medios? El impacto que buscamos es en primer término cualitativo, es más importante la diversidad y la convergencia que la estandardización. Existe una evidente evolución desde este punto de vista: por ejemplo los temas se tratan mucho más profundamente que a comienzos del FSM.
La ampliación de las bases sociales, aunque real, no es sin embargo suficiente. Los sindicatos de trabajadores, las organizaciones campesinas y las organizaciones de ciudadanos han estado presentes desde el principio, tanto la CUT, el MST o el MNLN en Brasil como los sindicatos africanos en Nairobi. La presencia de los más pobres y de los excluidos resulta más difícil. La participación de los Sin Voz marcó una etapa que se ha consolidado, especialmente entre los migrantes en Bamako; fueron los Dalits los que en Mumbai aseguraron un giro cualitativo.
La participación de los pobres y de los excluidos exige un esfuerzo voluntarista contínuo y difícil especialmente si se quiere asegurar la participación de asociaciones representativas de los estratos populares del Foro. El acceso al Foro de los Sin Voz, los Dalits, los pescadores de Karachi, se hizo a través de sus asociaciones, ya que estaban o se habían organizado. Es mucho más difícil participar en el Foro de manera absolutamente individual. En Nairobi las hubo decisiones realmente desafortunadas, recorridos sin transportes gratuitos, precios de inscripción demasiado elevados para los pobres, distribución insuficiente, apertura insuficiente para una parte de las asociaciones de las villas miseria.
El tema de la participación de los pobres va acompañado de mayores exigencias éticas del movimiento altermundista.¿La reivindicación de otro mundo posible puede lograrse con métodos dominantes que rechazamos? Los Foros deben ser también vitrinas de otro mundo posible. Se plantearon tres cuestiones en relación con los compromisos que deben asumirse: ¿cómo asegurar la organización y la seguridad de un acontecimiento como el Foro? ¿Qué formas de consumo deben aceptarse en los Foros? y ¿Cómo financiar los Foros?
Es también interesante preguntarse sobre la ampliación política del proceso de los Foros. No es anormal que se planteen contradicciones y hasta enfrentamientos, entre los diferentes movimientos sociales y ciudadanos de un país o de una región. Han existido contra-Foros en Londres, en Mumbai, en Nairobi.
El tema de la ampliación política conduce también a considerar la presencia cada vez más importante de ciertos movimientos, como las grandes ONGs, que defienden posiciones más moderadas y hasta, a veces, retrógradas (sobre el aborto, por ejemplo, en Nairobi,). No basta con proponer establecer el equilibrio invitando a estar presentes a otras corrientes: es preciso velar porque la mayor capacidad de las grandes asociaciones no influya o tienda a controlar la evolución de los Foros.
El problema más importante hoy en día es el de la articulación entre crecimiento y radicalidad. El movimiento altermundista parte del rechazo a la mundialización neoliberal y de la convicción de que otro mundo es posible y que esto implica una ruptura con el pensamiento dominante y las políticas neoliberales. La ampliación es una prenda de éxito para el proceso, a condición de evitar la pérdida de sabor del movimiento. La profundización de los compromisos es una necesidad siempre que se eviten las exclusiones y el sectarismo. En el lenguaje del Foro se parte de la vinculación entre la convergencia y la yuxtaposición, la horizontalidad y la definición de prioridades y los ejes de movilización, el ordenamiento y la aglutinación ("brasileñismo" que se refiere al llamado al reagrupamiento sobre una base autogestionada).
El cuarto día del Foro se intentó una experiencia de convergencia: la propuesta de reagruparse sin renunciar a las actividades autogestionadas, por la mañana a partir de redes o de campañas y por la tarde a partir de temáticas identificadas (21 temas a partir de 1100 actividades inscriptas) con el objeto de definir propuestas y movilizaciones. La decisión fue juzgada interesante, los resultados no fueron concluyentes debido a la falta de preparación suficiente antes del Foro y las dificultades organizativas ente el cambio de ritmo.
El debate sobre la ampliación y la radicalización y sobre la forma del Foro y la evolución del proceso reenvía a un debate más fundamental, el del horizonte de la transformación social. Partiendo de que se sea más sensible a la urgencia de la situación y a la necesidad de definir objetivos a mediano plazo o que se ponga el acento sobre el carácter histórico del movimiento altermundista y que se piense en el largo plazo. Es a partir de allí que se deben plantear las discusiones sobre la desintegración del movimiento o su permanencia. Por lo tanto el debate fundamental del movimiento es el debate estratégico, el pensamiento estratégico permite vincular las acciones de corto plazo y los objetivos de largo plazo, la urgencia de respuestas a situaciones inaceptables y la transformación en profundidad de las sociedades y del mundo.
*Présidente del CRID (Centre de recherche et d’informations pour le développement. Collectif de 52 associations françaises de solidarité internationale. www.crid.asso.fr/ Septiembre 2007 -
ATTAC - France/18/12/2007