Pobreza sin precedentes
03/09/2007
David Cronin
Rebelión
Rebelión
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La pobreza en los territorios palestinos ocupados por Israel alcanzó "niveles sin precedentes" porque han estado bajo un "cerco económico" por más de siete años, alertó la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad).
En 2006, el número de palestinos que vivían en "extrema pobreza" casi se duplicó a más de un millón. Cerca de 46 por ciento de los empleados públicos no pueden comprar los alimentos para sus necesidades básicas, mientras que 53 por ciento de los hogares en Gaza sufrieron una caída en sus ingresos el año pasado a menos de la mitad. Esta información está contenida en un informe divulgado el jueves por la Unctad. El estudio señala que la política israelí de "separar" a las autoridades palestinas del mundo árabe y de los mercados, restringiendo el movimiento de las personas y de los bienes, "exprimió la economía a un tamaño menor que hace una década". La dependencia palestina de las importaciones aumentó 86 por ciento el año pasado. La Unctad criticó la resistencia de Israel a entregar más de 800 millones de dólares en concepto de impuestos que recogió a nombre de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en 2006. Debido a esta negativa, la segunda desde 2002, las ganancias de las autoridades palestinas disminuyeron a menos de 600 millones de dólares, la mitad de lo que tenían en 2005. La publicación del informe coincidió con la celebración de una conferencia en Bruselas, auspiciada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), sobre la crisis en Medio Oriente. Ese encuentro, que contó con la presencia de activistas del movimiento internacional de solidaridad con los palestinos, fue descrito en algunos medios de prensa como "antiisraelí". Esta crítica fue rechazada por Paul Badji, diplomático senegalés que preside el Comité de la ONU sobre el Ejercicio de los Derechos Inalienables del Pueblo Palestino. "No es antiisraelí defender los derechos de los palestinos", subrayó. Leila Shahid, delegada general de la ANP ante la Unión Europea (UE), señaló en la conferencia que han pasado 40 años desde que Israel comenzó "la más larga ocupación de la historia contemporánea". Israel tomó control de Gaza y Cisjordania en la Guerra de los Seis Días, en 1967. Al leer una declaración del presidente palestino Mahmoud Abbas, Shahid dijo que, con la creación de 550 puestos de vigilancia permanentes y móviles, Israel convirtió a Cisjordania "en un grupo de cantones aislados, mientras que continúan los asesinatos selectivos y más de 11.000 palestinos, incluyendo a representantes electos y miembros de concejos municipales, languidecen en prisión". Pierre Galand, de la Coordinación Europea de Comités y Asociaciones para Palestina, dijo no creer que el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y su administración pudiera "hacer la paz otorgando 30.000 millones de dólares en ayuda militar a Israel, un incremento de casi un cuarto de la asistencia para los próximos 10 años". "Tampoco creemos que Alemania haya contribuido a la paz en Medio Oriente cuando envió (a Israel), en agosto de 2006, durante la guerra en Líbano, dos submarinos de capacidad nuclear y con un radio de acción de 4.500 kilómetros", añadió. Sin embargo, Riyad Mansour, el enviado de la ANP ante la ONU, destacó los esfuerzos de Washington para realizar una conferencia de paz para Medio Oriente. "No hay dudas de que Estados Unidos es un país muy poderoso y muy influyente en nuestra región", dijo a IPS. "Por lo tanto, su participación en el auspicio de una conferencia para el otoño (boreal) podría ser muy constructiva. Podría ayudar a hacer que todas las partes del conflicto se muevan en la dirección correcta", agregó. Jamal Juma, coordinador de la Campaña contra la Muralla Apartheid en Jerusalén, condenó la "valla de seguridad" de 760 kilómetros de largo que Israel construye en Cisjordania. La barrera está siendo edificada a pesar de que la Corte Internacional de Justicia con sede en La Haya declaró en 2004 que violaba los derechos de la población palestina. "En los hechos, lo que Israel está creando es un sistema de guetos peor que el apartheid (régimen de segregación racial en perjuicio de la mayoría negra) en Sudáfrica", dijo Juma. Angela Godfrey-Goldstein, del Comité Israelí contra las Demoliciones de Casas, señaló que tanto el ex presidente sudafricano Nelson Mandela (1994-1999) como el arzobispo sudafricano Desmond Tutu, ambos premios Nobel de la Paz, trazaron paralelos entre el sufrimiento de los palestinos y el que padeció la población de su país durante el apartheid. Godfrey-Goldstein llamó a realizar un boicot internacional contra Israel similar a las sanciones económicas que impusieron varios gobiernos contra Sudáfrica en los años 80. Clare Short, ex secretaria de Estado para el Desarrollo Internacional de Gran Bretaña, dijo que Israel había arrasado con 18.000 hogares palestinos desde 1967, y que "cada demolición era un crimen de guerra". Short indicó que un acuerdo de libre comercio entre Israel y la UE contenía cláusulas relacionadas con el respeto de los derechos humanos. La británica preguntó por qué éstas nunca habían sido invocadas para "insistir en la responsabilidad de Israel ante el derecho internacional". El portavoz de la organización Unidos Contra el Sionismo, el rabino neoyorquino Yisroel Dovid Weiss, dijo que la conducta de las fuerzas israelíes en los territorios palestinos contribuye al aumento del antisemitismo. También dijo discrepar con los políticos israelíes que citan el Holocausto nazi para defender los ataques contra los palestinos, que consideran necesarios para proteger la seguridad de Israel. "El Estado de Israel no le está haciendo un favor a los judíos. Mis abuelos murieron en (el campo de concentración nazi de) Auschwitz, y no es correcto desenterrarlos para oprimir al pueblo palestino. No deben ser usados como títeres", dijo a IPS.
La pobreza en los territorios palestinos ocupados por Israel alcanzó "niveles sin precedentes" porque han estado bajo un "cerco económico" por más de siete años, alertó la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad).
En 2006, el número de palestinos que vivían en "extrema pobreza" casi se duplicó a más de un millón. Cerca de 46 por ciento de los empleados públicos no pueden comprar los alimentos para sus necesidades básicas, mientras que 53 por ciento de los hogares en Gaza sufrieron una caída en sus ingresos el año pasado a menos de la mitad. Esta información está contenida en un informe divulgado el jueves por la Unctad. El estudio señala que la política israelí de "separar" a las autoridades palestinas del mundo árabe y de los mercados, restringiendo el movimiento de las personas y de los bienes, "exprimió la economía a un tamaño menor que hace una década". La dependencia palestina de las importaciones aumentó 86 por ciento el año pasado. La Unctad criticó la resistencia de Israel a entregar más de 800 millones de dólares en concepto de impuestos que recogió a nombre de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en 2006. Debido a esta negativa, la segunda desde 2002, las ganancias de las autoridades palestinas disminuyeron a menos de 600 millones de dólares, la mitad de lo que tenían en 2005. La publicación del informe coincidió con la celebración de una conferencia en Bruselas, auspiciada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), sobre la crisis en Medio Oriente. Ese encuentro, que contó con la presencia de activistas del movimiento internacional de solidaridad con los palestinos, fue descrito en algunos medios de prensa como "antiisraelí". Esta crítica fue rechazada por Paul Badji, diplomático senegalés que preside el Comité de la ONU sobre el Ejercicio de los Derechos Inalienables del Pueblo Palestino. "No es antiisraelí defender los derechos de los palestinos", subrayó. Leila Shahid, delegada general de la ANP ante la Unión Europea (UE), señaló en la conferencia que han pasado 40 años desde que Israel comenzó "la más larga ocupación de la historia contemporánea". Israel tomó control de Gaza y Cisjordania en la Guerra de los Seis Días, en 1967. Al leer una declaración del presidente palestino Mahmoud Abbas, Shahid dijo que, con la creación de 550 puestos de vigilancia permanentes y móviles, Israel convirtió a Cisjordania "en un grupo de cantones aislados, mientras que continúan los asesinatos selectivos y más de 11.000 palestinos, incluyendo a representantes electos y miembros de concejos municipales, languidecen en prisión". Pierre Galand, de la Coordinación Europea de Comités y Asociaciones para Palestina, dijo no creer que el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y su administración pudiera "hacer la paz otorgando 30.000 millones de dólares en ayuda militar a Israel, un incremento de casi un cuarto de la asistencia para los próximos 10 años". "Tampoco creemos que Alemania haya contribuido a la paz en Medio Oriente cuando envió (a Israel), en agosto de 2006, durante la guerra en Líbano, dos submarinos de capacidad nuclear y con un radio de acción de 4.500 kilómetros", añadió. Sin embargo, Riyad Mansour, el enviado de la ANP ante la ONU, destacó los esfuerzos de Washington para realizar una conferencia de paz para Medio Oriente. "No hay dudas de que Estados Unidos es un país muy poderoso y muy influyente en nuestra región", dijo a IPS. "Por lo tanto, su participación en el auspicio de una conferencia para el otoño (boreal) podría ser muy constructiva. Podría ayudar a hacer que todas las partes del conflicto se muevan en la dirección correcta", agregó. Jamal Juma, coordinador de la Campaña contra la Muralla Apartheid en Jerusalén, condenó la "valla de seguridad" de 760 kilómetros de largo que Israel construye en Cisjordania. La barrera está siendo edificada a pesar de que la Corte Internacional de Justicia con sede en La Haya declaró en 2004 que violaba los derechos de la población palestina. "En los hechos, lo que Israel está creando es un sistema de guetos peor que el apartheid (régimen de segregación racial en perjuicio de la mayoría negra) en Sudáfrica", dijo Juma. Angela Godfrey-Goldstein, del Comité Israelí contra las Demoliciones de Casas, señaló que tanto el ex presidente sudafricano Nelson Mandela (1994-1999) como el arzobispo sudafricano Desmond Tutu, ambos premios Nobel de la Paz, trazaron paralelos entre el sufrimiento de los palestinos y el que padeció la población de su país durante el apartheid. Godfrey-Goldstein llamó a realizar un boicot internacional contra Israel similar a las sanciones económicas que impusieron varios gobiernos contra Sudáfrica en los años 80. Clare Short, ex secretaria de Estado para el Desarrollo Internacional de Gran Bretaña, dijo que Israel había arrasado con 18.000 hogares palestinos desde 1967, y que "cada demolición era un crimen de guerra". Short indicó que un acuerdo de libre comercio entre Israel y la UE contenía cláusulas relacionadas con el respeto de los derechos humanos. La británica preguntó por qué éstas nunca habían sido invocadas para "insistir en la responsabilidad de Israel ante el derecho internacional". El portavoz de la organización Unidos Contra el Sionismo, el rabino neoyorquino Yisroel Dovid Weiss, dijo que la conducta de las fuerzas israelíes en los territorios palestinos contribuye al aumento del antisemitismo. También dijo discrepar con los políticos israelíes que citan el Holocausto nazi para defender los ataques contra los palestinos, que consideran necesarios para proteger la seguridad de Israel. "El Estado de Israel no le está haciendo un favor a los judíos. Mis abuelos murieron en (el campo de concentración nazi de) Auschwitz, y no es correcto desenterrarlos para oprimir al pueblo palestino. No deben ser usados como títeres", dijo a IPS.
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