Obama tendrá que hacer frente a duros retos en sector económico en su legislatura
La economía estadounidense, afectada por la actual crisis financiera, decreció un 0,3 por ciento interanual en el tercer trimestre de este año, dando signos de que la economía del país se encamina hacia una casi inevitable recesión.
Este decrecimiento se produjo debido a que los consumidores, preocupados por la situación, redujeron su gasto en un 3,1 por ciento, la mayor caída desde el segundo trimestre de 1980.
Esta es la primera caída en el gasto de consumo estadounidense, que supone dos terceras partes de la actividad económica total, desde finales de 1991, cuando la economía estaba saliendo de un periodo de recesión.
La recesión está a la vuelta de la esquina, pero "es demasiado pronto para hablar de la gravedad de la recesión", afirmó el economista Victor Zarnowitz, de la Junta de Conferencia con sede en Nueva York, y quien trabaja también en el Comité del Buró Nacional de Investigación Económica, que identifica las recesiones.
"Un control más estricto sobre la concesión de créditos nos empujaría a una recesión aún más profunda, pero aún es pronto para decir eso", añadió.
Muchos economistas opinan que el mayor reto al que tendrá que enfrentarse el recién elegido presidente será administrar el país durante una recesión económica dura y posiblemente larga.
"Sabemos que los retos que nos encontraremos mañana serán los peores de nuestra vida: dos guerras, el planeta en peligro, la peor crisis financiera en un siglo", advirtió Obama en la noche del martes en su discurso por la victoria electoral.
"Hay madres y padres que no podrán dormir después de que sus hijos se vayan a la cama y se preguntarán cómo van a pagar la hipoteca, o cómo pagarán las facturas del médico, o cómo ahorrarán lo suficiente para enviar a sus hijos a la universidad", afirmó.
"No ha habido ni un presidente en la historia reciente que haya tenido tantas crisis que resolver. Este presidente va a estar muy ocupado", afirmó Leon Panetta, jefe de personal del anterior presidente demócrata, Bill Clinton.
"Lo bueno de la nueva presidencia es que ya no puede caer más, sólo puede ir hacia arriba", bromeó.
Como Franklin Delano Roosvelt y Ronald Reagan, el nuevo presidente tendrá una especial oportunidad de dejar una huella profunda y duradera en la economía estadounidense.
Para evitar que la economía caiga en una recesión profunda, Obama ha dado su apoyo a un segundo paquete de incentivos valorado en unos 150.000 millones de dólares, aunque algunos economistas independientes están pidiendo al gobierno que se piense dos veces ofrecer esa cantidad.
El paquete incluirá gasto del gobierno en infraestructuras públicas, ayuda a los gobiernos locales y una mayor ayuda a los desempleados y a quienes tienen que recurrir a cupones de alimentos.
Ciertos economistas opinan que este nuevo paquete de estímulos podría no tener grandes efectos en el actual trimestre, mientras que otros que lo apoyan afirman que ayudará a sacar la economía de una recesión más pronto el año que viene, y que podría darle la vuelta a la tendencia a la baja.
Aunque es probable que la recesión centre la agenda de Obama, otros retos económicos a corto y largo plazo tendrán un lugar importante en su lista de tareas, según economistas y consejeros de los dos candidatos.
Obama ha prometido reorganizar las leyes sobre el sistema financiero, trabajar para reducir los costes de los cuidados sanitarios, fomentar el uso de recursos energéticos autóctonos, y luchar contra el cambio climático estableciendo límites a las emisiones de dióxido de carbono de las grandes industrias.
"Para reconstruir la clase media, recortaré los impuestos al 95 por ciento de los trabajadores y a sus familias", escribió en un artículo publicado recientemente en el Wall Street Journal. "Si trabajas, pagas impuestos, y ganas menos de 200.000 dólares, se te recortarán los impuestos", mientras que los trabajadores que ganen más de 250.000 dólares al año tendrán que pagar más impuestos.
Obama afirmó que las reformas ayudarán a crear más de dos millones de nuevos puestos de empleo "reconstruyendo nuestra débil infraestructura y extendiendo líneas de banda ancha que lleguen a todos los rincones del país."
"Invertiré 15.000 millones de dólares cada año durante la próxima década en energías renovables, en crear cinco millones de nuevos puestos de empleo con un buen sueldo y que no dañen el medio ambiente, no podemos quedarnos sin recursos, pero sí podemos poner fin a nuestra dependencia del petróleo del Medio Oriente", subrayó.
Se espera que Obama imponga una severa normativa económica para el gobierno, y que cambie además de forma permanente las relaciones entre los mercados financieros y Washington, finalizando la labor de reformar el sistema bancario estadounidense, según la prensa nacional.
"El próximo presidente tendrá que tener dos equipos de "fuerzas especiales financieras", afirmó Barry Eichengreen, profesor de economía y ciencias políticas en la Universidad de California, Berkley.
"Uno para estabilizar la crisis, y el otro para centrarse en el asunto de cómo mantener un crecimiento económico a largo plazo", añadió el profesor
Obama sabe también que hay muchas dificultades. "El camino que tenemos por delante será largo, y será cuesta arriba", afirmó el martes por la noche, al tiempo que aseguraba a sus simpatizantes que logrará los objetivos.
"Puede que no lleguemos (a la cumbre) en un año o incluso en una legislatura, pero EEUU: nunca me he sentido tan esperanzado como me siento esta noche de que llegaremos allí. Les prometo que nosotros, como pueblo, llegaremos (a nuestro objetivo)", expresó el primer presidente de raza negra de EEUU.
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