Historiador cree que la CIA saboteó una carga de autobuses para Cuba en 1964
Un historiador naval cree que un barco de carga que llevaba 42 autobuses británicos para Cuba fue embestido en el río Támesis en 1964 en un complot de la CIA para hacer cumplir el embargo de EEUU, señala hoy el dominical 'The Observer'.
Según el periódico, el historiador John McGarry ha hallado unos documentos que apoyan las sospechas de algunos académicos en el sentido de que el carguero, el 'MV Magdeburg', de Alemania del Este, fue saboteado a petición de los servicios secretos de EEUU.
El 'MV Magdeburg' había partido del puerto de Dagenham, al este del Támesis, en una fría y nubosa noche de octubre de 1964 con 42 autobuses Leyland con destino a Cuba, una exportación que había sido aprobada por los primeros ministros Alec Douglas-Home (conservador, 1963-64) y Harold Wilson (laborista, 1964-70 y 1974-76).
'The Observer' resalta que Leyland Motors optó por un barco de la antigua Alemania del Este ante la amenaza de EEUU de que pondría en una lista negra a cualquier armador que violara el 'bloqueo de transporte' impuesto en los años sesenta.
Al navegar por el Támesis, el 'MV Magdeburg' fue embestido de noche por el barco japonés 'Yamashiro Maru', pero ninguna persona murió y nadie tuvo que responder por lo ocurrido, señala el artículo del 'Observer', titulado 'La CIA acusada de sabotaje en el Támesis'.
'Fue un accidente', dijo en su día Keith Roms, a cargo de una embarcación remolcadora que trabajaba esa noche en el Támesis.
Sin embargo, John McGarry ha encontrado en los archivos marítimos de la antigua República Democrática Alemana las pruebas aportadas por el capitán británico del 'MV Magdeburg', Gordon Greenfield.
Según Greenfield, el barco japonés violó el derecho internacional al navegar en la dirección contraria y dar señales engañosas.
Al ser localizado ahora, 44 años después del aparente accidente, Greenfield dijo que la visibilidad era buena a pesar de la niebla y que los dos barcos podían verse claramente, agrega el dominical.
El director de la Nueva Fundación de Seguridad de Berlín, Harold Elletson, señaló al diario: 'Sería ingenuo pensar que la CIA no se atrevería a hundir un barco de la Alemania del este en un estuario vital de un aliado de la OTAN. Estaban presionados para obtener resultados puesto que tenían un gran presupuesto para sabotaje'.
Anthony Glees, profesor de estudios de espionaje de la Universidad de Buckingham, dijo: 'El que fuese un hundimiento deliberado no suena totalmente inverosímil'.
Según el periódico, el historiador John McGarry ha hallado unos documentos que apoyan las sospechas de algunos académicos en el sentido de que el carguero, el 'MV Magdeburg', de Alemania del Este, fue saboteado a petición de los servicios secretos de EEUU.
El 'MV Magdeburg' había partido del puerto de Dagenham, al este del Támesis, en una fría y nubosa noche de octubre de 1964 con 42 autobuses Leyland con destino a Cuba, una exportación que había sido aprobada por los primeros ministros Alec Douglas-Home (conservador, 1963-64) y Harold Wilson (laborista, 1964-70 y 1974-76).
'The Observer' resalta que Leyland Motors optó por un barco de la antigua Alemania del Este ante la amenaza de EEUU de que pondría en una lista negra a cualquier armador que violara el 'bloqueo de transporte' impuesto en los años sesenta.
Al navegar por el Támesis, el 'MV Magdeburg' fue embestido de noche por el barco japonés 'Yamashiro Maru', pero ninguna persona murió y nadie tuvo que responder por lo ocurrido, señala el artículo del 'Observer', titulado 'La CIA acusada de sabotaje en el Támesis'.
'Fue un accidente', dijo en su día Keith Roms, a cargo de una embarcación remolcadora que trabajaba esa noche en el Támesis.
Sin embargo, John McGarry ha encontrado en los archivos marítimos de la antigua República Democrática Alemana las pruebas aportadas por el capitán británico del 'MV Magdeburg', Gordon Greenfield.
Según Greenfield, el barco japonés violó el derecho internacional al navegar en la dirección contraria y dar señales engañosas.
Al ser localizado ahora, 44 años después del aparente accidente, Greenfield dijo que la visibilidad era buena a pesar de la niebla y que los dos barcos podían verse claramente, agrega el dominical.
El director de la Nueva Fundación de Seguridad de Berlín, Harold Elletson, señaló al diario: 'Sería ingenuo pensar que la CIA no se atrevería a hundir un barco de la Alemania del este en un estuario vital de un aliado de la OTAN. Estaban presionados para obtener resultados puesto que tenían un gran presupuesto para sabotaje'.
Anthony Glees, profesor de estudios de espionaje de la Universidad de Buckingham, dijo: 'El que fuese un hundimiento deliberado no suena totalmente inverosímil'.
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Terra - España/27/10/2008
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