Polémica nacional e internacional por alusión de Kouchner a posible "guerra"si Irán no recapacita
La advertencia del ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner, sobre la necesidad de prepararse para "lo peor, que es la guerra" si Irán no recapacita en su programa nuclear ha creado una polémica en Francia y el extranjero.
El propio primer ministro francés, François Fillon, trató hoy de quitar hierro a las declaraciones del ministro, aunque calificó de "extrema" la "tensión" con Irán.
"Todo debe hacerse para evitar la guerra. El papel de Francia es conducir hacia una solución pacífica una situación que sería extremadamente peligrosa para el resto del mundo", dijo Fillon.
La víspera, Kouchner había indicado en una entrevista televisada que había que prepararse "para lo peor, que es la guerra", a la vez que insistió en la necesidad de negociar "hasta el final" y abogó por sanciones europeas fuera del marco de la ONU para evitar que Irán se dote del arma nuclear.
Fillon, que considera como "real" la "amenaza" de un arma nuclear iraní, dijo que no se han agotado todavía las sanciones y que Francia está a favor de las "sanciones más severas posibles" si Teherán si persiste en su actitud.
Las declaraciones de Kouchner fueron denunciadas como "inquietantes" y "peligrosas" por la oposición francesa de izquierdas, que reclamó un debate en el Parlamento y acusó al Gobierno del presidente, Nicolas Sarkozy, de "alinearse" con la administración de George W. Bush.
Desde Teherán, el Ministerio iraní de Exteriores denunció las palabras de Kouchner como "un alineamiento con las futiles estrategias de los gobernantes de Estados Unidos" y advirtió de que "la influencia de las insinuaciones no realistas y falsas informaciones de otros (en referencia a EEUU) no va a servir a los intereses de Francia".
Las declaraciones de Kouchner suscitaron reacciones negativas en otras capitales.
El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Mohamed El Baradei, consideró "contraproducente" que se hable del uso de la fuerza y pidió tener presentes las lecciones de la invasión de Irak.
El Baradei pidió "mantener la calma y no exagerar el asunto iraní" y dijo que "no tenemos ninguna prueba de que el programa nuclear iraní esté siendo utilizado para armas".
En Viena, donde se celebra la conferencia general del OIEA, la ministra de Exteriores de Austria, Ursula Plassnik, dijo que no entendía por qué Kouchner ha recurrido a "una retórica marcial así en este momento".
Desde Berlín, el Gobierno alemán dejó claro que mantiene su apuesta por una solución diplomática en el conflicto nuclear con Irán: "Todas las otras opciones no están en discusión para nosotros", dijo el portavoz del Ejecutivo, Ulrich Wilhelm.
En Washington, el portavoz del Departamento de Estado se felicitó de que Francia tenga los mismos objetivos que EEUU -a saber, que Irán no se dote del arma nuclear-, a la vez que insistió en que se sigue privilegiando la opción diplomática.
La declaración de Kouchner sigue a la del presidente Sarkozy ante la conferencia de embajadores franceses el pasado día 27, que evidenciaba ya un endurecimiento de la postura de París ante la negativa de Irán de suspender su programa de enriquecimiento de uranio, como le ha pedido el Consejo de Seguridad de la ONU.
Sarkozy dijo entonces que es "inaceptable" que Irán se dote del arma nuclear y que sólo la política actual de "sanciones progresivas" -y de "aperturas" si Teherán respeta sus obligaciones-, puede evitar una "alternativa catastrófica: la bomba iraní o el bombardeo de Irán".
El propio primer ministro francés, François Fillon, trató hoy de quitar hierro a las declaraciones del ministro, aunque calificó de "extrema" la "tensión" con Irán.
"Todo debe hacerse para evitar la guerra. El papel de Francia es conducir hacia una solución pacífica una situación que sería extremadamente peligrosa para el resto del mundo", dijo Fillon.
La víspera, Kouchner había indicado en una entrevista televisada que había que prepararse "para lo peor, que es la guerra", a la vez que insistió en la necesidad de negociar "hasta el final" y abogó por sanciones europeas fuera del marco de la ONU para evitar que Irán se dote del arma nuclear.
Fillon, que considera como "real" la "amenaza" de un arma nuclear iraní, dijo que no se han agotado todavía las sanciones y que Francia está a favor de las "sanciones más severas posibles" si Teherán si persiste en su actitud.
Las declaraciones de Kouchner fueron denunciadas como "inquietantes" y "peligrosas" por la oposición francesa de izquierdas, que reclamó un debate en el Parlamento y acusó al Gobierno del presidente, Nicolas Sarkozy, de "alinearse" con la administración de George W. Bush.
Desde Teherán, el Ministerio iraní de Exteriores denunció las palabras de Kouchner como "un alineamiento con las futiles estrategias de los gobernantes de Estados Unidos" y advirtió de que "la influencia de las insinuaciones no realistas y falsas informaciones de otros (en referencia a EEUU) no va a servir a los intereses de Francia".
Las declaraciones de Kouchner suscitaron reacciones negativas en otras capitales.
El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Mohamed El Baradei, consideró "contraproducente" que se hable del uso de la fuerza y pidió tener presentes las lecciones de la invasión de Irak.
El Baradei pidió "mantener la calma y no exagerar el asunto iraní" y dijo que "no tenemos ninguna prueba de que el programa nuclear iraní esté siendo utilizado para armas".
En Viena, donde se celebra la conferencia general del OIEA, la ministra de Exteriores de Austria, Ursula Plassnik, dijo que no entendía por qué Kouchner ha recurrido a "una retórica marcial así en este momento".
Desde Berlín, el Gobierno alemán dejó claro que mantiene su apuesta por una solución diplomática en el conflicto nuclear con Irán: "Todas las otras opciones no están en discusión para nosotros", dijo el portavoz del Ejecutivo, Ulrich Wilhelm.
En Washington, el portavoz del Departamento de Estado se felicitó de que Francia tenga los mismos objetivos que EEUU -a saber, que Irán no se dote del arma nuclear-, a la vez que insistió en que se sigue privilegiando la opción diplomática.
La declaración de Kouchner sigue a la del presidente Sarkozy ante la conferencia de embajadores franceses el pasado día 27, que evidenciaba ya un endurecimiento de la postura de París ante la negativa de Irán de suspender su programa de enriquecimiento de uranio, como le ha pedido el Consejo de Seguridad de la ONU.
Sarkozy dijo entonces que es "inaceptable" que Irán se dote del arma nuclear y que sólo la política actual de "sanciones progresivas" -y de "aperturas" si Teherán respeta sus obligaciones-, puede evitar una "alternativa catastrófica: la bomba iraní o el bombardeo de Irán".
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Unión Radio - Venezuela/18/09/2007
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