Oposición a guerra con Irán
Author: Susan Webb
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La nueva crisis en Paquistán muestra la hipocresía de las palabras bélicas del gobierno de Bush hacia Irán según analistas de política exterior. El presidente de Paquistán, el general Pervez Mucharef, un gran aliado del presidente Bush y su “guerra contra el terrorismo”, declaró un estado de emergencia que muchos tildan de un golpe de estado. Mucharef suspendió la Constitución, despidió a todos los jueces del Tribunal Supremo y encarceló a cientos de abogados y otros que se manifestaban en contra del golpe, inclusive a sindicalistas. Estados Unidos le ha otorgado al gobierno de Mucharef $10,59 mil millones en ayuda militar, económica y para el desarrollo desde el 11 de septiembre 2001, de acuerdo a la Prensa Asociada. Como 75 por ciento es para las Fuerzas Armadas. El gobierno de Mucharef ha gastado grandes cantidades de dinero comprando sistemas de armas. Paquistán, a diferencia de Irán, tiene armas nucleares. Mientras tanto, Bush y el vicepresidente estadounidense Dick Cheney han aumentado las amenazas apocalípticas – Bush habla de una Tercera Guerra Mundial – que acuerdan a muchos de sus comentarios y amenazas años antes de invadir a Irak. “La crisis paquistaní nos ofrece la oportunidad de desenmascarar la hipocresía de la política estadounidense hacia Irán”, dijo William Hartung, director de la Iniciativa sobre Armas y Seguridad de la Fundación Nueva América le dijo a Nuestro Mundo. “Primero, el gobierno está apoyando a un estado represivo que tiene armas nucleares, otorgándole miles de millones como ayuda militar y económica. Segundo, sigue diciendo que mantienen teniendo la opción militar contra Irán, dizque por unas cuantas razones cambiantes que van desde su programa nuclear a su papel en Irak. En ambos casos las afirmaciones sobre la capacidad militar iraní y sus intenciones están exageradas. En Paquistán, al contrario, su represión está ahí abierta para que todos la pueda ver, en las calles de sus ciudades; y nadie duda de que tiene un gran arsenal nuclear”. Conn Hallinan, analista de Política Extranjera Enfoque, dice que la política del gobierno de Bush es parte de un juego de ajedrez mundial, siendo la estrategia estadounidense de buscar “dominar los recursos estratégicos petroleros”. La política de la Casa Blanca en la región rica en petróleo que va desde el Medio Oriente hasta Irán, Afganistán y Paquistán, dijo Hallinan, está enfocada en rodear a China. Ellos quieren “poner sus manos en la vena yugular del sector energético de China”, él dijo. El problema es que “estos son mal jugadores de ajedrez”, notó, agregando que “Está muy claro que hay divisiones grandes dentro de la clase dominante sobre Irán”. El 29 de octubre, el director de Newsweek International, Fareed Zakaría, uno de los que apoyaron la invasión de Irak, publicó una crítica ardiente de la campaña bélica estadounidense contra Irán. Él escribió, “Esta es la realidad. Irán tiene una economía del tamaño de Finlandia y un presupuesto militar de como $4,8 mil millones. No ha invadido a ningún país desde el Siglo XVIII. Estados Unidos tiene un PIB que es 68 veces más grande y gastos de defensa que son 110 veces más grande. Israel y cada uno de los países árabes (excepto Siria e Irak) o silenciosamente o activamente están aliados en contra de Irán. Y se nos quiere hacer creer que Tehran va a derrocar al sistema internacional y reemplazarlo con un orden fascista islámico. ¿En que planeta vivimos?”. Hartung dijo que la retórica de Bush sobre Irán es para hacer la cosa difícil para los demócratas insinuando que no son lo suficiente fuerte para dirigir el país. “Dado el fiasco de la invasión de Irak, los precandidatos presidenciales demócratas deben poder hablar en contra del uso de la fuerza contra Irán”. Treinta senadores — 29 demócratas y el independiente Bernie Sanders — firmaron una carta el noviembre 1 a Bush advirtiendo al presidente que no tome acción bélica contra Irán sin la autoridad del Congreso. Aunque Hillary Clinton firmó la carta, ella fue blanco de críticas por votar en favor de una resolución que tildaba a la Guardia Revolucionaria de Irán, parte de las FFAA, una organización terrorista. La medida pasó 76 a 22. El Concilio para un Mundo Habitable está poniendo anuncios en periódicos contra una guerra con Irán titulado, “Si le gusta la guerra en Irak, le encantará la guerra con Irán”. Una carta buscando donaciones para los anuncios dice, “El grupo neoconservador Freedom’s Watch gastará $200 millones para inundar al país con mensajes pro guerra. Necesitamos hablar en oposición”. “En vez de enviar armas y amenazar con usar fuerza, el gobierno de Bush debe seguir una solución basada en la diplomacía”. Estados Unidos no ha tenido relaciones diplomáticas con Irán por 30 años.
La nueva crisis en Paquistán muestra la hipocresía de las palabras bélicas del gobierno de Bush hacia Irán según analistas de política exterior. El presidente de Paquistán, el general Pervez Mucharef, un gran aliado del presidente Bush y su “guerra contra el terrorismo”, declaró un estado de emergencia que muchos tildan de un golpe de estado. Mucharef suspendió la Constitución, despidió a todos los jueces del Tribunal Supremo y encarceló a cientos de abogados y otros que se manifestaban en contra del golpe, inclusive a sindicalistas. Estados Unidos le ha otorgado al gobierno de Mucharef $10,59 mil millones en ayuda militar, económica y para el desarrollo desde el 11 de septiembre 2001, de acuerdo a la Prensa Asociada. Como 75 por ciento es para las Fuerzas Armadas. El gobierno de Mucharef ha gastado grandes cantidades de dinero comprando sistemas de armas. Paquistán, a diferencia de Irán, tiene armas nucleares. Mientras tanto, Bush y el vicepresidente estadounidense Dick Cheney han aumentado las amenazas apocalípticas – Bush habla de una Tercera Guerra Mundial – que acuerdan a muchos de sus comentarios y amenazas años antes de invadir a Irak. “La crisis paquistaní nos ofrece la oportunidad de desenmascarar la hipocresía de la política estadounidense hacia Irán”, dijo William Hartung, director de la Iniciativa sobre Armas y Seguridad de la Fundación Nueva América le dijo a Nuestro Mundo. “Primero, el gobierno está apoyando a un estado represivo que tiene armas nucleares, otorgándole miles de millones como ayuda militar y económica. Segundo, sigue diciendo que mantienen teniendo la opción militar contra Irán, dizque por unas cuantas razones cambiantes que van desde su programa nuclear a su papel en Irak. En ambos casos las afirmaciones sobre la capacidad militar iraní y sus intenciones están exageradas. En Paquistán, al contrario, su represión está ahí abierta para que todos la pueda ver, en las calles de sus ciudades; y nadie duda de que tiene un gran arsenal nuclear”. Conn Hallinan, analista de Política Extranjera Enfoque, dice que la política del gobierno de Bush es parte de un juego de ajedrez mundial, siendo la estrategia estadounidense de buscar “dominar los recursos estratégicos petroleros”. La política de la Casa Blanca en la región rica en petróleo que va desde el Medio Oriente hasta Irán, Afganistán y Paquistán, dijo Hallinan, está enfocada en rodear a China. Ellos quieren “poner sus manos en la vena yugular del sector energético de China”, él dijo. El problema es que “estos son mal jugadores de ajedrez”, notó, agregando que “Está muy claro que hay divisiones grandes dentro de la clase dominante sobre Irán”. El 29 de octubre, el director de Newsweek International, Fareed Zakaría, uno de los que apoyaron la invasión de Irak, publicó una crítica ardiente de la campaña bélica estadounidense contra Irán. Él escribió, “Esta es la realidad. Irán tiene una economía del tamaño de Finlandia y un presupuesto militar de como $4,8 mil millones. No ha invadido a ningún país desde el Siglo XVIII. Estados Unidos tiene un PIB que es 68 veces más grande y gastos de defensa que son 110 veces más grande. Israel y cada uno de los países árabes (excepto Siria e Irak) o silenciosamente o activamente están aliados en contra de Irán. Y se nos quiere hacer creer que Tehran va a derrocar al sistema internacional y reemplazarlo con un orden fascista islámico. ¿En que planeta vivimos?”. Hartung dijo que la retórica de Bush sobre Irán es para hacer la cosa difícil para los demócratas insinuando que no son lo suficiente fuerte para dirigir el país. “Dado el fiasco de la invasión de Irak, los precandidatos presidenciales demócratas deben poder hablar en contra del uso de la fuerza contra Irán”. Treinta senadores — 29 demócratas y el independiente Bernie Sanders — firmaron una carta el noviembre 1 a Bush advirtiendo al presidente que no tome acción bélica contra Irán sin la autoridad del Congreso. Aunque Hillary Clinton firmó la carta, ella fue blanco de críticas por votar en favor de una resolución que tildaba a la Guardia Revolucionaria de Irán, parte de las FFAA, una organización terrorista. La medida pasó 76 a 22. El Concilio para un Mundo Habitable está poniendo anuncios en periódicos contra una guerra con Irán titulado, “Si le gusta la guerra en Irak, le encantará la guerra con Irán”. Una carta buscando donaciones para los anuncios dice, “El grupo neoconservador Freedom’s Watch gastará $200 millones para inundar al país con mensajes pro guerra. Necesitamos hablar en oposición”. “En vez de enviar armas y amenazar con usar fuerza, el gobierno de Bush debe seguir una solución basada en la diplomacía”. Estados Unidos no ha tenido relaciones diplomáticas con Irán por 30 años.
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People's Weekly World - USA/09/11/2007
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