Polonia: El partido de las mujeres
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México, D.F. - “A toda acción corresponde una igual en intensidad, pero en sentido opuesto”, dice la Tercera Ley de Newton, que es válida en la física y, por lo visto, también en la política de Polonia, donde al gobierno ultra conservador católico de los hermanos gemelos Lech y Jaroslaw Kaczynski, se le opone un partido nuevo, el Partia Kobiet, conformado por feministas.
Lech Kaczynski llegó hace dos años a la presidencia de Polonia, e inmediatamente designó a su hermano gemelo Jaroslav, Primer Ministro. La Constitución permite que el presidente designe al Primer Ministro. Los Kaczynski son idénticos, sobre todo en sus posturas ultra conservadoras.
Los gemelos eran el poder detrás del Primer Ministro de la derecha Kazimierz Marcinkiewicz, y cuando éste renunció al cargo, les dejó el paso libre.
“El veneno rojo”
Hace 18 años, Polonia transitó pacíficamente del régimen llamado comunista a una república con libre mercado. Sin embargo, hace dos años, los Kaczynski empezaron una cacería de brujas con el pretexto de acabar con el “veneno rojo del comunismo”.
Con un nacionalismo de tinte fanático, pusieron en marcha “La Lustración”, nombre de una purificación ritual que se practicaba en la antigua Roma que, para los gemelos, se tradujo en investigar, hostigar y castigar a todo aquel que hubiera “trabajado para el antiguo régimen”. A quien se encuentre culpable de tal delito, se le deshonra en público, se le quita el trabajo y se le margina socialmente.
“La Lustración” polaca se aplicó a los viejos políticos, pero también a los periodistas críticos; a los profesores universitarios insumisos; a los intelectuales; a los disidentes, y a todo aquel que le fuera antipático a los nuevos dirigentes.
“La Lustración” se volvió un instrumento para atacar a la oposición liberal o de izquierda. La difamación, los prejuicios e injusticias se volvieron el pan de cada día. Incluso, los viejos aliados y colaboradores de los Kaczynski han sufrido una “lustradita”, como es el caso del ministro del Interior Janusz Kaczmarek, quien recibió la noticia de su despido mientras estaba de vacaciones en Italia.
A principios de agosto, las purgas hechas sobre la base de falsos cargos de corrupción, llevaron al rompimiento de la coalición gubernamental. Los conflictos en el seno del partido en el gobierno, Derecho y Justicia (PiS, por sus siglas en polaco), el de los Kaczynski, hizo rodar varias cabezas de ministros conservadores, lo que causó una crisis parlamentaria. En la primera semana de septiembre, el Parlamento se disolvió y habrá elecciones anticipadas el 22 de octubre de 2007.
Los hermanos que gobiernan Polonia son famosos desde que tenían 13 años de edad, por haber participado en una película llamada “Los dos que se robaron la luna”, y han llevado los mandatos del Vaticano a la Constitución de su país, donde la homosexualidad no sólo es prohibida, sino penada por la ley.
El aborto está prohibido y castigado sin excepción, aun en casos de violación o que la vida de la madre esté en peligro. En nombre del bienestar de la familia y de los valores católicos, el gobierno polaco es represivo, en especial con las mujeres, a las que quiere encerrar en sus casas y condenarlas exclusivamente al trabajo doméstico, aunque se discute en el Parlamento dar un pequeño subsidio económico a las amas de casa.
A los niños y jóvenes, en nombre de la decencia, se les niega toda información sobre sexualidad y métodos anticonceptivos. Esos son temas tabú en las escuelas. Las relaciones sexuales antes del matrimonio, la masturbación (que lleva a la infertilidad, según la versión oficial) y la utilización de anticonceptivos, es considerado pecado, sin mencionar la “Píldora del día siguiente” y las investigaciones con células madre.
Los periodistas que “dan una mala imagen del país” son vigilados de cerca. De hecho, se hizo una lista con los nombres de 16 comunicadores alemanes y se publicó en los medios, señalándolos como “los anti-polacos”
El Patria Kobiet
La respuesta al gobierno ultra católico vino de donde menos se esperaba: de las mujeres, en especial de las feministas que formaron el Partia Kobiet, que significa El Partido de las Mujeres.
La figura central de ésta organización política es Manuela Gretkowska, una filósofa e historiadora de 42 años de edad que, desde sus primeras novelas y guiones cinematográficos, escandalizó a los conservadores polacos. Sus obras fueron censuradas, pero el efecto fue contrario al esperado y la prohibición se convirtió en publicidad. Ella es quien ha atacado con más virulencia a los gemelos, a quienes considera “un atentado contra la inteligencia de Polonia”.
La escritora vivió cinco años en Francia y cinco en Suecia en un autoexilio, pero decidió regresar a su país natal a dar la batalla por las mujeres y los niños, que son los más vulnerables a las restricciones y políticas misóginas del gobierno.
“Cuando regresé a Polonia, sentí que había viajado en el tiempo y que había aterrizado en los años sesenta; eso me horrorizo”, dijo Gretkowska en una de las raras entrevistas que ha concedido a la prensa.
Nadie es indiferente a Manuela: se le admira u odia con la misma intensidad. Sus enemigos la tachan de blasfema; otros la acusan de atentar contra los valores fundamentales de cristianismo y la familia, y ponen en duda sus cualidades literarias.
Sus detractores más refinados dicen que la creación del Partia Kobiet, es un truco publicitario para vender más libros. Sin embargo, intelectuales, artistas, políticas, profesionistas y amas de casa, se sienten representadas en el nuevo partido que lucha por mayores oportunidades y derechos para las mujeres. Su lucha es por cambiar la vida cotidiana.
Monika Kaczmarek, ama de casa y madre de cinco niños, afirma sobre el Partia Kobiet: “Tiene mi total respaldo, mi voto!".
Marian Rodzewicz opina: “Pienso que el partido de Gretowska se originó más bien del deseo de manifestar los problemas de las mujeres en Polonia (marginación, discriminación laboral, la imagen de la mujer como madre y ama de casa especialmente por los gobernantes), y no es un partido que aspira a la toma del poder”.
Por su parte, Krystyna Brodowy, madre de ocho hijos, dice: “El partido de las mujeres se fundó en el enero de este año. El programa de éste partido trata sobre igualar las oportunidades para las mujeres en la esfera política, social y pública. Tiene que ser el partido de los intereses y necesidades, no un partido ideológico. La tarea del partido es cambiar la ley vigente en los temas claves para las mujeres. Hasta ahora, en la prensa y televisión encontramos solo generalidades. Yo veo a éste partido con interés pero, al mismo tiempo, con distancia. Su creación es necesario y tiene su razón, pero a mi me falta entusiasmo y fe. Estoy muy desilusionada de las elites políticas. En los eternos conflictos, suposiciones, inculpaciones, no se sabe quién dice la verdad y quién miente. En Internet encontré muchas opiniones entusiastas sobre el partido de las mujeres. No es mi caso; parece que envejezco”
A su vez, Jolanta Klyszcz, profesora universitaria y quien tradujo para Apro las entrevistas contenidas en este articulo, señala:
“Tengo que partir de lo obvio: que una mujer no es un hombre. Por lo tanto, igualar los derechos de mujer y de hombre es injusto. Los hombres que dominan en nuestra cultura marginaron a la mujer. Mas, la mujer, por su naturaleza, que proviene de los primeros homínidos, es mucho más pequeña y con menor desarrollo de musculatura. Y está atada a su rol de madre, lo que le impide mantenerse sola. Este hecho produjo la primitiva organización social entre dichos hominidos.
“Desde éste origen de la relación ente géneros de la raza humana, al pasar el tiempo, se complicó el lenguaje junto con la estructura social. La dependencia física de la mujer produjo la familia y el lenguaje estableció el lado invisible de nuestra cultura, cuyo núcleo es la vida social basada sobre protección y amor de la familia.
“En mi lógica, y dentro de la tradición cultural que construye a la humanidad, no hay lugar para la igualdad de los sexos. Al buscar la mejora de la vida de las mujeres, es un error partir del concepto de la igualdad.
Produce discusiones monstruosas como lo que leí en un artículo que me mandó mi prima, que gira acerca de la pregunta: ¿Por qué el partido de Gretowska, que trata de igualar las condiciones de vida entre las mujeres y los hombres, busca que las mujeres reciban la misma pensión por el retiro de trabajo como los hombres, mientras ellas tienen derecho de jubilarse cinco años más temprano que los hombres? Se argumenta que sí las mujeres se retirarían del trabajo a misma edad que los hombres, tuvieran la misma pensión”.
Añade: “Lo que aprendo sobre el proyecto de lucha política de M.Gretowska, me da la impresión que transporta hacia nuestros tiempos la tierna y grotesca lucha de las Damas Violetas Mexicanas”.
“Polonia es mujer”
Manuela Gretowska combina la historia y la filosofía con el mundo de los artistas del underground europeo, en novelas que escandalizan a sus paisanos. Con humor crea personajes fantásticos, como la mujer que tenía dos clítoris y quería casarse con un hombre de dos penes.
En sus relatos –algunos publicados en la revista Playboy y Elle--, mezcla el judaísmo, el cristianismo, el Viejo y el Nuevo Testamento, en un coctel de problemas froidianos. Exhibe los prejuicios, la ignorancia, el machismo y se burla de ellos.
El arma más efectiva de Gretkowska es el humor y la burla. A los patriarcas medievales polacos, los tiene en la mira. El agua bendita no puede con el sarcasmo de la bellísima escritora de pelo platino, quien afirma:
“Estamos en democracia. Debemos exigir nuestros derechos de acuerdo con los principios de un régimen democrático. Tengo la convicción de nuestro futuro éxito. Por fin habrá en el Parlamento un partido que mirará por los intereses de las mujeres”.
Lidia Popiel-Linda, cofundadora del Partido de las Mujeres, dice en cada oportunidad: “Los que nos han ridiculizado y menospreciado como si fuéramos un fenómeno político folclórico, van a ver cómo las mujeres nos organizamos en política y cómo vamos a trabajar con una nueva concepción de la política”
Manuela Gretowska quiere llevar a su partido al Parlamento Europeo. La autora de 11 libros y un guión cinematográfico, dio a conocer, en marzo pasado, el programa de su partido, mediante un manifiesto titulado Polska jest kobietą, (Polonia es mujer).
Por su parte, los gemelos Kaczynski lograron unificar a la política polaca, pero en su contra. Se han enemistado con los viejos compañeros de Solidaridad, de su partido, el PiS; con la derecha polaca y con todo dios.
El pasado 30 de agosto, Leich Walesa dijo que el presidente y el Primer Ministro utilizan la supuesta lucha contra la corrupción para cortar las cabezas de sus adversarios. Incluso, la alta jerarquía eclesiástica polaca se ha distanciado del gobierno. En el ámbito internacional, los Kaczynski se ganaron la antipatía de varios presidentes europeos al comparar a la Alemania actual con la Alemania nazi de los años 30 y al asumir los intereses del presidente norteamericano George Bush como propios. También han boicoteado la firma de tratados económicos de la Unión Europea con la Federación Rusa.
En resumen, los Kaczynski se están quedando solos.
Esta coyuntura política es la oportunidad de oro para el partido de las feministas de alcanzar los votos suficientes en las próximas elecciones del 21 de octubre para entrar en el Parlamento polaco, y si la suerte les sonríe, también entrar al Parlamento Europeo.
Proceso-México/18/09/2007
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