Francia expulsa a más de 18.000 inmigrantes ilegales
Fue en el marco de una nueva y cuestionada política de inmigración impuesta por el gobierno de Nicolás Sarkozi. Proteger las fronteras, luchar contra las mafias y la repatriación de los irregulares son algunas de las razones
En los primeros diez meses del corriente año, Francia expulsó de su territorio a más de 18.600 inmigrantes irregulares, según el balance de gestión presentado hoy en rueda de prensa por el ministro francés de Inmigración e Identidad Nacional, Brice Hortefeux.En el marco de la nueva y cuestionada política de inmmigración impuesta por el gobierno de Nicolás Sarkozy, el informe menciona tres prioridades: proteger las fronteras; luchar contra las mafias y la repatriación de los irregulares. En este contexto, el funcionario reveló que Francia empezó a registrar un número menor de inmigrantes clandestinos si se tiene en cuenta que los beneficiarios de la ayuda médica estatal fueron un 4% menos, informó el diario Le Monde en su edición digital. Además, el informe sostiene que se impidió la entrada en Francia de 34.000 ilegales y en el primer trimestre de 2007 se expulsó en la frontera un 19% más que en el mismo período de 2006.En cuanto a la lucha contra el trabajo ilegal, el informe revela un aumento de los controles de casi el 44%, que llevó a la detención de 332 empleadores, "esto es un 87,6% más que el año pasado". "Este balance de etapa demuestra la coherencia de nuestra nueva política de inmigración, que se apoya en principios claros, legibles y comprensibles", subrayó el titular de Inmigración, que evitó referirse a la polémica medida contemplada en la nueva ley que prevé pruebas de ADN para familiares inmigrantes radicados. No obstante, el ministro sí mencionó que el objetivo del Gobierno es ‘reequilibrar‘ la inmigración laboral y familiar para compensar el desequilibrio producido en los años setenta, época en la que, por razones económicas, Francia se abrió al reagrupamiento familiar. En Francia hay cinco millones de inmigrantes legales. De ellos, tres millones tienen nacionalidad extranjera y dos millones obtuvieron la nacionalidad francesa.El 20% de los inmigrantes, es decir un millón de personas sin contar a los niños, vive en zonas urbanas "sensibles", o sea en barrios conflictivos, los mismos en donde hace dos años estallaron gravísimos conflictos sociales cuando Sarkozy era ministro del Interior del presidente Jacques Chirac.
En los primeros diez meses del corriente año, Francia expulsó de su territorio a más de 18.600 inmigrantes irregulares, según el balance de gestión presentado hoy en rueda de prensa por el ministro francés de Inmigración e Identidad Nacional, Brice Hortefeux.En el marco de la nueva y cuestionada política de inmmigración impuesta por el gobierno de Nicolás Sarkozy, el informe menciona tres prioridades: proteger las fronteras; luchar contra las mafias y la repatriación de los irregulares. En este contexto, el funcionario reveló que Francia empezó a registrar un número menor de inmigrantes clandestinos si se tiene en cuenta que los beneficiarios de la ayuda médica estatal fueron un 4% menos, informó el diario Le Monde en su edición digital. Además, el informe sostiene que se impidió la entrada en Francia de 34.000 ilegales y en el primer trimestre de 2007 se expulsó en la frontera un 19% más que en el mismo período de 2006.En cuanto a la lucha contra el trabajo ilegal, el informe revela un aumento de los controles de casi el 44%, que llevó a la detención de 332 empleadores, "esto es un 87,6% más que el año pasado". "Este balance de etapa demuestra la coherencia de nuestra nueva política de inmigración, que se apoya en principios claros, legibles y comprensibles", subrayó el titular de Inmigración, que evitó referirse a la polémica medida contemplada en la nueva ley que prevé pruebas de ADN para familiares inmigrantes radicados. No obstante, el ministro sí mencionó que el objetivo del Gobierno es ‘reequilibrar‘ la inmigración laboral y familiar para compensar el desequilibrio producido en los años setenta, época en la que, por razones económicas, Francia se abrió al reagrupamiento familiar. En Francia hay cinco millones de inmigrantes legales. De ellos, tres millones tienen nacionalidad extranjera y dos millones obtuvieron la nacionalidad francesa.El 20% de los inmigrantes, es decir un millón de personas sin contar a los niños, vive en zonas urbanas "sensibles", o sea en barrios conflictivos, los mismos en donde hace dos años estallaron gravísimos conflictos sociales cuando Sarkozy era ministro del Interior del presidente Jacques Chirac.
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Diario Hoy - Argentina/09/11/2007
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