3/1/08

LIBERARON A LAS DOS REHENES DE MEDICOS SIN FRONTERAS SECUESTRADAS EN SOMALIA

NOTA DE TAPA
EL SEGUNDO NACIMIENTO DE PILAR BAUZÁ
Fueron liberadas la enfermera argentina y la médica española secuestradas hace una semana en Somalia en medio de las guerras de bandas tribales que la desgarran. Los dos gobiernos y la ONG Médicos sin Fronteras aseguran que no se pagó rescate
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Ultimas Noticias
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La CGT repudio decreto de Mauricio Macri
Moyano encabezará marcha contra intervención de obra social de municipales
El secretario general de la CGT, Hugo Moyano, junto al Consejo Directivo de la central obrera, encabezará mañana la protesta originada contra los despidos de contratados y que se afirmó luego de la decisión del jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, de intervenir la obra social de los municipales. Hoy se cumplió el segundo día de paro en el GCBA.
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Anuncian inicio de obras de construccion de nueva planta en Colonia
Ence pondrá el primer ladrillo el 14 de enero
La pastera española Ence confirmó hoy que el 14 de este mes iniciará las obras de construcción de su planta en Punta Pereira, Colonia, en el marco de su plan estratégico de producción de pasta de celulosa en Uruguay.
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La violencia politica y etnica ya produjo mas de 340 muertes en una semana
Policía reprime manifestación opositora y se agrava crisis en Kenia
La policía keniana intentaba el jueves en Nairobi dispersar por la fuerza a cientos de partidarios de la oposición que pretendían participar en una manifestación convocada por el principal candidato opositor en las presidenciales de la semana pasada, Raila Odinga, y prohibida por las autoridades luego.
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PEDIDO POR DOCUMENTACION DEPOSITADA POR EX SECRETARIA DE EMIR YOMA
Lo que Lourdes Di Natale guardó en Uruguay
La Justicia argentina pidió a su similar de Uruguay, a través de la Cancillería, información relativa a unos supuestos documentos que la ex secretaria de Emir Yoma, Lourdes Di Natale, habría depositado en una escibanía del vecino país poco antes de morir en confusas circunstancias, hace poco menos de cinco años.
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DEFENSOR DE GENOCIDA SOSTIENE FALTA DE IMPARCIALIDAD DEL TRIBUNAL
Abogado de Astiz recusa a jueces invocando tratados de derechos humanos
El abogado Juan María Aberg Cobo, defensor del represor Alfredo Astiz, recusó al juez federal Sergio Torres y a los integrantes del Tribunal Oral Federal 5, quienes intervienen en la investigación de delitos de "lesa humanidad" cometidos en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA).
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LAS DOS MUJERES DE MEDICOS SIN FORNTERAS ABANDONARON SOMALIA
Pilar Bauzá y Mercedes García rumbo a Madrid
La enfermera argentina y la médica española liberadas ayer de su secuestro en Somalia emprendieron hoy viaje hacia Madrid. El vuelo partió del aeropuerto de la ciudad somalí de Bosasso alrededor de las 9.
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Sindicato de Profesionales de la Salud realiza jornada de protesta
Denuncian incremento de la mortalidad infantil en la Provincia de Buenos Aires
La Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires denunció hoy un incremento de la mortalidad infantil en territorio bonaerense, además de "persecución" contra trabajadores de ese sector.
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Macri subió la apuesta en la pelea con los municipales
El paisPor Eduardo Videla
A los despidos sumó la intervención de la obra social
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El tablero de las pugnas y los reacomodamientos
El paisPor Miguel Jorquera
El escenario 2008 en Diputados tendrá como protagonistas los acuerdos y tensiones en la mayoría oficialista y al acercamiento entre la CC y los radicales.
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Con el objetivo de callarlo
El paisPor Raúl Kollmann
La jueza Sandra Arroyo definirá hoy la situación de los involucrados en el caso Febres. Todo indica que procesará a dos prefectos como cómplices del asesinato y a los familiares por encubrimiento.
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Año nuevo, barril nuevo
Economia
El primer día hábil del año el petróleo batió otro record: pasó los 100 dólares el barril
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En el mercado ahora sí todo lo que brilla es oro
Economia
La cotización del metal cerró a 855 dólares la onza, luego de tocar un máximo de 860, valor que no alcanzaba desde hace 28 años. La debilidad del dólar y movimientos especulativos impulsan el alza.
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Las causas de la recaudación record
Economia
La AFIP recolectó casi 200 mil millones de pesos en 2007. Diciembre fue el mejor mes del año. El IVA aportó el 32,5 por ciento.
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Cenizas sobre la Patagonia
Sociedad
El Llaima entró en erupción el martes. En Argentina fue cerrado el aeropuerto de Neuquén. Y hay lluvia de cenizas en Zapala.
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PSICOLOGIA
PSICOLOGIA
Escriben: Pablo Fuentes y Sergio Zabalza
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Página/12 Web - Argentina/03/01/2008

Dubai ya tiene la torre más alta del mundo

El rascacielos construido en esa ciudad de los Emiratos Arabes Unidos alcanzó los 598 metros de altura y tiene 158 pisos. Así, superó al Taipei de Taiwán y a la CN Tower de Toronto.
IMPONENTE. La construcción concluirá a fines de 2008, cuando la torre alcance los 700 metros.
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La "Burj Dubai " (Torre Dubai), construida en los Emiratos Árabes Unidos, pasó a ser el edificio más alto del mundo, ya que alcanzó los 598 metros de altura. La construcción, que cuenta ahora con 158 pisos, superó así la torre de oficinas Taipei, en Taiwán, y la CN Tower de Toronto, Canadá, que tienen 508 y 553 metros, respectivamente. Pero el edificio no se detendrá ahí y seguirá trepando, ya que los trabajos en el rascacielos de Dubai continuarán durante todo el año. L a compañía constructora "Imaar" espera que a fin de año la torre esté concluida y supere los 700 metros. Otra compañía planea destronar a la Burj Dubai. La empresa "Najil" anunció en agosto pasado su intención de edificar la torre más alta, que tendrá más de un kilómetro de altura y que se construirá cerca de su predecesora. El proyecto contempla que el nuevo rascacielos será bautizado como "Burj Al Aali" o "Torre alta". La edificación se hará sobre una superficie de 492 mil metros cuadrados, tendrá 228 pisos e incluirá hoteles, departamentos y oficinas de lujo. "Imaar" y "Najil", las dos principales compañías de construcción de los EAU, invierten miles de millones de dólares en proyectos para la edificación de viviendas y balnearios turísticos en Dubai y en la capital Abu Dhabi.
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Clarin.com - Argentina/03/01/2008

Zimbabue: Mugabe en busca del tercer mandato

A pesar de que la situación política continúa siendo variable e imprevisible, durante la reunión celebrada en diciembre por el partido en el Gobierno, ZANU-PF, se nombró al actual presidente Mugabe como candidato único para las elecciones de marzo de 2008. Mientras, el MDC de Tsvangirai ha manifestado su voluntad de no abandonar las negociaciones de Pretoria mediadas por Thabo Mbeki, donde se alcanzaron importantes acuerdos sobre la modificación constitucional y enmiendas legislativas. A pesar de las parciales y recientes concesiones en favor de la oposición, el empeoramiento de la crisis económica y el aumento de las violaciones de los derechos humanos no posibilitan en manera alguna la celebración regular de las elecciones que se aproximan.
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Massimo Corsini
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La candidatura di Mugabe
En los meses anteriores a la reunión anual del ZANU-PF, el propio presidente Mugabe reconoció expresamente las crecientes tensiones dentro de su partido, cada vez más dividido, acusando a algunas facciones moderadas de luchar por su sucesión. Durante la primera mitad de mayo, un grupo de seis personas, entre ellos antiguos oficiales del ejército, fueron arrestadas y procesadas bajo la acusación de haber organizado un complot para derrocar al Gobierno por la fuerza. Entre los posibles candidatos, sonaba con fuerza el nombre del general Mujuru, en el 2004 “señalado” como sucesor al cargo de presidente por Mugabe y que cuenta cada vez más con un mayor apoyo de los antiguos miembros del Zimbabwe African People's Union (ZAPU), la mayor facción disidente del Frente Patriótico (ZANU-PF) que busca un Gobierno mixto de transición capaz de sacar al país de la grave recesión económica y de la emergencia social. Baste pensar que entre 1998, año de puesta en marcha de la reforma agraria, y 2005, el PIB del país se ha reducido en un 30%, la actual tasa de desempleo real ronda el 80% y la inflación roza el 13.000%. La precariedad de la situación abarca toda una serie de parámetros como la escasez de moneda y de productos de primera necesidad, el deterioro progresivo de las infraestructuras, el empeoramiento de los indicadores de desarrollo y la escasa capacidad productiva de las empresas. Además, es necesario subrayar cómo el plan de recuperación económica NEDPP (National Economic and Development Priority Programme), puesto en marcha en el 2006, se muestra cada vez más como un texto repleto de buenas intenciones pero que no es capaz de producir resultados apreciables ni de garantiza soluciones eficaces a medio-largo plazo.Según fuentes internas, tanto el vicepresidente Mujuru como el otro posible candidato, Emmerson Mnangagwa, han apoyado explícitamente la candidatura de Mugabe,renunciando a la suya, para lograr una mayor cohesión y unidad política. A pesar de las numerosas acusaciones que la comunidad internacional ha vertido sobre el líder del ZANU-PF, y la creciente desconfianza manifestada por algunos países de la Comunidad para el desarrollo del África Austral (SADC), Bostwana y Zambia de Mwanawasa en particular, los representantes de las diez provincias en las que se divide políticamente el país presentaron oficialmente la candidatura del jefe de Estado durante la reunión de diciembre. Mandaza y Makoni, otros dos contendientes internos dentro del ZANU-PF han desaparecido también de la escena política. Algunos factores hacen dudar de que se produzca un desarrollo correcto de las elecciones, ya que se han detectado numerosas anomalías durante el censado del electorado, donde se han producido toda una serie de fraudes, errores e ineptitudes, sobre todo a cargo del Zimbabwe Election Support Network (ZESN). Además, el MDC ha denunciado que las zonas más hostiles al ZANU-PF no han sido registradas, y que en algunos casos podría llegar a los 10.000 electores, y que ya han sufrido el férreo control del Ejecutivo que incluso los ha privado de las ayudas procedentes de la comunidad internacional. Además, el partido recientemente creado Zimbabwe People's Party (ZPP) está siendo investigado por la oficina gubernamental Central Intelligence Organisation (CIO) y acusado de arañar votos a la oposición en favor del ZANU-PF.Inevitables son las críticas vertidas por Gran Bretaña, Estados Unidos y la Unión Europea, que ya condenaron durante el fracaso de la reforma agraria, la ilegitimidad de las elecciones del 2002 y la conducta política adoptada por el régimen de Mugave. La falta de una política eficaz capaz de frenar el vertiginoso aumento de la inflación y la ausencia de apertura hacia la oposición y a favor del respeto de los derechos humanos no hace más que agravar el actual aislamiento internacional que sufre el país. Esta situación se hizo palpable durante la cumbre UE-África de Lisboa, cuando el primer ministro británico Gordon Brown boicoteó la reunión, considerando la presencia de Mugabe, apoyada en gran medida por los representantes de varios países africanos, contraria a las sanciones impuestas por la UE a Zimbabue. Al mismo tiempo, la canciller alemana Merkel y el presidente de la Comisión Europea Barroso, criticaron la actitud de Harare, que amenaza con desestabilizar la situación de la región austral del continente, que es cada vez más vulnerable tras la retirada de las inversiones extranjeras en la zona (Véase: África: la segunda cumbre UE-África de Lisboa). Inmediatamente después de la puesta en marcha de la reforma agraria, el flujo de Inversiones Directas Extranjeras hacia Zimbabue se ha reducido de manera notable, pasando de los 444 millones de dólares de 1998 a los 30 millones de dólares del 2000, mientras que en el mismo intervalo, el flujo de IDE hacia el área SADC ha disminuido de 5.300 a 3.900 millones de dólares. Sólo China, con su continua financiación y las numerosas empresas que trabajan en Zimbabue, continúa siendo el país no africano que sigue sin interferir en la política de Harare. De hecho, China representa uno de los mayores, si no el principal, aliado económico de Zimbabue, con inversiones anuales superiores a los 600 millones de dólares americanos, numerosas ayudas para la construcción de infraestructuras y amplias entregas de material militar, en abierto contraste con la política americana hacia el continente africano, condenando férreamente el régimen de Mugabe.
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Prosiguen las negociaciones de Pretoria
Si, sobre el terreno económico, la SADC ha adoptado un plan de recuperación basado en la extensión del área del Rand sudafricano hacia Zimbabue, intentando así estabilizar la tasa de cambio y frenar la imparable inflación, en el plano económico todavía no ha sido capaz de imponer una estrategia común capaz de mejorar una crisis política que ya ha sobrepasado las fronteras nacionales y amenaza con desestabilizar a toda la región (baste pensar en la sensible disminución de las inversiones extranjeras y el enorme problema de la inmigración, que abarca a cerca de un tercio de la población de Zimbabue, en busca de un trabajo sobre todo en las cercanas Sudáfrica y Bostwana). Durante la reunión extraordinaria de la Comunidad en Tanzania, sólo se pudo pedir un diálogo político, invitando al líder del ZANU-PF a aceptar la mediación regional del presidente sudafricano Thabo Nbeki, que desde hace tiempo pretende la intervención directa de la ONU o de la UA para organizar unas elecciones libres y democráticas bajo supervisión de la comunidad internacional. Esta mediación se aleja cada vez más de la atención política sudafricana debido a la elección de Jacob Zuma como presidente del African National Congress (ANC) y las nuevas acusaciones de corrupción vertidas sobre el Presidente. Sin embargo, este silencio tiene unas limitadas conveniencias económicas: si la inmigración clandestina representa un indudable problema de orden económico y social, los inmigrantes representan una mano de obra cuyo costo es bajísimo, mientras que las exportaciones sudafricanas hacia el escaso mercado zimbabuense continúan creciendo. Una intervención directa de la SADC es ya imprescindible e inevitable, a pesar de la ruptura interna vinculada a la presencia de algunos países que continúan apoyando al régimen de Mugabe.A día de hoy, las negociaciones de Pretoria se centran en lograr un nuevo diseño constitucional capaz de asegurar una adecuada cobertura legal para el proceso de recuperación económica, permitiendo la organización simultánea de elecciones presidenciales y parlamentarias. El riesgo era la posibilidad de que se retrasaran las presidenciales hasta el 2010. Tras un período de estancamiento, el diálogo parece haberse retomado sobre la base de una agenda política común, aunque si bien es cierto que la cuestión económica y financiera continúa estando al margen ya que de ésta se encarga un grupo de trabajo ad hoc creado por el Secretario Ejecutivo de la SADC. En fase de negociación se encuentran algunas enmiendas fundamentales de la Public Order and Security Act (POSA) y de la Media Law, las dos medidas legales ampliamente utilizadas por el ZANU-PF para reprimir a la oposición. Las modificaciones deberían suavizar y permitir las ocasiones para debatir y mejorar el diálogo político. En particular, a pesar de que no se ha llegado a ningún acuerdo definitivo, se detecta una mayor libertad a la hora de organizar y participar en manifestaciones políticas, la posibilidad de crear medios privados e independientes, la creación de sindicatos autónomos para los periodistas y una reforma en la composición de la Comisión de Medios, siempre nombrado por el presidente aunque conformado por varios partidos. Aún continúan las negociaciones para la completa independencia de la Comisión Electoral de Zimbabue (ZEC), mientras que la oposición continua declarando su intención de abstenerse a concurrir a cualquier proceso electoral hasta que no se lleguen a acuerdos concretos sobre la organización de elecciones transparentes y democráticas.
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Conclusiones
El poder continúa controlado férreamente por el anciano Mugabe, a pesar de que el envío de una comisión de investigación por parte de la Unión Africana y las concesiones a favor del MDC de Tsvangirai dibujaron nuevos escenarios en el horizonte político del país. Dado el escepticismo sobre las posibilidades reales de Gobierno por parte del Movement for Democratic Change, dividido desde hace tiempo, difumina aún más la posibilidad de un Gobierno de unidad nacional liderado por un ZANU-PF moderado. A día de hoy, el diálogo continúa siendo la única posibilidad para solucionar los problemas económicos, sociales y políticos del país. Ya no es necesario un cambio del statu quo sino el desarrollo de unas elecciones libres que aseguren al electorado la real y concreta posibilidad de expresar su soberana voluntad. En el caso de que las negociaciones fracasaran, sería igualmente verosímil una intervención aún más severa de la SADC, invitando a la oposición a concurrir en las elecciones y supervisando su normal desarrollo.
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Traducción de Diana Quintero Rodríguez
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Equilibri.net - Italy/03/01/2008

DESAFÍOS 2008-EEUU: Ley antiterrorista trae más sombra que luz

Por William Fisher
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NUEVA YORK (IPS) - El pobre historial del gobierno de Estados Unidos en sus intentos de lograr que se condene a personas acusadas de ofrecer "ayuda material" a organizaciones terroristas está impulsando la búsqueda de cambios sustanciales en la legislación.
El último fracaso se produjo a fines de 2007 en el meridional estado de Texas, cuando un jurado no encontró culpables en el juicio contra la Fundación Tierra Santa (HLF, por sus siglas en inglés), una de las mayores organizaciones de caridad que brindan apoyo a causas palestinas y musulmanas. Varios de sus integrantes fueron acusados de entregar dinero al palestino Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), al que Estados Unidos calificó de "organización terrorista" en 1995. El juicio finalizó con una mezcla de absoluciones y ausencias de condenas. El Buró Federal de Investigaciones (FBI), comenzó a investigar a la HLF en 1993. En diciembre de 2001, el Departamento del Tesoro confiscó los activos y libros contables de la fundación, con lo que de hecho puso fin a sus actividades. Por este motivo, algunos expertos legales se preguntaron por qué el gobierno buscó llevar el caso a juicio, que comenzó a mediados de 2007. William Neal, uno de los jurados, dijo a la prensa que la evidencia del gobierno "se fue construyendo en el curso de una década: un llamado telefónico un año, un mensaje en otro". Los fiscales, en lugar de intentar probar que los acusados sabían que estaban ayudando a terroristas, agregó Neal, "se quedaron dando vueltas en torno a las transferencias de dinero y nos mostraron vídeos de niños pequeños que tenían puestos cinturones con explosivos y de gente cantando consignas de Hamas, cosas que no estaban directamente relacionadas con el caso". Defensores de las libertades civiles señalaron que se trató del último de una serie de procesos judiciales mal encaminados. Uno de esos grupos, OMB Watch, denunció que la ley antiterrorista (Patriot Act), otorga al gobierno "un gran poder no controlado para designar a cualquier organización como terrorista". Cuando una entidad de beneficencia recibe ese calificativo, agregó, "su propiedad puede ser confiscada y sus activos congelados. La institución no tiene acceso a la evidencia del gobierno y no puede conocer los fundamentos de los cargos. Y como sus fondos están congelados, carece de recursos para pagar su defensa". OMB Watch señaló asimismo que "su derecho a apelar ante un tribunal es limitado. Por lo tanto el gobierno puede tomar como blanco a una organización, confiscar sus bienes, poner fin a su actividad, procesar a sus líderes y, luego, demorar el juicio casi indefinidamente". Una consecuencia de esto, afirman los críticos de la política gubernamental, es que las contribuciones a las instituciones de beneficencia musulmanas han caído en picada. Las donaciones que continúan recibiendo se realizan frecuentemente en forma anónima y en efectivo. Y muchas personas de ascendencia musulmana han optado por dar dinero a las organizaciones internacionales más conocidas, como Oxfam o Save the Children. Uno de los constitucionalistas más respetados de Estados Unidos, David Cole, de la Universidad de Georgetown, dijo a IPS que el principio de "ayuda material" equivale a "culpable por asociación" y presenta los mismos problemas que, durante los años de la Guerra Fría, planteaba la penalización a la pertenencia a ciertas organizaciones consideradas "comunistas". Cole considera que se requieren cambios fundamentales en la ley sobre financiamiento de actividades terroristas. Una de sus recomendaciones es que se permita a las instituciones clausuradas transferir sus fondos a otra organización de beneficencia que cuente con su aprobación y la del gobierno. El Congreso legislativo, agregó Cole, debería definir a través de una ley el concepto de "terrorista". Actualmente, el Ejecutivo lo hace a través de un decreto, lo que significa que los legisladores le han dado al presidente "un cheque en blanco". Asimismo, señaló, se debería permitir a las instituciones acusadas utilizar sus propios fondos para pagar los gastos de su defensa en juicio. La legislación que se refiere al concepto de "ayuda material" al terrorismo también debería ser modificada, para que sea necesario ofrecer pruebas de que una persona apoya a un grupo determinado con la intención de contribuir a sus actividades ilegales. Actualmente, incluso fondos que se dedican a actividades para desalentar el terrorismo pueden llevar a quienes los otorgan ante un tribunal, agregó Cole. Puso como ejemplo un caso que está manejando con el Proyecto de Ley Humanitaria (HLP, por sus siglas en inglés) del Centro para los Derechos Constitucionales. "Mis clientes han estado brindando asesoramiento en material de derechos humanos al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en Turquía, para animarlo a emplear medios pacíficos para resolver sus disputas con el gobierno relacionadas con el tratamiento que recibe la minoría kurda", relató. "Al promover vías legales para llegar a una solución, esta ayuda presumiblemente desalienta el terrorismo. Sin embargo, bajo la legislación actual, se trata de un delito incluso si el HLP prueba que la intención y el efecto de su apoyo fue disminuir el recurso a la violencia por parte del PKK", agregó Cole. OMB Watch señaló que como consecuencia del principio de "ayuda material" los musulmanes no tienen forma de saber cuáles son las organizaciones que el gobierno considera sospechosas de tener vínculos con terroristas. "Son culpables hasta que se pruebe lo contrario", destacó el grupo de derechos civiles. Una institución puede cumplir con todas las disposiciones y, de todas formas, resultar clausurada "mientras se realiza una investigación", agregó. Los casos en que se invoca el principio de "ayuda material" son sólo una pequeña fracción del total de juicios por terrorismo iniciados por el Departamento (ministerio) de Justicia. Pero algunos observadores creen que marcan un cambio de estrategia del gobierno, desde el castigo hacia la prevención. Los casos judiciales anteriores giraron en torno a actos de violencia que se habían cometido o que estuvieron a punto de realizarse pero fueron evitados. El gobierno ha sido razonablemente exitoso en los juicios que inició bajo cargos de financiar al terrorismo. Desde septiembre de 2001 hasta julio de 2007, inició 108 procesos y completó 62. Los jurados condenaron a nueve acusados, 30 se declararon culpables y 11 admitieron su responsabilidad por otros cargos. Hubo tres fallos de inocencia y cuatro casos fueron desechados. El historial en casos en los que se cometieron hechos de violencia, o estuvieron a punto de cometerse, muestra un panorama menos exitoso. Según el Centro para la Ley y la Seguridad de la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York, la tasa de condenas ha sido de 29 por ciento, frente a 92 por ciento en el área de los delitos comunes. El último fracaso del gobierno fue el caso en el que acusó a siete personas de Miami de planear unirse a la organización terrorista Al Qaeda para volar la Torre Sears de la ciudad de Chicago. Una de ellas fue declarada inocente y el jurado no pudo llegar a un veredicto respecto de las otras seis. Los fiscales reconocieron que el ataque no era inminente. En ocasiones, los acusados son condenados por la opinión pública antes que por los tribunales. Un ejemplo es el de Rafil Dhafir, un ciudadano estadounidense nacido en Iraq, quien recaudó dinero para una institución que ofrecía ayuda humanitaria a los niños de ese país. Nunca se le formularon cargos relacionados con el terrorismo y se prohibió usar este término en el juicio. Muchos políticos, sin embargo, señalaron su arresto como una victoria en la "guerra contra el terrorismo". Dhafir fue finalmente condenado en 2005 a 25 años en prisión por 59 delitos, entre ellos violar las sanciones de Estados Unidos contra Iraq.
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Minorías son víctimas de la guerra de Bush
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IPS Noticias - Uruguay/03/01/2008

Australia – Estados Unidos: nueva fase de las relaciones bilaterales

La evolución de las relaciones diplomáticas, económicas y militares entre la potencia norteamericana y Australia probablemente se verán debilitadas tras el cambio de color del Gobierno después de las elecciones australianas de noviembre de 2007,dando el relevo a los laboristas en detrimento de los conservadores. Muchos son los temas que preocupan a la administración americana: Irak, la política nuclear, los acuerdos comerciales, las bases militares. Primeras actuaciones del presidente Kevin Rudd, entre declaraciones de intenciones y actos oficiales.
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Carmine Paolo di Salvo
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Según la definición oficial de Estados Unidos, las relaciones entre la potencia americana y Australia se basan en una alianza que no sólo “favorece los intereses estratégicos de Estados Unidos, sino que está basada en la afinidad genuina y el afecto que une a ambos pueblos”. Poner en discusión esta definición habría sido embarazoso para cualquier analista que se hubiera interesado por las relaciones entre Estados Unidos y Australia durante los últimos siete años, durante los que han visto ascender al poder al presidente George W. Bush y al primer ministro John Howard. Los dos jefes del Gobierno se habían convertido en los aliados ideales, con Howard que ha apoyado las decisiones tomadas por el influyente aliado americano. Con las elecciones de noviembre, que han permitido al partido laborista australiano volver al poder después de 12 años, y tras el nombramiento de Kevin Rudd como nuevo primer ministro, esta unidad podría entrar en crisis.
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Relaciones diplomáticas y la cuestión de Irak
Inmediatamente después de la elección como primer ministro del laborista Rudd, el presidente Bush lo llamó para felicitarlo personalmente. Por su parte, el primer ministro australiano destacó su intención de esforzarse por mantener las buenas relaciones entre los dos países y querer visitar Estados Unidos en breve, reconociendo así la importancia de la alianza tanto en el ámbito económico como en la seguridad australiana. Kevin Rudd no ha visitado aún al embajador americano Robert MacCallum, pero éste último ya ha recibido a la vice primera ministra Julia Gillard, al ministro de Asuntos Exteriores Stephen Smith, y al Ministro de Defensa Joel Fitzgibbon, de la nueva administración australiana. La cuestión fundamental de las relaciones diplomáticas entre los dos países gira en torno a la cuestión más delicada del momento, es decir la presencia de militares australianos en Irak, apoyando la misión encabezada por Estados Unidos. Durante los años anteriores, el ahora ex primer ministro, Howard, había apoyado sin objeción alguna las políticas norteamericanas y, durante el 2003 envió un contingente de cerca de dos mil hombres a Irak. Con el paso del tiempo, el apoyo por parte de la opinión pública se erosionó y, de hecho, las declaraciones del ex primer ministro de Defensa, que en verano declaró “Estamos en Irak por el petróleo”, no hicieron otra cosa que aumentar el consenso en torno la propuesta laborista de retirar por completo las tropas. Esta retirada ha sido uno de los temas principales de la campaña electoral de Rudd, y efectivamente, apenas tomó el poder, el nuevo primer ministro, anunció la retirada de 550 hombres desplegados en el país del Golfo. La presencia australiana en Irak es por ahora simbólica, con sólo unos 300 hombres. Tal y como ha anunciado el Gobierno, todas las tropas deberían volver a casa antes de mediados de 2008 mientras, que por el momento, no se cuestiona la presencia australiana en Afganistán.Otro tema delicado en las relaciones entre ambos países recae en las reservas australianas de uranio, una de las más numerosas del mundo. La administración Bush, se ha esforzado desde hace tiempo en conseguir que Australia desvíe tecnología y recursos nucleares a la India, interrumpido sólo durante la era Clinton. El Gobierno Howard se había declarado dispuesto a empezar de nuevo con el trasvase, pero con la victoria laborista el presidente Bush se verá obligado a cambiar de planes. De hecho, el Partido Laborista ha declarado que no venderá material nuclear a ningún país que no haya firmado el Tratado de No Proliferación, cosa que India, obviamente, no ha hecho.Por otra parte, el posicionamiento del nuevo Gobierno de Canberra a no permitir la expansión de bases militares americanas en el Norte del país preocupa a la Administración republicana. Howard no había puesto ningún problema pero no se da por sentado que los laboristas hagan lo mismo.
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Relaciones económicas
Estados Unidos es todavía uno de los principales aliados económicos de Australia, a pesar de que China está asumiendo un papel cada vez más importante, debido a su crecimiento continuado durante los últimos años. Además, Estados Unidos representa para Australia el mayor socio comercial en el ámbito de los servicios y constituye la principal fuente de inversión extranjera. El acuerdo de libre comercio entre los dos países, llamado AUSFTA, que entró en vigor en 2005, redujo drásticamente los aranceles, permitiendo que en el 2022 se importe libremente casi todos los productos americanos. En teoría, el acuerdo debía permitir un aumento bilateral de las inversiones, sostener el comercio entre ambos países y garantizar a los habitantes de ambos Estados una mayor oferta de trabajo y mejores condiciones de vida. Ambas partes esperan que el acuerdo pueda producir beneficios a corto y largo plazo en ambas economías. En 2006, gracias también al nuevo acuerdo, las exportaciones de productos australianos en Estados Unidos crecieron un 8,7% respecto al año anterior, llegando a casi once mil millones de dólares. También durante el 2006, las exportaciones de servicios hacia Estados Unidos aumentaron un 10,6% llegando a cinco mil millones y medio de dólares. A pesar de esto, dada la bajada que han experimentado el total de las exportaciones australianas en los últimos diez años, el nuevo Gobierno de Kevin Rudd ha decidido reestructurar algunas estrategias comerciales. Concretamente, el nuevo ministro del Comercio, Simon Crean, ha declarado que Australia examinará de nuevo los acuerdos de libre comercio para verificar en qué medida los resultados reales han satisfecho las expectativas. Además será necesario establecer criterios concretos que darán lugar a decisiones relativas a nuevos acuerdos comerciales que garanticen los efectos positivos y sean coherentes con las posiciones multilaterales asumidas por el país.En cuanto al comercio global, a pesar de que Australia y Estados Unidos han compartido posicionamientos similares (sobre todo apoyando el Doha Round), existen discrepancias en temas concretos, como por ejemplo en los salarios que Estados Unidos paga a los agricultores, sobre los que Australia ha mostrado su desacuerdo. Recientemente, Australia ha sido invitada por un grupo de países, entre los que se encuentra Estados Unidos, a participar en la creación de un nuevo tratado destinado a reforzar la defensa del derecho de la propiedad intelectual. Este nuevo tratado, que se denominaría Anti-Counterfeiting Trade Agreement (ACTA), será valorado por el nuevo gobierno laborista, mientras que a la misma vez se están llevando a cabo consultas con los sectores interesados, para valorar las oportunidades que ofrecería una eventual adhesión.
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Ambiente y conferencia de Bali
Australia era, hasta hace pocas semanas, el único país industrializado, además de Estados Unidos, en no ratificar el Protocolo de Kioto. Esta peculiaridad que unía ambos países se ha eliminado durante la reciente conferencia de las Naciones Unidas que tuvo lugar en Bali, Indonesia, donde se trazaron las directrices para las próximas iniciativas destinadas a contener el calentamiento global. (Cfr.Asia: la controvertida Conferencia de Bali sobre el clima). De hecho Australia, tal y como ha anunciado su nuevo primer ministro Rudd durante su intervención oficial, ha decidido, con enorme retraso, ratificar el Protocolo de Kioto, con un giro de 180 grados con respecto a las políticas gubernativas de la Administración anterior. Además, este cambio repentino ha representado un distanciamiento frente a la posición de Estados Unidos, que ha quedado completamente aislado y se ha visto obligado ha relajar su posición. De hecho, el acuerdo establecido en Bali, que no marca los limites precisos de las emisiones y deja para otra ocasión las cuestiones más complejas, no revoluciona en manera alguna las políticas ambientales mundiales, pero marca el final de la indisponibilidad para negociar que ya no une a Australia y Estados Unidos.
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Conclusiones
Australia y Estados Unidos han sido durante los últimos años un modelo de alianza, compartiendo prácticamente sus posiciones en múltiples temáticas. Gracias a esta política de incondicional condescendencia garantizada a la administración Bush por parte del Gobierno de Howard, Australia ha obtenido notables ventajas (por ejemplo, las tarifas sobre el acero australiano fueron abolidas, se firmó un tratado de libre comercio, se ha simplificado la entrada de australianos a los EE. UU.), pero los electores han retirado su apoyo a este tipo de actuaciones (aunque este comportamiento no ha sido la única causa de la derrota de los conservadores). El nuevo Gobierno de Kevin Rudd, más allá de las apariencias y de las conciliadoras declaraciones de rigor, ha cambiado su hoja de ruta desde el principio, lo que seguramente cambiará las relaciones con su aliado norteamericano. Por otra parte, mejorarlas hubiera sido muy difícil, dado el nivel tan alto de relaciones experimentado durante la época Howard-Bush.
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Traducción de Laura Casas
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Equilibri.net - Italy/03/01/2008

Rusia: vínculos entre el Islam y la política en Chechenia

En Chechenia, la maniobra del líder independentista Umarov, autoproclamándose emir del Cáucaso septentrional, ha tenido fuertes repercusiones que no parecen, por ahora, encaminarse hacia un reforzamiento político. En toda la región, la política observa al Islam como instrumento político, tanto en un sentido (estabilizar la situación y desligar la cuestión de Chechenia del yihadismo internacional), como en otro (acentuar los vínculos entre la lucha de liberación nacional y el yihadismo).
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Felice Di Leo
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Los rebeldes chechenos, al menos hasta ahora, han concentrado sus acciones terroristas exclusivamente contra objetivos rusos. Una situación destinada a sufrir un drástico revés en los próximos meses, en caso de que sean contestadas las declaraciones del líder de los rebeldes Doku Umarov del pasado mes de noviembre. Umarov declaró la creación del emirato islámico del Cáucaso del norte, autoproclamándose emir. La nueva estrategia del líder independentista checheno, además de vincular su movimiento a los grupos yihadistas internacionales, implica también un cambio en los objetivos perseguidos por los rebeldes de la república independentista. Umarov ha ampliado la lista de enemigos declarados de Chechenia. En su lista negra, haciendo compañía a Rusia, ya figuran Estados Unidos, Reino Unido e Israel. El renacimiento, o mejor dicho redescubrimiento, por parte de los líderes políticos de la religión islámica como instrumento para perseguir fines declaradamente políticos, unen a Umarov y a Ramzan Kadyrov, nombrado desde Moscú presidente de la república chechena el pasado marzo. El líder pro-ruso, de hecho, desde su toma de posesión, ha apoyado con decisión el renacimiento de las tradiciones religiosas chechenas, con el fin declarado de alejar a los religiosos del país de los líderes del movimiento salafita activos en el norte del Cáucaso.
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Umarov y Kadyrov: dos modos de asociar religión y política
El pasado 22 de octubre, el ministro de Exteriores de Umarov, Ahmad Zakaev, en exilio en Londres, ha dejado constancia de los proyectos de su primer ministro de crear un emirato islámico del Cáucaso del norte. Siguiendo una praxis común al movimiento Yihadista internacional, el 1 de noviembre fue el propio Umarov, a través de un vídeo, quien se encargó de expresar sus propósitos. La batalla con las fuerzas de seguridad rusas se transformará en una guerra santa que incluirá entre sus objetivos también a Estados Unidos, Inglaterra e Israel. Una maniobra que asociaría el movimiento de liberación checheno a los movimientos yihadistas internacionales y transformaría sensiblemente tanto los objetivos como los métodos de lucha empleador por la pequeña república para lograr su independencia de Moscú. El nacimiento de un emirato islámico del Cáucaso del norte, de hecho, restaría importancia al objetivo que hasta ahora perseguían los rebeldes: el nacimiento de un Estado independiente checheno. El propio Umarov, durante el pasado año, hizo referencia en varias veces a cómo el nacimiento de las repúblicas del norte del Cáucaso solo habían sido un intento de dividir a los musulmanes de la región, haciendo por tanto, que la república chechena fuera una entidad ficticia. La nueva toma de posiciones de Umarov no hace sino volver a proponer un dualismo que, desde hace años, se perpetúa al interior del movimiento rebelde checheno, una división entre nacionalistas y aquellos que imitan a la yihad internacional. Se han producido enfrentamientos dentro del propio Ejecutivo en el exilio, entre los defensores de una y otra opción; por ejemplo, el Ministro de Exteriores, más partidario de una opción nacionalista que de una internacional. Un efecto inmediato a las declaraciones de Umarov fue la revocación de todos los cargos gubernamentales por parte del Parlamento checheno. Según el presidente de la asamblea parlamentaria, Zhaloudi Saralyapov, con su autonombramiento como emir, el antiguo primer ministro ha abandonado voluntariamente su cargo gubernativo. Ya en el 2006, Umarov había nombrado a colaboradores no chechenos para formar parte de su Ejecutivo. Por otro lado, según miembros del Parlamento y miembros del Ejecutivo, como el propio Zakaev, la nueva vía política adoptada por Umarov sería consecuencia de la manipulación ejercida por elementos cercanos al Gobierno ruso, que obtendrían así una nueva justificación para retomar, de manera más decisiva, la ya fuerte represión que lleva a cabo en Chechenia. Proclamándose de manera unilateral emir del Cáucaso del norte, Umarov habría violado la Constitución y minado fuertemente la legitimidad de los organismos políticos chechenos en el exilio. Además, la declaración de la guerra santa a occidente, proclamada por el líder checheno, no hace sino quebrar el ya fragmentado mundo de los rebeldes chechenos, corriendo el riesgo de alejar de la causa a muchos de aquellos que durante estos años han combatido por la independencia de la república chechena, y que ahora no comprenderían una divergencia tan fuerte entre los objetivos de las dos formaciones.Que la opción de Umarov sea el fruto de un intento de los servicios rusos para dar a Moscú un nuevo pretexto para reforzar las políticas represivas, esta todavía por demostrar. Sin embargo, es un hecho que, desde hace dos años, los rebeldes chechenos no han logrado avances significativos. Después del ataque de las fuerzas de seguridad rusas de hace dos años a Nalchik, el movimiento rebelde parece no haber sido capaz de reorganizarse. Además, desde de junio del 2006, siete comandantes de la resistencia han sido asesinados. Para las autoridades chechenas pro-rusas y para Moscú, las derrotas sufridas por los rebeldes habrían tenido el efecto de disgregar el movimiento, que ahora contaría con tan sólo unos centenares de hombres. La situación se hace aún más evidente si se tiene en cuenta que las acciones de los rebeldes se han limitado exclusivamente a pequeñas operaciones de disturbios. Las acciones más importantes han estado vinculadas a movimientos de carácter religioso, como el asesinato de algunos funcionarios chechenos acusados de haber ofendido al Islam. A pesar de que la organización de los rebeldes haya sufrido duros golpes, sus filas habrían aumentado sensiblemente en los últimos meses, sobre todo gracias a los jóvenes, que aspiran a unirse a la lucha contra Rusia.Para Umarov, todos estos jóvenes no podrán enrolarse en las filas de los rebeldes, por ello es necesario fomentar la auto-organización de los nuevos simpatizantes en pequeños grupos, capaces de proseguir de manera autónoma la lucha contra Moscú. Este esquema se asemeja al movimiento de al-Qaeda, en el que varios grupos de acción que persiguen los mismos objetivos que el líder se organizan por su cuenta sus actividades. Umarov ha declarado en varias ocasiones que uno de los problemas de la organización de la resistencia ha sido el ímpetu de los nuevos reclutas, deseosos de entrar en acción. La masiva llegada de nuevos reclutas abre dos cuestiones dentro del movimiento checheno. Por un lado, se ignora cuántos de estos nuevos combatientes no son originarios del Cáucaso, y cuál será su influencia en una eventual islamización del movimiento para la liberalización de Chechenia. Por otro lado, se preguntan si la fase de estancamiento en la que parece haber caído la actividad de la guerrilla, concentrada exclusivamente en acciones de bajo impacto, no se deba a la necesidad de entrenar al relevo. Esta hipótesis explicaría, aunque sólo en parte, lo que está sucediendo entre las filas de los rebeldes. En realidad, la falta de estrategia es algo fundamental, tras el asesinato de Basayev, poniendo de manifiesto la falta de una guía dentro del movimiento rebelde. La decisión de Umarov de autoproclamarse emir del Cáucaso corre el riesgo de debilitar el movimiento, impidiendo la elaboración de una nueva estrategia común y acentuando los enfrentamientos internos entre los nacionalistas chechenos y aquellos que defienden la yihad internacional. La cuestión religiosa y el problema de la presencia de influencias extranjeras no interesan solamente a las facciones rebeldes, sino también a las autoridades chechenas fieles a Moscú que tratan de utilizar el Islam como mecanismo político para consolidar su poder. Desde su toma de posesión, Ramzan Kadyrov, el presidente checheno nombrado por Moscú, ha potenciado las tradiciones islamistas populares de Chechenia en contraste con los movimientos salafitas, considerados foráneos por el pueblo checheno. En realidad, las flechas lanzadas por Kadyrov contra los denominados “Wahabiti” (término con el que, desde la época soviética, se denomina a todos los musulmanes considerados “no fieles a las instituciones estatales”), son exclusivamente dirigidas a reforzar a la facción nacionalista chechena contra aquellos que, en nombre de la yihad internacional, se oponen a su autoridad. Las propias tradiciones chechenas han sido modificadas con el fin de adaptarse mejor a las contingencias políticas. De hecho, Kadirov ha sido fotografiado durante una ceremonia religiosa empuñando armas, lo que está expresamente prohibido por los preceptos religiosos. Sin embargo, para el presidente esto simbolizaba la necesidad de los chechenos de defender su propia nación utilizando las armas si fuera preciso.
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Conclusiones
La cuestión chechena, hasta ahora ligada a motivaciones de matriz nacionalista y a la voluntad de obtener la independencia de Moscú, parece sufrir cada vez más la influencia de elementos vinculados a la yihad internacional. Todo esto ha desencadenado en ambas facciones chechenas, la pro-rusa y la independentista, una carrera para hacerse con la cuestión religiosa. Umarov, autoproclamándose emir del Cáucaso del norte, opta a lograr un mayor reclutamiento de combatientes ampliando su esfera de acción. Esta maniobra podría, sin embargo, resultar contraproducente, ya que ha alejado de sí mismo a una parte importante de los miembros históricos del movimiento para la liberación de Chechenia. Basta pensar en la decisión del Parlamento en el exilio de destituirle de su cargo de presidente. A pesar de todo, la posibilidad de que la cuestión chechena atraiga hacia la región numerosos combatientes extranjeros es considerada por las autoridades proo-rusas como un problema a tener en cuenta. Como consecuencia de ello, Kadirov está tratando de inculcar a la población un sentimiento de fuertes connotaciones nacionalistas, para evitar que la actual situación de estancamiento de la guerrilla pueda degenerarse tras la unión entre combatientes locales y extranjeros. Al mismo tiempo, la declaración de guerra santa contra Reino Unido, Estados Unidos e Israel por parte de Umarov podría justificar ante la comunidad internacional un aumento de las represiones contra los chechenos desde Moscú; revelándose como un movimiento negativo para lucha por la independencia de Chechenia, además de potencialmente desastroso para una población ya fuertemente afectada por los acontecimientos políticos de los últimos quince años.
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Traducción de J. D. García
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Equilibri.net - Italy/03/01/2008

La Nakba, la catástrofe, es ahora

03/01/2008
Serene Assir
Al-Ahram Weekly
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Traducido del inglés por Beatriz Morales Bastos
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Jamila Moussa tenía 19 años cuando ella y su marido huyeron de Kfur Yassin, su pueblo en Akka, al norte de Palestina. Acababan de tener su primer hijo, Nicolás, que ahora tiene los suyos. Huyeron temiendo por su seguridad y con la esperanza de volver en cuestión de semanas. Desde aquel día Moussa ha sido testigo de varias guerras, aunque ninguna de ellas en Palestina. En una entrevista que le hizo esta primavera Al-Ahram Weekly en su casa en el campo de refugiados de Dbayye en Líbano recordó que la fuerza de su expulsión “fue de una violencia como yo no había visto antes nunca o de la que nunca había sido testigo. Los británicos solían quemar casas, es cierto, pero los judíos arrasaron nuestros hogares de que manera que ya no existieran".
Aunque Moussa pronto cumplirá 80 años, cuenta su historia con sorprendente detalle, quizás porque siente el implacable paso del tiempo. Ha transmitido innumerables veces sus recuerdos a sus hijos y nietos, todos los cuales nacieron refugiados, para recordarles quiénes son. Ahora, a las puertas de 60 aniversario de la Nakba (catástrofe) de la fundación del Estado de Israel en 1948, su relato adquiere un nuevo significado. De los seis millones y medio de refugiados palestinos dispersos por el mundo, unos pocos de ellos, que son valiosísimos, poseen recuerdos de primera mano de su hogar.
Con frecuencia la discusión sobre la Nakba trata de limpieza étnica de palestinos (las masacres, la despoblación de más de 420 pueblos y las desposesión de al menos 700.000 palestinos que culminó en 1948) como algo perteneciente al pasado, llorado anualmente cada 15 de mayo mientras las presiones para olvidarlo o incluso pasarlo por alto son cada vez mayores. Sin embargo, cuando nos acercamos al sesenta aniversario del establecimiento de Israel, literalmente sobre Palestina, es importante señalar que en los últimos años varios escritores han señalado la continuidad de la Nakba.
Es más, no han cesado los crímenes que culminaron en torno a 1948 (aunque en ningún modo empezaron aquel año, como ha demostrado el escritor palestino Salman Abu Sitta). La masacre de Jenin el 11 de abril de 2002 no está separada, en términos políticos, históricos o legales, de la masacre de Deir Yassin el 9 de abril de 1948. Ambas masacres no sólo implican que se cometieron crímenes masivos, incluyendo el asesinato de niños, sino que ambas son crueles manifestaciones de la negación histórica por parte de Israel del derecho a la autodeterminación palestino, un derecho que en el derecho internacional tiene un carácter perentorio. La justicia (y el crucialmente importante tiempo) sigue estando del lado de Palestina y de manera irrevocable, a pesar del derramamiento de sangre, del robo de tierra y de la agonía de la desposesión.
"En todo examen adecuado de crímenes deliberados hay que buscar la intencionalidad que subyace en el crimen”, declaró a Al-Ahram Weekly el abogado de derechos humanos asentado en Gran Bretaña Amr El-Bayoumi. Como demuestran incontables declaraciones hachas por dirigentes sionistas e israelíes desde el inicio de Israel hasta el día de hoy, el propósito de la política de Estado israelí no es otra cosa que la destrucción de los palestinos.
En 1937, David Ben-Gurion (“padre fundador” de Israel y el primero de sus primeros ministros) pronunció la frase claramente criminal: “Debemos expulsar a los árabes y ocupar sus lugares, y si tenemos que usar la fuerza [entonces] tenemos fuerza a nuestra disposición”. De manea más descarnada, en 1969 la primera ministra israelí Golda Meir negó totalmente la existencia de los palestinos diciendo “no existe algo como un pueblo palestino”. Más recientemente, en 1989, el ex-primer ministro Benyamin Netanyahu comentó: “Israel debería haberse aprovechado de la represión de las manifestaciones en China, cuando la atención del mundo estaba centrada en este país, para llevar a cabo expulsiones masivas de árabes de los territorios”. Y en 2001 el ex-ministro de Turismo y defensor de la política israelí de los llamados asesinatos extrajudiciales, Rehavam Zeevi, dijo: “Cada uno de ellos eliminado es un terrorista menos con el que tenemos que combatir”.
Estas declaraciones políticas se corresponden directamente con los crímenes de Israel contra los palestinos durante los últimos 60 años hasta llegar al actual asedio a Gaza (que, según el derecho internacional, constituye un castigo colectivo y es ilegal). Según el derecho internacional esta destrucción intencionada constituye genocidio. Según la Convención sobre la Prevención y Prohibición del Crimen de Genocidio, adoptada en 1948, el genocidio se define como la comisión de uno o más actos “con la intención de destruir, completa o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso” e implica, entre otros actos, el asesinato de miembros de uno de los grupos nombrados y también la imposición “al grupo de condiciones de vida calculadas para ocasionar su destrucción física total o parcial”.
En muy importante tener en cuenta que si la intención es crucial para entender los crímenes de Israel de transferencia [de población] y limpieza étnica contra los palestinos, sería erróneo desde el punto de vista histórico y legal considerar estos crímenes de otra manera que no sea dentro del mismo marco que los crímenes actuales de asesinatos extrajudiciales, de castigo colectivo y de privación de los derechos humanos fundamentales, incluyendo los derechos a la vida, la educación, el agua y el trabajo, y el no menos fundamental derecho a retornar al propio país. Como tales, ha sido demostrado por expertos legales, incluyendo a Monique Chemillier-Gendreau, que los crímenes de Israel durante la Nakba son violaciones continuadas, y no violaciones cometidas en el pasado y pertenecientes a éste. El hecho de que la realización de la política de Estado de Israel haya sido gradual no mitiga en absoluto la responsabilidad de Israel porque no hay limitaciones establecidas por la ley a la reparación de los crímenes masivos.
En el derecho público internacional “un crimen sigue siendo un crimen hasta que haya sido reparado”, declaró a Al-Ahram Weekly el coordinador de Habitat International Coalition y abogado de derechos humanos, Joseph Shechla. Tal como se expone explícitamente en la resolución 60/147 de la Asamblea General de Naciones Unidas, las reparaciones incluyen la restitución de las víctimas “a la situación original” antes de que ocurrieran las violaciones, la compensación, la rehabilitación, la satisfacción y la garantía de que las violaciones no se repetirán.
Si Israel ha propuesto la compensación como un remedio para las expulsiones masivas cometidas durante décadas, lo ha propuesto de forma inadecuada, porque se ofrece la compensación “como parte de un paquete. No es el paquete”, según Shechla. Es más, la compensación se debe ofrecer por los daños ocasionados a lo largo del tiempo, incluyendo la renta acumulada y los beneficios de la agricultura que tendrían los palestinos de no haber sufrido la Nakba. “Una manera de calcularlo sería teniendo en cuenta la economía israelí”, afirmó Shechla.
Con todo, las compensaciones no absuelven a Israel de su responsabilidad de proporcionar remedios adicionales, incluyendo la restitución, que incluye el inalienable derecho al retorno. Incluso entre los jóvenes que nunca han visto Palestina, la posibilidad retornar sigue siendo un objetivo sagrado. “Si yo pudiera volver a Palestina, volvería inmediatamente”, afirmó Arwa Saleh, un periodista de 25 años que vive en El Cairo. “¿Por qué iba a renunciar a mi derecho? No puedo imaginar que nadie lo haga”.
Lo que revelan los análisis es que, como saben perfectamente bien los dirigentes israelíes y sionistas, y sus partidarios y donantes estadounidenses y europeos, la fundación y continuidad de Israel son en sí mismos crímenes de guerra porque el proporcionar un remedio adecuado no significaría deshacer la Nakba y el Estado que emergió a costa de ella. En este sentido, no sería en absoluto incorrecto invocar la responsabilidad de la comunidad internacional por su reconocimiento del Estado de Israel y la ayuda, tanto ideológica como material, que le ha estado proporcionando a lo largo de décadas.
Según Elna Sondergaard, profesora de derecho público internacional en la Universidad Americana de El Cairo, en ausencia de pasos para hacer cumplir la responsabilidad del Estado, a los abogados internacionales les incumbe asumirlo para “llevar ante los tribunales y organismos de derechos humanos casos” que se refieren a más de seis décadas de crímenes perpetuaos de Israel contra los palestinos. El fracaso en hacerlo socava toda fe en las soluciones legales y de este modo deja como única opción el recurso a la rebelión, afirmado como un derecho por la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Es más, hasta que se emprenda una acción legal es inevitable que un número cada vez mayor de palestinos y árabes desposeídos abracen la resistencia directa. En esto tienen el derecho internacional de su parte, a cambio de los propios fracasos de éste.
© Copyright Al-Ahram Weekly
Enlace con el original:
weekly.ahram.org.eg/2007/877/re82.htm

Reflexiones sobre la memoria y la nostalgia en Palestina

03/01/2008
El tzabar y el sabbar
Gilad Atzmon
PeacePalestine
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Traducido para Cubadebate, Rebelión y Tlaxcala por Manuel Talens. Ilustración de Juan Kalvellido.
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El sionismo es un desastre total. Se trata de una filosofía colonial, expansionista y nacionalista basada en un chovinismo racial. Quienes cumplen sus preceptos al pie de la letra han robado el territorio al pueblo originario palestino en nombre del pueblo judío. Muchos de nosotros consideramos que el sionismo es una amenaza muy importante para la paz universal, ya que sus entusiastas grupos de presión exigen por todo el mundo cada vez más sangre en nombre del “liberalismo”, la “democracia”, la “libertad” e incluso de la alianza “judeocristiana”. Más nos valdría admitir que el sionismo ha logrado algo que ni siquiera Dios consiguió: unir a los judíos. El sionismo se ha convertido en el identificador simbólico judío.
En uno de mis ensayos más recientes,
The Politics of Anti-Semitism [La política del antisemitismo], analicé el papel del sionismo como identificador cultural del judío de la diáspora contemporánea. Dije en él que el sionismo se ha las arreglado para ganarles la batalla a sus enemigos ideológicos al imponer un conjunto estructural y colectivo de identificadores simbólicos. El éxito del sionismo no se debe a la ideología ni a la política, sino a un fetiche sionista con parafernalia hebrea: ha establecido una lengua (el hebreo), ha dado a los judíos una orientación geográfica concreta (Eretz Israel: el Gran Israel), ha expresado la idea de una cultura (el nuevo folclore hebreo) e incluso se las ha arreglado para presentar una falsa idea de polaridad política y ética (izquierda y derecha). Si lo que buscaban los fundadores del sionismo era salvar al judío de la diáspora de su anómala condición, habremos de confesar que su objetivo se ha cumplido. El éxito del sionismo no tiene nada que ver ni con su ideología ni con su política ni incluso con sus métodos devastadores. Es evidente que no muchos judíos comprenden lo que significa el sionismo (ideológica, política, ética y prácticamente). No son muchos los judíos de la diáspora que aceptan abiertamente la escuela sionista del pensamiento o su praxis inmoral. Pero sí caen en las redes del “folclore israelí”, del extraño lenguaje hebreo, del falafel y del humus, que erróneamente identifican con Israel (en vez de con Palestina). Cantan la música israelí, ya se trate de Hava Nagila, Yafa Yarkoni o Yeuda Poliker. La “cultura israelí” es un producto directo del proyecto sionista. Es evidente que la cultura hebrea moderna se las ha arreglado para secuestrar el universo del simbolismo judío. El sionismo ha establecido una nueva forma de pertenencia tribal judía.
Sin embargo, por mucho éxito cultural que haya logrado el sionismo dentro del discurso de la diáspora judía, dicho éxito es nulo entre los israelíes. El tzabar –nombre que se le da al judío nativo de Israel– no obtiene beneficio alguno de que el sionismo sea un conjunto estructural de identificadores simbólicos. De hecho, el judío tzabar no necesita identificarse con ninguna estructura simbólica basada en aspiraciones geográficas, porque nació en un entorno autosuficiente, en la israelidad. Los tzabar tampoco necesitan la lengua hebrea como objeto de identificación, puesto que la usan como medio de comunicación. Y menos aún necesitan una orientación geográfica: se sienten orientados desde su nacimiento. Los tzabar ni siquiera se identifican con el folclore israelí, ya que la mayoría de ellos lo detestan y prefieren el pop extranjero, el rock, las músicas turca y griega e incluso un poco del wild free jazz.
Por extraño que parezca, eso que el judío de la diáspora considera un identificador simbólico estructural, es decir, el fetiche hebreo, significa muy poco para los israelíes. De la misma manera, por mucho que el judío de la diáspora se identifique con la “israelidad”, esa misma “israelidad” significa bien poco para los israelíes, lo cual no debería sorprendernos: pensándolo bien, la noción de “americanismo” significa mucho más para quienes no son estadounidenses que para los propios estadounidenses. De forma similar, la tendencia a introducir palabras francesas en medio de una conversación –hábito muy habitual entre los pseudointelectuales británicos o estadounidenses– es el reflejo de un fetiche similar. La “francesidad” posee, sí, un significado elitista para quienes no conocen casi nada de Francia, pero ningún francés piensa que el hecho de hablar su propia lengua sea algo asombroso. Así, mientras que el judío de la diáspora intercala alguna palabra hebrea en su conversación para recalcar su pertenencia tribal, el judío israelí necesitaría mucho más que una palabra hebrea para considerar que el territorio robado donde habita –Palestina– es su hogar.
Memoria y nostalgia
“Soy un ser humano, soy judío y soy israelí. El sionismo fue el instrumento que me trasladó desde el Estado judío del ser al Estado israelí del estar. Creo que fue Ben Gurion quien dijo que el movimiento sionista era el andamio para construir la casa y que, una vez establecido el Estado, debería ser desmantelado.”
Entrevista de Ari Shavit a Avrum Burg:
Leaving the Zionist ghetto.
¿Qué le queda al tzabar para poder identificarse? Al parecer no mucho: el territorio donde vive pertenece a otro pueblo; la comida que lo hace sentirse en su casa (humus y falafel) se la robó a esas otras gentes, a los palestinos; la lengua que utiliza cuando siente emoción (felicidad o enojo) es árabe y la tomó prestada –¿adivinan de quién?– de esas mismas “otras gentes”, de los palestinos; la casa que le da techo fue construida por esas otras gentes... El lector ya sabe quienes son: sí, son los palestinos.
Es algo evidente que el núcleo de la realidad cultural hebrea, el argot, la comida, el cielo azul, el mar, el desierto, la primavera y el otoño, las colinas y los valles, los olivos... todo ello pertenece al territorio (Palestina), no al Estado del apartheid que por el momento lo tiene confiscado (Israel).
¿Qué podrían hacer los israelíes para librarse de su falsa realidad fragmentada, en la que todo lo que puede parecer su “hogar” en realidad pertenece a esas “otras gentes”?
Quienes visitan Israel conocen la respuesta a los pocos minutos de aterrizar en Tel Aviv: la respuesta israelí es un ambiente cosmopolita y un glamour liberal occidental. Los israelíes tratan de ocultar su imposible autenticidad multiplicando los síntomas de su desinterés.
Quienes visitan Tel Aviv por vez primera se quedan asombrados ante el amplio abanico cultural que les ofrece la ciudad. Tel Aviv es, en efecto, una de las ciudades más “abiertas” del mundo. Uno puede encontrar allí todas las marcas de la moda occidental y las cadenas estadounidenses de fast food. Cualquier estrella del rock y del pop incluye a Israel en sus giras por el mundo. En algunos de los mejores restaurantes de Tel Aviv se puede pedir sushi de primer plato, goulash húngaro de segundo, entrecôte francés de tercero y baklava de postre. Hace poco he sabido que Tel Aviv no es solamente una “atracción sexual”, sino también la próxima “capital gay del mundo”. Resulta muy alentador enterarse de que entre un humus y un falafel, el judío tzabar puede engullir un sashimi y permitirse un poco de actividad erótica de acuerdo con sus gustos personales. Quizá sea ésta la forma definitiva de libertad que el “Estado sólo para judíos” pueda ofrecer: ambiente cosmopolita rociado con un poco de liberalismo libidinoso occidental avanzado.
Pero Israel, la libidinosa, la liberal, la “única democracia del Oriente Próximo”, también está inmerso en prácticas siniestras muy diferentes. Al mismo tiempo que los israelíes encarnan la manifestación definitiva de la tolerancia occidental, a pesar de su “apertura culinaria”, también están matando de hambre a millones de seres humanos, al pueblo palestino. Al mismo tiempo que los israelíes se esforzaban por convertir Tel Aviv –su capital cultural– en una “ciudad sin fronteras”, lograron que Gaza sea ahora una frontera sin ciudad, un inmenso campo de concentración sometido a toques de queda y devastado por ataques constantes de artillería y operaciones militares. Israel ha convertido los poblados palestinos en grandes prisiones urbanas rodeadas de alambradas, atalayas y centinelas.
Tenemos que preguntarnos, ¿cómo es posible que un pueblo “cosmopolita”, “multicultural” y de ideología liberal occidental sea tan siniestro con la población originaria del territorio? ¿Cómo se vincula su tendencia a la segregación, reflejada por un gigantesco muro del apartheid, con esa imagen liberal salpimentada de “apertura culinaria”? ¿Cómo casan entre sí las tácticas engañosas utilizadas contra los palestinos con la poética imagen israelí de ser una nación humanista ilustrada? ¿Cómo concuerda el “israelí que busca la paz (shalom)” con la edificación de “muros de seguridad”?
Tendremos que admitir que nos encontramos ante una forma grave de fragmentación que está al borde de la esquizofrenia colectiva. Yo añadiría que estamos al borde de un choque inevitable entre la “memoria” y la “nostalgia”.
La memoria es la capacidad de almacenar, retener y recuperar información. La memoria trata del pasado y de su interpretación. Por su parte, la nostalgia es el deseo de regresar a la “tierra natal”. La nostalgia suele acompañarse del miedo a no verla de nuevo. Hasta cierto punto, la nostalgia es el deseo de un pasado que nunca existió.
La lucha entre memoria y nostalgia es la esencia de la fragmentada realidad israelí. Conforme su memoria reciente lo lleva a su última visita a Londres, París, Nueva York o Tokio, el judío tzabar tiende a verse como personaje principal de la serie “Sex and the City”. Pero su nostalgia lo devuelve al gueto, rodeado por “muros de seguridad” y bañado en la tradicional sopa de pollo hebrea.
La añoranza del gueto puede investigarse en eso que los israelíes denominan “búsqueda de la paz (shalom)”. A pesar de que el término shalom suele traducirse por “paz”, no tiene casi nada en común con la paz. Cuando los israelíes hablan de shalom no se refieren a la reconciliación, a la armonía o a la transformación de su sociedad en una comunidad ecuménica basada en valores universales. Cuando los israelíes piden shalom están pidiendo “seguridad”. Por eso, los israelíes y sus partidarios en Occidente interpretan que la “retirada unilateral” fue un acto de shalom. Pero mientras que la paz es la búsqueda genuina del amor, la armonía y la fraternidad, el shalom es casi lo contrario: separación y segregación. Mientras que la paz significa que uno sale de su cascarón y abre su corazón al vecino, shalom representa la construcción de un “muro de seguridad” y el surgimiento de una profunda aversión colectiva frente al resto del universo.
Pero esta extraña interpretación hebrea de la noción de shalom no es una creación israelí. Tal como acabo de mencionar, shalom es la añoranza nostálgica del gueto europeo.
Ya en 1897, en su célebre discurso ante el primer congreso sionista, Max Nordau expresó explícitamente la añoranza del “gueto perdido”:
“Para el judío del pasado el gueto […] no era una prisión, sino un refugio. […] En el gueto, el judío tenía su propio mundo; era el refugio seguro que poseía el valor espiritual y moral de una casa paterna. Había allí compañeros por quienes uno deseaba ser valorado y a quienes también podía valorar; había allí una opinión pública y el judío ambicionaba que ésta lo reconociese [...] Allí todas las cualidades judías específicas eran dignas de estima y la admiración se conquistaba desarrollándolas, lo cual es el estímulo más agudo para la mente humana. […] La opinión del mundo exterior no tenía influencia alguna, porque era la opinión de enemigos ignorantes. Uno trataba de agradar a sus correligionarios y el aplauso de éstos era la satisfacción respetable de su vida. Así vivían los judíos del gueto, en un respeto moral, en una plena vida verdadera. Su situación externa era insegura, a menudo corría serio peligro. Pero en el interior alcanzaron el completo desarrollo de sus cualidades específicas. Eran seres humanos en armonía, que no echaban de menos los elementos de la vida social normal. También sentían instintivamente la importancia absoluta del gueto para su vida interior y, por ello, se preocupaban de una sola cosa: de asegurar su existencia por medio de muros invisibles que eran mucho más gruesos y altos que los de piedra que visiblemente los encerraban. Todos los edificios y las costumbres de los judíos tenían un único propósito inconsciente: mantener el judaísmo por medio de la separación de otras gentes y hacer que todo judío fuese consciente de que si abandonaba su carácter específico estaría perdido y perecería.”
Este viejo discurso expresa claramente el deseo más íntimo del israelí de nuestros días:
Para el israelí, vivir dentro de “muros de seguridad” no es “una prisión, sino un refugio”… En Israel, el judío tzabar tiene “su propio mundo”. En Israel, la opinión del “mundo exterior” no tiene “influencia alguna”, porque es la “opinión de enemigos ignorantes”. Nordau expresó el espíritu exacto que medio siglo después hizo que Ben Gurion afirmase: “No importa lo que digan los gentiles, lo que importa es lo que hacen los judíos”.
En su discurso, Nordau habló del valioso elemento espiritual del gueto, que permitía al judío “asegurar su existencia por medio de muros invisibles que eran mucho más gruesos y altos que los de piedra que visiblemente los encerraban”. ¿Se me permite ahora sugerir que es eso lo que explica las asombrosas características físicas del “muro del apartheid” israelí? Pero mientras que Nordau se refería a muros “invisibles”, el “muro de protección” israelí es algo visible, construido con cemento armado.
Por mucho que el israelí ansíe celebrar su imaginaria realidad liberal cosmopolita, por mucho que quiera disfrutar del sexo en una gran ciudad haciendo uso de su memoria reciente, la gran añoranza nostálgica lo retrotrae al ayer y lo sumerge dentro de un tazón humeante de “sopa de pollo” en uno de aquellos pueblecitos típicos judíos de la Europa Oriental y Central, los shtetl. El tzabar anhela una vida judía “segura” y es este deseo lo que transforma a Israel –el “Estado sólo para judíos”– en un incitante gueto. Pero a diferencia del viejo gueto europeo, donde los judíos eran tímidos, el shtetl israelí contemporáneo es una superpotencia beligerante, expansionista y nuclear.
También podremos admitir que el judío tzabar ha dejado de generar una realidad homogénea en la que un nuevo ser civilizado está reclamando su lugar en la humanidad sobre la base de la armonía y la paz. A pesar de que el sionismo debía crear un nuevo judío auténtico, dio lugar a una comuna de seres fragmentados, hechos añicos por la colisión inevitable entre la memoria cosmopolita reciente y la vieja nostalgia tribal.
El tzabar y el sabbar
Un amigo que regresó de Palestina hace pocas semanas me contó sus impresiones. Durante su viaje desde Jerusalén a Ramalá se dio cuenta de que los israelíes se esfuerzan por darle un “carácter arquitectónico” al lado judío del muro. En algunas partes está cubierto de azulejos y decorado con flores y piedra de Jerusalén; en otras han pintado paisajes pastoriles, lagos y olivos. También han sobreelevado el terreno junto al muro para que parezca más pequeño y amigable. Sin embargo, en cuanto mi amigo cruzó el puesto de control hacia el lado palestino, el terrible e imponente aspecto del muro fue imposible de eludir. Vio una masa gigantesca de cemento armado que mide entre ocho y diez metros de altura y que invade el horizonte de lo que aún queda de Palestina.
He estado reflexionando sobre esto. Pensé sobre todo en la noción del gueto que expresó Nordau y en su dualidad entre “prisión” y “refugio”. Y comprendí que por mucho que los israelíes pretendan encerrar a los palestinos, el muro del apartheid no es más que un encarcelamiento autoinfligido que el Estado judío se impone a sí mismo. En el discurso de Nordau, que gira en torno al sionismo, la prisión equivale a un refugio.
Por ello, el tzabar es una auténtica tragedia, está condenado al fracaso. El tzabar surgió para erigir en Israel el nuevo gueto hebreo, para reparar el trauma causado por el abandono de la seguridad del viejo gueto judío como resultado de la ilustración europea y de la tendencia hacia la emancipación de los judíos. El tzabar debía convertirse en un nuevo “ser civilizado”, pero su misión era imposible, porque se veía atraído al mismo tiempo por dos polos opuestos: el universalismo y el sentimiento tribal. Todo indica que las semillas del apartheid israelí y de los cimientos del “muro de seguridad” fueron sembradas durante el primer congreso sionista.
Sin embargo, a pesar de que el judío tzabar aparece como un agresor y una trágica identidad histórica autoinfligida, está muy claro que no mucha gente comprende la profundidad conceptual e ideológica que subyace a esta palabra, profundamente cargada de sentido, que es tzabar. La palabra hebrea tzabar proviene del término árabe sabbar, que en el español peninsular significa “chumbera” (“nopal” en el español americano), planta cactácea que abunda en la Palestina rural y que define a una planta tenaz y espinosa del desierto, cuya piel gruesa oculta un interior tierno, jugoso y dulcísimo [1]. Los judíos nativos de Israel que se llaman a sí mismos tzabar insisten en considerarse “duros por fuera y dulces y tiernos por dentro”.
La memoria de la tierra
Esta idea del judío nativo israelí como dualidad entre la “dureza” y el “dulzor” se refleja ahora en la topografía de la región. Las alambradas de púas que dividen Palestina en bantustanes están ahí para proteger la idea jugosa y dulce del Tel Aviv “cosmopolita”. Lo trágico es que el paisaje de la Palestina desmembrada es ahora un reflejo de la imagen que el tzabar tiene de sí mismo y una extensión de su identidad. La agresión de los israelíes a sus vecinos y su autoproclamada rectitud son la imagen especular de la fantasía de ser al mismo tiempo “duros y dulces”.
Pero los israelíes insisten en considerarse “duros y dulces”. A fin de cuentas, la autocomplacencia ha convertido dicho tópico en el estereotipo judío más común (el estereotipo opuesto es el del autoodio, calidad que se atribuye únicamente a los raros humanistas y pensadores judíos). Con todo, fuera de Israel hay quienes tienen serias dudas en cuanto al carácter dulce y delicioso del israelí y del tzabar. Hace poco se ha sabido que ahora el Estado de Israel aconseja formalmente a sus ministros y oficiales del ejército que se abstengan de viajar al extranjero para evitar que puedan detenerlos por crímenes contra la humanidad.
Dicho lo cual, hay algo que ignoran la mayor parte de los tzabar. Se trata del simbolismo inherente a la planta cactácea cuyo nombre ellos tan alegremente han adoptado: esta chumbera/nopal llena de espinas en realidad representa el robo israelí de Palestina.
La memoria de la tierra , por Juan Kalvellido
El sabbar es uno de los últimos restos vegetales de la vieja Palestina anterior a Israel. Crece en las áreas de asentamientos humanos y se nutre de las deyecciones de las gentes. El sabbar formaba parte del paisaje rústico de los pueblos palestinos y del ciclo de vida sus habitantes ancestrales. A pesar de que Israel logró borrar los rastros de todos los poblados palestinos y de la vida rural anterior a 1948, los sabbar rebrotaron en tales áreas poco después. En cualquier lugar del territorio donde hoy crece una chumbera/nopal se puede deducir que hubo un pueblo, una granja o una casa palestinos que Israel destruyó. Los sabbar son muy espinosos y sus espinas apuntan a los tzabar que colonizan la tierra y tratan de borrar su historia en nombre de la historia judía.
Para Palestina (la tierra) y para los palestinos (el pueblo), los sabbar no representan la nostalgia, porque obtienen su sustento de la memoria y de un vívido día a día. Crecen en territorio robado y ansían el retorno de los agricultores palestinos que antaño las habían alimentado. Brotan ahí, en esa tierra, para salvaguardar la historia de sus antiguos pobladores. Están preñados de higos chumbos, a la espera de que los niños palestinos se les acerquen y los tomen.
Por mucho que el tzabar proclame que es “duro y dulce”, el sabbar es la prueba incuestionable de un escenario muy distinto: Palestina es una realidad anclada en la tierra, mientras que Israel y el tzabar son sólo episodios pasajeros de una fase fantasmática judía que está entrando en su etapa final y que se acabará muy pronto.
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[1] Para más información sobre esta planta cactácea de origen mexicano, trasportada a Europa por los conquistadores españoles y hoy aclimatada en todas las costas del Mediterráneo, véase
http://es.wikipedia.org/wiki/Nopal.
para conocer la importancia fundamental del nopal/chumbera en la simbología nacional mexicana. [N. del T.]
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Fuente: http://www.tlaxcala.es/pp.asp?reference=4429&lg=itArtículo original publicado el 2 de enero de 2008Sobre el autor
El escritor y traductor español Manuel Talens es miembro de Cubadebate , Rebelión y Tlaxcala , la red de traductores por la diversidad lingüística. Su última novela, publicada por Alcalá Grupo Editorial, se titula La cinta de Moebius.
Su sitio web es www.manueltalens.com .
El dibujante español Juan Kalvellido es miembro de
Cubadebate , Rebelión y Tlaxcala .
Su sitio web es http://www.kalvellido.net .
Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, al traductor y la fuente.

Escenarios de intolerancia

03/01/2008
Opinión
Adolfo Sánchez Rebolledo
La Jornada
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La transición española a la democracia, tan civilizada e inesperada, cautivó a muchos contemporáneos mexicanos, incluyendo a ciertos políticos del régimen priísta. De España se esperaba todo, menos la evolución legal, pacífica, a la democracia, pero, ¿dónde había aprendido el pueblo ibérico carente de libertades a conducirse con tal naturalidad democrática? ¿Cómo es que una sociedad sometida a la intolerancia acepta el pluralismo, va a las urnas y vota en favor de la nueva Constitución conjurando las pretensiones restauradoras y la violencia? En una palabra: cuándo y cómo se ha formado la ejemplar cultura política democrática de la transición, a pesar de la dictadura.
Eso se preguntaba una tarde en Madrid, el entonces embajador de México, Rodolfo González Guevara, cuya visión del mundo había comenzado a transformar esa experiencia diplomática. No era el único: otros mexicanos, incluida una generación de intelectuales y académicos cuya maduración ocurrió en contacto cercano con esa realidad, se plantearon interrogantes semejantes, teniendo en la mira la dura e incomparable situación nacional donde el régimen de partido casi único, con su corporativismo singular y una forma de presidencialismo sin contrapesos fijaba los rasgos de su intransferible peculiaridad.
A muchos sorprende la capacidad de los actores políticos españoles para realizar pactos y negociaciones dejando a un lado el programa máximo de cada partido, el afán de conducir las transformaciones políticas sin quemar etapas, haciendo concesiones mutuas en temas capitales, como por ejemplo, la instauración de la monarquía constitucional, el reconocimiento de las autonomías históricas y la legalización del Partido Comunista de España, asegurados en la Constitución vigente.
La inserción en Europa fue definitiva para la creación de una economía pujante y moderna que hoy se lanza a la conquista de los mercados exteriores, de Latinoamérica, en particular, y para reivindicar el papel de España en la “comunidad iberoamericana”, en la cultura y los vínculos directos con la sociedad civil de nuestros países, atraída por el imán del progreso en números millonarios.
Pero en la formación del “ejemplo” español, junto con los datos irrebatibles del progreso material, se pone siempre por delante la voluntad política para buscar acuerdos, el gradualismo como faro orientador de la actividad política y social de la democracia. De ese modo, la lecciones concretas de la historia se convirtieron en “modelo” para a otras transiciones, no obstante las obvias distancias que las separaban del mundo real hispánico.
Se colaron por esta vía ciertas ideas “ingenuas” en torno al significado, por ejemplo, de los pactos de la Moncloa, convertidos en una suerte de fetiche del voluntarismo, como si la España democrática, en efecto, hubiera clausurado en un instante de inspiración toda la historia anterior con su fealdad a cuestas.
Hoy, luego de tantos éxitos, sabemos que la transición dejó pendientes numerosos problemas que siguen sin resolverse. El ajuste de cuentas con la memoria histórica no es el menor, y no lo es, entre otras cosas, por la persistencia, ésa sí intocada, de una derecha anclada en el pasado, aunque remozada por el “fundamentalismo democrático” de sus figuras públicas.
Cuando el obispo de Madrid, el cardenal de Madrid, Antonio María Rouco Varela, quien presidió hace poco la jornada en defensa de la familia, “a la que asistieron 42 obispos de todos los rincones de España” denunció cómo las legislaciones españolas en materia de matrimonio, familia y defensa de la vida suponen “una marcha atrás en los derechos humanos”, incidiendo en que el Estado “no puede manipular a su gusto” el significado y razón de ser del matrimonio y la familia” (ABC, 31/12/07), lejos de ser una afirmación religiosa legítima aparece, sin disfraz posible, la voluntad de intervenir en la arena política para respaldar al partido de la derecha, cuyas pretensiones de ocupar el centro del espectro son (ideológica y éticamente) cada vez más insostenibles.
El enemigo ahora es, como siempre, el “laicismo radical” al que atribuyen los cambios que la propia secularización impone, en contraposición con las doctrinas que en materia de relaciones Iglesia-Estado promueve el Estado vaticano. El motivo de la furia católica, aparte desavenencias por la financiación a cargo del Estado, es la misma que otras latitudes: la promoción de nuevos derechos que afectan la visión católica de la moral, el afán de reducir la enseñanza a un apéndice de la religión, en fin, la incapacidad de comprender a la sociedad moderna, cuya crisis es notoria. Es probable que sea sólo un sector de la amplia Iglesia quien sostiene tales tesis, pero es lo suficientemente importante e influyente para preocupar al resto de los mortales.
De la voluntad de acuerdo del comienzo de la transición queda poco: la derecha española, sustituida por el voto popular tras la aventura aznariana en Irak y los atentados perpetrados por el terrorismo islamista, apenas si quedan vestigios. El clima de crispación alentado por la derecha se extiende a todos los ámbitos de la convivencia social. Se recicla la antigua ideología del “nacionalcatolicismo”, como dijera el ministro de Justicia. Así, bajo el pretexto de la reinvindicación de los valores cristianos, la reacción está de vuelta de la mano de la jerarquía vaticana. ¿Dónde quedó la tolerancia, piedra angular de la transición española? Más vale que tomemos nota.