LA CRISIS DE LOS MERCADOS MUNDIALES
Tras la caída de la bolsa de Shangai el mundo se ve interdependiente y sin fronteras para el capital. La inversión viaja rápido a las economías en desarrollo, pero al menor signo negativo se marcha sin reparar en las secuelas.
Como los virus en Internet, donde la infección es mayor porque se comparte una red común, el sistema financiero mundial golpea a los países que no pueden aplicar el antivirus contra la especulación. Y actualmente el blanco es Asia.
Este sistema depende de las presiones que ejercen el gobierno estadounidense, el FMI y Wall Street para que las economías asiáticas abran sus cuentas de capital y sus sectores financieros nacionales (SFN). Esto pasa debido a la dependencia de EEUU por los capitales chinos.
Tenemos una economía estadounidense con desequilibrios de gasto que es financiado vía una viciosa emisión de títulos. Pero los principales compradores de esta deuda son bancos centrales de Asia-Pacífico, con China como el primer acreedor. Por ello, el juego de China pasa por evitar las presiones internacionales, mantener el control de su SFN que sostenga el crecimiento y evitar la crisis norteamericana.
Héctor Gabriel Bazque HBAZQUE@COMERCIOEXTERIOR.NET.AR
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