El virus del crótalo destruye la capacidad de raciocinio negando el derecho a la diferencia, a la propia identidad y libertad de cada ser humano. Cardenales y Príncipes tiene la “Santa Madre Iglesia” que defienden sus privilegios de casta, negando a Cristo, en sus palabras y sus actos, negando la libertad de credo y el derecho, a no profesar ningún credo, atacando la democracia y la esencia del Estado laico desde sus tronos y trincheras mediáticas, negando el derecho inherente a todo SER, de gozar del amor libre y responsable, disponiendo cada uno/a de su cuerpo como mejor entienda, para unirse a quien quiera y como quiera libremente.
La afiliación presupone, no define, el SER, que tener determinado carne no es garantía de nada. Fascismo es Terrorismo, y la ideología fascista se nos inculca a sangre y fuego, a todos, por todos “los Medios”; desde los limpiabotas del General y los lameculos del Cardenal, hasta los escribanos a sueldo del Capital. Él fascista niega la convivencia y las reglas básicas de la democracia, ataca a la razón e insulta a la inteligencia. El demócrata se traga su dolor, vela y entierra con dignidad a los suyos, guarda y defiende la memoria de sus muertos, pero jamás pide que se aplique la ley del talión clamando venganza en la calle o en el parlamento.
La cultura democrática, la civilización, enseña a amar y respetar al diferente, enseña a respetar por encima de toda otra consideración, el veredicto de las urnas, la voluntad Libre y Soberana del Pueblo en TODO LUGAR y CIRCUNSTANCIA sin excusa alguna.
La codicia sin freno, la rapiña de lo ajeno y la lucha a muerte por el PODER, aflora y desata los peores instintos. Quienes se imponen y mandan mediante el terror, avivan el odio de los de arriba y de los de abajo. Qué al terrorismo, lo retroalimenta la política de la patada al avispero, marca registrada por el Pentágono y la Casa Blanca. Nunca los miopes y torpes elefantes-asnos made in USA, habían despertado tal desprecio y recelo, en el mundo civilizado.
Terrorismo es causar terror con toda clase de amenazas, coacciones y agresiones. La más elemental decencia y coherencia, exige denunciar todos los terrorismos. Del terrorismo contra la mujer y los niños en el seno de la familia y el terrorismo contra los mapuches en la Araucanía, al Terrorismo de Guantánamo, donde se violan todos los derechos humanos empezando por la Convención de Ginebra. El terrorismo ecológico, económico, militar y mediático, de quienes saquean el petróleo y el agua, todas las fuentes de energía y materias primas del mundo destruyendo los bosques y las selvas, aniquilando los eco sistemas de la Madre Tierra, sumiendo en el hambre y la desesperación a pueblos, naciones y estados, sometidos a la ley del Imperio y de las Multinacionales, aldeas, pueblos y ciudades sin escuelas ni hospitales, sin libros ni medicinas, para educarles y prevenirles del sida, sin ninguna ayuda para salir del pozo negro de su espantosa miseria.
La causa primera y última, el origen y la madre de todos los terrorismos, incuba en el seno del alma negra, insolidaria y cainita de quienes detentan el PODER real, el poder del oro y el oro negro. Son terroristas para nosotros, y son mártires para su gente, quienes se inmolan entre la propia policía o al paso del ejército de ocupación, quienes convertidos en bombas humanas, se revientan y saltan por el aire en los mercados, bodas, hoteles o mezquitas de Irak y Afganistán, rodeados de la gente más inocente. Y son, TERRORISTAS, quienes apoyan la política de saqueo y tierra quemada de Israel y del Imperio. Los políticos con autoridad legítima y talla moral, son quienes negocian y tienden puentes de plata a las peores bestias con tal de terminar con la guerra y vivir en paz y en libertad. Nelson Mandela, es un buen ejemplo.
Hace seis años escribí lo esencial de cuanto precede y poco han cambiado las cosas en la Aldea Global. Sabemos que uno, puede hacer mucho, si teniendo el gobierno, tiene algo de vergüenza y agallas, pero eso sí, para el PODER, todo, se debe hacer y se hará a su debido tiempo, todo, dentro del orden y con el visto bueno del PODER. Hoy, con el gobierno de la ilusión, Obama, en realidad, sigue igual, lo sustancial. Hoy, siguen mandando con el terror, los de siempre, qué los tentáculos e instrumentos de las Multinacionales y la BANCA, están para no ceder ni asumir nada, ni siquiera su indiscutible e intransferible responsabilidad en la CRISIS.
Recojo y asumo una frase concisa y breve de Christa Luginbühl, Directora ejecutiva, INCOMINDIOS, Suiza, en un correo dirigido a la Señora Michelle Bachelet, Presidente de la República de Chile, C.c. Embajador de la República de Chile en Berna, Embajador de Chile ante la ONU, Congreso Chileno, Luise Harbour, Oficina del Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los DH y Prensa.
Querer recuperar o mantener, recrear, controlar, desarrollar, proyectar y transmitir a las generaciones futuras sus tierras y sus patrimonios culturales, no es terrorismo, es una de las más hermosas y dignas luchas para seguir existiendo en tanto pueblos indígenas.
Hoy, como ayer, el PODER, ni escucha ni quiere oír hablar de democracia participativa, justicia social, dignidad, paz y libertad, derechos humanos. Al PODER le sigue importando todo, un carajo, si Él, puede seguir saqueando las reservas del planeta y los recursos naturales de los pueblos originarios, de Latinoamérica y de África, de la mayor parte de la Aldea Global.
Al Poder le inquieta, cuanto puede cuestionar su arrogante supremacía y poderío: El espíritu de José Artigas y Zapata, Martí, San Martín y Bolívar en Latinoamérica, el despertar al Alba del llamado “Tercer Mundo” y su organización y coordinación con los marginados del “Cuarto Mundo”, excluidos del festín, lo demás, resbala por encima del alquitrán que cubre la fea y dura piel del PODER.
El núcleo duro y el centro del PODER, está hoy, en USA, pero es algo más que USA y las Transnacionales, el Vaticano y las Oligarquías Unidas, las Familias y los Grupos Financieros que tele-dirigen a los Generales, Presidentes y Señorías de Medio Mundo, desde España en “ La Puta y Cobarde Europa”, hasta las dictaduras y monarquías absolutas; del extremo, medió y próximo Oriente.
El Poder, buscará por todos los medios a su alcance, volver a intoxicar a la opinión pública, para dividir y vencer, enfrentando, si puede, a quienes más que vecinos son hermanos en la memoria, de los valles y los ríos, de las aves y las flores, de los montes y los llanos de Amazonia: Perú, Colombia, Ecuador, Venezuela… Y lo intentará, para hacer de Colombia un segundo Israel, su gendarme particular y estado títere, dispuesto a albergar las SIETE BASES USA y lo que haga falta -gracias, a las coartadas de las FARC y del Narcotráfico- para ver si así puede desestabilizar toda la zona y volver a apoderarse de Ecuador, Bolivia y Venezuela, empezando por sus reservas de gas y de petróleo.
El PODER, no quiere escuchar a los pueblos originarios ni a nadie, no quiere ceder un ápice de terreno ni de poder, sin ver que en su codicia insana y su egoísmo insolidario, en su ignorancia y desprecio por la madre Tierra, está destruyendo a marchas aceleradas, el origen y los manantiales de la vida, por activa y pasiva; por activa y directa, con la sobre-explotación y la destrucción causadas por las & madereras y las Multinacionales de la Minería, por pasiva e indirecta, al no poner freno alguno ni coto para evitar la destrucción de la Capa de Ozono, y el Efecto Invernadero.
La organización y los tentáculos del terror desde la Roma Imperial hasta hoy, ha sido y sigue siendo la mejor arma del Poder para expoliar las riquezas de todos los pueblos y someterles a la omnipotente voluntad del Cesar, de sus gobernadores y centuriones. Dos milenios más tarde, el TERRORISMO DE ESTADO ha ganado inmensurablemente en potencia de acción y fuego, en precisión y eficacia, pero sigue siendo su primer y último recurso para afianzarse y perpetuarse el PODER, en el Poder. Ha sido y es el instrumento más útil de los inhumanos hijos de Caín, para avanzar hoy dando tumbos y a pasos agigantados hacia una hecatombe de dimensiones planetarias. Si no se lo impedimos, los hijos de Abel, la sencillez y la sensibilidad, la humildad y la dignidad, la libertad y la solidaridad, la cordura y la cultura de los Pueblos Originarios. Y LO PODEMOS IMPEDIR, con TODAS las MANOS y las ALMAS sedientas de Amor, Paz y Justicia, de los Humanos que habitan los cinco continentes de la Tierra, sus mares y océanos.