Angela Merkel desafía a China y recibe al Dalai Lama en Berlín
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La decisión cosechó elogios en Alemania, tanto entre los simpatizantes del Gobierno como de la oposición
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Enrique Müller
Enrique Müller
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La canciller alemana, Angela Merkel, ofreció este domingo a sus compatriotas y al mundo, un raro ejemplo de coraje e independencia política al abrir, por primera vez, las puertas de la sede del gobierno alemán al Dalai Lama, el máximo representante religioso y cultural del Tibet. El encuentro, que fue calificado por la prensa germana como «histórico», duró casi una hora, provocó una airada protesta del Gobierno chino y concluyó sin declaraciones.
Aunque la reunión entre Merkel y el Dalai Lama había sido calificado por el gobierno germano como un «intercambio privado de opiniones», la presencia del premio Nobel de la Paz en la cancillería germana, fue calificado por el Gobierno chino como una afrenta y una grosera injerencia en los asuntos internos chinos.
En vísperas del encuentro, el Gobierno chino convocó al Embajador alemán para transmitirle sus protestas y el deseo de que el encuentro fuera anulado. El sábado pasado, Pekín, en otro intento para presionar al Gobierno alemán, canceló por «razones técnicas» un encuentro que debía celebrarse en Munich entre representantes del gobierno chino y alemán.
Pero la canciller no se doblegó a las presiones del Gobierno chino y este domingo rompió una vieja tradición de Alemania, que siempre se había negado a recibir al Dalai Lama para no perjudicar las excelentes relaciones comerciales que tiene Berlín con Pekín.
Ante la presencia de un nutrido grupo de fotógrafos y cámaras de televisión, Merkel recibió al líder espiritual del Tibet con un cálido apretón de manos. Al termino del encuentro, el Dalai Lama, que ya se había reunido con Merkel en el pasado cuando la canciller era la jefa de la oposición, comentó: «Ella mantiene sus viejas amistades y estoy muy contento».
La canciller, en cambio, dejó saber por intermedio de su portavoz, Ulrich Wilhelm, que apoyaba los esfuerzos del Dalai Lama en mantener la identidad cultural del Tibet y alabó la política pacifista del líder religioso destinada a preservar la autonomía religiosa en su país.
La canciller alemana, Angela Merkel, ofreció este domingo a sus compatriotas y al mundo, un raro ejemplo de coraje e independencia política al abrir, por primera vez, las puertas de la sede del gobierno alemán al Dalai Lama, el máximo representante religioso y cultural del Tibet. El encuentro, que fue calificado por la prensa germana como «histórico», duró casi una hora, provocó una airada protesta del Gobierno chino y concluyó sin declaraciones.
Aunque la reunión entre Merkel y el Dalai Lama había sido calificado por el gobierno germano como un «intercambio privado de opiniones», la presencia del premio Nobel de la Paz en la cancillería germana, fue calificado por el Gobierno chino como una afrenta y una grosera injerencia en los asuntos internos chinos.
En vísperas del encuentro, el Gobierno chino convocó al Embajador alemán para transmitirle sus protestas y el deseo de que el encuentro fuera anulado. El sábado pasado, Pekín, en otro intento para presionar al Gobierno alemán, canceló por «razones técnicas» un encuentro que debía celebrarse en Munich entre representantes del gobierno chino y alemán.
Pero la canciller no se doblegó a las presiones del Gobierno chino y este domingo rompió una vieja tradición de Alemania, que siempre se había negado a recibir al Dalai Lama para no perjudicar las excelentes relaciones comerciales que tiene Berlín con Pekín.
Ante la presencia de un nutrido grupo de fotógrafos y cámaras de televisión, Merkel recibió al líder espiritual del Tibet con un cálido apretón de manos. Al termino del encuentro, el Dalai Lama, que ya se había reunido con Merkel en el pasado cuando la canciller era la jefa de la oposición, comentó: «Ella mantiene sus viejas amistades y estoy muy contento».
La canciller, en cambio, dejó saber por intermedio de su portavoz, Ulrich Wilhelm, que apoyaba los esfuerzos del Dalai Lama en mantener la identidad cultural del Tibet y alabó la política pacifista del líder religioso destinada a preservar la autonomía religiosa en su país.
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Elogios en Alemania
La decisión de Merkel de abrir las puertas de la cancillería al Dalai Lama cosechó elogios tanto de sus correligionarios como también en las filas de la oposición. El jefe del gobierno regional del estado de Hesse, el democristiano Roland Koch elogió la decisión de la canciller de otorgar importancia a los problemas relacionados con los derechos humanos y su coherencia en mencionar este aspecto ante los jefes de estado más poderosos del planeta.
En una reunión con el presidente de Estados Unidos, George W.
Bush, la canciller pidió el cierre de Guantánamo y durante su último encuentro con el presidente de Rusia, Vladimir Putin. Merkel denuncio la violación de los derechos humanos y de la libertad de prensa en Rusia.
El jefe del partido Liberal, Guido Westerwelle, por su parte, alabó el coraje demostrado por Merkel al recibir al Dalai Lama y aplaudió la política exterior de Merkel y de su ministro de Asuntos Exteriores, Frank-Walter Steinmeier «A diferencia del gobierno anterior, la política exterior de ahora no está marcada por una táctica corta de miras, sino por un coraje inteligente», dijo el político liberal
Gerhard Schröder, quien visitó como canciller entre 1998 y 2005 seis veces China y quince veces Rusia, nunca hablo públicamente sobre derechos humanos y se negó a recibir al Dalai Lama cuando el líder religioso visitó Bonn en 1999.
Los Verdes también aplaudieron el valor de la canciller y manifestaron que el encuentro realizado en la cancillería representaba una importante señal de solidaridad ante la violación de los derechos humanos en el Tibet y en China
Elogios en Alemania
La decisión de Merkel de abrir las puertas de la cancillería al Dalai Lama cosechó elogios tanto de sus correligionarios como también en las filas de la oposición. El jefe del gobierno regional del estado de Hesse, el democristiano Roland Koch elogió la decisión de la canciller de otorgar importancia a los problemas relacionados con los derechos humanos y su coherencia en mencionar este aspecto ante los jefes de estado más poderosos del planeta.
En una reunión con el presidente de Estados Unidos, George W.
Bush, la canciller pidió el cierre de Guantánamo y durante su último encuentro con el presidente de Rusia, Vladimir Putin. Merkel denuncio la violación de los derechos humanos y de la libertad de prensa en Rusia.
El jefe del partido Liberal, Guido Westerwelle, por su parte, alabó el coraje demostrado por Merkel al recibir al Dalai Lama y aplaudió la política exterior de Merkel y de su ministro de Asuntos Exteriores, Frank-Walter Steinmeier «A diferencia del gobierno anterior, la política exterior de ahora no está marcada por una táctica corta de miras, sino por un coraje inteligente», dijo el político liberal
Gerhard Schröder, quien visitó como canciller entre 1998 y 2005 seis veces China y quince veces Rusia, nunca hablo públicamente sobre derechos humanos y se negó a recibir al Dalai Lama cuando el líder religioso visitó Bonn en 1999.
Los Verdes también aplaudieron el valor de la canciller y manifestaron que el encuentro realizado en la cancillería representaba una importante señal de solidaridad ante la violación de los derechos humanos en el Tibet y en China
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La Voz de Galicia - España/24/09/2007
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