 La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), constituida en 1949 por 12 países, ha ido incorporando a diferentes Estados del este europeo tras la caída de las democracias populares, hasta convertirse en un instrumento de agresión del imperialismo formado por 28 naciones.
La OTAN, como demuestra su existencia y actividad actual, no se creó como una simple asociación militar de EEUU y los países capitalistas europeos para prepararse contra un hipotético ataque soviético.
Su concepción y sus objetivos, absolutamente auspiciados por EEUU, fueron la reconstrucción y consolidación, tras la Segunda Guerra Mundial, del campo imperialista en el ámbito militar, del mismo modo que el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) lo son en el económico. Además, es importante recordar que la OTAN fue fundada seis años antes de la constitución del Pacto de Varsovia.
La organización militar imperialista ha servido como fuerza represiva contra la oposición interna en los países capitalistas occidentales. Diferentes contra guerrillas clandestinas, algunas de ellas todavía existentes, han organizado actos de sabotaje, provocaciones, asesinatos y golpes de Estado para detener el avance de la oposición obrera. Siempre bajo el paraguas de la OTAN y los EEUU.
No obstante, durante la existencia de la URSS y los regímenes populares de Europa oriental, la OTAN también tenía como objetivo esencial el uso de la fuerza militar en caso de ser necesario, para cercar militarmente al bloque socialista.
Por lo tanto, la visión de la OTAN como organización militar imperialista concebida para la destrucción de la URSS, no es del todo certera. Pues, si bien es verdad que entre los objetivos de esta organización se encontraba el cercar militarmente a la URSS, limitar el análisis sobre su existencia y naturaleza a esta apreciación implica no comprender en su amplitud la estrategia imperialista de dominación.
La OTAN actualmente opera más allá de la zona geoestratégica establecida en su creación, donde comete verdaderos crímenes contra la humanidad. Véase Afganistán, Somalia, la antigua Yugoslavia y, de una forma indirecta Irak y Sudán, por mencionar algunos ejemplos.
Entre el armamento de este monstruo militar se encuentran centenares de bombas y cabezas nucleares, así como armas de destrucción biológica. Repartidas por distintos lugares del mundo, tienen implantadas centenares de bases militares.
En nuestro territorio, tienen a su disposición las más importantes bases de esta zona del continente africano: la naval de Las Palmas y la aérea de Gando. En contra, dicho sea de paso, de la decisión de los canarios que nos opusimos en referéndum a la participación en este complejo militar imperialista y colonialista.
En el año 1999, en una cumbre con motivo del 50 aniversario de la OTAN, se define a la organización, en un documento titulado “Concepto estratégico para el siglo XXI”, como “organización militar global”. Lo que contradice radicalmente las voces de los defensores de la alianza atlántica como cuerpo defensivo y de paz.
Aunque la práctica la define con mayor exactitud pues, más allá de lo que digan los documentos y argumentos de los paladines de la OTAN, los hechos son irrefutables.
El último atentado terrorista de estos criminales, perpetrado el viernes 4 de septiembre, se saldó con la muerte de más de 90 civiles en el norte de Afganistán por un bombardeo, en la provincia de Kunduz, según los reportes de la agencia EFE.
El bombardeo se produjo mientras los resistentes afganos distribuían entre la población local el combustible de un camión que habían robado horas antes, según el gobernador de la provincia, Mohammad Umar.
Esta matanza sucede una semana después de que el general Stanley McChrystal, anunciase que apostaba por revisar la estrategia en Afganistán para dar prioridad a la protección de los civiles.
Por su parte, el gobierno español enviará más tropas de ocupación a Afganistán junto al destacamento de 1.230 militares que ya se encuentran en la región, demostrando su absoluta complicidad y apoyo a la operación imperialista genocida de los EEUU y la OTAN en el Estado afgano.
Los comunistas canarios defendemos la lucha por la retirada de las tropas de ocupación de la OTAN y el desmantelamiento de todas sus bases militares. Así mismo, abogamos por la disolución de esta alianza terrorista al servicio de los intereses del imperialismo estadounidense, y la destrucción de todas las armas nucleares y biológicas de destrucción masiva. -
LQSomos. David Delgado*. Septiembre de 2009.
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