Otra lectura de Bush versus Putin
Opinión
Jaime Richart (especial para ARGENPRESS.info)
Ya sabemos cuál es la óptica aplicada por políticos y medios de los países occidentales a la realidad yanqui. Los periódicos dan a todo esto un sesgo repulsivamente parcial simplemente porque sí, no porque no existan otros enfoques. En Internet debemos hacer esfuerzos para responder a la sinrazón y a la prepotencia de los manipuladores de conciencias. Y a eso me dedico...
La repugnancia que me produce la Europa que aspira a través de una Constitución política que nunca llega (y que en determinado momento, como mal menor, yo defendí y sigo defendiendo para dotarle precisamente de un aglutinante formal del que carece) viene de esta pusilanimidad de los países atlantistas europeos, que alimenta la Gran Bretaña en su papel cómplice, respecto al poderío depredador de Estados Unidos.
Está muy claro, de paso, que la pujanza del imperio se potenció a raíz del desmoronamiento de la Unión Soviética. Pero es que luego el desmembramiento en países nuevos en Europa surgidos de aquélla de la que orbitaban, ha permitido a estos indeseables, para sus invasiones asiáticas, hablar ampulosamente de Comunidad internacional cuando a eso y a ellos (en otro momento con España e Italia) se reduce en buena parte. Desde luego Chequia y Polonia son buena prueba de dos naciones de esas, donde Estados Unidos hace mangas y capirotes para emplazar su armamento disuasorio frente a Rusia que no forma parte de la OTAN: una manera de amenazarla o acogotarla con la excusa de que esas plataformas de misiles forman parte de la defensa de sus aliados...
Putin será lo que queramos que sea y podemos pasarle la factura de sus muchos gestos totalitarios. Pero en la vida y en la política en todo hay grados. Y al igual que en España PSOE y PP, siendo al final derecha que defiende el mismo sistema, son incomparables el estilo, las consecuencias, los planteamientos y efectos en uno u otro partido, no vamos a comparar las barbaridades y propósitos de Putin y de Rusia con respecto al globo, con las del nauseabundo Bush y su rehata de neocons detrás.
Ahora Estados Unidos, a través del súcubo Rice, dice en Oslo que con los antimisiles en Polonia y Chequia defiende a los aliados porque es 'a su país a quien corresponde preocuparse por la seguridad de los aliados'.
¿De quién defiende Estados Unidos a los aliados en Europa? ¿Cuál es el enemigo potencial de Europa de cuya amenaza deba ser Estados Unidos el encargado de proteger?
Esta es otra más de las maniobras indignantes de ese odioso país que la mayor parte del planeta desea ya reviente por los aires. Esas peliculeras, calcada a las infamias de aquellos criminales sueltos de Chicago en los años 30, conocidas a través del cine negro hollywoodense. Aquéllos que en los años de la Ley Seca exigían a punta de pistola cuantiosos pagos a los dueños de los clubs de juego y alterne justo para defenderles de ellos mismos.
Ahora los mandamases del país de las barras y las estrellas, siguiendo, una vez más, los guiones más tópicos de su propio cine, instala antimisiles orientados a Rusia para asentar sus reales en Europa, para advertir a Rusia como enemigo en potencia y para defender al final a la propia Europa de las amenazas de ellos, de los imperialistas mismos. Todo, siguiendo otro guión: el del dr. No que se propone dominar de punta a cabo al mundo entero.
A Putin y a los demás nos van a venir con otros cuentos...
ARGENPRESS.info
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