Mahmoud Ahmadineyad, el hombre del momento
Vaya que ha creado polémica. Francia lo amenazó con la guerra. Su discurso en Columbia fue explosivo. Sus vínculos con Nicaragua son denunciados en el vecino país centroamericano…
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Actualidad: Reportaje
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Colmenares, González y Siekavizza
elPeriódico /redaccion@elperiodico.com.gt
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Mahmoud Ahmadineyad, el presidente de la República Islámica de Irán, ha dado muchísimo que hablar. Es más, desde hace dos semanas ha robado páginas y páginas en los diarios del mundo.
Todo desde que Bernard Kouchner, canciller francés, afirmara que es preciso endurecer las sanciones contra su régimen por su polémico programa nuclear. El galo habló de la necesidad de “estar preparado para lo peor” y de “existir peligro de guerra”, pero luego matizó sus declaraciones.
La reacción del mandatario: calificarlo de poco serio y preparar maletas para Nueva York.
Ahí, en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, despotricó contra las “potencias arrogantes” del mundo y declaró “cerrado” el caso nuclear de su país. Previamente, como conferencista invitado a la Universidad de Columbia había sido objeto de una poco amigable bienvenida de parte del rector de esa entidad, Lee Bollinger, quien lo llamó “dictadorzuelo cruel” y él respondió con polémicas declaraciones que incluían afirmar que en su país no hay homosexuales.
Y mientras él se desplazaba a Bolivia para establecer relaciones diplomáticas, antes de tomar un avión para darle una visita a Hugo Chávez, el mandatario venezolano con quien se lleva a las mil maravillas, Óscar Arias, el presidente de Costa Rica, criticaba a su homólogo nicaragüense, Daniel Ortega, por el discurso pronunciado en la ONU, en que “defiende” a Irán, Corea del Norte y Cuba.
“Yo se lo he dicho a él, con ese mensaje va a ser muy difícil devolverle la confianza al inversionista nicaragüense para que invierta en su país”.
A Honduras tampoco parece agradarle. Newsweek afirmó en un reciente reportaje que dos diarios de ese país reportaron el arribo de diplomáticos iraníes interesados en “fotografiar hoteles, negocios, embajadas y sitios turísticos”.
Los vínculos con Teherán y Managua son hoy más fuertes que nunca. Ahmadineyad y Ortega dicen haberse comprometido en promover la cooperación política, económica y energética. Sumado a ella, en palabras del nicaragüense, hay un vínculo mucho más fuerte: la revolución de ambos países, islámica la del país asiático; sandinista la del centroamericano, tienen el mismo propósito –“la justicia, la libertad, la autodeterminación y la lucha contra el imperialismo”.
Mary Anastasia O’Grady, columnista del Wall Street Journal, escribió la semana pasada que considera preocupante este vínculo. En su discurso de toma de posesión, recordó, Ortega prometió ser “un hombre nuevo”, que respetaría las inversiones privadas y la relación con Washington. Pero la visita del nicaragüense a Teherán no le causó ninguna gracia a la administración de George W. Bush como tampoco el hecho de que se refiera a Estados Unidos como “nación imperialista”.
En la decisión del gobierno de Ortega de estrechar vínculos con Irán, según analistas de varios medios consultados, concurren varios factores. En primer lugar, la dependencia que el régimen ya tiene con el presidente venezolano Hugo Chávez, con quien Irán estableció un frente común en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP); y en segundo lugar, la fuerte animosidad del mandatario nicaragüense con Estados Unidos, lo que le conduce a apoyar a cualquiera que confronte a ese país.
Para el político nicaragüense y candidato a la vicepresidencia de su país en 2006, Edmundo Jarquín, Ortega espera de Irán, “equivocadamente” recursos financieros que pueda manejar fuera de los controles presupuestarios y del Fondo Monetario Internacional. “Esto lo hace con el fin de impulsar sus políticas populistas y clientelares”, afirma. Sin embargo, corre el riesgo de que esto no se concrete. En los años 80, Irán concedió un préstamo a Nicaragua de US$30 millones, deuda que se ha negado a condonar como lo han hecho la gran mayoría de países acreedores, recuerda.
Ahmadineyad parece haberse propuesto apoyar a Gobiernos críticos de Estados Unidos, como Venezuela, Cuba y Bolivia. El iraní, coinciden analistas consultados, se “ha aprovechado” de la emergencia de los líderes de izquierda en América Latina y la creciente frustración con Washington, como una oportunidad para expandir su influencia en esta región.
FUENTES: Wall Street Journal, El Nuevo Diario, AP, DPA, diario Trinchera, La Jornada y La Prensa.
“La posibilidad de terrorismo islámico en nuestras fronteras no es fantasía”
Dr. David Martínez-Amador.
Centro de Investigación Internacional, Universidad Francisco Marroquín
¿Qué peligro representa para el mundo que Irán financie grupos armados terroristas?
Irán está en el punto de unión entre dos de las mayores preocupaciones de seguridad nacional estadounidense: el terrorismo y la proliferación de armas de destrucción masiva. El informe de la comisión del 11-S sugirió que ese país podría tener mayor relación con Al Qaeda que Irak, y debido a la naturaleza radical de su régimen se ha reavivado el temor sobre el acceso terrorista a este tipo de armas.
Por otra parte, el Departamento de Estado estadounidense lo considera el mayor patrocinador estatal del terrorismo y afirma que apoya a grupos militantes involucrados en diferentes conflictos regionales, incluido el palestino israelí. Por ello, lo incluyó en el “Eje del Mal”.
Irán, además mantiene relaciones con centro de poder alternativos en Afganistán e Irak y podría incidir negativamente en ambos países a corto y largo plazo. Además, el adquirir armas nucleares podría animar a su agresivo liderazgo conservador a intimidar a sus países vecinos, neutralizar a Europa y respaldar al terrorismo en contra de los intereses de Israel y Estados Unidos en Oriente Medio.
¿Qué capacidad económica se necesita para desarrollar un Programa de Energía Nuclear?
Irán pidió ayuda en 1988 y luego, en 2005, a Occidente para desarrollar su programa nuclear civil, pero las invitaciones fueron rechazadas. En abril 2006, el presidente Mahmoud Ahmadinejad anunció haber enriquecido uranio con éxito, aunque aún dista mucho de tener capacidad de fabricar armas nucleares.
A pesar de ello, Estados Unidos desplegó toda su paranoia y amenazó con sanciones.
Irán considera que la energía nuclear es un medio para modernizar y diversificar su suministro de energía, dado que sus grandes reservas de petróleo se agotarán dentro de siete a nueve décadas. Estados Unidos no tiene en cuenta este cálculo racional.
¿Cómo financia Irán su programa nuclear?
Se mantiene la misma estructura utilizada por cualquier país que pertenece a la periferia: es necesario un proceso de desviación de fondos, ( ya sean fiscales o de ayuda internacional), venta de armas-equipo, drogas y al mismo tiempo, un proceso de capitalización aliado a un país tipo centro, como Rusia.
¿Por qué a Occidente le preocupa tanto el programa nuclear iraní; quiénes son los más afectados ?
La evolución de la situación a partir del derrocamiento de los regímenesdel Talibán en Afganistán y de Saddam Hussein en Irak, ambos enemigos de Irán, ha abierto una ventana de oportunidades para este último país. Su principal objetivo a mediano plazo es adquirir la capacidad de rediseñar el mapa geopolítico del Medio Oriente, para luego avanzar a largo plazo hacia la conquista de la nación islámica en su conjunto.
En cuanto a los cursos de acción, podría identificar los siguientes: mantener el curso de su programa nuclear, más allá de que sus fines sean o no bélicos, lo cual coloca a este país en una delicada situación frente a Estados Unidos e Israel, que mantienen abierta la opción militar contra sus instalaciones nucleares. Continuar la presión en Irak para desgastar al máximo a las fuerzas de ocupación estadounidenses, para llenar ellos el vacío. Mantener bajo extrema tensión a Israel, con el objeto de quitarle capacidad de maniobra en la región. Desestabilizar el régimen militar del general Parvez Musharraf, en Pakistán, lo cual podría conducir a que asuman el poder sectores musulmanes extremistas, en un país que cuenta con decenas de ojivas nucleares y suficientes misiles balísticos en su arsenal, como para provocar una catástrofe en la región.
Asimismo, es muy probable que una bomba iraní provocaría una carrera armamentista nuclear en Oriente Medio. Si los países vecinos no están convencidos de la firmeza de Estados Unidos en frenar la amenaza nuclear, podrían empezar a pensar en adquirir ellos mismos este tipo de armas.
Hay indicios de que tanto Arabia Saudí como Turquía (ambos rivales de Irán) debaten la cuestión.
Dada la situación central que ocupa Irán en Oriente Medio, su conducta interna y externa tiene importantes repercusiones para la región en su conjunto, así como para los intereses estadounidenses en ella.
¿Existe la posibilidad de hostilidades militares hacia Irán?
Es simplemente, cuestión de tiempo. No será efectivo, pero es, inevitable. Se especula intensamente sobre la posibilidad de que Israel y/o Estados Unidos tienen la intención de atacar la planta nuclear de Bushehr, así como otras instalaciones, antes de que Rusia entregue las barras de combustible a finales de 2007.
El presidente Bush ha afirmado que no tolerará el desarrollo de armamento nuclear iraní. El director del Mossad, comentó recientemente que las armas nucleares iraníes representan, por primera vez, una amenaza para Israel. De hecho, no se puede descartar un ataque preventivo (parecido al que Israel llevó a cabo contra el reactor iraquí de Osirak en 1981). No obstante, incluso los (de algún modo) escarmentados neoconservadores admiten que la amenaza de Irán es cuantitativa y cualitativamente distinta de la de Irak. En un ejercicio periodístico realizado por la revista Atlantic Monthly en diciembre en que se consultó a antiguos altos cargos de seguridad estadounidense sobre el enfoque más apropiado se concluyo que no existe ahora una solución militar para Irán y se debe hacer que la diplomacia funcione”.
Las opciones israelíes para contrarrestar la amenaza nuclear de Iran son limitadas. Si Israel se decidiera a actuar solo, se enfrentaría a un reto mayor de lo que supuso Osirak porque la distancia es mayor. Además, los objetivos se encuentran muy bien protegidos (algunos incluso en profundas instalaciones subterráneas) y no es probable que Turquía, Arabia Saudí o Jordania permitieran a Israel sobrevolar su espacio aéreo. Si Israel utilizara la ruta de Jordania hacia Iran, EEUU se vería obligado a permitirle sobrevolar espacio aéreo iraquí, lo que se consideraría una complicidad estadounidense en dicho ataque.
Además, un ataque militar tendría muy pocas posibilidades de éxito en frenar el programa nuclear iraní.
¿Cuál es la mejor vía para lograr consensos?
En realidad, esa es precisamente la palabra que menos debiese de utilizarse. La geopolítica actual no es un esfuerzo de consensos. Las amenazas de hoy no son las clásicas amenazas del siglo XX. La línea de acción en este momento, con las amenazas actuales no debe buscar consensos, sino debilitar la capacidad logística, militar y de desplazamiento. Las sanciones económicas, las misiones de verificación, etc.., están fundamentadas en el principio de la buena voluntad, y la aceptación de principios generales de liberalismo político. El consenso no puede encontrarse sino entre bloques políticos que respiren los mismo orincipios.
La tensión entre Occidente y Teherán no es un problema de consensos, sino de mostrar quien tiene la mayor capacidad para someter y lograr un cambio en el curso de acción de la política interna. Hasta ahora, Teherán ha ganado la partida.
¿Qué otros países extranjeros cooperan con Irán como socios para su Programa de Energía Nuclear?
En definitiva Rusia. Esto responde a la nueva estructura unipolar. La división ya no es entre dos sistemas económicos distintos sino, países distintos con una misma inclinación en menor o mayor grado hacia la estructura capitalista. En este sentido, Estados Unidos y Rusia vuelven a la palestra internacional, ambos tratando de influir y conseguir aliados.
¿Qué amenaza representa la presencia iraní en Nicaragua y Venezuela?
El régimen iraní es conocido por perpetrar gravísimas violaciones a los derechos humanos de sus habitantes, por su apoyo y financiamiento a células terroristas, sus ambiciones nucleares, su deseo de borrar a Israel del mapa y su negación del Holocausto, entre otras cosas. Se ha concluido que dos brutales atentados terroristas ocurridos en Buenos Aires fueron planeados y ordenados desde Teherán.
Las relaciones de Argentina con Venezuela son excelentes, pero a su vez su vínculo con Irán permanece justificadamente reducido a tensiones latentes. Mientras tanto, el resto de los países latinoamericanos parece ignorar el problema.
¿Puede verse el acercamiento de Venezuela e Irán como una amenaza a la seguridad regional?
Considérense sus propósitos. Uno es la formación de un eje internacional antiestadounidense. Otro es el afianzamiento de un cartel de Estados productores de petróleo, que logre mantener los precios a niveles altos. Uno más, expresado por los propios líderes, es la simple "simpatía revolucionaria".
Hasta ahora la alianza venezolano-iraní no ha trascendido más allá de la retórica - al menos oficialmente.
Sin embargo, se cuelan en las noticias indicios de algo más profundo. Venezuela apoya al programa nuclear iraní y habla de tener uno propio. Irán recibe de brazos abiertos a Chávez. Éste se solidariza con su nuevo aliado y rompe relaciones con Israel durante la guerra del Líbano de 2006. Surgen informes que indican que Venezuela provee de pasaportes a ciudadanos de Medio Oriente para que puedan circular con facilidad en América…
Los países de la región rioplatense reciben estos días a alguien que se ha propuesto introducir cambios muy dramáticos para América. En esos planes existe un lugar para Irán, y eso es algo que no pueden ni deben tolerar las sociedades libres.
Estados débiles, sin capacidad de ejercer control migratorio, la escasa información que se tiene en cuanto a las nuevas comunidades islámicas en la región, el desconocimiento sobre que tipo de proselitismo se lleva a cabo en las mezquitas, sumado al hecho de que buena parte de los conversos al islam en América Latina pertenecen a los grupos sociales marginados… todo ello nos coloca frente a un fenómeno complejo. La posibilidad de terrorismo islámico en nuestras fronteras no es fantasía. El interés es muy simple, objetivos norteamericanos o israelíes en la región o, crear un pánico migratorio que descalabraría a los Estados Unidos.
Todo desde que Bernard Kouchner, canciller francés, afirmara que es preciso endurecer las sanciones contra su régimen por su polémico programa nuclear. El galo habló de la necesidad de “estar preparado para lo peor” y de “existir peligro de guerra”, pero luego matizó sus declaraciones.
La reacción del mandatario: calificarlo de poco serio y preparar maletas para Nueva York.
Ahí, en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, despotricó contra las “potencias arrogantes” del mundo y declaró “cerrado” el caso nuclear de su país. Previamente, como conferencista invitado a la Universidad de Columbia había sido objeto de una poco amigable bienvenida de parte del rector de esa entidad, Lee Bollinger, quien lo llamó “dictadorzuelo cruel” y él respondió con polémicas declaraciones que incluían afirmar que en su país no hay homosexuales.
Y mientras él se desplazaba a Bolivia para establecer relaciones diplomáticas, antes de tomar un avión para darle una visita a Hugo Chávez, el mandatario venezolano con quien se lleva a las mil maravillas, Óscar Arias, el presidente de Costa Rica, criticaba a su homólogo nicaragüense, Daniel Ortega, por el discurso pronunciado en la ONU, en que “defiende” a Irán, Corea del Norte y Cuba.
“Yo se lo he dicho a él, con ese mensaje va a ser muy difícil devolverle la confianza al inversionista nicaragüense para que invierta en su país”.
A Honduras tampoco parece agradarle. Newsweek afirmó en un reciente reportaje que dos diarios de ese país reportaron el arribo de diplomáticos iraníes interesados en “fotografiar hoteles, negocios, embajadas y sitios turísticos”.
Los vínculos con Teherán y Managua son hoy más fuertes que nunca. Ahmadineyad y Ortega dicen haberse comprometido en promover la cooperación política, económica y energética. Sumado a ella, en palabras del nicaragüense, hay un vínculo mucho más fuerte: la revolución de ambos países, islámica la del país asiático; sandinista la del centroamericano, tienen el mismo propósito –“la justicia, la libertad, la autodeterminación y la lucha contra el imperialismo”.
Mary Anastasia O’Grady, columnista del Wall Street Journal, escribió la semana pasada que considera preocupante este vínculo. En su discurso de toma de posesión, recordó, Ortega prometió ser “un hombre nuevo”, que respetaría las inversiones privadas y la relación con Washington. Pero la visita del nicaragüense a Teherán no le causó ninguna gracia a la administración de George W. Bush como tampoco el hecho de que se refiera a Estados Unidos como “nación imperialista”.
En la decisión del gobierno de Ortega de estrechar vínculos con Irán, según analistas de varios medios consultados, concurren varios factores. En primer lugar, la dependencia que el régimen ya tiene con el presidente venezolano Hugo Chávez, con quien Irán estableció un frente común en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP); y en segundo lugar, la fuerte animosidad del mandatario nicaragüense con Estados Unidos, lo que le conduce a apoyar a cualquiera que confronte a ese país.
Para el político nicaragüense y candidato a la vicepresidencia de su país en 2006, Edmundo Jarquín, Ortega espera de Irán, “equivocadamente” recursos financieros que pueda manejar fuera de los controles presupuestarios y del Fondo Monetario Internacional. “Esto lo hace con el fin de impulsar sus políticas populistas y clientelares”, afirma. Sin embargo, corre el riesgo de que esto no se concrete. En los años 80, Irán concedió un préstamo a Nicaragua de US$30 millones, deuda que se ha negado a condonar como lo han hecho la gran mayoría de países acreedores, recuerda.
Ahmadineyad parece haberse propuesto apoyar a Gobiernos críticos de Estados Unidos, como Venezuela, Cuba y Bolivia. El iraní, coinciden analistas consultados, se “ha aprovechado” de la emergencia de los líderes de izquierda en América Latina y la creciente frustración con Washington, como una oportunidad para expandir su influencia en esta región.
FUENTES: Wall Street Journal, El Nuevo Diario, AP, DPA, diario Trinchera, La Jornada y La Prensa.
“La posibilidad de terrorismo islámico en nuestras fronteras no es fantasía”
Dr. David Martínez-Amador.
Centro de Investigación Internacional, Universidad Francisco Marroquín
¿Qué peligro representa para el mundo que Irán financie grupos armados terroristas?
Irán está en el punto de unión entre dos de las mayores preocupaciones de seguridad nacional estadounidense: el terrorismo y la proliferación de armas de destrucción masiva. El informe de la comisión del 11-S sugirió que ese país podría tener mayor relación con Al Qaeda que Irak, y debido a la naturaleza radical de su régimen se ha reavivado el temor sobre el acceso terrorista a este tipo de armas.
Por otra parte, el Departamento de Estado estadounidense lo considera el mayor patrocinador estatal del terrorismo y afirma que apoya a grupos militantes involucrados en diferentes conflictos regionales, incluido el palestino israelí. Por ello, lo incluyó en el “Eje del Mal”.
Irán, además mantiene relaciones con centro de poder alternativos en Afganistán e Irak y podría incidir negativamente en ambos países a corto y largo plazo. Además, el adquirir armas nucleares podría animar a su agresivo liderazgo conservador a intimidar a sus países vecinos, neutralizar a Europa y respaldar al terrorismo en contra de los intereses de Israel y Estados Unidos en Oriente Medio.
¿Qué capacidad económica se necesita para desarrollar un Programa de Energía Nuclear?
Irán pidió ayuda en 1988 y luego, en 2005, a Occidente para desarrollar su programa nuclear civil, pero las invitaciones fueron rechazadas. En abril 2006, el presidente Mahmoud Ahmadinejad anunció haber enriquecido uranio con éxito, aunque aún dista mucho de tener capacidad de fabricar armas nucleares.
A pesar de ello, Estados Unidos desplegó toda su paranoia y amenazó con sanciones.
Irán considera que la energía nuclear es un medio para modernizar y diversificar su suministro de energía, dado que sus grandes reservas de petróleo se agotarán dentro de siete a nueve décadas. Estados Unidos no tiene en cuenta este cálculo racional.
¿Cómo financia Irán su programa nuclear?
Se mantiene la misma estructura utilizada por cualquier país que pertenece a la periferia: es necesario un proceso de desviación de fondos, ( ya sean fiscales o de ayuda internacional), venta de armas-equipo, drogas y al mismo tiempo, un proceso de capitalización aliado a un país tipo centro, como Rusia.
¿Por qué a Occidente le preocupa tanto el programa nuclear iraní; quiénes son los más afectados ?
La evolución de la situación a partir del derrocamiento de los regímenesdel Talibán en Afganistán y de Saddam Hussein en Irak, ambos enemigos de Irán, ha abierto una ventana de oportunidades para este último país. Su principal objetivo a mediano plazo es adquirir la capacidad de rediseñar el mapa geopolítico del Medio Oriente, para luego avanzar a largo plazo hacia la conquista de la nación islámica en su conjunto.
En cuanto a los cursos de acción, podría identificar los siguientes: mantener el curso de su programa nuclear, más allá de que sus fines sean o no bélicos, lo cual coloca a este país en una delicada situación frente a Estados Unidos e Israel, que mantienen abierta la opción militar contra sus instalaciones nucleares. Continuar la presión en Irak para desgastar al máximo a las fuerzas de ocupación estadounidenses, para llenar ellos el vacío. Mantener bajo extrema tensión a Israel, con el objeto de quitarle capacidad de maniobra en la región. Desestabilizar el régimen militar del general Parvez Musharraf, en Pakistán, lo cual podría conducir a que asuman el poder sectores musulmanes extremistas, en un país que cuenta con decenas de ojivas nucleares y suficientes misiles balísticos en su arsenal, como para provocar una catástrofe en la región.
Asimismo, es muy probable que una bomba iraní provocaría una carrera armamentista nuclear en Oriente Medio. Si los países vecinos no están convencidos de la firmeza de Estados Unidos en frenar la amenaza nuclear, podrían empezar a pensar en adquirir ellos mismos este tipo de armas.
Hay indicios de que tanto Arabia Saudí como Turquía (ambos rivales de Irán) debaten la cuestión.
Dada la situación central que ocupa Irán en Oriente Medio, su conducta interna y externa tiene importantes repercusiones para la región en su conjunto, así como para los intereses estadounidenses en ella.
¿Existe la posibilidad de hostilidades militares hacia Irán?
Es simplemente, cuestión de tiempo. No será efectivo, pero es, inevitable. Se especula intensamente sobre la posibilidad de que Israel y/o Estados Unidos tienen la intención de atacar la planta nuclear de Bushehr, así como otras instalaciones, antes de que Rusia entregue las barras de combustible a finales de 2007.
El presidente Bush ha afirmado que no tolerará el desarrollo de armamento nuclear iraní. El director del Mossad, comentó recientemente que las armas nucleares iraníes representan, por primera vez, una amenaza para Israel. De hecho, no se puede descartar un ataque preventivo (parecido al que Israel llevó a cabo contra el reactor iraquí de Osirak en 1981). No obstante, incluso los (de algún modo) escarmentados neoconservadores admiten que la amenaza de Irán es cuantitativa y cualitativamente distinta de la de Irak. En un ejercicio periodístico realizado por la revista Atlantic Monthly en diciembre en que se consultó a antiguos altos cargos de seguridad estadounidense sobre el enfoque más apropiado se concluyo que no existe ahora una solución militar para Irán y se debe hacer que la diplomacia funcione”.
Las opciones israelíes para contrarrestar la amenaza nuclear de Iran son limitadas. Si Israel se decidiera a actuar solo, se enfrentaría a un reto mayor de lo que supuso Osirak porque la distancia es mayor. Además, los objetivos se encuentran muy bien protegidos (algunos incluso en profundas instalaciones subterráneas) y no es probable que Turquía, Arabia Saudí o Jordania permitieran a Israel sobrevolar su espacio aéreo. Si Israel utilizara la ruta de Jordania hacia Iran, EEUU se vería obligado a permitirle sobrevolar espacio aéreo iraquí, lo que se consideraría una complicidad estadounidense en dicho ataque.
Además, un ataque militar tendría muy pocas posibilidades de éxito en frenar el programa nuclear iraní.
¿Cuál es la mejor vía para lograr consensos?
En realidad, esa es precisamente la palabra que menos debiese de utilizarse. La geopolítica actual no es un esfuerzo de consensos. Las amenazas de hoy no son las clásicas amenazas del siglo XX. La línea de acción en este momento, con las amenazas actuales no debe buscar consensos, sino debilitar la capacidad logística, militar y de desplazamiento. Las sanciones económicas, las misiones de verificación, etc.., están fundamentadas en el principio de la buena voluntad, y la aceptación de principios generales de liberalismo político. El consenso no puede encontrarse sino entre bloques políticos que respiren los mismo orincipios.
La tensión entre Occidente y Teherán no es un problema de consensos, sino de mostrar quien tiene la mayor capacidad para someter y lograr un cambio en el curso de acción de la política interna. Hasta ahora, Teherán ha ganado la partida.
¿Qué otros países extranjeros cooperan con Irán como socios para su Programa de Energía Nuclear?
En definitiva Rusia. Esto responde a la nueva estructura unipolar. La división ya no es entre dos sistemas económicos distintos sino, países distintos con una misma inclinación en menor o mayor grado hacia la estructura capitalista. En este sentido, Estados Unidos y Rusia vuelven a la palestra internacional, ambos tratando de influir y conseguir aliados.
¿Qué amenaza representa la presencia iraní en Nicaragua y Venezuela?
El régimen iraní es conocido por perpetrar gravísimas violaciones a los derechos humanos de sus habitantes, por su apoyo y financiamiento a células terroristas, sus ambiciones nucleares, su deseo de borrar a Israel del mapa y su negación del Holocausto, entre otras cosas. Se ha concluido que dos brutales atentados terroristas ocurridos en Buenos Aires fueron planeados y ordenados desde Teherán.
Las relaciones de Argentina con Venezuela son excelentes, pero a su vez su vínculo con Irán permanece justificadamente reducido a tensiones latentes. Mientras tanto, el resto de los países latinoamericanos parece ignorar el problema.
¿Puede verse el acercamiento de Venezuela e Irán como una amenaza a la seguridad regional?
Considérense sus propósitos. Uno es la formación de un eje internacional antiestadounidense. Otro es el afianzamiento de un cartel de Estados productores de petróleo, que logre mantener los precios a niveles altos. Uno más, expresado por los propios líderes, es la simple "simpatía revolucionaria".
Hasta ahora la alianza venezolano-iraní no ha trascendido más allá de la retórica - al menos oficialmente.
Sin embargo, se cuelan en las noticias indicios de algo más profundo. Venezuela apoya al programa nuclear iraní y habla de tener uno propio. Irán recibe de brazos abiertos a Chávez. Éste se solidariza con su nuevo aliado y rompe relaciones con Israel durante la guerra del Líbano de 2006. Surgen informes que indican que Venezuela provee de pasaportes a ciudadanos de Medio Oriente para que puedan circular con facilidad en América…
Los países de la región rioplatense reciben estos días a alguien que se ha propuesto introducir cambios muy dramáticos para América. En esos planes existe un lugar para Irán, y eso es algo que no pueden ni deben tolerar las sociedades libres.
Estados débiles, sin capacidad de ejercer control migratorio, la escasa información que se tiene en cuanto a las nuevas comunidades islámicas en la región, el desconocimiento sobre que tipo de proselitismo se lleva a cabo en las mezquitas, sumado al hecho de que buena parte de los conversos al islam en América Latina pertenecen a los grupos sociales marginados… todo ello nos coloca frente a un fenómeno complejo. La posibilidad de terrorismo islámico en nuestras fronteras no es fantasía. El interés es muy simple, objetivos norteamericanos o israelíes en la región o, crear un pánico migratorio que descalabraría a los Estados Unidos.
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Cifras
137 mil millones de barriles es la reserva de crudo de Irán. Representan el 11.6 por ciento de las reservas mundiales.29 mil millones de metros cúbicos es la reserva de gas natural de Irán. Representan el 15.3 por ciento de las reservas mundiales. De las exportaciones de petróleo, Irán obtiene el 80 por ciento de sus divisas y el 45 por ciento de su presupuesto nacional.
137 mil millones de barriles es la reserva de crudo de Irán. Representan el 11.6 por ciento de las reservas mundiales.29 mil millones de metros cúbicos es la reserva de gas natural de Irán. Representan el 15.3 por ciento de las reservas mundiales. De las exportaciones de petróleo, Irán obtiene el 80 por ciento de sus divisas y el 45 por ciento de su presupuesto nacional.
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De átomos y centrífugas
>Tres mil centrífugas con capacidad para enriquecer uranio se han instalado en Irán. Ello, en desafío al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para suspender toda actividad de este tipo.>La Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) no está segura si todas las centrífugas están funcionando de forma adecuada.>Las conversaciones para lograr una solución “al impasse” con Gran Bretaña, Francia y Alemania están estancadas. Irán ha accedido, empero, a contestar algunas dudas de la AIEA>Según proyecciones de la AIEA, Irán estaría listo para desarrollar una bomba nuclear entre tres a ocho años. Fuente: BBC.
De átomos y centrífugas
>Tres mil centrífugas con capacidad para enriquecer uranio se han instalado en Irán. Ello, en desafío al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para suspender toda actividad de este tipo.>La Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) no está segura si todas las centrífugas están funcionando de forma adecuada.>Las conversaciones para lograr una solución “al impasse” con Gran Bretaña, Francia y Alemania están estancadas. Irán ha accedido, empero, a contestar algunas dudas de la AIEA>Según proyecciones de la AIEA, Irán estaría listo para desarrollar una bomba nuclear entre tres a ocho años. Fuente: BBC.
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elPeriódico - Guatemala/01/10/2007
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