Espero que los vientos de la política cambien en EU: Demi Moore
Polémica declaración de la actriz en San Sebastián: mantener la perfección de la juventud es buscar una ilusión. Es mejor abrazar la belleza que viene con la madurez
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Ericka Montaño Garfias
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Polémica declaración de la actriz en San Sebastián: mantener la perfección de la juventud es buscar una ilusión. Es mejor abrazar la belleza que viene con la madurez Foto: Ap
No soy fan de la política, pero sí espero que con las elecciones presidenciales del próximo año los vientos cambien, dijo la actriz estadunidense Demi Moore, protagonista de la cinta Flawless (Un plan brillante) que clausuró el encuentro cinematográfico de San Sebastián.
Moore llegó el viernes a esta ciudad, aunque nadie la vio. En los corrillos se dice que entró por la puerta de la lavandería para despistar a los fotógrafos; otra versión es que llegó cansada del viaje y una tercera dice que no quiso quitarle los reflectores a su colega Liv Ullman, quien ayer recibió el Premio Donostia. Los tres rumores, sin embargo, contrastan con la mujer que recibió a un grupo de reporteros: sencilla y hasta tímida, que utiliza muletillas al hablar.
Sobre su película dijo que la intención no era tanto mostrar la situación de la mujer en los años 60 (época en la que está ambientada la cinta de Michael Radford, director de El cartero de Neruda y El mercader de Venecia).
“Encuentro esa época fascinante. Me atrajo esa relación entre los personajes, una especie de historia de amor entre dos personas muy solitarias”. Moore interpreta a Laura Quinn, y Michael Caine es el trabajador resentido con la empresa que concibe un plan casi perfecto para robar los diamantes de la bóveda.
“Creo que el mensaje final es que la verdadera felicidad vienen de dar no de recibir. Eso es lo que ella gana cuando por fin hace a un lado su carrera y la obsesión por el éxito y se siente más realizada dando a los demás”.
Fue “fantástico”volver a trabajar con Michael Caine, con quien filmó Blame it on Río. “Es muy dinámico, tiene una gran pasión por lo que hace. Sólo espero que en el futuro yo tenga esa misma pasión”. (En una conferencia de prensa previa ya se había referido al futuro: “mantener la perfección de la juventud es buscar una ilusión. Es mejor abrazar la belleza que viene con la madurez)”.
Y aún cuando varios de los proyectos en los que ha estado involucrada, como Streaptese o GI Jane, la sacaron del mercado, subrayó que no se arrepiente de ninguna de las cintas que ha rodado. “Creo que lo mejor está por venir. Estoy segura de que hubo proyectos que hice y no me gustaron, pero no me arrepiento porque eso es una pérdida de tiempo. Tal vez fueron errores, pero me dieron mucho y no regresaría el tiempo para cambiarlos.”
Michael Radford, a su vez, señaló que la elección de Demi Moore como protagonista “fue algo normal. Al principio cuando haces el montaje del financiamiento de una película es importante tener una estrella de cine y ella era perfecta para este papel. Me gusta muchísimo trabajar con ella porque es muy profesional, muy amable. Nada diva.
“Creo que hay mucha gente tonta en el cine y el problema de los actores como Demi Moore es que es una pena que trabaje con directores tontos. Hay muchos que no saben dirigir a los actores importantes, que son iguales a los otros actores, que quieren ser dirigidos”.
Sobre su película, el director dijo que su objetivo era hacer algo entretenido, porque la gente va al cine para no pensar demasiado sobre los problemas de la vida.
“Las cosas que me interesan como director son alimentar a mi familia, que sea una aventura en mi concepción de la vida y buscar las pequeñas cosas que contienen la esencia de la humanidad, porque la política pura y dura no es tema del cine, para eso están los documentales, los noticieros y los diarios. Lo que me interesa es hacer algo que dé placer, que emocione al público; eso es lo más importante, que rían, que sientan miedo, que quieran saber lo que va a pasar, que lloren. Porque para eso es el cine, que a final de cuentas es un arte popular”.
Polémica declaración de la actriz en San Sebastián: mantener la perfección de la juventud es buscar una ilusión. Es mejor abrazar la belleza que viene con la madurez Foto: Ap
No soy fan de la política, pero sí espero que con las elecciones presidenciales del próximo año los vientos cambien, dijo la actriz estadunidense Demi Moore, protagonista de la cinta Flawless (Un plan brillante) que clausuró el encuentro cinematográfico de San Sebastián.
Moore llegó el viernes a esta ciudad, aunque nadie la vio. En los corrillos se dice que entró por la puerta de la lavandería para despistar a los fotógrafos; otra versión es que llegó cansada del viaje y una tercera dice que no quiso quitarle los reflectores a su colega Liv Ullman, quien ayer recibió el Premio Donostia. Los tres rumores, sin embargo, contrastan con la mujer que recibió a un grupo de reporteros: sencilla y hasta tímida, que utiliza muletillas al hablar.
Sobre su película dijo que la intención no era tanto mostrar la situación de la mujer en los años 60 (época en la que está ambientada la cinta de Michael Radford, director de El cartero de Neruda y El mercader de Venecia).
“Encuentro esa época fascinante. Me atrajo esa relación entre los personajes, una especie de historia de amor entre dos personas muy solitarias”. Moore interpreta a Laura Quinn, y Michael Caine es el trabajador resentido con la empresa que concibe un plan casi perfecto para robar los diamantes de la bóveda.
“Creo que el mensaje final es que la verdadera felicidad vienen de dar no de recibir. Eso es lo que ella gana cuando por fin hace a un lado su carrera y la obsesión por el éxito y se siente más realizada dando a los demás”.
Fue “fantástico”volver a trabajar con Michael Caine, con quien filmó Blame it on Río. “Es muy dinámico, tiene una gran pasión por lo que hace. Sólo espero que en el futuro yo tenga esa misma pasión”. (En una conferencia de prensa previa ya se había referido al futuro: “mantener la perfección de la juventud es buscar una ilusión. Es mejor abrazar la belleza que viene con la madurez)”.
Y aún cuando varios de los proyectos en los que ha estado involucrada, como Streaptese o GI Jane, la sacaron del mercado, subrayó que no se arrepiente de ninguna de las cintas que ha rodado. “Creo que lo mejor está por venir. Estoy segura de que hubo proyectos que hice y no me gustaron, pero no me arrepiento porque eso es una pérdida de tiempo. Tal vez fueron errores, pero me dieron mucho y no regresaría el tiempo para cambiarlos.”
Michael Radford, a su vez, señaló que la elección de Demi Moore como protagonista “fue algo normal. Al principio cuando haces el montaje del financiamiento de una película es importante tener una estrella de cine y ella era perfecta para este papel. Me gusta muchísimo trabajar con ella porque es muy profesional, muy amable. Nada diva.
“Creo que hay mucha gente tonta en el cine y el problema de los actores como Demi Moore es que es una pena que trabaje con directores tontos. Hay muchos que no saben dirigir a los actores importantes, que son iguales a los otros actores, que quieren ser dirigidos”.
Sobre su película, el director dijo que su objetivo era hacer algo entretenido, porque la gente va al cine para no pensar demasiado sobre los problemas de la vida.
“Las cosas que me interesan como director son alimentar a mi familia, que sea una aventura en mi concepción de la vida y buscar las pequeñas cosas que contienen la esencia de la humanidad, porque la política pura y dura no es tema del cine, para eso están los documentales, los noticieros y los diarios. Lo que me interesa es hacer algo que dé placer, que emocione al público; eso es lo más importante, que rían, que sientan miedo, que quieran saber lo que va a pasar, que lloren. Porque para eso es el cine, que a final de cuentas es un arte popular”.
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La Jornada - México/01/10/2007
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