La nueva izquierda socialdemócrata en Latinoamérica

11/11/2007

Opinión

Eduardo L. Lamphrey R. *

Estrella de Panamá

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La socialdemocracia es una ideología política de origen marxista que promueve reformas económicas, sociales y políticas que mitiguen los efectos negativos del capitalismo. Actualmente defiende el rol del Estado como principal prestador de servicios sociales y aborda los temas valóricos desde un prisma progresista. Los socialdemócratas se caracterizan por sus políticas reformistas ligadas a la participación ciudadana, a la protección del medioambiente y a la integración de minorías sociales en las democracias modernas.El pasado fin de semana, Álvaro Colom, del partido Unión Nacional de la Esperanza (UNE), logró imponerse en segunda vuelta, al general retirado Otto Pérez Molina, derechista del Partido Patriota. Su triunfo es bien significativo. Colom, quien se define a sí mismo como socialdemócrata que se inspiró en los modelos de los presidentes Lula da Silva de Brasil y Michelle Bachelet de Chile, es el primer candidato de la izquierda que sube al poder en casi 60 años. El país estuvo gobernado durante 30 años por dictaduras militares, que dieron paso, a partir de 1986, a gobiernos de derecha. Además, recibe un país con grandes diferencias sociales: más del 50%, de los 13 millones de habitantes, vive en la pobreza, y solo 2% de la población controla el 58% de la riqueza. El país tiene los niveles más altos de desnutrición en el hemisferio occidental y la tasa más pequeña de recolección de impuestos. El nuevo presidente guatemalteco representa una izquierda moderada, cercana a la de Lula en Brasil, Michelle Bachelet en Chile o Rodríguez Zapatero en España. Guatemala se ha unido así a los países latinoamericanos que durante los últimos años han optado por gobernantes identificados en diferente grado con la izquierda, y de los que únicamente se exceptúan México, Honduras, El Salvador, Colombia y Paraguay. Los primeros gobernantes que le felicitaron fueron los de Nicaragua, Daniel Ortega; y de Panamá, Martín Torrijos, representantes, precisamente, de dos maneras muy diferentes de gobernar desde la izquierda en Latinoamérica. Cabe anotar que en los últimos comicios electorales, de los 12 países que tuvieron comicios generales siete removieron al oficialismo (Honduras, Bolivia, Costa Rica, Haití, Perú, Nicaragua y Ecuador), en tres fueron re-electos sus mandatarios (Uribe en Colombia, Lula en Brasil y Chávez en Venezuela) y en tres el oficialismo se mantuvo en el poder, pero renovando a su presidente (Chile, Argentina y México). Partidos identificados con la derecha han ganado en apenas 3 de las 12 elecciones (Honduras, Colombia y México), mientras que en los nueve restantes hay presidentes que se proclaman socialdemócratas. En Costa Rica y Perú fueron electos los presidentes socialdemócratas que las rigieron hasta 1990. La chilena Michelle Bachellet es líder del Partido Socialista. Frente a estos 'socialistas', que gobiernan en alianza con sectores conservadores, queda el polo de Chávez y de los tres nuevos presidentes 'rojos' (Evo Morales en Bolivia, Daniel Ortega en Nicaragua y Rafael Correa en Ecuador), quienes cuentan con toda la resistencia del eje Bush-Washington. Mientras los socialdemócratas de Chile, Perú, Costa Rica y Argentina, siguen una senda, como la del británico Tony Blair, buscando estabilizar la economía monetarista, aunque con reformas sociales o democratizantes. Preval, quien es el único presidente haitiano que ha culminado su mandato constitucional, fue re-electo en medio de una convulsión social. En los 3 países donde hay partidos derechistas que fueron electos, la situación más complicada es la de México. Felipe Calderón es el presidente electo con el menor porcentaje de todos los doce descritos. El izquierdista Andrés Manuel López Obrador se auto-proclama presidente, luego de denunciar públicamente el robo de su triunfo en las elecciones. En Honduras los liberales depusieron a los nacionales, pero ambos han logrado que ese país se mantenga en el Consenso de Washington. En Colombia Uribe fue reelecto con más del 60% de los votos, aunque en medio de una alta abstención. Nosotros en Panamá, vamos a elecciones presidenciales en el 2009, ante la preponderancia y sectarismo de la derecha, totalmente atomizada y sin ningún perfil de unidad, se preservará la socialdemocracia en el poder, empujando aún más el carro de la equidad y el bienestar social de los panameños. Al fin y al cabo la socialdemocracia es la mayoría en las gobernaciones de los países latinoamericanos.

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*El autor es economista.

elamphrey@hotmail.com

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