Moratinos: incidente con Venezuela no tendrá repercusiones
Buenos Aires.- El ministro español de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, consideró hoy que el enfrentamiento verbal entre España y Venezuela en la Cumbre Iberoamericana de Santiago no tendrá repercusiones, aunque reconoció que ha sido un momento "muy difícil política y diplomáticamente".
En declaraciones a los periodistas en el avión que trasladó al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, desde Santiago a Buenos Aires, Moratinos señaló que hay unas "líneas rojas" e insistió en que, cuando se falta al respeto, hay que reaccionar.
No obstante, aseguró que España va a mantener "el mismo nivel de relación" con Venezuela.
Al insistir en que el suceso tampoco tendrá repercusiones para los intereses económicos españoles en este país, Moratinos recordó que una de las ventajas del mundo iberoamericano es la pasión, el debate apasionado.
A su juicio, si algo ha quedado claro en la polémica es que España no comparte ideológicamente las propuestas venezolanas y que está "totalmente alejada" del proceso de cambio social puesto en marcha por el presidente Hugo Chávez.
Según Moratinos, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, se ha acercado a Zapatero tras lo sucedido en el pleno de la Cumbre para trasladarle sus disculpas.
En opinión del ministro, la delegación venezolana se ha quedado "bastante aislada" ya que todo el mundo, según apuntó, se acercó a Zapatero tras concluir la reunión para elogiar la "serenidad y la firmeza de España".
Para el Gobierno español, en este incidente la figura del Rey Juan Carlos ha salido reforzada, ya que todos los participantes en la Cumbre, incluidos Chávez y Ortega, le han dejado al margen de los problemas bilaterales.
Según Moratinos, desde que fue elegido el tema central de la Cumbre -la cohesión social- se sabía que era una cuestión muy sensible y polémica que podía originar un fuerte debate dados los diferentes modelos coexistentes en la comunidad iberoamericana.
Frente al modelo venezolano y nicaragüense, manifestó Moratinos, Zapatero defendió un modelo socialista y progresista pero respetuoso con el mercado, la propiedad privada y la economía moderna.
Según Moratinos, Chávez se ha molestado por la reacción española a sus críticas al ex presidente Aznar, y el momento "definitivo" ha sido cuando Zapatero le ha "demostrado ideológicamente" y con un "discurso convincente" que no hay posiciones dogmáticas.
El ministro dijo que, ante las críticas de Chávez en el plenario, el Rey, Zapatero y él mismo decidieron contestar al presidente venezolano, y cuando el gobernante nicaragüense empezó su discurso acordaron que el monarca abandonara la sala, aunque regresó minutos después para la clausura a instancias de la anfitriona, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet.
En declaraciones a los periodistas en el avión que trasladó al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, desde Santiago a Buenos Aires, Moratinos señaló que hay unas "líneas rojas" e insistió en que, cuando se falta al respeto, hay que reaccionar.
No obstante, aseguró que España va a mantener "el mismo nivel de relación" con Venezuela.
Al insistir en que el suceso tampoco tendrá repercusiones para los intereses económicos españoles en este país, Moratinos recordó que una de las ventajas del mundo iberoamericano es la pasión, el debate apasionado.
A su juicio, si algo ha quedado claro en la polémica es que España no comparte ideológicamente las propuestas venezolanas y que está "totalmente alejada" del proceso de cambio social puesto en marcha por el presidente Hugo Chávez.
Según Moratinos, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, se ha acercado a Zapatero tras lo sucedido en el pleno de la Cumbre para trasladarle sus disculpas.
En opinión del ministro, la delegación venezolana se ha quedado "bastante aislada" ya que todo el mundo, según apuntó, se acercó a Zapatero tras concluir la reunión para elogiar la "serenidad y la firmeza de España".
Para el Gobierno español, en este incidente la figura del Rey Juan Carlos ha salido reforzada, ya que todos los participantes en la Cumbre, incluidos Chávez y Ortega, le han dejado al margen de los problemas bilaterales.
Según Moratinos, desde que fue elegido el tema central de la Cumbre -la cohesión social- se sabía que era una cuestión muy sensible y polémica que podía originar un fuerte debate dados los diferentes modelos coexistentes en la comunidad iberoamericana.
Frente al modelo venezolano y nicaragüense, manifestó Moratinos, Zapatero defendió un modelo socialista y progresista pero respetuoso con el mercado, la propiedad privada y la economía moderna.
Según Moratinos, Chávez se ha molestado por la reacción española a sus críticas al ex presidente Aznar, y el momento "definitivo" ha sido cuando Zapatero le ha "demostrado ideológicamente" y con un "discurso convincente" que no hay posiciones dogmáticas.
El ministro dijo que, ante las críticas de Chávez en el plenario, el Rey, Zapatero y él mismo decidieron contestar al presidente venezolano, y cuando el gobernante nicaragüense empezó su discurso acordaron que el monarca abandonara la sala, aunque regresó minutos después para la clausura a instancias de la anfitriona, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet.
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El Universal - Venezuela/11/11/2007
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