El 11-S como alivio de la presión de Estados Unidos sobre los países de su entorno
No se puede hablar de Latinoamérica sin tener en cuenta a Estados Unidos. Los dos primeros conferenciantes de los Encontros da Fundación Carlos Casares sobre la situación del subcontinente americano dejaron claro que la peculiar relación que los norteamericanos mantienen con lo que consideran su «patio trasero» ha cambiado en los últimos años, pero estos siguen bajo la presión que ejercen los sucesivos Gobiernos de Washington.
Tanto Carlos Taibo, en la sesión matinal, como Roberto Mansilla, en la de la tarde, señalaron un cambio tras el 11-S y la concentración de la política internacional norteamericana en Oriente Medio y el consecuente aligeramiento de la presión de Estados Unidos sobre la región. Una presión que, según ambos especialistas en política internacional, no ha desaparecido, sino que ha cambiado de intensidad y, solo en cierto sentido, de orientación.
Para Taibo, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, el carácter marcadamente «energético» de la actuación internacional norteamericana trasladó su atención hacia Oriente Medio, lo que permitió la aparición de alternativas en países como Brasil, Venezuela o Bolivia y los giros hacia la izquierda en Argentina o Chile. Según Taibo, este alivio en la presión también tiene relación con que, salvo en el caso de Venezuela, y de manera muy marcada en Brasil, «os Estados Unidos entenden que a situación non ofrece riscos para a súa hexemonía porque as alternativas están asumidas no sistema». Carlos Taibo también abordó la cuestión de los Gobiernos calificados de populistas en algunos países del sur de América. Para el profesor, la calificación o no de populismo depende de la perspectiva y de juzgar desde otros sistemas que «poñen o cualificativo para aqueles gobernos que non gustan e utilizan métodos de comunicación que poden ser exóticos para Occidente, pero que son eficaces en Venezuela».
Mansilla, venezolano afincado en Galicia y miembro del Igadi (Instituto Galego de Análise e Documentación), realizó en su intervención un mapa de las nuevas situaciones de América Latina con dos países que marcan nuevas rutas. Por un lado, «Brasil como primeira potencia latinoamericana con vocación de asumir ese papel», y por otro, la «intensa actividade de Chávez como un dos actores políticos fundamentais da zona». Mansilla señaló la importancia de los cambios económicos y la posibilidad de algunos países iberoamericanos de convertirse en socios comerciales de China propiciando una mayor independencia respecto al peso económico de Estados Unidos sobre los países del sur.
Tanto Carlos Taibo, en la sesión matinal, como Roberto Mansilla, en la de la tarde, señalaron un cambio tras el 11-S y la concentración de la política internacional norteamericana en Oriente Medio y el consecuente aligeramiento de la presión de Estados Unidos sobre la región. Una presión que, según ambos especialistas en política internacional, no ha desaparecido, sino que ha cambiado de intensidad y, solo en cierto sentido, de orientación.
Para Taibo, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, el carácter marcadamente «energético» de la actuación internacional norteamericana trasladó su atención hacia Oriente Medio, lo que permitió la aparición de alternativas en países como Brasil, Venezuela o Bolivia y los giros hacia la izquierda en Argentina o Chile. Según Taibo, este alivio en la presión también tiene relación con que, salvo en el caso de Venezuela, y de manera muy marcada en Brasil, «os Estados Unidos entenden que a situación non ofrece riscos para a súa hexemonía porque as alternativas están asumidas no sistema». Carlos Taibo también abordó la cuestión de los Gobiernos calificados de populistas en algunos países del sur de América. Para el profesor, la calificación o no de populismo depende de la perspectiva y de juzgar desde otros sistemas que «poñen o cualificativo para aqueles gobernos que non gustan e utilizan métodos de comunicación que poden ser exóticos para Occidente, pero que son eficaces en Venezuela».
Mansilla, venezolano afincado en Galicia y miembro del Igadi (Instituto Galego de Análise e Documentación), realizó en su intervención un mapa de las nuevas situaciones de América Latina con dos países que marcan nuevas rutas. Por un lado, «Brasil como primeira potencia latinoamericana con vocación de asumir ese papel», y por otro, la «intensa actividade de Chávez como un dos actores políticos fundamentais da zona». Mansilla señaló la importancia de los cambios económicos y la posibilidad de algunos países iberoamericanos de convertirse en socios comerciales de China propiciando una mayor independencia respecto al peso económico de Estados Unidos sobre los países del sur.
-
La Voz de Galicia - Eespaña/27/09/2007
No hay comentarios:
Publicar un comentario