RPDC: Sacrificios y logros
Manuel Navarro Escobedo
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Redacción Central, 9 oct (PL) El Partido del Trabajo de Corea (PTC) arriba ahora a su 62 aniversario enfrascado en fortalecer los cimientos ideológico, político y militar de la población para garantizar la soberanía, independencia y victoria del socialismo.
Fundado el 10 de octubre de 1945, dos meses después de la liberación de la Península de los colonialistas japoneses, la agrupación política coreana cuenta con una tradición de lucha antiimperialista, que arranca desde la constitución del Partido Comunista, en abril de 1925.
En su primera etapa, la organización gobernante bajo la dirección del líder Kim Il Sung enfrentó la erradicación de los nexos feudales existentes, y luego inició la cooperativización de la economía individual campesina y la transformación socialista del comercio y la industria privada.
Durante la denominada Guerra de Corea (1950-1953), lanzada por Estados Unidos, movilizó todos los recursos materiales y humanos y derrotó a más de dos millones de efectivos enemigos, equipados con armamento moderno.
Tras concluir el conflicto, el PTC emprendió la reconstrucción económica en el Norte donde en pocos anos emergieron de las ruinas modernas ciudades y fábricas, comunas, cooperativas agrícolas y desarrolló el movimiento Chenlima.
Así, bajo su dirección se desarolló el Plan trienal de rehabilitación de postguerra (1954-56), el quinquenal (1957-61) para el fomento de la economía nacional y el septenal (1961-67) por el cual Corea Democrática se convirtió en un estado industrial desarrollado.
En los restantes planes económicos, las directrices políticas se encaminaron fundamentalmente hacia la elevación de las capacidades productivas y el mejoramiento de las condiciones de vida de los trabajadores.
Ese desarrollo sostenido se afectó en los últimos anos, en especial a partir de 1994, debido a fenómenos climatológicos que destruyeron sembrados agrícolas, viviendas, infraestructuras y pérdidas humanas en varias regiones productoras.
Los daños materiales sumaron miles de millones de dólares y se perdieron millones de toneladas de cereales, que gravitaron fuertemente en los planes socioeconómicos.
En la actualidad, el PTC con la dirección de su secretario general Kim Jong Il encamina sus acciones a restañar las heridas infringidas por la naturaleza para proseguir su camino en el desarrollo económico e industrial y reforzar sus capacidades defensivas.
Del otro lado, la organización rectora coreana despliega una ingente labor de paz, dirigida hacia la reunificación pacífica e independiente de la Península.
Obstaculizada ésta por Estados Unidos, que mantiene 38 mil soldados equipados con la más moderna técnica de combate, incluida nuclear, en el Sur.
Ese anhelo de unión nacional se perfila como un futuro prometedor tras figurar reflejado en la declaración conjunta del 4 de octubre en Pyongyang para la paz y prosperidad firmados por los máximos líderes políticos del Norte, Kim Jong Il, y del Sur, Roh Moo Hyun.
En esa histórica resolución Kim y Roh prometieron trabajar por la confianza y el respeto mutuo, pasando por encima de las diferencias en las respectivas ideologías y sistemas políticos.
Una vez sentados estos dos preceptos, ambos estadistas acordaron cooperar en los esfuerzos para finalizar la hostilidad militar, garantizar la distensión y la paz en la península, y resolver las disputas a través del diálogo y la negociación.
En este contexto, los dos gobiernos comparten la opinión de la necesidad de sustituir el Tratado de Armisticio, vigente desde el fin del conflicto en 1953, por uno de Paz duradera en la Península./lac mne
Redacción Central, 9 oct (PL) El Partido del Trabajo de Corea (PTC) arriba ahora a su 62 aniversario enfrascado en fortalecer los cimientos ideológico, político y militar de la población para garantizar la soberanía, independencia y victoria del socialismo.
Fundado el 10 de octubre de 1945, dos meses después de la liberación de la Península de los colonialistas japoneses, la agrupación política coreana cuenta con una tradición de lucha antiimperialista, que arranca desde la constitución del Partido Comunista, en abril de 1925.
En su primera etapa, la organización gobernante bajo la dirección del líder Kim Il Sung enfrentó la erradicación de los nexos feudales existentes, y luego inició la cooperativización de la economía individual campesina y la transformación socialista del comercio y la industria privada.
Durante la denominada Guerra de Corea (1950-1953), lanzada por Estados Unidos, movilizó todos los recursos materiales y humanos y derrotó a más de dos millones de efectivos enemigos, equipados con armamento moderno.
Tras concluir el conflicto, el PTC emprendió la reconstrucción económica en el Norte donde en pocos anos emergieron de las ruinas modernas ciudades y fábricas, comunas, cooperativas agrícolas y desarrolló el movimiento Chenlima.
Así, bajo su dirección se desarolló el Plan trienal de rehabilitación de postguerra (1954-56), el quinquenal (1957-61) para el fomento de la economía nacional y el septenal (1961-67) por el cual Corea Democrática se convirtió en un estado industrial desarrollado.
En los restantes planes económicos, las directrices políticas se encaminaron fundamentalmente hacia la elevación de las capacidades productivas y el mejoramiento de las condiciones de vida de los trabajadores.
Ese desarrollo sostenido se afectó en los últimos anos, en especial a partir de 1994, debido a fenómenos climatológicos que destruyeron sembrados agrícolas, viviendas, infraestructuras y pérdidas humanas en varias regiones productoras.
Los daños materiales sumaron miles de millones de dólares y se perdieron millones de toneladas de cereales, que gravitaron fuertemente en los planes socioeconómicos.
En la actualidad, el PTC con la dirección de su secretario general Kim Jong Il encamina sus acciones a restañar las heridas infringidas por la naturaleza para proseguir su camino en el desarrollo económico e industrial y reforzar sus capacidades defensivas.
Del otro lado, la organización rectora coreana despliega una ingente labor de paz, dirigida hacia la reunificación pacífica e independiente de la Península.
Obstaculizada ésta por Estados Unidos, que mantiene 38 mil soldados equipados con la más moderna técnica de combate, incluida nuclear, en el Sur.
Ese anhelo de unión nacional se perfila como un futuro prometedor tras figurar reflejado en la declaración conjunta del 4 de octubre en Pyongyang para la paz y prosperidad firmados por los máximos líderes políticos del Norte, Kim Jong Il, y del Sur, Roh Moo Hyun.
En esa histórica resolución Kim y Roh prometieron trabajar por la confianza y el respeto mutuo, pasando por encima de las diferencias en las respectivas ideologías y sistemas políticos.
Una vez sentados estos dos preceptos, ambos estadistas acordaron cooperar en los esfuerzos para finalizar la hostilidad militar, garantizar la distensión y la paz en la península, y resolver las disputas a través del diálogo y la negociación.
En este contexto, los dos gobiernos comparten la opinión de la necesidad de sustituir el Tratado de Armisticio, vigente desde el fin del conflicto en 1953, por uno de Paz duradera en la Península./lac mne
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Prensa Latina - Cuba/09/10/2007
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