Independencia monetaria o dependencia política
08/10/2007
Opinión
Gina Parody*
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En Colombia el Presidente de la República no sólo es elegido por sus propuestas sociales, o de seguridad. También es elegido por sus planteamientos económicos, algunos de los cuales se cristalizan con las políticas del Banco de la República. Por lo tanto el Gobierno debe hacer parte de sus directivas y participar de las decisiones que en materia económica se tomen ahí dentro.
En Colombia el Presidente de la República no sólo es elegido por sus propuestas sociales, o de seguridad. También es elegido por sus planteamientos económicos, algunos de los cuales se cristalizan con las políticas del Banco de la República. Por lo tanto el Gobierno debe hacer parte de sus directivas y participar de las decisiones que en materia económica se tomen ahí dentro.
Pretender modificar la conformación de la Junta Directiva del Banco Emisor y asignarle la función de mantener el equilibrio de los indicadores macroeconómicos, como lo propone un sector liberal, es un atentado contra la democracia, en la medida que pretende volver a la separación absoluta de poderes, que ni siquiera se ha podido sustentar en la teoría.
Al Banco de la República no se le puede encargar acciones que no estén bajo su dominio. Por ejemplo, si bien los indicadores macroeconómicos como la inflación, la oferta monetaria y la tasa de interés, dependen de las políticas adoptadas por el Emisor, éste no puede responder por los resultados ligados al PIB real; la balanza de pagos, la oferta agregada o el gasto público, del cual dependen servicios sociales como la educación, la salud y la vivienda.
Adicionalmente, los indicadores macroeconómicos no dependen sólo de la política monetaria, sino de la política fiscal, de los ciclos económicos y de los choques externos. En el corto plazo, la política monetaria es más usada que la política fiscal dada su flexibilidad de ejecución, especialmente para controlar los choques externos. En el caso de la revaluación del peso, es necesario tener en cuenta que Estados Unidos está viviendo una crisis interna que no le permite elevar las tasas de interés, dejándola por debajo de los promedios de otros países, como Colombia. Ante esto, los inversionistas extranjeros se ven atraídos por la rentabilidad nacional y traen a nuestro país su dinero, aumentado el dólar en el mercado y finalmente disminuyendo la tasa de cambio. Es el Banco de la República, quien en su autonomía decide qué medidas tomar para frenar la revaluación.
Sí lo que se quiere es otorgarle al Banco mayor responsabilidad en el ámbito económico, ¿por qué quitarle el voto al Ministro de Hacienda en una Junta que deberá propender por los indicadores macroeconómicos que se sujetan a las políticas del gobierno? Esto es inconsistente. Se busca una Junta Directiva supuestamente independiente del Gobierno, pero al tiempo la convertirán en la responsable de los resultados de las políticas del Ejecutivo.
Adicionalmente argumentan que el organismo no sólo es autónomo sino anárquico y ¿eliminando el voto del Ministro no lo dejaríamos en el caos total?
Tan ligera es la propuesta, que no soporta ser comparada con la experiencia internacional. En la mayoría de bancos centrales hay presencia del Gobierno y eso no disminuye su independencia. En Francia, existe un comité asesor que cuenta con dos integrantes designados por el Ministro de Hacienda y en el Banco Central español existe un consejo conformado por seis miembros nombrados por el gobierno a propuesta del Ministerio de Hacienda por seis años renovables por una vez. Eliminar el voto del Ministro de Hacienda para que haya independencia en la Junta del Banco de la República es tanto como decir que el Presidente no sancione las leyes para que haya independencia del Congreso
Por último, proponen que cuando las metas del Banco no se cumplan por dos años consecutivos, podrán reemplazarse hasta dos de los codirectores, pero me pregunto ¿no será esto un incentivo perverso para inducir al Banco a fijar metas laxas además de limitar la autonomía del ente al abrir la posibilidad de ejercer presión directa sobre los miembros de la Junta con la amenaza de sacarlos? Esto implica que el Banco tendría una alta dependencia política, al depender, dos de sus miembros del gobierno de turno.
Una propuesta de este calibre debe alejarse de los antojos personalistas, e integrar un gran criterio político, y un alto componente técnico. Pero parece que esta iniciativa no tiene ni de lo uno ni de lo otro.
Eliminar el voto del Ministro de Hacienda para que haya independencia en la Junta del Banco de la República es tanto como decir que el Presidente no sancione las leyes para que haya independencia del Congreso.
Pretender modificar la conformación de la Junta Directiva del Banco Emisor y asignarle la función de mantener el equilibrio de los indicadores macroeconómicos, como lo propone un sector liberal, es un atentado contra la democracia, en la medida que pretende volver a la separación absoluta de poderes, que ni siquiera se ha podido sustentar en la teoría.
Al Banco de la República no se le puede encargar acciones que no estén bajo su dominio. Por ejemplo, si bien los indicadores macroeconómicos como la inflación, la oferta monetaria y la tasa de interés, dependen de las políticas adoptadas por el Emisor, éste no puede responder por los resultados ligados al PIB real; la balanza de pagos, la oferta agregada o el gasto público, del cual dependen servicios sociales como la educación, la salud y la vivienda.
Adicionalmente, los indicadores macroeconómicos no dependen sólo de la política monetaria, sino de la política fiscal, de los ciclos económicos y de los choques externos. En el corto plazo, la política monetaria es más usada que la política fiscal dada su flexibilidad de ejecución, especialmente para controlar los choques externos. En el caso de la revaluación del peso, es necesario tener en cuenta que Estados Unidos está viviendo una crisis interna que no le permite elevar las tasas de interés, dejándola por debajo de los promedios de otros países, como Colombia. Ante esto, los inversionistas extranjeros se ven atraídos por la rentabilidad nacional y traen a nuestro país su dinero, aumentado el dólar en el mercado y finalmente disminuyendo la tasa de cambio. Es el Banco de la República, quien en su autonomía decide qué medidas tomar para frenar la revaluación.
Sí lo que se quiere es otorgarle al Banco mayor responsabilidad en el ámbito económico, ¿por qué quitarle el voto al Ministro de Hacienda en una Junta que deberá propender por los indicadores macroeconómicos que se sujetan a las políticas del gobierno? Esto es inconsistente. Se busca una Junta Directiva supuestamente independiente del Gobierno, pero al tiempo la convertirán en la responsable de los resultados de las políticas del Ejecutivo.
Adicionalmente argumentan que el organismo no sólo es autónomo sino anárquico y ¿eliminando el voto del Ministro no lo dejaríamos en el caos total?
Tan ligera es la propuesta, que no soporta ser comparada con la experiencia internacional. En la mayoría de bancos centrales hay presencia del Gobierno y eso no disminuye su independencia. En Francia, existe un comité asesor que cuenta con dos integrantes designados por el Ministro de Hacienda y en el Banco Central español existe un consejo conformado por seis miembros nombrados por el gobierno a propuesta del Ministerio de Hacienda por seis años renovables por una vez. Eliminar el voto del Ministro de Hacienda para que haya independencia en la Junta del Banco de la República es tanto como decir que el Presidente no sancione las leyes para que haya independencia del Congreso
Por último, proponen que cuando las metas del Banco no se cumplan por dos años consecutivos, podrán reemplazarse hasta dos de los codirectores, pero me pregunto ¿no será esto un incentivo perverso para inducir al Banco a fijar metas laxas además de limitar la autonomía del ente al abrir la posibilidad de ejercer presión directa sobre los miembros de la Junta con la amenaza de sacarlos? Esto implica que el Banco tendría una alta dependencia política, al depender, dos de sus miembros del gobierno de turno.
Una propuesta de este calibre debe alejarse de los antojos personalistas, e integrar un gran criterio político, y un alto componente técnico. Pero parece que esta iniciativa no tiene ni de lo uno ni de lo otro.
Eliminar el voto del Ministro de Hacienda para que haya independencia en la Junta del Banco de la República es tanto como decir que el Presidente no sancione las leyes para que haya independencia del Congreso.
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*Es Senadora
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