UNA NOTICIA QUE PREGUNTA
El deseo de tener un hijo no coincide necesariamente con la edad para tenerlo. Y querer un hijo y no poder tenerlo es posiblemente una de las frustraciones más profundas que puede sentir y vivir alguien.
Ricardo Roa | EDITOR GENERAL ADJUNTO DE CLARIN
rroa@clarin.com
Hay muchas mujeres que ya no son lo suficientemente fértiles y desean concebir. Y sienten como un bloqueo fatal y desdichado el de las barreras que su propio cuerpo les impone para dar a luz. Gracias a la ciencia, esas barreras se desdibujaron.
En los últimos cinco años los embarazos producidos con óvulos donados se duplicaron (ver: Se duplicaron en cinco años los embarazos con óvulos donados). Sólo el año pasado hubo 1.500 mujeres que lograron ser mamás por esa técnica. La cifra es récord: la ovodonación ya representa el 40% del total de los embarazos concebidos mediante fertilización asistida.
Las principales protagonistas son mujeres de entre 45 y 50 años. Es decir, que están en la premenopausia, un período en el que hay pocas o nulas chances de quedar embarazada. Es un tema y también un dilema bioético. Pero la bioética no es una cuestión abstracta y retórica.
La maternidad se atrasó y una mujer podría embarazarse teóricamente a cualquier edad. ¿Hasta cuándo cabe concebir? Algunos colocan el límite en la menopausia. Es un tope fisiológico, claro. Pero hay mujeres menopaúsicas de 50 años llenas de energía y con la edad psicológica para vivir la maternidad y dar el amor cotidiano que requiere un hijo.
Hay otras preguntas con más de una respuesta. Sobre la identidad de los hijos así concebidos, por ejemplo. O sobre si ser madre a esa edad no es un acto egoísta porque compromete el futuro de los chicos. Pero agradezcamos la posibilidad de que quien sueña con ser madre pueda serlo aun cuando no tenga edad biológica para ello. En un mundo en el que el escepticismo es amplio, el aumento de la donación de óvulos es una buena noticia.
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