Perú quiere frenar Casas del ALBA por temor a injerencia política de Caracas
Del Castillo y el presidente peruano García
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LIMA (AFP) — El gobierno peruano evalúa una fórmula para poner freno a la multiplicación de las denominadas Casas del ALBA, oficinas dirigidas por peruanos simpatizantes del presidente venezolano Hugo Chávez, sin que ello provoque un crisis diplomática con Caracas, según fuentes oficiales.
El anuncio más claro de que Lima estudia una "estrategia" con ese fin vino este lunes del vicepresidente, Luis Giampietri, quien advirtió que la proliferación debe ser detenida por tratarse de injerencia política en asuntos peruanos.
"Creo que este tema del Alba tiene que pararlo el gobierno. En algún momento estará viendo alguna estrategia para pararlo, estoy seguro que se está trabajando en eso", dijo en declaraciones a la televisora estatal TV Perú.
Giampietri, un almirante en retiro que representa a uno de los sectores más conservadores del gobierno del socialdemócrata Alan García, consideró que las casas del ALBA constituyen un caso de "injerencia política" de Venezuela.
Las "casas" cumplen una función humanitaria al tratar a pacientes con problemas oculares y toman el nombre de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA) que Venezuela impulsa en América Latina.
"Las estrategias de este nivel no necesariamente tienen que ser hechas públicas", acotó el vicepresidente peruano, cuya declaración se suma a otras en igual dirección lanzadas por el primer ministro Jorge del Castillo y el ministro de Defensa Allan Wagner.
La embajada de Venezuela en Lima ha negado su participación directa o estar interviendo en asuntos internos peruanos, señalando que ella cumple sólo un papel facilitador como, por ejemplo, enviar pacientes a operar de cataratas a Caracas, según su embajador Armando José Laguna.
La creciente irritabilidad de las autoridades peruanas sobre el tema se debe además al hecho de que Perú no conforma ni tiene interés en sumarse al ALBA, que integran Cuba, Venezula, Bolivia y Nicaragua.
El vicepresidente peruano minimizó al ALBA tras señalar que Lima tiene intereses mayores y más trascendentes, como el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos - que el Congreso de ese país votará pronto- y su participación en la APEC (Foro de Cooperación Asia Pacífico).
"Estamos jugando para ligas mayores. El ALBA es un grupo de países cuyas economías no tienen un nivel todavía para poder abrir mercado con el potencial que el Perú tiene para ofrecer", aseguró el vicepresidente peruano.
"Nosotros estamos jugando a otro tema con el TLC y el Asia Pacífico, aprovechando nuestra posición geopolítica", acotó.
"Las casas del ALBA" suman al menos media docena y su crecimiento parece estar relacionado con la atractiva oferta de operaciones gratuitas para gente de escasos recursos.
Las autoridades peruanas denuncian que la oferta conlleva un contrabando ideológico ya que los pacientes son supuestamente adoctrinados a favor de la causa nacionalista de Hugo Chávez, que representa en el Perú el ex candidato presidendial Ollanta Humala.
En su afán de contrarrestarlas, el gobierno con apoyo del Congreso lanzó la operación "Ver para Creer", un plan que prevé tratamiento gratuito para 5.000 personas con problemas de salud en la visión.
Las relaciones entre Lima y Caracas se normalizaron a principios de 2007 luego de un distanciamiento de un año que provocó el retiro de embajadores debido a un intercambio de insultos entre Chávez y García durante la campaña electoral peruana de 2006.
El anuncio más claro de que Lima estudia una "estrategia" con ese fin vino este lunes del vicepresidente, Luis Giampietri, quien advirtió que la proliferación debe ser detenida por tratarse de injerencia política en asuntos peruanos.
"Creo que este tema del Alba tiene que pararlo el gobierno. En algún momento estará viendo alguna estrategia para pararlo, estoy seguro que se está trabajando en eso", dijo en declaraciones a la televisora estatal TV Perú.
Giampietri, un almirante en retiro que representa a uno de los sectores más conservadores del gobierno del socialdemócrata Alan García, consideró que las casas del ALBA constituyen un caso de "injerencia política" de Venezuela.
Las "casas" cumplen una función humanitaria al tratar a pacientes con problemas oculares y toman el nombre de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA) que Venezuela impulsa en América Latina.
"Las estrategias de este nivel no necesariamente tienen que ser hechas públicas", acotó el vicepresidente peruano, cuya declaración se suma a otras en igual dirección lanzadas por el primer ministro Jorge del Castillo y el ministro de Defensa Allan Wagner.
La embajada de Venezuela en Lima ha negado su participación directa o estar interviendo en asuntos internos peruanos, señalando que ella cumple sólo un papel facilitador como, por ejemplo, enviar pacientes a operar de cataratas a Caracas, según su embajador Armando José Laguna.
La creciente irritabilidad de las autoridades peruanas sobre el tema se debe además al hecho de que Perú no conforma ni tiene interés en sumarse al ALBA, que integran Cuba, Venezula, Bolivia y Nicaragua.
El vicepresidente peruano minimizó al ALBA tras señalar que Lima tiene intereses mayores y más trascendentes, como el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos - que el Congreso de ese país votará pronto- y su participación en la APEC (Foro de Cooperación Asia Pacífico).
"Estamos jugando para ligas mayores. El ALBA es un grupo de países cuyas economías no tienen un nivel todavía para poder abrir mercado con el potencial que el Perú tiene para ofrecer", aseguró el vicepresidente peruano.
"Nosotros estamos jugando a otro tema con el TLC y el Asia Pacífico, aprovechando nuestra posición geopolítica", acotó.
"Las casas del ALBA" suman al menos media docena y su crecimiento parece estar relacionado con la atractiva oferta de operaciones gratuitas para gente de escasos recursos.
Las autoridades peruanas denuncian que la oferta conlleva un contrabando ideológico ya que los pacientes son supuestamente adoctrinados a favor de la causa nacionalista de Hugo Chávez, que representa en el Perú el ex candidato presidendial Ollanta Humala.
En su afán de contrarrestarlas, el gobierno con apoyo del Congreso lanzó la operación "Ver para Creer", un plan que prevé tratamiento gratuito para 5.000 personas con problemas de salud en la visión.
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AFP/30/10/2007
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