Un blindaje ante la crisis
Banco del Sur: Alternativa frente a la crisis económica mundial
La iniciativa del Banco del Sur, impulsada por el presidente venezolano Hugo Chávez, surge hoy como una alternativa real ante las turbulencias en los mercados financieros internacionales por la crisis de los créditos de alto riesgo. Noviembre se perfila como la fecha decisiva para el nacimiento de la nueva institución con la participación de Venezuela, Ecuador, Argentina y Bolivia, a los cuales podría sumarse Brasil. Venezuela lanzó una alerta tras revelar sus autoridades que se estudian un conjunto de medidas para proteger al país de un gran terremoto financiero que afectaría al mundo entero.
El mas reciente intercambio entre Chávez y el mandatario brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, puso de manifiesto el interés del gigante sudamericano en el proyecto, si bien están pendientes elementos de carácter técnico para concretar ese paso.
Para los defensores de la iniciativa, el Banco del Sur seria un excelente mecanismo de protección frente al peligro que representa la enorme volatilidad en el ámbito financiero y bursátil mundial.
Venezuela lanzó un alerta en ese sentido, tras revelar sus autoridades que se estudian un conjunto de medidas para proteger al país de un gran terremoto financiero que afectaría al mundo entero.
El propio Chávez señaló que en las últimas semanas la Reserva Federal norteamericana (FED) se vio obligada a inyectar unos 300 mil millones de dólares para evitar el colapso del billete verde.
Incluso, un recorte de medio punto en las tasas de interés resultó insuficiente en los esfuerzos por frenar el desplome de la moneda estadounidense, en franco retroceso frente a competidores como el euro y el yen.
El estadista responsabilizó a la administración de Washington con la situación actual al recortar los impuestos a los ricos y situar bajas tasas de interés para los préstamos.
Ahora se han elevado los tipos de interés, expresó, y sus efectos se extienden sobre los créditos, con la amenaza de que pueden generar una debacle y más miseria, hambre y convulsiones muy graves.
Con el Banco del Sur, las naciones miembros tendrían la oportunidad de incorporar sus reservas y retirarlas de las instituciones del Norte, además de favorecer el pleno aprovechamiento de los capitales para proyectos de desarrollo y bienestar social.
Además, serviría como una especie de blindaje ante la presencia de un panorama donde las potencias industrializadas colocan miles de millones de dólares para apuntalar a las bolsas de valores.
Muchos recuerdan aun las turbulencias generadas en el Sudeste Asiático en los años 90 del pasado siglo y que extendieron su influencia a mercados emergentes de Europa y América Latina.
El origen de la actual volatilidad encontró su detonante en los impagos surgidos en el sector inmobiliario y crediticio de Estados Unidos, sobre todo en instrumentos financieros como las llamadas hipotecas de alto riesgo.
Por lo general, esos financiamientos tienen diversas características y se orientan a personas imposibilitadas de adquirir viviendas al no calificar para otros tipos de préstamos.
El mas reciente intercambio entre Chávez y el mandatario brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, puso de manifiesto el interés del gigante sudamericano en el proyecto, si bien están pendientes elementos de carácter técnico para concretar ese paso.
Para los defensores de la iniciativa, el Banco del Sur seria un excelente mecanismo de protección frente al peligro que representa la enorme volatilidad en el ámbito financiero y bursátil mundial.
Venezuela lanzó un alerta en ese sentido, tras revelar sus autoridades que se estudian un conjunto de medidas para proteger al país de un gran terremoto financiero que afectaría al mundo entero.
El propio Chávez señaló que en las últimas semanas la Reserva Federal norteamericana (FED) se vio obligada a inyectar unos 300 mil millones de dólares para evitar el colapso del billete verde.
Incluso, un recorte de medio punto en las tasas de interés resultó insuficiente en los esfuerzos por frenar el desplome de la moneda estadounidense, en franco retroceso frente a competidores como el euro y el yen.
El estadista responsabilizó a la administración de Washington con la situación actual al recortar los impuestos a los ricos y situar bajas tasas de interés para los préstamos.
Ahora se han elevado los tipos de interés, expresó, y sus efectos se extienden sobre los créditos, con la amenaza de que pueden generar una debacle y más miseria, hambre y convulsiones muy graves.
Con el Banco del Sur, las naciones miembros tendrían la oportunidad de incorporar sus reservas y retirarlas de las instituciones del Norte, además de favorecer el pleno aprovechamiento de los capitales para proyectos de desarrollo y bienestar social.
Además, serviría como una especie de blindaje ante la presencia de un panorama donde las potencias industrializadas colocan miles de millones de dólares para apuntalar a las bolsas de valores.
Muchos recuerdan aun las turbulencias generadas en el Sudeste Asiático en los años 90 del pasado siglo y que extendieron su influencia a mercados emergentes de Europa y América Latina.
El origen de la actual volatilidad encontró su detonante en los impagos surgidos en el sector inmobiliario y crediticio de Estados Unidos, sobre todo en instrumentos financieros como las llamadas hipotecas de alto riesgo.
Por lo general, esos financiamientos tienen diversas características y se orientan a personas imposibilitadas de adquirir viviendas al no calificar para otros tipos de préstamos.
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Prensa Latina(Mario Esquivel)/ inSurGente/25/09/2007
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