REBELION DE ESPEJOS CONTRA BUSH
Indígenas locales protestaron con ingenio ante la presencia del presidente de EE UU en el país durante su visita a un templo maya
Felipe Jiménez - 12/03/2007
Ciudad de México- Los más de 5.000 soldados y policías guatemaltecos encargados de mantener el orden durante la visita de George W. Bush a este país no pudieron impedir que los indígenas cakchiqueles protestaran ayer de una forma original y efectiva contra su presencia en Iximché, templo sagrado maya y símbolo de la resistencia indígena contra los invasores en Guatemala. Los cakchiqueles sacaron de sus casas cuantos espejos encontraron y al ver acercarse el helicóptero que transportaba a Bush los hicieron reflejar el sol, emitiendo una luz cegadora como mensaje de rechazo.
Tras la visita del presidente de EE UU a Iximché, sacerdotes cakchiqueles procedieron a oficiar una ceremonia para «limpiar» del templo de energía negativa y que el lugar recuperara su tranquilidad y armonía. «La llegada de Bush a territorio sagrado maya, y sobre todo a Iximché, viola nuestra cultura, que no es violenta porque no impulsamos masacres, como las de Bush», dijo el indígena guatemalteco Rodolfo Popoc, de la asociación Convergencia Maya Waq´ib Kej.
Bush llegó la noche del domingo a Guatemala procedente de Colombia. Fue recibido en el aeropuerto de la Fuerza Aérea por el canciller, Gert Rosenthal, y el embajador local de Estados Unidos, James Derham, y luego se trasladó junto a su esposa, Laura Bush, a la Zona Viva, en el sur de la capital, donde se encuentra el hotel en el que pasó la noche.
Ayer inició la jornada visitando junto a su homólogo guatemalteco, Óscar Berger, una escuela en la comunidad de Santa Cruz Balanyá, en donde miembros del Ejército de EE UU realizaron una jornada médica gratuita para los habitantes.
Posteriormente se dirigieron a la comunidad de Chirijuyú, en donde visitaron a los campesinos indígenas de la Cooperativa «Labrares Mayas», quienes cosechan legumbres que se exportan a Estados Unidos. Fue después de este acto cuando Bush y su comitiva visitaron el templo de Iximché, para volver posteriormente a la capital y participar en la ceremonia oficial de bienvenida en el Palacio Nacional de la Cultura, en el centro histórico de la ciudad. Bush y Berger mantuvieron una reunión privada en la que pasaron revista a la situación bilateral. Posteriormente ofrecieron una conferencia de prensa conjunta y la jornada oficial terminó con una cena de honor, tras la cual Bush abordó su avión para trasladarse a Yucatán, México, donde hoy inicia la última etapa de su viaje por Iberoamérica.
La Guatemala visitada por Bush vive una grave crisis desde el atentado del 19 de febrero en el que murieron tres diputados salvadoreños del Parlamento Centroamericano, y el posterior asesinato en un centro penitenciario de los cuatro policías acusados de perpetrar el atentado, trama que ha salpicado al ministro del Interior, Carlos Vielmann.
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