23/9/07

La truco-política

23/09/2007
Editoriales
Fausto Pretelin Muñoz de Cote**
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Imagen 1. Washington, un domingo septembrino en la sala de pantallas de la Casa Blanca: Bush ejercita el zapping (cambio de canal) y abandona momentáneamente la señal de ESPN que emite un interesante partido de la NFL, Gigantes de Nueva York frente a Dallas.

De su negro corazón (por petrolero) le embarga un sentimiento de solidaridad por el equipo tejano que se encuentra abajo en el marcador 6 a 3 al finalizar el primer cuarto. Enfadado, Bush ordena una porción abundante de botana para distraer su inquietud y dirige unas palabras lúdicas a su cachorro esperando de él una seria respuesta.

Aprovecha la publicidad de una preparatoria pirata para zapear su atención por algunas de las decenas de pantallas que le rodean. Entre ellas no existen fronteras. La sensación le agrada. “Un mundo virtual sin fronteras. La globalización ideal. La televisión perfecta”.

La pantalla matriculada como Al-Jazeera emite un misil mediático-global. Se trata del debut de un analista experto en temas sobre globalización. ¡Uno más en el fascinante mundo de los opinólogos! Pero quien observa a Bush (a través de la pantalla) no es de los que acostumbran a moralizar al mundo durante el horario triple A. Ni mucho menos de los que cobran una buena cantidad de billetes por simular una entrevista.

Es Osama bin Laden. En su rostro se pueden observar sus decrépitas ideas. Su barba es simétrica y despoblada de canas, gracias a los productos de moda con los que se reniega la edad. Sus manos masajean unas hojas que en pocas ocasiones voltea a ver gracias al telepronter que habla por él (posiblemente el autor del discurso sea Adam Gadahn, encargado del brazo mediático de Al-Qaeda, As Sahab). Pero “no importa”, le dice su asesor de media training (entrenador para actuar frente a los medios de comunicación) al colocarle debajo de sus manos unas hojas en blanco. La pantalla es simulación.

Con voz cansina y hollywoodense Bin Laden dirige un mensaje escatológico al pueblo americano. (Huntington, Fukuyama y Robert Kagan dirían que se trata de un mensaje intimidatorio a Occidente y a Dios, por supuesto.) Como vendedor de la pantalla noctámbula ofrece a precio de promoción su producto estrella: la conversión al islam. Recorre las parábolas de Noam Chomsky e Ignacio Ramonet, sobre el Imperio, y las frases ecologistas de Al Gore, sobre la vida que se nos escapa.

Finalmente, no olvida al político de moda, Sarkozy, el hombre que estaría dispuesto a viajar a la selva colombiana en compañía de Hugo Chávez y Evo Morales para rescatar a Íngrid Betancourt de las garras de las FARC y, claro, para salir en la pantalla del noticiero global.

Dallas venció a los Gigantes 45 a 35.

Metaimagen 1. La imagen es la continuación de la política y la economía cuando éstas se ausentan. Perfecto sustituto. O, en palabras dramáticas, la última guerra mundial se hará a través de las pantallas.
Imagen 2. El desmantelamiento de la polis (comunidad ciudadana) y especialmente del ágora (centro cultural, comercial y político) se consiguió a través de su reducción en un entorno programado, alias la televisión. Tal vez sea esta la razón por la que Pati Chapoy sea la delantera estrella que anota goles pirata (no del equipo Veracruz, posiblemente del Morelia) a los políticos y por la que la revista Quién (concepto pirata de la Biblia de la Aspiración Perpetua, Hola) pueda llegar a convertirse en el año 2100 en el libro de texto de Historia Política de México del siglo XXI.

Para la pantalla, yo soy la masa. Y la dialéctica que permite entenderme con los de la pantalla es la publicidad. Me politizo con elevadas dosis de tachas publicitarias. Les creo a todos los mensajes y, como poseo un extraño miedo al aislamiento (la espiral del silencio), también les creo a todos los líderes de opinión. Soy tan creyente que un comercial de Carlos Menem me pareció muy realista*:

Imagen: Menem de traje, camina rodeado de árboles, sin mirar a la cámara que lo toma desde abajo. Gesto serio. Paso firme. Mira a la cámara.

Audio: Voz del candidato en off: “Yo sé que hay gente enojada conmigo, porque sienten que no les di todo lo que les podía dar. Y tienen razón”.

Imagen: Pensativo. Mirando levemente hacia abajo. Sube una loma, el viento le pega de frente. Camina frontal al lente y sonríe.

Audio: “Pero yo también estuve enojado. Dios me enfrentó al dolor… yo me enfrenté a la adversidad. Estuve de rodillas, estoy de pie”. Voz en off: “Ahora, vamos” (con ovación de fondo).

Imagen: “Menem… la tercera presidencia… la histórica”.

Audio: Voz en off: “Menem, la tercera presidencia, la histórica”.

En una ocasión me encontré a Jean Baudrillard en la única franquicia del paraíso ubicada en el planeta Tierra, la Place des Vosges, en París. Me dijo que la masa sabe que no sabe nada, y no tiene ganas de saber. Contagiado por El mal de Montano (libro de Enrique Vila-Matas), es decir, enfermo de literatura, le contesté citando a Heiddeger: “Cuando uno señala a la masa, uno también forma parte de ella”. La franquicia del paraíso oscureció. Después leí el código deontológico del perfecto media training. El decálogo inicia con lo siguiente:

1. Si el entrevistador te hace una pregunta incómoda debes de responder lo siguiente: “¡Qué bueno que usted me hace esa pregunta!”. Lo cerré y me dio gusto ser una franquicia más de la opinión de los demás.

Metaimagen 2. La hiperpublicidad es aquella que aparenta no ser publicidad. Es la etapa cínica del simulacro. No es perceptible bajo los sentidos convencionales. Hay que ingresar al sistema nervioso central de la pantalla para desmontarla.

Imagen 3. El 7 de mayo de 1999 la OTAN bombardeó la embajada de China en Belgrado. En represalia, la cadena de televisión China Central Televisión Station suspendió la emisión de los partidos de basquetbol estadounidense (NBA). Un grupo de jóvenes chinos que se manifestaron contra Estados Unidos por el bombardeo señalaban que la política no debía de mezclarse con los acontecimientos deportivos: “¡Queremos los partidos de la NBA!”.

Metaimagen 3. A menos de un año de la celebración de los Juegos Olímpicos en China, hay quienes sólo piensan en deporte.
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* Información tomada del libro ‘Comunicación política y campañas electorales. Estrategias en elecciones presidenciales’, de Virginia García Beaudoux, Orlando D’Adamo y Gabriel Slavinsky. Editorial Gedisa.
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**Profesor de Estudios Internacionales en el ITAM
PERFIL
Maestro en Dirección Internacional por el ITAM y Especialización en Estudios Europeos por el Colegio de Europa (Brujas, Bélgica)
Profesor en los departamentos de Estudios Generales e Internacionales del ITAM e invitado en la Universidad Ramon Llull en Barcelona
Ha trabajado en algunos medios de comunicación en París y Barcelona.
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Las maquiladoras del pensamiento

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