Problema de vivienda en Cuba: agravado por bloqueo EE.UU.
La Habana (PL) La convivencia de cuatro generaciones en un mismo domicilio resulta hoy común en Cuba, donde el problema de la vivienda se agrava cada día por el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a la Isla.
El informe "Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos contra Cuba" revela la prohibición del Departamento norteamericano del Tesoro de que la isla acceda a los mercados de ese país.
Tal política obliga a La Habana adquirir los materiales, productos, herramientas y equipos en terceras naciones para la ejecución de los planes de construcción, conservación y rehabilitación de viviendas.
Resalta el texto que esas operaciones conllevan al alza de los costos adicionales por elevación de las tasas de interés por lo que se denomina riesgo-país.
En el período de mayo de 2006 hasta abril 2007 la firma Westinghouse negó a Cuba la posibilidad de adquirir accesorios y componentes eléctricos, los cuales debió pagar por sobreprecios en terceros países la suma de un millón 31 mil 487 dólares.
Otros pagos en exceso por valor de un millón 651 mil dólares se contabilizaron cuando la compañía norteamericana Spears declinó vender a la isla tuberías hidráulicas y sanitarias.
También incide en las afectaciones los costos de fletes por la transportación desde lejanos mercados como China, y las variaciones cambiarias monetario-financieras, que acarrearon pérdidas por valor de cuatro millones 300 mil dólares.
Cuba pudiera ahorrarse cuantiosos recursos si adquiriera estos productos en esta área geográfica sin limitaciones comerciales, pero el bloqueo obliga a realizar erogaciones adicionales entre un 30 y 40 por ciento del valor real de los productos y operaciones.
Actualmente el gobierno cubano tiene en marcha un plan que prevé la construcción de más 100 mil viviendas por año, paso que aliviará de manera considerable una de las dificultades que enfrenta la población de la mayor de las Antillas.
El informe "Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos contra Cuba" revela la prohibición del Departamento norteamericano del Tesoro de que la isla acceda a los mercados de ese país.
Tal política obliga a La Habana adquirir los materiales, productos, herramientas y equipos en terceras naciones para la ejecución de los planes de construcción, conservación y rehabilitación de viviendas.
Resalta el texto que esas operaciones conllevan al alza de los costos adicionales por elevación de las tasas de interés por lo que se denomina riesgo-país.
En el período de mayo de 2006 hasta abril 2007 la firma Westinghouse negó a Cuba la posibilidad de adquirir accesorios y componentes eléctricos, los cuales debió pagar por sobreprecios en terceros países la suma de un millón 31 mil 487 dólares.
Otros pagos en exceso por valor de un millón 651 mil dólares se contabilizaron cuando la compañía norteamericana Spears declinó vender a la isla tuberías hidráulicas y sanitarias.
También incide en las afectaciones los costos de fletes por la transportación desde lejanos mercados como China, y las variaciones cambiarias monetario-financieras, que acarrearon pérdidas por valor de cuatro millones 300 mil dólares.
Cuba pudiera ahorrarse cuantiosos recursos si adquiriera estos productos en esta área geográfica sin limitaciones comerciales, pero el bloqueo obliga a realizar erogaciones adicionales entre un 30 y 40 por ciento del valor real de los productos y operaciones.
Actualmente el gobierno cubano tiene en marcha un plan que prevé la construcción de más 100 mil viviendas por año, paso que aliviará de manera considerable una de las dificultades que enfrenta la población de la mayor de las Antillas.
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Prensa Latina - Cuba/01/10/2007
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