La caída del petróleo deja al descubierto la debilidad de las economías árabes
Que el crudo haya pasado de 147 euros a sólo 90 en unas semanas pone de manifiesto otra vez la dependencia de los gobiernos de la zona.
Tras la caída del precio del petróleo, las economías árabes han demostrado su debilidad.
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Alistair Lyon
Alistair Lyon
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Beirut - Como cualquiera que tenga inversiones en los mercados financieros, los fondos soberanos, bancos de inversión e individuos con dinero de los países árabes están recibiendo un severo correctivo. También estarán nerviosos los que han puesto dinero en las aventuras inmobiliarias en ciudades como Dubai o Doha, en Qatar, o en mercados inmobiliarios como los de Amman, Damasco y Beirut, impulsados por los envíos de dinero y las inversiones que provienen del Golfo. Pero no hay muchas más salidas para su riqueza, en una región donde la corrupción, la inestabilidad política y el lento cambio económico han mermado el crecimiento y el desarrollo durante décadas.
“La gente que tiene dinero en Oriente Medio está profundamente inmersa en el sistema financiero global”, dijo Rami Khouri, un comentarista sobre Oriente Medio residente en Beirut. “Estamos sufriendo un doble revés: el impacto directo de la crisis financiera global, y el latigazo de nuestras mediocres políticas públicas de los últimos 40 años”, añadió. Los mercados bursátiles de Oriente Medio, que al principio estaban protegidos por los grandes ingresos que la región obtiene del petróleo, experimentaron esta semana una fase de ventas fruto del pánico, por el temor a que el boom inmobiliario del Golfo en los últimos cinco años se acabe, y los constructores tengan que fusionarse, ante las peores condiciones financieras. El miércoles, Kuwait disminuyó sus tipos en un punto y cuarto hasta el 4,5%, con el objetivo de rescatar su economía, lo que presionó a otros bancos del Golfo para que hagan lo mismo.
La caída de los precios del petróleo a menos de 90 dólares por barril, desde los niveles récord de 147.27 que se registraron en julio ha supuesto otro recordatorio de la vulnerabilidad de muchas economías árabes a los batacazos globales. “La región árabe aún no está totalmente globalizada”, dijo Louis Hobeika, profesor de economía de la Notre Dame University en el Líbano. “Representa menos del 2,5% de la economía mundial, de la que sigue estando desconectada, excepto por el petróleo”. EgiptoEn Egipto, la crisis mundial debería hacer que ciertas medidas de libre mercado, como la privatización, sean más urgentes, dijo Angus Blair, jefe de investigación de Beltone Financial, un banco de inversión en El Cairo. Por ejemplo, dijo, el gobierno perdió una oportunidad al decidir cancelar la venta de Banque Du Caire, uno de los principales bancos egipcios, diciendo que las pujas eran demasiado bajas. “En términos de reformas para Egipto y la región, si las autoridades tienen algo de sentido común, y creo que en Egipto lo tienen, deberían utilizarlo como una oportunidad para hacer más reformas, porque es exactamente lo que necesitamos. No hay alternativa”, aseguró Blair.
Egipto, como otros muchos países árabes muy poblados y que no forman parte de los países ricos del Golfo, está luchando contra la pobreza y el desempleo, que son en parte una herencia de las políticas controladas por el estado del pasado. “Hay gente que está intentando ralentizar las reformas económicas, pero no van a salirse con la suya” dijo Khouri, el comentarista. “La realidad de todos estos regímenes es que si no crean empleo ni aumentan los ingresos de la gente, tendrán serios problemas de estrés y descontento político”. Khouri dijo que algunos han conseguido tasas de crecimiento del 6% o 7%, pero que solían estar basadas en los ingresos del petróleo o inversiones inmobiliarias y turísticas, no en nueva actividad productiva.
Además, a corto plazo es poco probable que escuchen los sermones económicos que lleguen de Estados Unidos, donde las acciones del propio gobierno ante la crisis han sido contrarias a los dogmas del libre mercado.
“Los Estados Unidos no tienen ahora mismo ninguna credibilidad diplomática, muy poca credibilidad militar después de Irak y Afganistán, y ahora también una credibilidad económica prácticamente nula”, dijo Khouri. “Es un fantasma de lo que fue, pero es una situación temporal porque siguen siendo muy poderosos”.
“La gente que tiene dinero en Oriente Medio está profundamente inmersa en el sistema financiero global”, dijo Rami Khouri, un comentarista sobre Oriente Medio residente en Beirut. “Estamos sufriendo un doble revés: el impacto directo de la crisis financiera global, y el latigazo de nuestras mediocres políticas públicas de los últimos 40 años”, añadió. Los mercados bursátiles de Oriente Medio, que al principio estaban protegidos por los grandes ingresos que la región obtiene del petróleo, experimentaron esta semana una fase de ventas fruto del pánico, por el temor a que el boom inmobiliario del Golfo en los últimos cinco años se acabe, y los constructores tengan que fusionarse, ante las peores condiciones financieras. El miércoles, Kuwait disminuyó sus tipos en un punto y cuarto hasta el 4,5%, con el objetivo de rescatar su economía, lo que presionó a otros bancos del Golfo para que hagan lo mismo.
La caída de los precios del petróleo a menos de 90 dólares por barril, desde los niveles récord de 147.27 que se registraron en julio ha supuesto otro recordatorio de la vulnerabilidad de muchas economías árabes a los batacazos globales. “La región árabe aún no está totalmente globalizada”, dijo Louis Hobeika, profesor de economía de la Notre Dame University en el Líbano. “Representa menos del 2,5% de la economía mundial, de la que sigue estando desconectada, excepto por el petróleo”. EgiptoEn Egipto, la crisis mundial debería hacer que ciertas medidas de libre mercado, como la privatización, sean más urgentes, dijo Angus Blair, jefe de investigación de Beltone Financial, un banco de inversión en El Cairo. Por ejemplo, dijo, el gobierno perdió una oportunidad al decidir cancelar la venta de Banque Du Caire, uno de los principales bancos egipcios, diciendo que las pujas eran demasiado bajas. “En términos de reformas para Egipto y la región, si las autoridades tienen algo de sentido común, y creo que en Egipto lo tienen, deberían utilizarlo como una oportunidad para hacer más reformas, porque es exactamente lo que necesitamos. No hay alternativa”, aseguró Blair.
Egipto, como otros muchos países árabes muy poblados y que no forman parte de los países ricos del Golfo, está luchando contra la pobreza y el desempleo, que son en parte una herencia de las políticas controladas por el estado del pasado. “Hay gente que está intentando ralentizar las reformas económicas, pero no van a salirse con la suya” dijo Khouri, el comentarista. “La realidad de todos estos regímenes es que si no crean empleo ni aumentan los ingresos de la gente, tendrán serios problemas de estrés y descontento político”. Khouri dijo que algunos han conseguido tasas de crecimiento del 6% o 7%, pero que solían estar basadas en los ingresos del petróleo o inversiones inmobiliarias y turísticas, no en nueva actividad productiva.
Además, a corto plazo es poco probable que escuchen los sermones económicos que lleguen de Estados Unidos, donde las acciones del propio gobierno ante la crisis han sido contrarias a los dogmas del libre mercado.
“Los Estados Unidos no tienen ahora mismo ninguna credibilidad diplomática, muy poca credibilidad militar después de Irak y Afganistán, y ahora también una credibilidad económica prácticamente nula”, dijo Khouri. “Es un fantasma de lo que fue, pero es una situación temporal porque siguen siendo muy poderosos”.
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La Gaceta de los Negocios - España/10/10/2008
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