ELECCIONES-EEUU: Un halcón corteja a las palomas
Por Ali Gharib
-
WASHINGTON (IPS) - Las aspiraciones presidenciales del senador John McCain parecían diluirse hace apenas unos pocos meses. Ahora se consolida como el candidato casi seguro del gobernante Partido Republicano para las elecciones de noviembre en Estados Unidos.
Sin fondos, desalentado, figuraba en las encuestas muy por detrás de otras figuras republicanas como el ex alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, y del actor Fred Thompson. Ambos ya han abandonado la carrera. Todo cambió a comienzos de enero, cuando McCain superó a sus rivales en las elecciones internas del nororiental estado de New Hampshire. Este martes salió victorioso de la maratón de pujas partidarias en 22 estados, que lo dejaron como el más probable candidato republicano. Este jueves, otro de sus rivales, el ex gobernador del también nororiental estado de Massachusetts Mitt Romney, abandonó la carrera. "En este tiempo de guerra no puedo permitir que mi campaña ayude a rendirse ante el terrorismo", dijo para justificar su deserción. Así las cosas, parece que McCain es el candidato de los republicanos para aspirar a convertirse en el próximo "presidente guerrero". McCain aspira a seguir los pasos del fallecido actor Ronald Reagan, presidente entre 1981 y 1989, quien también se había divorciado de su primera esposa y llegó a la presidencia a los 69 años. McCain tiene 72. En su campaña propone, básicamente, seguir la línea del presidente George W. Bush en material de política exterior. Tal como lo reconoció Romney en su discurso al abandonar la carrera, McCain tiene una visión neoconservadora y se presenta a sí mismo como el candidato militarista capaz de resguardar la seguridad nacional contra los "extremistas radicales islámicos". El senador pasó 23 años de su vida en la armada, cinco de ellos como prisionero de guerra en Vietnam, donde sufrió intensas torturas. En una ocasión se negó a ser liberado a raíz de un acuerdo propiciado por sus vínculos familiares, para presionar por la liberación de todos sus compañeros de prisión. A pesar de sus críticas a la conducción de la guerra en Iraq y a la calidad de la información de inteligencia que llevó a Estados Unidos a invadir ese país, McCain se mantuvo en una posición de "mano dura" desde el inicio de la guerra en marzo de 2003. También apoyó sin reservas la estrategia de Bush de elevar la presencia militar estadounidense en Iraq. Su candidatura cosechó los frutos del éxito relativo de esa estrategia. Cuando le preguntaron sobre la posibilidad de una ocupación militar de Iraq durante 50 años, respondió: "Que sean 100, está bien para mí." En cuanto a Irán, "cree que el conflicto y la guerra son inevitables", señaló Steve Clemons, del centro de estudios Fundación Nueva América, con sede en Washington. "Ha sido increíblemente temerario en lo que se refiere a la guerra y el despliegue del poderío militar de Estados Unidos." Cuando, en el marco de la "guerra contra el terrorismo", se hicieron públicos casos de tortura a prisioneros, McCain criticó a Bush. Pero cuando la Corte Suprema rechazó las detenciones secretas, métodos de interrogación y juicios castrenses a sospechosos de terrorismo defendidos por el presidente, se doblegó ante la presión de la derecha y llegó a apoyar la suspensión del hábeas corpus. La irrupción de McCain como el seguro candidato republicano creó algunos problemas internos, en especial resistencias de ultraconservadores y la derecha religiosa por su oposición a reformar la Constitución para prohibir los matrimonios de homosexuales o su actitud abierta frente a la investigación de tratamientos médicos con células madre. McCain se refirió hace ocho años a los líderes de la derecha cristiana como "agentes de la intolerancia", pero cedió frente a ellos en 2006, como paso previo al lanzamiento de su candidatura, para aliviar tensiones con el poderoso bloque de votantes republicanos evangelistas. Las cuestiones más preocupantes para el ala más extremista de los republicanos, que más que para ganar una elección ayudan a perderla, también inquietan a los opositores progresistas demócratas, que lo ven como la mayor amenaza en los comicios de noviembre. En la elección presidencial, McCain puede ser una opción atractiva para votantes independientes, que superan en número a los que se identifican con un partido, e incluso para los "moderados" o sin fuertes convicciones tanto en filas demócratas como republicanas. Las encuestas revelado que los votantes no están extremadamente preocupados por la guerra de Iraq, tema en el cual McCain despliega su perfil neoconservador, sino por la amenaza de recesión económica y el acceso a la cobertura de salud. Parece que, una vez más, la elección se dirimirá en torno de asuntos domésticos, no de política exterior. En su larga carrera como senador, McCain rompió filas con su partido en votaciones sobre diversos temas Entre ellos, la reforma de la ley sobre financiamiento de las campañas electorales --que patrocinó sin éxito junto con la senadora demócrata Russell Feingold--, la investigación con células madre, la ampliación del acceso a Internet a través de banda ancha y una posición amigable hacia los inmigrantes de origen latinoamericano. Muchos creen que su batalla junto a la senadora Feingold para reformar el sistema de financiamiento de las campañas fue una suerte de disculpa por su supuesta participación en la quiebra de compañías de ahorro y préstamo a fines de los años 80 y principios de los 90, la cual dejó pérdidas por medio billón de dólares que el Estado debió cubrir. Mientras esas empresas colapsaban por sus temerarias inversiones, similares a las que desataron este año la explosión de la burbuja inmobiliaria y de las hipotecas de alto riesgo, McCain y otros cuatro senadores fueron investigados por el comité de ética de la cámara alta por interferir en el trabajo de los organismos reguladores de las compañías que fueron a la quiebra. Se supo que McCain y sus cuatro pares recibieron 1,3 millones de dólares de Charles Keating Jr., presidente de una de las empresas involucradas. El comité de ética determinó que su conducta fue "cuestionable".
WASHINGTON (IPS) - Las aspiraciones presidenciales del senador John McCain parecían diluirse hace apenas unos pocos meses. Ahora se consolida como el candidato casi seguro del gobernante Partido Republicano para las elecciones de noviembre en Estados Unidos.
Sin fondos, desalentado, figuraba en las encuestas muy por detrás de otras figuras republicanas como el ex alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, y del actor Fred Thompson. Ambos ya han abandonado la carrera. Todo cambió a comienzos de enero, cuando McCain superó a sus rivales en las elecciones internas del nororiental estado de New Hampshire. Este martes salió victorioso de la maratón de pujas partidarias en 22 estados, que lo dejaron como el más probable candidato republicano. Este jueves, otro de sus rivales, el ex gobernador del también nororiental estado de Massachusetts Mitt Romney, abandonó la carrera. "En este tiempo de guerra no puedo permitir que mi campaña ayude a rendirse ante el terrorismo", dijo para justificar su deserción. Así las cosas, parece que McCain es el candidato de los republicanos para aspirar a convertirse en el próximo "presidente guerrero". McCain aspira a seguir los pasos del fallecido actor Ronald Reagan, presidente entre 1981 y 1989, quien también se había divorciado de su primera esposa y llegó a la presidencia a los 69 años. McCain tiene 72. En su campaña propone, básicamente, seguir la línea del presidente George W. Bush en material de política exterior. Tal como lo reconoció Romney en su discurso al abandonar la carrera, McCain tiene una visión neoconservadora y se presenta a sí mismo como el candidato militarista capaz de resguardar la seguridad nacional contra los "extremistas radicales islámicos". El senador pasó 23 años de su vida en la armada, cinco de ellos como prisionero de guerra en Vietnam, donde sufrió intensas torturas. En una ocasión se negó a ser liberado a raíz de un acuerdo propiciado por sus vínculos familiares, para presionar por la liberación de todos sus compañeros de prisión. A pesar de sus críticas a la conducción de la guerra en Iraq y a la calidad de la información de inteligencia que llevó a Estados Unidos a invadir ese país, McCain se mantuvo en una posición de "mano dura" desde el inicio de la guerra en marzo de 2003. También apoyó sin reservas la estrategia de Bush de elevar la presencia militar estadounidense en Iraq. Su candidatura cosechó los frutos del éxito relativo de esa estrategia. Cuando le preguntaron sobre la posibilidad de una ocupación militar de Iraq durante 50 años, respondió: "Que sean 100, está bien para mí." En cuanto a Irán, "cree que el conflicto y la guerra son inevitables", señaló Steve Clemons, del centro de estudios Fundación Nueva América, con sede en Washington. "Ha sido increíblemente temerario en lo que se refiere a la guerra y el despliegue del poderío militar de Estados Unidos." Cuando, en el marco de la "guerra contra el terrorismo", se hicieron públicos casos de tortura a prisioneros, McCain criticó a Bush. Pero cuando la Corte Suprema rechazó las detenciones secretas, métodos de interrogación y juicios castrenses a sospechosos de terrorismo defendidos por el presidente, se doblegó ante la presión de la derecha y llegó a apoyar la suspensión del hábeas corpus. La irrupción de McCain como el seguro candidato republicano creó algunos problemas internos, en especial resistencias de ultraconservadores y la derecha religiosa por su oposición a reformar la Constitución para prohibir los matrimonios de homosexuales o su actitud abierta frente a la investigación de tratamientos médicos con células madre. McCain se refirió hace ocho años a los líderes de la derecha cristiana como "agentes de la intolerancia", pero cedió frente a ellos en 2006, como paso previo al lanzamiento de su candidatura, para aliviar tensiones con el poderoso bloque de votantes republicanos evangelistas. Las cuestiones más preocupantes para el ala más extremista de los republicanos, que más que para ganar una elección ayudan a perderla, también inquietan a los opositores progresistas demócratas, que lo ven como la mayor amenaza en los comicios de noviembre. En la elección presidencial, McCain puede ser una opción atractiva para votantes independientes, que superan en número a los que se identifican con un partido, e incluso para los "moderados" o sin fuertes convicciones tanto en filas demócratas como republicanas. Las encuestas revelado que los votantes no están extremadamente preocupados por la guerra de Iraq, tema en el cual McCain despliega su perfil neoconservador, sino por la amenaza de recesión económica y el acceso a la cobertura de salud. Parece que, una vez más, la elección se dirimirá en torno de asuntos domésticos, no de política exterior. En su larga carrera como senador, McCain rompió filas con su partido en votaciones sobre diversos temas Entre ellos, la reforma de la ley sobre financiamiento de las campañas electorales --que patrocinó sin éxito junto con la senadora demócrata Russell Feingold--, la investigación con células madre, la ampliación del acceso a Internet a través de banda ancha y una posición amigable hacia los inmigrantes de origen latinoamericano. Muchos creen que su batalla junto a la senadora Feingold para reformar el sistema de financiamiento de las campañas fue una suerte de disculpa por su supuesta participación en la quiebra de compañías de ahorro y préstamo a fines de los años 80 y principios de los 90, la cual dejó pérdidas por medio billón de dólares que el Estado debió cubrir. Mientras esas empresas colapsaban por sus temerarias inversiones, similares a las que desataron este año la explosión de la burbuja inmobiliaria y de las hipotecas de alto riesgo, McCain y otros cuatro senadores fueron investigados por el comité de ética de la cámara alta por interferir en el trabajo de los organismos reguladores de las compañías que fueron a la quiebra. Se supo que McCain y sus cuatro pares recibieron 1,3 millones de dólares de Charles Keating Jr., presidente de una de las empresas involucradas. El comité de ética determinó que su conducta fue "cuestionable".
-
IPS Noticias - Uruguay/09/02/2008
No hay comentarios:
Publicar un comentario