Expectativa internacional por política automotriz venezolana
Sectores de Brasil y Colombia han expresado su preocupación por el futuro de las masivas exportaciones hacia Venezuela
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Concesionarios esperan saber qué pasará con convenios Aladi y Andino
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EDUARDO CAMEL ANDERSON
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La nueva política automotriz, bajo la cual se restringirán las importaciones de carros en Venezuela, para promover la producción nacional, continúa despertando preocupación en los socios comerciales internacionales del país y en comercializadores locales.
En circular enviada a sus afiliados, la Federación de Asociaciones de Distribuidores de Automotores y Maquinarias de Venezuela (Fadam, que agremia a los concesionarios del país) advierte: "En su contexto la resolución no menciona la producción automotriz amparada bajo el Acuerdo de Cartagena ni de Aladi, en cuanto si tendrán un trato particular o si serán medidas con un baremo distinto al de los autos provenientes de terceros países".
El sector supone que el tema será aclarado en las normas complementarias a las resoluciones, publicadas en la Gaceta Oficial 38.000 del 31 de octubre.
Ya el ministro colombiano de Comercio, Luis Guillermo Plata, dijo a medios y agencias durante el fin de semana que preocupa a su país el que Venezuela esté cerrando cada vez más su economía, y su voz fue secundada por el presidente de la Asociación del Sector Automotor y sus Partes (Asopartes), Tulio Zuloaga, quien precisó que no sólo se afectará al sector de ve- hículos sino al de repuestos
Por su lado, medios de comunicación de Brasil recogen la preocupación del sector productivo carioca, cuyos voceros advierten que la iniciativa venezolana no puede afectar las exportaciones brasileñas al país, y convertirse en blanco de un conflicto comercial dentro del Mercosur, bloque al cual Venezuela está en proceso de ingreso.
Los vehículos y los autopartes son el principal artículo de exportación brasileño hacia Venezuela y las ventas se han duplicado hasta septiembre de este año, frente al mismo período de 2006.
La nueva política automotriz puede entorpecer el ingreso definitivo del país al Mercosur, según lo advertido por el abogado integracionista Mauricio Peres, quien recordó que el sector automotor es junto al de agricultura dos de los temas más sensibles para el bloque sureño, en el cual está vigente un Convenio entre Argentina y Brasil, al cual este último aspiraría a que se incorpore Venezuela.
"Brasil aún no ratifica la adhesión de Venezuela al Mercosur, por lo que las restricciones pueden tomarse como una señal negativa para lo que puede ser el comercio en el futuro".
Por otro lado, "aunque las quejas de Colombia son legítimas", la nueva política no viola las disposiciones de integración comercial andina que aún respeta Venezuela.
Se refiere Peres al Convenio Automotor Andino, suscrito para promover y proteger el comercio regional en este segmento, y el cual tiene un trato diferente al Acuerdo de Cartagena, por lo que Venezuela debe respetarlo cuando menos hasta 2009, de acuerdo a lo establecido por los integrantes, cuando lo renovaron en 1999.
El Acuerdo prevé en su ar- tículo 2 la suspensión de los beneficios, en caso de algún socio justificadamente así lo decida.
"Además, Colombia debe recordar que tanto su gobierno como el de Ecuador han recibido dictámenes de incumplimiento de ese convenio, en tanto que Venezuela siempre ha estado al día con las disposiciones".
Por esta razón, la única salida que ve el jurista, "para evitar distorsiones lamentables en materia comercial, es la negociación, es decir, que las autoridades de ambos países apelen a la buena fe de sus pares".
Agregó que la naturaleza jurídica de las resoluciones de Venezuela son correctivas o restrictivas, pero no discriminatorias, por lo cual, eventualmente, no podrían ser denunciadas en un marco institucional.
EDUARDO CAMEL ANDERSON
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La nueva política automotriz, bajo la cual se restringirán las importaciones de carros en Venezuela, para promover la producción nacional, continúa despertando preocupación en los socios comerciales internacionales del país y en comercializadores locales.
En circular enviada a sus afiliados, la Federación de Asociaciones de Distribuidores de Automotores y Maquinarias de Venezuela (Fadam, que agremia a los concesionarios del país) advierte: "En su contexto la resolución no menciona la producción automotriz amparada bajo el Acuerdo de Cartagena ni de Aladi, en cuanto si tendrán un trato particular o si serán medidas con un baremo distinto al de los autos provenientes de terceros países".
El sector supone que el tema será aclarado en las normas complementarias a las resoluciones, publicadas en la Gaceta Oficial 38.000 del 31 de octubre.
Ya el ministro colombiano de Comercio, Luis Guillermo Plata, dijo a medios y agencias durante el fin de semana que preocupa a su país el que Venezuela esté cerrando cada vez más su economía, y su voz fue secundada por el presidente de la Asociación del Sector Automotor y sus Partes (Asopartes), Tulio Zuloaga, quien precisó que no sólo se afectará al sector de ve- hículos sino al de repuestos
Por su lado, medios de comunicación de Brasil recogen la preocupación del sector productivo carioca, cuyos voceros advierten que la iniciativa venezolana no puede afectar las exportaciones brasileñas al país, y convertirse en blanco de un conflicto comercial dentro del Mercosur, bloque al cual Venezuela está en proceso de ingreso.
Los vehículos y los autopartes son el principal artículo de exportación brasileño hacia Venezuela y las ventas se han duplicado hasta septiembre de este año, frente al mismo período de 2006.
La nueva política automotriz puede entorpecer el ingreso definitivo del país al Mercosur, según lo advertido por el abogado integracionista Mauricio Peres, quien recordó que el sector automotor es junto al de agricultura dos de los temas más sensibles para el bloque sureño, en el cual está vigente un Convenio entre Argentina y Brasil, al cual este último aspiraría a que se incorpore Venezuela.
"Brasil aún no ratifica la adhesión de Venezuela al Mercosur, por lo que las restricciones pueden tomarse como una señal negativa para lo que puede ser el comercio en el futuro".
Por otro lado, "aunque las quejas de Colombia son legítimas", la nueva política no viola las disposiciones de integración comercial andina que aún respeta Venezuela.
Se refiere Peres al Convenio Automotor Andino, suscrito para promover y proteger el comercio regional en este segmento, y el cual tiene un trato diferente al Acuerdo de Cartagena, por lo que Venezuela debe respetarlo cuando menos hasta 2009, de acuerdo a lo establecido por los integrantes, cuando lo renovaron en 1999.
El Acuerdo prevé en su ar- tículo 2 la suspensión de los beneficios, en caso de algún socio justificadamente así lo decida.
"Además, Colombia debe recordar que tanto su gobierno como el de Ecuador han recibido dictámenes de incumplimiento de ese convenio, en tanto que Venezuela siempre ha estado al día con las disposiciones".
Por esta razón, la única salida que ve el jurista, "para evitar distorsiones lamentables en materia comercial, es la negociación, es decir, que las autoridades de ambos países apelen a la buena fe de sus pares".
Agregó que la naturaleza jurídica de las resoluciones de Venezuela son correctivas o restrictivas, pero no discriminatorias, por lo cual, eventualmente, no podrían ser denunciadas en un marco institucional.
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El Universal - Venezuela/06/11/2007
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