Rebelión en Francia por el ADN de los inmigrantes
DEBATE SOBRE EL CONTROL DE LA POBLACIÓN
Unos activistas simulan su muerte ante el Ministerio de Inmigración en París, a mediados de septiembre.
Foto: AP / JACQUES BRINON
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• El Senado aprueba pese a la amplia protesta la ley que prevé tests genéticos
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FRENTES DE RECHAZO
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• El Senado aprueba pese a la amplia protesta la ley que prevé tests genéticos
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FRENTES DE RECHAZO
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JOSÉ A. SOROLLA
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PARÍS - A medida que se consuma su aprobación parlamentaria, crece en Francia la oposición política y cívica a la enmienda que introduce las pruebas de ADN en los procesos de reagrupamiento familiar de los inmigrantes. Diputados y senadores de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), la mayoría gubernamental, están en contra, aunque eso no ha evitado, la pasada madrugada, la aprobación del polémico texto por el Senado. Horas antes se había hecho público un manifiesto en pro de la retirada de la enmienda, firmado por políticos, sindicalistas, científicos, artistas y deportistas, entre ellos el jugador del Barça Lilian Thuram.
El llamamiento reclama al presidente Nicolas Sarkozy y al Gobierno que no se hagan las pruebas, "so pena de contribuir, introduciendo la idea de que se puede aportar una respuesta biológica a una cuestión política, a romper por un tiempo duradero las condiciones de un debate democrático, sereno y constructivo" sobre la inmigración.
MANIFIESTO DE SOS RACISMO A
iniciativa de SOS Racismo y del semanario satírico Charlie Hebdo, el texto está firmado, entre otros, por el exprimer ministro Dominique de Villepin (UMP), el centrista François Bayrou, que no suele suscribir nunca este tipo de manifiestos, los socialistas François Hollande, Ségolène Royal, Laurent Fabius y Lionel Jospin, el genetista Axel Kahn, los sindicalistas Bernard Thibault (CGT) y Jean-Claude Mailly (Fuerza Obrera), las actrices Isabelle Adjani y Jeanne Moreau, y los escritores Bernard-Henri Lévy y Jorge Semprún.
"Nunca una petición había reunido a tanta gente que, sobre otros temas, sobre todo políticos, discrepa", declaró el director de la revista, Philippe Val. Los firmantes rechazan que la enmienda trate de luchar contra el fraude en el reagrupamiento familiar, como defiende el Gobierno, que lo cifra en un 30% de los expedientes, y denuncian que instaura una "sospecha generalizada" hacia los extranjeros.
Ni la suavización de la enmienda en la Asamblea Nacional ni en el Senado han bastado para paralizar la oposición. Ayer, hasta el presidente de la Asamblea Nacional, Bernard Accoyer (UMP), consideró la enmienda innecesaria porque ha acaparado la atención de la nueva ley de inmigración y "ha ocultado todo el interés que contiene un texto importante", dijo. El proyecto de control de la inmigración endurece las condiciones del reagrupamiento familiar, mediante exámenes de lengua francesa y de los "valores de la República" en el país de origen, y aumenta el mínimo salarial exigido a un inmigrante para que pueda traer a su familia.
ENMIENDA SUAVIZADA
La tramitación del proyecto se enrareció cuando el diputado Thierry Mariani, nieto de inmigrantes italianos, propuso la enmienda de los tests de ADN para el reagrupamiento familiar si surgían dudas sobre la filiación. La propuesta chocaba con el Código Civil francés, que solo permite las pruebas genéticas con autorización judicial y por motivos científicos. La Asamblea Nacional aprobó el 20 de septiembre la enmienda, rebajada por el Gobierno en algunos aspectos, pero seis días después fue eliminada en la Comisión de Leyes del Senado, con los senadores de la UMP votando junto a la izquierda.
Ante la rebelión en las filas de la mayoría --incluidos el exprimer ministro Jean-Pierre Raffarin y el duro exministro del Interior Charles Pasqua--, el Gobierno volvió a dulcificar la enmienda. La decisión de hacer el test ya no será de los funcionarios consulares, sino de un juez civil; el Estado pagará el coste, en lugar de hacerlo el inmigrante, y solo se podrán hacer pruebas comparadas con el ADN de la madre para evitar que un inmigrante masculino pueda enterarse, mediante la prueba genética, de que no es el padre biológico de su hijo.
El llamamiento reclama al presidente Nicolas Sarkozy y al Gobierno que no se hagan las pruebas, "so pena de contribuir, introduciendo la idea de que se puede aportar una respuesta biológica a una cuestión política, a romper por un tiempo duradero las condiciones de un debate democrático, sereno y constructivo" sobre la inmigración.
MANIFIESTO DE SOS RACISMO A
iniciativa de SOS Racismo y del semanario satírico Charlie Hebdo, el texto está firmado, entre otros, por el exprimer ministro Dominique de Villepin (UMP), el centrista François Bayrou, que no suele suscribir nunca este tipo de manifiestos, los socialistas François Hollande, Ségolène Royal, Laurent Fabius y Lionel Jospin, el genetista Axel Kahn, los sindicalistas Bernard Thibault (CGT) y Jean-Claude Mailly (Fuerza Obrera), las actrices Isabelle Adjani y Jeanne Moreau, y los escritores Bernard-Henri Lévy y Jorge Semprún.
"Nunca una petición había reunido a tanta gente que, sobre otros temas, sobre todo políticos, discrepa", declaró el director de la revista, Philippe Val. Los firmantes rechazan que la enmienda trate de luchar contra el fraude en el reagrupamiento familiar, como defiende el Gobierno, que lo cifra en un 30% de los expedientes, y denuncian que instaura una "sospecha generalizada" hacia los extranjeros.
Ni la suavización de la enmienda en la Asamblea Nacional ni en el Senado han bastado para paralizar la oposición. Ayer, hasta el presidente de la Asamblea Nacional, Bernard Accoyer (UMP), consideró la enmienda innecesaria porque ha acaparado la atención de la nueva ley de inmigración y "ha ocultado todo el interés que contiene un texto importante", dijo. El proyecto de control de la inmigración endurece las condiciones del reagrupamiento familiar, mediante exámenes de lengua francesa y de los "valores de la República" en el país de origen, y aumenta el mínimo salarial exigido a un inmigrante para que pueda traer a su familia.
ENMIENDA SUAVIZADA
La tramitación del proyecto se enrareció cuando el diputado Thierry Mariani, nieto de inmigrantes italianos, propuso la enmienda de los tests de ADN para el reagrupamiento familiar si surgían dudas sobre la filiación. La propuesta chocaba con el Código Civil francés, que solo permite las pruebas genéticas con autorización judicial y por motivos científicos. La Asamblea Nacional aprobó el 20 de septiembre la enmienda, rebajada por el Gobierno en algunos aspectos, pero seis días después fue eliminada en la Comisión de Leyes del Senado, con los senadores de la UMP votando junto a la izquierda.
Ante la rebelión en las filas de la mayoría --incluidos el exprimer ministro Jean-Pierre Raffarin y el duro exministro del Interior Charles Pasqua--, el Gobierno volvió a dulcificar la enmienda. La decisión de hacer el test ya no será de los funcionarios consulares, sino de un juez civil; el Estado pagará el coste, en lugar de hacerlo el inmigrante, y solo se podrán hacer pruebas comparadas con el ADN de la madre para evitar que un inmigrante masculino pueda enterarse, mediante la prueba genética, de que no es el padre biológico de su hijo.
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El Periódico - España/04/10/2007
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