A LA MESA
A partir de mañana, Aníbal Fernández invitará formalmente a la primera reunión del Consejo Económico y Social.
El jefe de Gabinete enviará mañana la convocatoria a empresarios y sindicalistas que participarán de la primera ronda de consultas. La UIA, la CGT, Adeba y las cámaras del Comercio y la Construcción romperán el fuego.
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Julio De Vido, Amado Boudou y Débora Giorgi, los tres ministros que representarán al Gobierno en el inicio del diálogo.
Imagen: DyN & Télam
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Por Roberto Navarro
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El llamado al diálogo que realizó la presidenta de la Nación el jueves pasado comenzará a implementarse esta semana en el terreno económico. Mañana, el nuevo jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, invitará oficialmente a los sectores productivos y a la CGT a la primera reunión del Consejo Económico Social. Ya se acordó que el cónclave se realizará en la sede de la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba). Además de los banqueros, se invitará a la Unión Industrial Argentina (UIA), la Cámara de la Construcción, la Cámara de Comercio y la Confederación General del Trabajo. Las cuatro cámaras que representan al campo serán invitadas por separado. Por el Ejecutivo estarán, además de Cristina Fernández de Kirchner, los ministros Julio De Vido, Amado Boudou y Débora Giorgi. Un importante funcionario de la Casa Rosada señaló a Página/12 que la agenda será abierta, pero que el Gobierno propondrá tratar temas como productividad, ingresos, política social, comercio internacional y política fiscal, entre otros. En la UIA tienen preparado un temario propio, que incluye tipo de cambio, política monetaria y Ley de ART, entre varias otras cuestiones.
La Presidenta llamó ayer desde El Calafate a los funcionarios que formarán parte de la reunión para pedirles que preparen informes sobre los distintos temas que plantearán en la reunión. Cristina Fernández le pidió al jefe de Gabinete que se comience con un diálogo abierto, sin condicionamientos ni temas vedados. “Hay que consensuar una agenda que nos permita volver a crecer a ritmo sostenido”, les indicó la Presidenta a los ministros. La idea es proponer una serie de temas y que se debatan entre todos los actores del sistema productivo. “El objetivo es crecer; acordemos cómo”, fue la definición presidencial. En el Gobierno piensan que después de pactar con los principales actores de la economía será más fácil aprobar los proyectos de ley que deriven de las reuniones en el Congreso.
Cristina Fernández propuso que se lleven a la mesa de negociación cuestiones como la productividad de la economía, los salarios, la política social, fiscal y el comercio internacional. E invitó a los ministros a que incluyan otros temas. El flamante ministro de Economía, Amado Boudou, quiere también hablar de la administración de la deuda pública. Varios sectores vienen reclamando la vuelta del país al FMI. Por otra parte, el sistema financiero local está líquido como para comprar un bono por un monto de 1000 a 1500 millones de dólares y el ministro les piensa requerir ese apoyo. También se presentaría un nuevo proyecto de ART.
Por su parte, la UIA tiene preparada una carpeta con diez temas. Varios coinciden con los que propone el Gobierno. José Ignacio de Mendiguren, vicepresidente de esa agrupación industrial, señaló a este diario que la propuesta general tiende a “volver al marco macroeconómico que rigió entre 2003 y 2007”. El documento industrial se titula Relanzamiento de un Programa Económico para el Desarrollo. En la UIA aseguran que la cotización del dólar está en la agenda, pero como un tema más, no único. “Lo que queremos es un tipo de cambio real competitivo que se mantenga en el largo plazo y sirva para el desarrollo: o sea, que mantenga el nivel de empleo e impulse el crecimiento de las pymes”, afirmó De Mendiguren.
Según fuentes de varios sectores que acudirán a la cita, hay un tema consensuado entre todos: tener la seguridad de que el Estado no avanzará sobre el sector privado. Señalan que la fuga de divisas que se viene dando desde hace un año responde a la desconfianza de muchas empresas de que el Gobierno pretenda transitar hacia “una chavización” de la economía. Por eso piensan pedirle al Gobierno una señal concreta al respecto. La idea es solicitar que se anuncie que en los próximos dos años la Anses irá reduciendo gradualmente sus tenencias accionarias en las empresas. Consultada sobre ese aspecto, una fuente cercana a la Presidenta afirmó “que no tendrían problema en hacerlo si eso sirve para que se termine la paranoia de que el Gobierno quiere ir hacia una estatización de la economía”.
Los temas que el Gobierno ya decidió poner sobre la mesa son los siguientes:
- Política fiscal
Desde el sector agropecuario como desde la oposición política se viene reclamando una rebaja en las retenciones a las exportaciones de granos. La Presidenta es renuente a reducir la alícuota del 35 por ciento sobre la soja porque piensa que generaría una mayor sojización del campo. Para la cosecha 2009/10 se estima que la oleaginosa cubrirá casi el 70 por ciento del área sembrada. De todas maneras está abierta a discutir una rebaja de las retenciones a los demás granos y hasta una reducción escalonada del gravamen a la soja para los pequeños productores. El debate giraría entonces en cómo se cubre el bache fiscal que generaría esa movida. El ministro de Economía les abrirá los números fiscales a los asistentes a la reunión para que conozcan las limitaciones de la actual situación. Una posibilidad que baraja el Ejecutivo es un impuesto a la renta extraordinaria.
- Política financiera
Los sectores productivos, principalmente la UIA, vienen reclamando una rebaja en las tasas de interés que cobran los bancos. Los funcionarios del Gobierno ligados al área económica están de acuerdo. Uno de los ministros aseguró a Página/12 que “no es necesario una fuerte devaluación para reconstruir un marco económico de intenso aliento a la producción. Hay otros factores, como la tasa de interés, que aumentan la productividad”. En el último mes, el presidente del Banco Central, Martín Redrado, mantuvo reuniones con los banqueros para lograr ese objetivo, pero no se llegó a un acuerdo. A partir del fracaso de las negociaciones, el Banco Central redactó una Carta de Buenas Prácticas, que está en manos del secretario legal y técnico, Carlos Zannini, quien ya terminó de redactar el decreto que limitaría las tasas de interés y las comisiones por servicios bancarios. Ante esa avanzada, las cámaras del sector tienen preparada una propuesta para que el Ejecutivo los ayude a reducir sus costos de fondeo e intermediación.
- Política de ingresos
Varios de los principales gremios negociaron durante el primer semestre sumas fijas de aumento. Ahora hay que ver cómo se negocian incrementos salariales definitivos en porcentaje. En el Gobierno consideran esa cuestión como central. “Para acordar salarios, hay que hablar de precios”, señalan en el Ejecutivo. Una posibilidad es reflotar un artículo del Pacto Social que se había diseñado para negociar el año pasado. Este está basado en la política que llevó adelante España durante dos décadas. El plan consiste en proponer un sendero de incremento real de los ingresos, que se vaya actualizando anualmente de acuerdo con la evolución de los precios. En la UIA están de acuerdo con la idea, pero señalan que para eso será imprescindible recobrar la credibilidad del Indec.
- Política social
Desde distintos sectores del arco político se viene reclamando al Gobierno un ingreso universal por hijo. Cuando la economía marchaba a paso acelerado, se creaban empleos y subían los salarios, en el Ejecutivo se pensaba que no era imprescindible. El nuevo escenario internacional y local está haciendo que se vuelva a analizar esa posibilidad. La Presidenta remarcó el viernes el discurso del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en el que sugirió que podría haber conflictos sociales en varios países. El tema es cómo se financia esa asignación y, en esa instancia, se abrirá el debate.
- Comercio internacional
Aunque el país viene consiguiendo una fuerte mejora en su superávit comercial, el saldo positivo está fuertemente relacionado con la caída de las importaciones, que se debe, en gran parte, al retroceso de la actividad industrial. Pero esta situación se espera que vaya cambiando. Y el país necesita divisas para cumplir con sus compromisos de deuda pública. “¿Qué necesitan para exportar más?” será la pregunta que les hará la ministra de Producción, Débora Giorgi, a los empresarios en el encuentro pactado para esta semana.
Página/12 - Argentina/12/07/2009
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